Anotaciones sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania (Parte 1/2)
Este artículo surge a partir del comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania. Consiste en una serie de apuntes en un orden cuasi cronológico, que pretenden facilitar el contexto del conflicto existente sin caer en la tergiversación y manipulación dispersada por ambos bandos, tanto en los medios tradicionales como en las plataformas digitales disponibles.

El fenómeno de la posverdad es considerado como una de las principales amenazas a la democracia actual: convierte a la ciudadanía en consumidora de noticias, la responsabiliza del alcance de las fake news a la vez que la empuja a la desconfianza, y cuestiona a los medios de comunicación y a la propia práctica del periodismo.
Sin más, esperamos que este escrito cumpla con su propósito….
Las negociaciones Baker-Gorbachov y la expansión de la OTAN
En febrero de 1990, las negociaciones Baker-Gorbachov habrían dado garantías al gobierno soviético de que la OTAN (creada en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial) no permitiría la adhesión de ningún país del bloque del Este excluyendo a la República Democrática de Alemania (RDA), versión respaldada por algunos historiadores y documentos publicados por el semanario alemán Der Spiegel.
Dentro de este marco se efectuó la reunificación alemana en 1990 y la OTAN incluyó al territorio de la RDA. No obstante, el entonces presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, afirmó en una entrevista de 2014 que el tema de la expansión de la OTAN al este nunca se tocó.
En 1992, el New York Times publicó una serie de documentos oficiales que daban cuenta de la adopción de una doctrina estratégica que tomó el nombre de Doctrina Wolfowitz, en virtud de la cual Estados Unidos se reservaba la supremacía sobre los demás Estados, proponía el unilateralismo y establecía como «primer objetivo evitar el resurgimiento de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro lugar».
El documento inicial fue luego moderado en sus términos. Entre tanto, en Rusia se desarrollaron posturas políticas que eventualmente se consideran como una versión análoga rusa de la Doctrina Monroe.

En la segunda mitad de la década de 1990, Estados Unidos decidió expandir las fronteras de la OTAN hacia el este. Así, en 1999 la OTAN incorporó a Hungría, Polonia y la República Checa, para posteriormente, en 2005, ampliar la organización a Bulgaria, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia y Estonia; estos dos últimos fronterizos con Rusia.
De esta forma, Bielorrusia y Ucrania quedaron como los dos países ubicados sobre la «línea roja» que separaba a la OTAN de Rusia. Ucrania se convirtió entonces en una posición crucial para ambos bandos y su política interna empezó a ser fuertemente influenciada por la puja de poder internacional.
La Revolución Naranja y las elecciones de 2010
Víktor Yanukóvich, entonces primer ministro, fue declarado ganador de las elecciones presidenciales de Ucrania en 2004. Los resultados provocaron una protesta pública en apoyo del candidato de la oposición, Víktor Yúshchenko, quien cuestionó el resultado. Todo esto finalmente provocó la Revolución Naranja, que llevó a Yúshchenko y a Yulia Timoshenko al poder.
En 2008, el presidente estadounidense George W. Bush declaró públicamente la intención de incorporar a Ucrania —y también a Georgia— a la OTAN, y simultáneamente el proeuropeo Víktor Yúshchenko pidió la entrada de su país en la coalición militar. Por su parte, el presidente ruso Vladímir Putin se pronunció en contra de la posibilidad de dicha adhesión.

Dos años más tarde, las elecciones presidenciales de Ucrania de 2010 se llevaron a cabo, la primera ronda el domingo 17 de enero, y el balotaje el domingo 7 de febrero; para la elección del presidente de Ucrania por los siguientes cinco años.
Resultó ganador el candidato prorruso Víktor Yanukóvich del Partido de las Regiones, superando a la candidata Yulia Timoshenko, entonces Primera Ministra de Ucrania. Cabe destacar que 1,1 millones de ciudadanos votaron por la opción "en contra de todos", un 4.37% de los votantes.
Los resultados de las elecciones fueron validados por observadores de la OSCE y el Consejo de Europa. Sin embargo, Timoshenko se negó a reconocer los resultados y presentó una apelación ante la principal corte administrativa ucraniana. El 20 de febrero retiró su apelación, allanando el camino a la toma de poder de Yanukóvich, alegando que las acciones de la corte "no tenían nada en común con la justicia". El Presidente saliente, Víktor Yúshchenko, sí felicitó a Yanukóvich por su victoria.
Por su parte, Yanukóvich, quien asumió la presidencia el 25 de febrero de 2010, le pidió la renuncia a Timoshenko, con el objetivo de que él pudiese formar su propio gabinete. Ante la negativa de la primera ministra, logró que el parlamento ucraniano emitiera un voto de censura contra Timoshenko el 3 de marzo. Al día siguiente, Timoshenko renunció; el primer vice-primer ministro, Oleksandr Turchínov, asumió las funciones de Primer Ministro hasta que se formase un nuevo gobierno.

