Medio de comunicación independiente

Hamas, acrónimo de Harakat Al-Muqawama Al-Islamiya (Movimiento de Resistencia Islámica), es un grupo islamista palestino que nació en 1987 como escisión de la rama palestina de los Hermanos Musulmanes de Egipto. Su objetivo de eliminar el Estado de Israel e implantar un Estado Islámico en territorios que habían correspondido al mandato británico de Palestina: Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza.

Bajo este movimiento nace un líder espiritual que hoy en día se le sigue considerando un héroe dentro del grupo, el Sheikh Ahmed Ismail Hassan Yassin. Nació en 1936 en una población cercana a Alaskon arrasada en 1948 por las fueras israelíes, terminó sus estudios de secundaria en la Franja de Gaza y posteriormente se trasladó a El Cairo para continuar sus estudios en la Universidad de Al-Azhar. Fue allí donde tuvo sus primeros contactos con la organización integrista de los Hermanos Musulmanes a la vez que frecuentaba una organización tapadera de la Hermandad, Jamiyat Al-Tawhid.

Esta vinculación con la hermandad se mantuvo en Gaza, y pronto Yassin se hizo famoso por su labor como maestro y líder espiritual. En 1973 fundó Al-Mujama Al-Islamiya, una  organización que aglutinaba a muchas otras asociaciones religiosas de Gaza. Es por ello que las fuerzas israelíes lo detuvieron en varias ocasiones. En 1995 el diario panárabe Al Hayat publicó unas declaraciones del Sheikh que decían que “la paz con Israel va contra la ley islámica”. De esta manera, Yassin descartaba cualquier posibilidad de suavizar posturas frente al proceso de paz firmado dos años antes entre el presidente palestino, Yassir Arafat, y el Gobierno israelí.

En agosto de 2003, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos elaboró un informe sobre la figura de Yassin donde se describía al Sheikh como “la cabeza de Hamas en Gaza”. “Yassin mantiene una línea de comunicación directa con otros dirigentes de Hamas y admite abiertamente que no existen distinciones entre las divisiones políticas y militar de Hamas”, decía el informe. De acuerdo con el texto, “alrededor de Yassin se encuentra toda una corte de guardaespaldas personales, entre los que incluye numerosos agentes que se encargan de ofrecer información y aprovisionamientos a los fugitivos, reclutar personal que realizará las operaciones militares, planear las células terroristas, atacar los asentamientos y fabricar armas y explosivos.” Un mes más tarde, el  6 de septiembre, resultó herido en un brazo en un intento de asesinato selectivo después de que aviones israelíes F-16 lanzaran una potente bomba contra la tercera planta del edificio en el que se hallaba. El ataque provocó heridas graves a otras nueve personas.

El 22 de marzo de 2004 se produjo otro atentado contra el Sheikh. Quien estaba detrás de él era el primer ministro israelí. Mientas el Sheikh se dirigía a rezar la primera oración del día en su silla de ruedas a una mezquita cercana a su casa, en un helicóptero israelí de combate lanzó tres misiles que alcanzaron a Yassin y a sus dos guardaespaldas. Un total de nueve personas fallecieron a causa del ataque y 18 resultaron heridas, entre ellas dos hijos del Sheikh. Tras el ataque, Ariel Sharon declaró: “Hemos abatido al primer asesino y terrorista palestino. La quintaesencia de la ideología de este hombre era el asesinato y la muerte de los judíos, donde sea, y la destrucción del Estado de Israel”.

Este tipo de atentados están considerados por el Derecho Internacional como “ejecuciones extrajudiciales”, ya que violan derechos básicos como un juicio justo y en última instancia el derecho a la vida. El Estado de Israel justifica el ataque como un mecanismo para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Ante esta situación, Amnistía Internacional se pronunció diciendo lo siguiente: “Una vez más, Israel ha optado por violar el derecho internacional en vez de valerse de medios legales alternativos. El jeque Yassin pudo haber sido detenido e inculpado”.

Tras el asesinato del Sheikh Ahmed Yassin, los palestinos clamaron venganza, se manifestaron por el asesinato del líder espiritual de Hamas y dispararon al aire en señal de protesta en la mezquita. Las calles del centro de la capital quedaron colapsadas. Se calcula que al funeral acudieron más de 200.000 personas. Sin embargo, los palestinos no fueron los únicos que protestaron, sino que también hubo manifestaciones en ciudades como El Cairo, Amán, Bagdad, Manama y Estambul.

Las violaciones de derecho internacional humanitario deben ser perseguidas e investigadas por los Estados, en especial por aquellos que forman parte de los Convenios de Ginebra de 1949. Israel es parte desde 1950 del IV Convenio, aplicable a la protección de la población civil, pero no investiga ni persigue los hechos que son denunciados ante sus tribunales militares y penales. Cuando fallan los tribunales del Estado con jurisdicción sobre las infracciones de derecho humanitario pueden actuar los tribunales de otros Estados (lo que se conoce como jurisdicción universal), ya que todos los Estados están  obligados a respetar y hacer respetar los convenios. Para ellos, la jurisdicción universal puede ser un mecanismo apropiado, aunque para evitar conflictos diplomáticos, lo más conveniente sería que la Corte Penal Internacional tuviera competencia sobre estos hechos. Sin embargo, Israel no es parte del Estatuto de la Corte Penal Internacional y los crímenes de guerra (infracciones graves del derecho humanitario) perpetrados en su territorio o por sus ciudadanos han quedado hasta ahora en la absoluta impunidad.

Te has suscrito correctamente a The Political Room
¡Bienvenido! Has iniciado sesión correctamente.
¡Excelente! Te has registrado correctamente.
¡Éxito! Su cuenta está completamente activada, ahora tiene acceso a todo el contenido.