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El debate en la comunidad académica rusa sobre la política nuclear y el uso de armas nucleares ha generado un amplio espectro de opiniones y enfoques. Sergei Karaganov, una de las voces que solía estar más en sintonía con la línea de pensamiento del Kremlin en materia de política exterior, publicó un controvertido artículo donde describe las recomendaciones estratégicas a medio plazo que debería seguir Rusia para impedir que Occidente continue apoyando a Ucrania.

Vladimir Putin y Sergey Karaganov durante la reunión del presidente con expertos políticos en el Kremlin, septiembre de 2006. Créditos: TASS

El artículo de Sergei Karaganov destaca la creciente amenaza percibida por parte de Rusia, derivada de la confrontación con Occidente, en particular debido al conflicto en Ucrania. Karaganov argumenta que, incluso si Rusia logra éxitos en Ucrania, enfrentará una guerra prolongada y conflictiva con ciertos elementos de la población ucraniana, lo que complica aún más la situación.

Esta perspectiva contextualiza la necesidad de Rusia de reevaluar su estrategia. Afirma que una mínima victoria para Rusia supondría la “liberación” de los territorios de Donetsk, Lugansk, Zaporizhia y Jerson. Para Karaganov, una victoria total supondría la anexión de todo el este y el sur de Ucrania a Rusia, así como la desmilitarización total del país vecino.

Karaganov señala el declive acelerado de las élites occidentales, lo que atribuye a un cambio en el equilibrio de poder global. La irrupción de China y Rusia como actores clave ha llevado a Occidente a adoptar posturas más agresivas. Esta observación subraya la importancia de la geopolítica en la toma de decisiones y la percepción de amenazas por parte de Rusia.

Asimismo, enfatiza la importancia de las armas nucleares en la estabilidad global y la disuasión. Sin embargo, también expresa preocupación por la disminución del temor a un conflicto nuclear, lo que plantea preguntas sobre el futuro de la disuasión nuclear y la seguridad de Rusia.

En este sentido, señala la necesidad de una revisión de la estrategia nuclear rusa. Propone a Putin indicar claramente que Rusia estaría dispuesta a utilizar armas nucleares si Occidente no retrocede en su campaña de apoyo a Ucrania. Aboga por un cambio en la doctrina nuclear rusa para incluir un umbral más bajo para el uso de armas nucleares.

Un sistema ruso de misiles balísticos intercontinentales Yars circula por la Plaza Roja durante el desfile militar del Día de la Victoria. Créditos: Reuters

Por último, Karaganov plantea un cambio de enfoque de Rusia hacia el Este, particularmente Siberia, y la articulación de una visión grandiosa para la nación. Esto sugiere un cambio en la dirección de la política exterior rusa y una reafirmación de la identidad y los valores rusos.

Una de las primeras voces en reaccionar al artículo de Karaganov ha sido la de Dmitry Trenin a través de un artículo donde profundiza en el debate sobre el uso de armas nucleares en el contexto del conflicto ucraniano. Trenin argumenta que la creencia en la imposibilidad de ganar una guerra nuclear y la disuasión nuclear son fundamentales. Sin embargo, destaca que las referencias repetidas al estatus nuclear de Rusia no han impedido la creciente implicación de la OTAN en Ucrania. Esto resalta la necesidad de una reevaluación estratégica rusa.

Imagen de Dmitry Trenin. Créditos: Media Max

Trenin observa un cambio estratégico de Estados Unidos, que busca derrotar a Rusia sin recurrir a armas nucleares. Esto plantea preguntas sobre la eficacia de la disuasión nuclear en un contexto de amenazas convencionales y destaca la importancia de adaptar la estrategia rusa. Advierte sobre el declive del temor a las armas nucleares en la era posterior a la Guerra Fría, lo que plantea el riesgo de una escalada y un conflicto armado directo entre Rusia y la OTAN. Esto enfatiza la necesidad de mantener la credibilidad de la disuasión nuclear.

