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El programa VCR Dragón 8x8 ha sido calificado por el Ejército de Tierra como su programa más "ambicioso" hasta la fecha, convirtiéndolo en el programa estrella para los próximos años. Como era de esperar, ha sido objeto de discusión entre la comunidad de asuntos militares en España durante los últimos años.

Hay quienes encuentran muchos inconvenientes en este programa y hay quienes creen, por el contrario, que es todo un acierto. El debate ha girado en torno a si este vehículo 8x8 es lo que necesita España para su defensa y para hacer frente a los retos de seguridad que se presentan en este nuevo mundo multipolar cada vez más incierto e inestable. Las opiniones y reflexiones vertidas en este artículo son estrictamente personales.

VCR 8x8 Dragón | Foto: Marco Romero / Ministerio de Defensa

Hacia un futuro de grandes vehículos blindados

Lo primero es preguntarse de donde surge la idea de invertir en programas de grandes vehículos blindados. Teniendo en cuenta las operaciones y la experiencia de los países de nuestro entorno, los grandes vehículos blindados han ido adquiriendo un mayor protagonismo. Algunos países de la OTAN como Alemania, Inglaterra, España, Eslovenia o Países Bajos, entre otros, han apostado claramente por su producción.

Las lecciones aprendidas en conflictos como el de Afganistán o el de Iraq, sirvieron para la implementación y desarrollo de nuevos programas armamentísticos que fuesen capaces de operar en entornos de este tipo, optando por un tamaño y un blindaje superior al existente. Los factores como la orografía y la guerra irregular, dificultaban las operaciones de los antiguos blindados sobre el campo de batalla.

Por poner un ejemplo cercano, España tuvo problemas para operar los blindados BMR en escenarios como el de Afganistán, un país muy montañoso y en ocasiones con caminos muy estrechos en los que se encontraban en una posición muy vulnerable para las emboscadas. Tras evaluar la actuación de estos blindados, quedó demostrado que los BMR no estaban preparados para actuar en este tipo de terrenos.

Por ende, la movilidad es una de las características esenciales que se busca mejorar con la adquisición de estos nuevos vehículos de ruedas, aunque debido a su peso (35 toneladas), podrían tener dificultades en terrenos blandos y quedarse atascados, dificultando precisamente la movilidad que tanto se busca. Otro factor primordial que también se ha mejorado es la altura de los vehículos, que se han elevado con el objetivo de obtener una mejor protección y seguridad frente a minas e IEDs.

El nuevo blindado español: el VCR 8x8 Dragón

En el año 2007, el Ministerio de Defensa declara la necesitad de desarrollar un nuevo programa armamentístico con el objetivo de sustituir a los viejos vehículos blindados BMR 6x6, MRAP, VEC-M1 y a los M-113 A1 TOA, que habían quedado prácticamente obsoletos y cuya vida operativa había llegado a su fin. Además, se necesitaba rellenar el vacio dejado por los blindados Pizarro que no se llegaron a fabricar y que debían integrar las diferentes brigadas. La solución temporal a esta falta de vehículos blindados fue completar las unidades con M-113.

Varias empresas extranjeras ofrecieron a España la venta de vehículos blindados 8x8, como el Boxer alemán o el VBCI francés, aunque finalmente, se optó por entregar el contrato a un consorcio temporal de empresas nacionales llamado Tess-Defence, que potenciaría la industria de defensa española y crearía nuevos puestos de trabajo en España.

Este consorcio lo conforman Indra, Santa Bárbara Sistemas, Escribano Mechanical y SAPA. Por lo tanto, la construcción de los 8x8 Dragón se está llevando a cabo en su totalidad en España y el coste total del proyecto ronda los 7.000 millones de euros, la unidad rondaría los 7 millones de euros.

El desarrollo de este vehículo blindado de combate consta de varias fases. La primera fase consiste en la integración de sistemas provenientes de programas de I+D+I o que ya se encuentran en servicio en las FAS. La segunda fase consiste en la producción en serie dividida en tres etapas. El diseño del vehículo se ha basado en el VCI Piranha V. Se espera recibir un total de 1.000 unidades, que contemplan trece configuraciones diferentes y que se adaptan a las necesidades y exigencias de la misión.