Por último, en 2010 Víktor Yanukóvich retiró la petición de entrada a la OTAN que había realizado su predecesor, hasta que una decada después, en septiembre de 2020, el nuevo presidente Volodímir Zelenski aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional, «que prevé el desarrollo de la asociación distintiva con la OTAN con el objetivo de ser miembro de la OTAN».
La división norte-oeste vs. sur-este se manifiesta en el medioambiente; la zona en azul presenta un bioma de bosque caducifolio, mientras que en la zona en amarillo el paisaje es de estepas.
Euromaidán e inicio de la guerra
El 21 de febrero de 2014, tras semanas de protestas como parte del Euromaidán, Yanukóvich firmó un acuerdo con la oposición para salir de la crisis. Sin embargo, nunca se aplicó ese acuerdo, ya que al día siguiente el Parlamento destituyó a Yanukóvich, que la noche anterior había abandonado Kiev.
Los líderes de las regiones orientales de habla rusa de Ucrania declararon su lealtad a Yanukóvich, lo que provocó los disturbios prorrusos de 2014 en Ucrania. Los disturbios fueron seguidos por la adhesión de Crimea a Rusia en marzo de 2014 y la guerra del Dombás, que comenzó en abril de 2014 con la creación de las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) apoyadas por Rusia.
Cabe destacar el papel de Denís Vladímirovich Pushilin, nacido el 9 de mayo de 1981, político ucraniano ex vicepresidente del Soviét Popular de la autoproclamada República Popular de Donetsk, que declaró su independencia de Ucrania el 11 de mayo de 2014 jugando un papel estelar en la anexión.

Finalmente, en septiembre de 2014 se firma el Protocolo de Minsk, un acuerdo que debía poner fin a la guerra en el este de Ucrania, por los representantes de Ucrania, Rusia, la RPD y la RPL. Ante la falta de respeto al Protocolo, se estableció un nuevo acuerdo el 12 de febrero de 2015, el Minsk II, en el que los gobernantes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania buscaron aliviar la guerra del Dombás sin éxito.
La RAND Corporation
La Corporación RAND (Research And Development) (en español Investigación y Desarrollo) es una organización sin ánimo de lucro, un laboratorio de ideas y un grupo de académicos expertos en análisis y formulación de políticas.
La Corporación RAND fue creada en 1948 por Douglas Aircraft Company para ofrecer servicios de investigación y análisis a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos; actualmente es una organización independiente con unos 1.850 empleados, el 53% de los cuales poseen un PhD en sus campos de estudio.
Está financiada mayormente por el Departamento de Defensa, Departamento de Seguridad Nacional y otros departamentos del Gobierno de los Estados Unidos y otra parte de su financiamiento proviene de corporaciones privadas, universidades, fundaciones y otros contribuyentes y donantes al trabajo de la investigación de la fundación.

En el 2019, la Corporación RAND emitió un informe de nombre ¨Extendiendo Rusia, competir desde terreno ventajoso¨. Este informe examina una variedad de posibles medios para inicitar a Rusia a extenderse en los territorios y aspectos en los que es más vulnerable, con el objetivo de ahogar su economía. Como reconoció la Estrategia de Defensa Nacional de 2018, Estados Unidos se encuentra actualmente en una competencia de gran poder con Moscú. Este informe busca definir áreas en las que Estados Unidos pueda competir para su propio beneficio.
Basándose en datos cuantitativos y cualitativos de fuentes occidentales y rusas, este informe examina las vulnerabilidades y ansiedades económicas, políticas y militares de Rusia. Luego analiza las posibles opciones de políticas para explotarlas ideológica, económica, geopolítica y militarmente (incluidas las opciones aéreas y espaciales, marítimas, terrestres y multidominio).
Después de describir cada medida, este informe evalúa los beneficios, costos y riesgos asociados, así como la probabilidad de que la medida pueda implementarse con éxito y, de hecho, extenderse a Rusia. La mayoría de los pasos cubiertos en este informe son, en cierto sentido, escalonados, y lo más probable es que provoquen una contraescalada rusa. Sin embargo, algunas de estas políticas también podrían provocar reacciones adversas de otros adversarios de los EE.UU., en particular China, que a su vez podrían estresar a Washington.
En última instancia, este informe concluye que las opciones políticas más atractivas de EE.UU. para inictar a Rusia en su propio perjuicio (con los mayores beneficios, la mayor probabilidad de éxito y el menor riesgo) se encuentran en el ámbito económico, con una combinación de impulsar la producción de energía de EE.UU. y sanciones, siempre que estas últimas sean multilaterales. Por el contrario, las medidas geopolíticas para tentar a Rusia a extenderse demasiado y las medidas ideológicas para socavar la estabilidad del régimen conllevan riesgos significativos.

