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Tras varias semanas de negociaciones y polémica entre las formaciones políticas de la coalición, el pasado viernes 21 de octubre la primera mujer en presidir el Consejo de Ministros de la República Italiana dio a conocer quiénes serán los titulares de su gobierno.

El sábado 22 se formalizó la toma de posesión tras prestar juramento el nuevo Ejecutivo, cumpliendo así el mandato constitucional de formar gobierno encomendado a Giorgia Meloni por el presidente de la República, onorevoleSergio Mattarella. Han sido semanas de elucubraciones y quinielas acerca de quienes ocuparían las carteras ministeriales y el respectivo sillón en el Consejo del Palacio Chigi, sede gubernamental.

La nueva coalición de gobierno en el Palacio del Quirinal, 21/10/2022. Fuente: Quirinale.it

Las diferencias entre las tres formaciones que integran la coalición -por orden de mayor a menor representatividad; Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia-, han ocupado las principales portadas en la prensa nacional, principalmente a causa del reparto de ministerios correspondiente a cada partido. Hay que señalar que, a pesar de no haber concurrido juntos a estas elecciones, la coalición venía pactando candidatos y listas conjuntas en diferentes comicios regionales y locales.

El reparto ha concluido de la siguiente manera: 9 ministerios para Fratelli d’Italia, 5 para la Lega, 5 de Forza Italia y, por último, 5 independientes. Dentro de este cómputo, hay 9 ministros sin cartera que forman parte del equipo de gobierno.

La legge numero 400 de 1988 explica al detalle las funciones de los ministros sin dicasterio. Estos últimos, a diferencia de los primeros, no tienen presupuesto propio, trabajan en el área de competencias del Presidente del Consejo y técnicamente tienen los mismos poderes de decisión que los ministros con cartera. Es el caso de los ministros de Reformas, Administración Pública, Asuntos regionales o Familia y Natalidad, entre otros.

El nuevo gobierno cuenta con dos vicepresidencias, una de ellas está ocupada por Antonio Tajani, de Forza Italia, que además asume la cartera de Asuntos Exteriores. Tajani es un político experimentado que, entre otras responsabilidades, presidió el Parlamento Europeo, siendo uno de los perfiles moderados dentro de la coalición con el que Meloni busca dar un mensaje de certeza y tranquilidad a las instituciones europeas y la alianza atlántica; somos un gobierno de derecha, sin más ni menos y hasta ahí. De hecho, la primera llamada tras ocupar el cargo la realizó a su homólogo en Kiev.

Atrás quedaron las feroces arengas con las que Meloni acostumbraba a clamar al cielo contra la Unión Europea y los burócratas de Bruselas en perjuicio de los intereses de Italia. La institucionalización ha hecho el resto, y el nombramiento de Tajani busca partir de cero, probablemente siendo consciente de la importancia que tiene para las arcas públicas la llegada de los fondos europeos y el desarrollo del plan de inversión y resiliencia diseñado por el gobierno Draghi.

Como curiosidad, Antonio Tajani obtuvo el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2017. Maneja con soltura el castellano, al igual que la propia Meloni, y ha declarado en numerosas ocasiones sentir especial aprecio por nuestro país.

La otra vicepresidencia la ocupará Matteo Salvini, líder de la Lega, que asume las carteras de Infraestructuras y Transportes. Un ministerio de perfil más técnico que político, pero que jugará un papel relevante en la economía a la hora de gestionar las ayudas europeas. Su formación ha pagado en las urnas las ambigüedades con la guerra de Ucrania. Con gran popularidad en medios y redes sociales, Salvini nunca ha ocultado sus simpatías con el Kremlin, lo que ha mermado su credibilidad a raíz del conflicto.

Han sido la guerra en Ucrania y las relaciones con Rusia algunas de las cuestiones que han puesto de relieve las diferencias entre los socios. Son conocidas las visitas y declaraciones con las que Berlusconi y Salvini se deshacían en elogios hacia Moscú.

Sin ir más lejos, la semana pasada se filtraron audios del Cavaliere en los que afirmaba haber retomado la amistad que le unía con Vladimir Putin, así como presumiendo los regalos que se enviaban mutuamente. Meloni ha querido marcar distancias en este tema y ha reafirmado el apoyo del gobierno a Ucrania y los aliados con un mensaje claro “Más que sobre Roma, marcho sobre Gazprom”.