  • Vehículos de Combate de Infantería (VCI).
  • Vehículos de Exploración de Caballería (VEC).
  • Vehículos de Combate de Zapadores (VCZ).
  • Vehículos de Puesto de Mando de Batallón (VCPC).
  • Vehículos de Combate de Observador Avanzado (VCOAV).
La Ministra de Defensa española, Margarita Robles, supervisando la evolución del programa Dragón en la base Príncipe de Madrid | Foto: Infodefensa

Este programa ha sido descrito por el Ejército de Tierra como su programa "más ambicioso" hasta la fecha, y se ha convertido en la principal prioridad del Ejército de Tierra y, para bien o para mal, conformará el futuro de este ejército para los próximos años. El debate sobre la necesidad de reemplazar los antiguos blindados parece cerrado, estos deben ser reemplazados sí o sí y no se deben perder esas capacidades.

Breves reflexiones acerca del proyecto

El 8x8 Dragón plantea una serie de cuestiones importantes a tener en cuenta. En primer lugar, abarca más allá de las funciones que se deberían de desarrollar durante una misión de estabilización en un país extranjero, puesto que puede operar en conflictos de alta intensidad con capacidades de ataque gracias, entre otras cosas, a su torreta y misiles integrados.

Recordemos que este vehículo viene para sustituir a los BMR y M-113, que no tenían esas funciones ni capacidades. Otro factor es el peso, el 8x8 es un vehículo muy pesado (35 toneladas) que, en según que terrenos, podría dificultar lo que precisamente se busca en un vehículo de ruedas como este, la movilidad. La idea original detrás de los primeros blindados era la de disponer de unos vehículos que se pudieran movilizar de manera rápida a países lejanos con el fin de participar en las misiones internacionales de estabilización.

Un detalle importante. Teniendo en cuenta las configuraciones con las que contará el Dragón, sacamos en claro que este vehículo está pensado ya no solo para el transporte y el apoyo -como hacían los vehículos que se quieren reemplazar-, sino que también para el combate contra otros blindados y para brindar apoyo a los carros de combate en un campo de batalla convencional de alta intensidad.

Si analizamos detenidamente las misiones en las que participa España, podríamos afirmar sin duda alguna que ninguna obedece a esos niveles de intensidad, ya que existe una baja posibilidad de ataques contra otros blindados o carros de combate.

España tiene dos retos principales en defensa. En primer lugar, un reto interno, que es la defensa nacional y la disuasión, y en segundo lugar, un reto externo, que se materializa en las misiones internacionales en el marco de la UE/OTAN/ONU. A partir de estos dos supuestos, una primera reflexión sería: ¿A qué le damos más prioridad, a la defensa nacional y a la disuasión o a las misiones internacionales en el exterior?

El primer reto, que comprende la seguridad nacional (soberanía e integridad) y la disuasión, pasa por el eje estratégico Baleares-Estrecho-Canarias, en el que se concentran la mayoría de amenazas provenientes de fuera de la península. La región del Magreb se encuentra en una fase de inestabilidad y tensiones que han ido en aumento. En estos momentos, Marruecos y Argelia mantienen una carrera armamentística en medio de una crisis diplomática entre ambos países. Como era de esperar, las implicaciones para España son muy importantes.

Un ejemplo de ello es la amenaza sobre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla por parte de Marruecos, que emplea estrategias híbridas contra España, tal y como apunta el profesor Javier Jordán. Para más inri, no existe una garantía vinculante por la cual la OTAN deba defender estas dos ciudades, más allá del compromiso político que ha dado su Secretario General y que luego ha sido ratificado por el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

El grueso de la defensa de estas ciudades pasaría necesariamente por el despliegue de la guarnición correspondiente y, en segundo lugar, por el despliegue del poder aeronaval materializado en un desembarco anfibio y el uso de la fuerza aérea. Esta defensa comprendería un teatro operativo relativamente pequeño, mientras que un vehículo de ruedas con la movilidad del Dragón, está pensado para recorrer grandes distancias y operar en otros entornos.

Por ende, tendría más sentido que la defensa de Ceuta y Melilla se llevase a cabo con vehículos de cadenas (Leopard 2A4 y Pizarros), que ofrecen una mayor movilidad táctica, y con un papel importante de la artillería de campaña, que debe ser urgentemente modernizada. Bajo este supuesto planteo una segunda reflexión, ¿es útil para la defensa del eje estratégico un vehículo de estas características?

Eje estratégico Baleares-Estrecho-Canarias | Foto: Revista Ejércitos

Por otra parte, España participa en numerosos compromisos internacionales en los que se necesitan, entre otras cosas, vehículos de ruedas que sean fáciles de movilizar y de transportar al país que corresponda. Este vehículo, atendiendo a las lecciones aprendidas en conflictos pasados, estaría capacitado para resistir a posibles ataques con minas y explosivos y ofrece una movilidad significativa, ya que puede recorrer grandes distancias con cierta independencia.

