BANGLADESH, ¿CONDENADO AL FRACASO?
Bangladés es un país muy desconocido por el publico en general, poco relevante en los grandes acontecimientos internacionales que mueven la comunidad actual, rodeado casi en su totalidad por India a excepción de una pequeña parte al sureste que hace frontera con Myanmar, quizá este sea el punto por el que más conocemos a Bangladesh, la problemática de los rohingya que abandonan territorio birmano para refugiarse dentro de sus fronteras.
Aun así, estamos hablando de uno de los países más poblados del mundo y también de los más contaminados. Ha sido considerado un caso perdido por muchas potencias desde su nacimiento hace cincuenta años cuando ganó su independencia de Pakistán, pero ¿ha sido esto así? ¿Está Bangladesh condenado al fracaso?

BREVE PERSPECTIVA PASADA Y PRESENTE
En 1971 cuando logró la independencia de Pakistán, Bangladesh era un país muy pobre con un índice de crecimiento del PIB del 14% según el Banco Mundial. Este fue el motivo por el que muchos actores internacionales lo consideraron una causa perdida que iba a necesitar de ayuda exterior constante para poder progresar. Sin embargo, lejos de mostrar una rápida recuperación, el país se vio golpeado por hambrunas, desastres naturales y muy poca estabilidad política.
Estuvo gobernada hasta 1990 por distintos generales y militares que camuflaban cierto autoritarismo detrás de una democracia parlamentaria imperfecta, la inestabilidad política continuó y dio paso finalmente a la democracia en la década de los 90, en este momento Khaleda Zia condujo al Partido Nacionalista de Bangladés a la victoria en 1991 y se convirtió en la primera mujer primer ministro.
A pesar de esto la situación no mejoró del todo, la corrupción incluso se afianzó más y el crecimiento se estancó. Así ocurrió hasta 2009 cuando otra mujer, Sheikh Hasina, y la Liga Awami ganaron las elecciones y comenzó un progreso económico muy lento que trajo una mejora ligera del PIB per cápita y una caída de la pobreza de un 20%, aunque la pobreza sigue siendo muy alta y un problema muy real. Esto le ha permitido formar parte de los llamados “próximos once".

Según datos del Banco Mundial, en todos estos años y especialmente después del 2009 el país ha logrado ciertos avances significativos en términos de alfabetización, mejora de las condiciones en educación y un mayor control del crecimiento de la población, que han impulsado el crecimiento económico. Veamos como ha sido este proceso.
EL PROGRESO ECONÓMICO
Como hemos mencionado desde finales de la década de los 2000 el desarrollo del país ha sido sostenido, esto se ha debido a mayores inversiones en el capital humano, sanidad, educación e infraestructuras, el crecimiento del PIB y su adaptación a los obstáculos externos que tienen que enfrentar y que más adelante detallaremos. Con estos esfuerzos Bangladesh registra ahora un índice de crecimiento cercano al 8%.
Uno de los factores que más ha contribuido al crecimiento es la industria textil, dos tercios de la población se dedican a la agricultura, pero tres cuartas partes de los ingresos de exportación vienen de la industria textil. Esta emplea a más de tres millones de personas y atrae mucha inversión extranjera. Bien es cierto que esto se debe a los bajos costes laborales y a que gran parte de los trabajadores están sobrexplotados y bajo una protección social inexistente, pero el impulso económico que ha traído al país asiático ha sido muy relevante.
Por otro lado, esta dependencia a la industria textil ha traído también algunos problemas por lo que el país ha tenido que diversificar su actividad y, desde 2005, comenzó el desarrollo del sector terciario que actualmente se acerca a cifras del 50% del PIB, a esto contribuyó la inversión en capital humano, especialmente en la educación dando lugar a una fuerza laboral educada que está entrando en este sector servicios.
También se ha intentado seguir el modelo indio para el desarrollo de la industria tecnológica que traiga una transformación digital que permita a Bangladesh tener una economía más competitiva y continuar con el crecimiento económico. Se están poniendo grandes esfuerzos para que este sector gane relevancia y poco a poco consiga una gran transformación.