Trenin aboga por una reconsideración y modernización de la estrategia de disuasión nuclear de Rusia, incluyendo diálogos confidenciales con socios estratégicos. Esto destaca la importancia de la comunicación y la adaptación estratégica. También especula sobre las posibles respuestas de Estados Unidos a ataques nucleares rusos. Esta exploración señala los riesgos de escalada y los desafíos en la planificación estratégica.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se dan la mano a su llegada a la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Villa La Grange en Ginebra, Suiza, 16 de junio de 2021. Créditos: Reuters

Por su parte, Ivan Timofeev, considerado como un crítico de la “escuela de pensamiento de Karaganov” y miembro de alto rango de dos de los think tanks rusos más importantes, proporciona una perspectiva sobre cómo el debate ruso sobre la política nuclear refleja las tensiones geopolíticas y la inseguridad.

Timofeev argumenta que la escalada retórica es un reflejo de la creciente inseguridad en el sistema internacional. Destaca la naturaleza en evolución de la política nuclear rusa y la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades geopolíticas. Esto resalta la importancia de la flexibilidad y la adaptabilidad en la formulación de políticas.

Timofeev advierte sobre los riesgos de la confrontación prolongada con Occidente y la importancia de encontrar una solución diplomática al conflicto ucraniano. Esto subraya la necesidad de un enfoque equilibrado.

Imagen de Ivan Timofeev. Créditos: Interaffairs

Al debate nuclear también se unió Fyodor Lukyanov, presidente del Consejo de Política Exterior y de Defensa rusa. Si bien reconoce la propuesta de Karaganov como controvertida y moralmente problemática, Lukyanov se enfoca en la efectividad de la idea como instrumento de disuasión.

Plantea que, aunque el tabú nuclear se está debilitando gradualmente, preservarlo como un límite es esencial, dada la imprevisibilidad y las consecuencias globales de un conflicto nuclear. Lukyanov agradece a Karaganov por plantear la discusión, pero advierte sobre las posibles repercusiones de levantar completamente este tabú y destaca la necesidad de seguir debatiendo sobre el tema.

Fyodor Lukyanov (derecha) junto a Karaganov (izquierda) y el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov (centro). Fuente: Ministerio de Exteriores ruso.

En definitiva, y tras observar los planteamientos de la academia rusa en materia de política nuclear, podríamos plantear las siguientes similitudes o diferencias:

Puntos de acuerdo:

  1. La amenaza nuclear es un tema candente: Todos los autores reconocen la importancia y la gravedad de la discusión sobre el uso de armas nucleares. Cada uno aborda este tema desde una perspectiva única, pero todos están de acuerdo en que es crucial para la política exterior y la seguridad de Rusia.
  2. El tabú nuclear se está erosionando: Karaganov y Lukyanov destacan cómo el tabú contra el uso de armas nucleares se está debilitando gradualmente, aunque difieren en sus opiniones sobre el impacto y las consecuencias de esta erosión.

Principales puntos de conflicto:

  1. Disuasión nuclear: Karaganov aboga por la idea de que Rusia debe considerar la posibilidad de utilizar armas nucleares como parte de su estrategia de disuasión. Esto es altamente controvertido y desafía la doctrina nuclear rusa tradicional basada en el principio de destrucción mutua asegurada. Trenin y Timofeev, por otro lado, argumentan en contra de una escalada nuclear, sosteniendo que la disuasión nuclear no requiere un uso preventivo de armas nucleares.
  2. El papel de Occidente: Karaganov señala la postura agresiva percibida de Occidente como una justificación para considerar el uso de armas nucleares. Trenin, por otro lado, sugiere que Occidente está explorando formas de desafiar a Rusia sin recurrir a armas nucleares.
  3. Efectos y consecuencias: Trenin y Timofeev enfatizan los peligros y las consecuencias catastróficas de un conflicto nuclear, incluyendo el riesgo de una escalada incontrolable. Karaganov, por otro lado, plantea la posibilidad de que un uso limitado de armas nucleares podría ser un medio efectivo para evitar una catástrofe global.
  4. Moralidad y dilema ético: Lukyanov destaca el dilema moral inherente a la propuesta de Karaganov, cuestionando si es aceptable sacrificar la vida de miles de personas en aras de un supuesto beneficio estratégico. Este aspecto ético subraya la complejidad de la cuestión y plantea interrogantes fundamentales sobre la moralidad en la política exterior.
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