Por señalar otros perfiles interesantes en el gobierno, cabe destacar al nuevo ministro de Defensa, Guido Grosetto, proveniente del sector industrial, comenzó su andadura política con la democracia cristiana en los ochenta.

Es uno de los fundadores de Fratelli d’Italia y en su currículum profesional figuran la dirección de la AIAD(Federación de empresas italianas para el espacio, la Defensa, la seguridad y la industria), así como el mando y gestión de Orizzonte Sistemi Navali, empresa especializada en sistemas de alta tecnología para naves militares, nacida como proyecto conjunto entre Ficantieri y Leonardo.

Cuenta con buena reputación en los medios y entre adversarios, y es conocido en tono jocoso como el “Shrek azzurro” o “gigante bueno de la derecha”. Sin duda, ocupa el ministerio cuya área mejor maneja, la Defensa.

Guido Crosetto. Fuente: Repubblica

Un nombramiento que no pasará inadvertido es el de Francesco Lollobrigida, cuñado de Meloni y ministro de Agricultura. Busca reivindicar el Made in Italy y poner en la agenda del gobierno lo que denomina como sovranità alimentare –soberanía alimentaria- es decir, la defensa de la producción italiana, la protección de las marcas frente a falsificaciones y el incentivo a los agricultores como medio de desarrollo rural.

Concibe que todos los países tienen derecho a definir las políticas agrícolas, de pesca y alimentarias, con el fin de que sean ecológicamente y socialmente apropiadas para garantizar una alimentación sana, nutritiva y culturalmente apropiada -lo que quiera que sea eso-. Su ministerio ha despertado polémicas por el parentesco del titular y la carga ideológica que se le atribuye.

Teniendo en cuenta que la mayor de las batallas para Meloni durante estos años ha sido la lucha contra la inmigración ilegal, frente a la que propuso hasta un bloqueo naval, el Ministerio del Interior tendrá un peso indiscutible durante esta legislatura.

El elegido para encabezar el Viminale es Matteo Piantedosi, que ejercía como prefecto de Roma (autoridad provincial de seguridad pública), además de haber sido jefe de gabinete de Salvini cuando ocupó dicho ministerio. Esta misma semana ha aprobado una directiva para prohibir el acceso en aguas territoriales a dos naves de ONG bajo bandera noruega y alemana respectivamente.

“Si los migrantes están bajo una nave extranjera, se puede negar el desembarco en Italia. Es inaceptable que el país no controle los flujos de quienes entran” afirmaba en una entrevista esta semana para TG5.

Por último, una breve referencia a la economía. El titular del Ministerio será Giancarlo Giorgetti, con experiencia de gobierno, subsecretario en el primer gobierno de Conte y titular del área de desarrollo económico con Draghi, con el que estuvo especialmente unido. Proviene de la Lega y se le responsabiliza del giro europeísta del partido. Asimismo, a partir de ahora asume la difícil tarea de aprobar unos presupuestos en tiempo récord que cuenten con el visto bueno de Bruselas.

Además, urge la planificación de un sistema de crédito para la energía eléctrica y gas dirigido a comercios y familias vulnerables, ya que hasta ahora vienen inutilizándose recursos por falta de información de las familias a la hora de solicitarlo. Giorgetti busca un mecanismo para agilizar los trámites y hacer llegar el crédito directamente a las rentas más bajas.

En conclusión, el nuevo ejecutivo comienza a gobernar en la misma situación de incertidumbre que acecha al conjunto de países europeos, con pocas certezas más allá de que el invierno y el futuro cercano serán difíciles a causa de la inflación y la crisis energética.

Teniendo en mente el sinfín de calificativos con el que han encasillado a este gobierno, de perfiles variopintos -y cual no los tiene-, viene a cuenta la cita de Mateo 7:15 “Por sus frutos los conoceréis”. Solo el reconocimiento de los italianos y la cohesión entre las tres formaciones garantizarán una legislatura en un país con poca costumbre de finalizarlas.

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