Otro punto importante para impulsar este crecimiento ha sido la conciencia de la primera ministra, Sheikh Hasina, que ha invertido enormemente en infraestructura, sobre todo en lo relativo a energía eléctrica, industria y agricultura, vías de comunicación y carreteras que mejoren la conectividad.
Pero lejos de que esta línea sea la mayoritaria, el país aún enfrenta grandes retos con la corrupción, la pobreza, el escaso crecimiento económico en términos comparatistas, la sobrepoblación y los obstáculos externos que limitan su crecimiento.
LOS OBSTÁCULOS EXTERNOS
Bangladesh además de los problemas internos que ya hemos mencionado sufre de una serie de condiciones externas que condicionan su actuación y obstaculizan el potencial crecimiento del país. Uno de los problemas principales en este sentido es su situación geográfica ya que el país está situado en el delta del Ganges, a muy poca altitud, lo cual provoca que en la época de lluvias monzónicas y ciclones sufra inundaciones y deslizamientos de tierra.
En esta misma línea es muy vulnerable al cambio climático, su poca altitud hace que una subida del nivel del mar pueda resultar fatal, su posición también conlleva muchos desastres naturales ante los cuales han tenido que desarrollar mecanismos de contención. Todo esto hace que la emigración de las zonas costeras ya haya comenzado, en un país sobrepoblado esto supone un grave problema pues se prevé que la concentración de población en la capital y las ciudades principales aumente, con todo lo que ello conlleva. Incluso el Estado ha comenzado a solicitar que países occidentales abran sus fronteras para albergar a estos refugiados climáticos, lo cual es un fenómeno que tiende al alza.
Otro de estos problemas externos es que a pesar de tener 57 ríos discurriendo por su territorio, el país no tiene control de ninguno de estos flujos y volúmenes de agua. Esto es un condicionante sobre todo para la agricultura en un país que enfrenta tantos problemas de contaminación.
Y, por supuesto, uno de los más graves problemas que enfrenta es la contaminación. Bangladés ocupa los primeros puestos de los países más contaminados del mundo, la industria textil que tanto movimiento económico proporciona es gran culpable de esta realidad, no solo por los residuos sino por los productos químicos que se emplean para tintes y otros procedimientos que hacen que el agua sea inservible.
Los residuos son también una realidad muy descontrolada, en la capital existen puntos en los que los residuos son tales y es tan poca la capacidad de gestión que forman estructuras propias entre las que los ciudadanos tienen que convivir. A todo esto, también contribuye el hecho de ser un país sobrepoblado, por lo que los residuos por parte de la población también son mayores, así como su contribución a los gases de efecto invernadero por su propio consumo y vida en el país. Como vemos todos estos problemas que enfrenta Bangladesh se retroalimentan los unos a los otros haciendo más difícil encontrar soluciones rápidas y sencillas.
CONCLUSIONES
Como ya sabemos Bangladesh es un país muy joven, con muy poco recorrido en el que además ha enfrentado multitud de condiciones y situaciones adversas que han dificultado o ralentizado su crecimiento. A pesar de esto el país ha mostrado convicción por crecer y por no dar la razón a todos aquellos que les sentenciaban desde la independencia de Pakistán.
Son muchos los obstáculos que aún enfrenta el país, tanto internos como externos, y sin embargo muestra de esta convicción mencionada es que, según datos del Banco Mundial, desde 1990 el país ha logrado una tasa de crecimiento anual promedio del 5 % llegando al 8% el año pasado. Esto son muestras de esperanza y avance, que poco a poco se van materializado en resultados reales, pero para lograr que la realidad se ajuste a las proyecciones es necesario hacer ajusten en términos sociales, especialmente en lo relativo a la industria textil y los abusos de los trabajadores.
Con todo esto podemos decir que Bangladesh no es un caso perdido, sino que es un caso sin madurar, están aprendiendo a andar y necesitan el impulso para poder correr. Los próximos años y las condiciones que propicie el cambio climático serán claves para determinar si Bangladesh está condenado al fracaso o logra sobreponerse y conseguir ser un ejemplo de éxito.