Finalmente, muchas opciones militares, incluidos los cambios en la postura de la fuerza y el desarrollo de nuevas capacidades, podrían mejorar la disuasión de los EE.UU. y tranquilizar a sus aliado, pero es probable que solo unas pocas se extiendan a Rusia, ya que Moscú no busca la paridad con los Estados Unidos en la mayoría de los dominios. Ya desde el 2014, operativos de la CIA se encontraban ¨In Situ¨ en Ucrania preparando el terreno para lo que venía.
Operación Militar Especial
La ¨Operación Militar Especial¨ en Ucrania es un episodio bélico en curso a gran escala que empezó el 24 de febrero de 2022 y forma parte de la guerra ruso-ucraniana comenzada en 2014. Es el mayor ataque militar convencional en suelo europeo desde las guerras yugoslavas, generando la mayor crisis de refugiados en el continente desde la Segunda Guerra Mundial, con más de cuatro millones de ucranianos abandonando el país y siete millones de desplazados internos.
A pesar de las dimensiones del conflicto, el gobierno ruso la ha denominado desde el principio como «operación militar especial», evitando los términos de «guerra» o «invasión». Desde el punto de vista opuesto, numerosos medios y personas denominan la contienda como la «guerra de Putin», personalizando la responsabilidad de su desencadenamiento en el presidente ruso Vladímir Putin.
La invasión estuvo precedida por una concentración militar rusa que se inició a principios de 2021, durante la cual Putin criticó la ampliación de la OTAN posterior a 1997. A pesar de las concentraciones militares, los funcionarios rusos negaron repetidamente, desde mediados de noviembre de 2021 hasta el 20 de febrero de 2022, que Rusia tuviera planes de invadir Ucrania.
No obstante, el 21 de febrero Rusia reconoció a la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, los dos Estados autoproclamados en la región del Dombás en el este de Ucrania, y envió tropas a esos territorios.

Al día siguiente, el Consejo de la Federación de Rusia autorizó por unanimidad a Putin a utilizar la fuerza militar fuera de las fronteras de Rusia. El ataque se inició tras varios meses de tensión diplomática por la concentración de aproximadamente 190.000 soldados rusos cerca de la frontera entre Rusia y Bielorrusia con Ucrania que empezó a finales de 2021.
Alrededor de las 06:00 MSK (UTC+3) del 24 de febrero, Putin anunció una «operación militar especial» en el territorio de Donetsk y Lugansk; los misiles comenzaron a impactar en varios lugares de Ucrania, incluida la capital, Kiev, —el servicio fronterizo ucraniano dijo que fueron atacados sus puestos fronterizos con Rusia y Bielorrusia—.
Dos horas más tarde, las fuerzas terrestres rusas entraron en el país. El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski respondió con la promulgación de la ley marcial, el cierre de los lazos diplomáticos con Rusia y la orden de movilización general, para lo cual prohibió la salida del país de los hombres de entre 18 y 60 años.
La invasión ha recibido una condena internacional generalizada (con excepción de algunos países, entre ellos China, India y Brasil), incluidas nuevas sanciones impuestas a Rusia. Por su parte, tanto antes como durante la invasión, varios de los treinta Estados miembros de la OTAN han brindado su apoyo militar a Ucrania —la organización no ha realizado una participación específica en este sentido al igual que la Unión Europea, cuyas medidas en respuesta a Rusia han aumentado paulatinamente—.

Entre tanto, se han producido manifestaciones en varias ciudades del mundo en contra de los ataques rusos a Ucrania, donde pedían el fin a la guerra y la búsqueda de alternativas diplomáticas. Las protestas contra la guerra acaecidas en Rusia desde el estallido del conflicto dieron lugar a miles de arrestos.
Pese a la intensidad de los combates, desde el 28 de febrero se vienen desarrollando negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania que, sin embargo, se encuentran en estancadas.
Al 15 de abril del 2022, el número de desplazados a consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania se situaba cerca de los 12 millones de personas. La mayoría de estos desplazados han encontrado asilo en los países pertenecientes a la UE, todo esto resultando en un punto a favor de la mafia ucraniana para expandir sus operaciones en toda Europa, incluyendo por seguro el tráfico de gran parte de las armas donadas por los países miembros de la OTAN, y el afianzamiento de las asociaciones con los grupos criminales italianos y de los Balcanes, en un momento de crisis global, inflación desmedida y paro laboral general, la fórmula perfecta…
El compromiso de Estados Unidos con Ucrania ante la invasión de Rusia se mide no solo en palabras, sino también en miles de millones de dólares. El Gobierno de Joe Biden ha comprometido y entregado ya más ayuda para Kiev que en ningún otro conflicto bélico de las últimas décadas. A fecha de hoy, sobrepasa los 60 mil millones de dólares.

En cuanto a armamento se refiere, los EEUU y sus aliados han enviado suministros por valor de más de 30 billones de dólares.
Continuará...