No obstante, es poco probable que estos vehículos operen en conflictos de alta intensidad y, por ende, hay más probabilidades de que operen en conflictos de baja-media intensidad. Por tanto, este vehículo sería más ideal para desplegarse en países como Mali o Afganistán, en los que puedes tener una mayor movilidad estratégica y recorrer distancias mayores.

Conclusiones

El VCR 8x8 Dragón es un vehículo que puede ser muy útil en escenarios concretos y que puede aportar capacidades importantes, pero no debe ser, en ninguno de los casos y acorde a los retos que presenta este nuevo mundo multipolar, el programa estrella de nuestro Ejército de Tierra.

Si nuestra mayor baza es un programa por el cual vamos a adquirir mil vehículos 8x8, es hasta cierto punto preocupante. Quizá lo más inteligente hubiera sido reducir al menos a la mitad la adquisición de estos vehículos, y disponer de más fondos para invertir en programas vitales como la renovación de la artillería de campaña, esencial para cualquier ejército y que sigue siendo "la reina de la guerra". El futuro pasa precisamente por el uso de la artillería y el lanzamiento de grandes salvas de misiles.

El programa Dragón llega bastante tarde, en los países de nuestro entorno ya cuentan con blindados 8x8, que son accesibles en el mercado y más baratos de adquirir. En cambio, desde el Ministerio de Defensa se ha querido desarrollar un proyecto en el que el diseño y la producción sean prácticamente en su totalidad españolas, con el fin de potenciar la industria nacional y de crear nuevos puestos de trabajo.

A fecha de hoy, debido a los múltiples retrasos por problemas en el desarrollo e integración de los sistemas de armas, aún no han sido entregados y las primeras unidades deberían llegar a finales de 2022. Según datos oficiales del Ministerio de Defensa, las entregas se irán culminando progresivamente hasta el 2027 como mínimo.

Los programas armamentísticos se deben planear siempre con vistas al futuro, tratando de anticiparse a los retos del mañana para no quedarse atrás. Esto sería lo que en Estudios Estratégicos llamamos prospectiva, tratar de anticiparse a lo que va a suceder en las próximas décadas y buscar los escenarios más plausibles. No obstante, el futuro es incierto y puede dar lugar a errores.

Por ello, es primordial analizar cuáles serán nuestras posibles necesidades en el porvenir y, en función de esa premisa, invertir. Esto no quiere decir que no necesitemos un nuevo blindado y que no se deban reemplazar los M-113 y los BMR, el debate gira en torno a si tendríamos que habernos metido de lleno en un proyecto de estas características y con tales cifras.

El conflicto en Ucrania ha demostrado que la guerra convencional sigue viva y activa, aunque en el mundo anglosajón ya se trabaja en el desarrollo de una doctrina revolucionaria que cambie de nuevo las formas de hacer la guerra, para mantener esa gran superioridad militar que siempre ha caracterizado a los Estados Unidos.

Estos conceptos consistirían, entre otras cosas, en grandes competiciones de salvas de misiles guiados y de precisión en escenarios limitados que operan en la "zona gris", tal y como lo describe Guillermo Pulido en su libro "Guerra multidominio y mosaico: el nuevo pensamiento militar estadounidense", he aquí la importancia capital de renovar la artillería de campaña.

La guerra mosaico crea cadenas de efectos para la disuasión o la derrota de los adversarios | Foto: Darpa

Los Estados invierten cada vez más fondos en sistemas de defensa aérea, misiles contracarro, drones y misiles guiados, entre otras cosas. El proyecto "estrella" del Ejército de Tierra podría pasar por un proyecto en el cual, además de sustituir a los BMR y M-113 TOA, se modernizaran nuestras capacidades de sistemas antiaéreos, se renovase la artillería de campaña, se profundizase en los sistemas de guerra electrónica y de información y, por último, se adquiriesen varios drones, no necesariamente sofisticados, que nos den un salto cualitativo en nuestras capacidades.

Este problema, a mi modo de ver, es un síntoma de la política de Defensa realizada por el Ministerio de Defensa, guiada en la mayoría de ocasiones por motivaciones políticas y de seguidismo con la industria europea. Es primordial realizar una reflexión sobre los últimos programas armamentísticos que se han financiado y evaluar su viabilidad para dar respuesta a los futuros retos de seguridad que se plantean en el tablero internacional.

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