China: potencia exportadora de vehículos eléctricos
El cambio climático es una amenaza a la que se enfrenta todo el planeta. Realizar esfuerzos vinculados con el fin de frenar su avance parece ser una tarea que se ha asumido como común por el conjunto de la humanidad. Por ello, recientemente, los Estados y las organizaciones internacionales han centrado sus intereses en políticas medioambientales con el fin de transformar nuestro modo de vivir hacia un sistema más sostenible.
Pese a lo idílico del discurso, conseguir este objetivo no es nada fácil por las características económicas asimétricas que tienen los países entre sí, y es que las posibilidades y capacidades de actuación no son las mismas para los 193 Estados.
🇨🇳💥🇪🇺 China está equilibrando la balanza #comercial automovilística con la UE por el aumento de exportaciones en coches #eléctricos.
— Guillermo Pulido (@will_pulido) December 30, 2022
Los inmensos subsidios chinos a Gigafactorías y los aranceles, han hecho de China el polo central del automóvil eléctrico. pic.twitter.com/gfCVommOb1
Ante esta situación China representa un caso peculiar. El país asiático es el principal emisor de gases contaminantes de todo el planeta y no es de extrañar teniendo en cuenta el crecimiento de su economía y la enorme población de la que dispone. A día de hoy, la producción china todavía es muy dependiente de la quema de combustibles fósiles. Pese a ello, Pekín es consciente de que a largo plazo no pueden mantener esta situación.
Los precios de todo lo que emita gases contaminantes van a ir subiendo paulatinamente debido a las cada vez más restrictivas medidas adoptadas por el conjunto de la sociedad internacional y el progresivo encarecimiento de los derechos de emisión. Por ello, se ve conveniente que se inicie una transición hacia una industria adaptada a las condiciones del futuro cercano.
Bajo esta línea de pensamiento, el partido comunista chino ha fomentado la creación de empresas automovilísticas centradas en el mercado eléctrico, con el fin no solo de electrificar el parque móvil nacional sino también expandirse y hacerse con un trozo del pastel del mercado mundial. Estas compañías de nueva creación fabrican modelos muy centrados en el entorno urbano y la economía del mismo.
Así pues, la mayoría de estos, no disponen de gran autonomía ni prestaciones, pero si se encuentran adaptados para el trasporte a corta distancia de mercancías y personas. Este tipo de modelos tienen como objetivo reducir la polución donde más se produce, es decir, en las ciudades. La compra de estos vehículos es incentivada por parte del gobierno, el cual aplica beneficios sociales y económicos a las familias o empresas que adquieren uno de ellos. Esta propuesta de producto está claramente adaptada a las necesidades chinas, pero está teniendo también mucho éxito en los países vecinos, cuya organización urbana en muchas ocasiones es muy semejante.
Our new, all-electric #XPENGP7 and #XPENGG9 attracted large crowds at #eCarExpo 🇸🇪👀.
— XPENG (@XPengMotors) February 7, 2023
We are in full swing bringing smart EVs to Europe. #FutureMobility pic.twitter.com/HzS5M6f1tt
Gracias a este panorama, empresas como Nio, Faraday Future, Lucid Motors, Seres o Xiaopeng han despegado como cohetes y se han posicionado como futuros competidores internacionales de las principales marcas históricas. Por ello cabe preguntarse ¿es China una potencial exportadora a nivel mundial de coches eléctricos?
Responder a esta pregunta de manera global es imposible debido a las diferentes características de cada región, pero hay una serie de claves que nos pueden indicar cual puede ser el futuro en este sentido. La capacidad de producción industrial está más que demostrada desde Pekín por años y años de deslocalización industrial a escala global, por lo que no habría problema en cuanto a falta de infraestructuras y mano de obra. Los problemas surgen cuando nos encontramos con las dos principales barreras de mercado, por un lado las homologaciones de seguridad y por otro lado la cultura de compra de las sociedades.
Las empresas automovilísticas chinas pueden ser determinantes en la transición ecológica de los países de su entorno y de aquellos donde sea capaz de introducirse a través de precios mucho más atractivos que la competencia. Así pues, el continente africano y Sudamérica son dos regiones potencialmente viables. Introducirse en Occidente es posible, pero mucho más costoso en todos los sentidos, sobre todo en Europa.
El viejo continente cuenta con las restricciones en cuanto a seguridad y calidad de producción más elevadas a nivel mundial y la UE se ha asegurado de ello no solo por el bien de la ciudadanía sino también como medida proteccionista para con sus industrias, las cuales para muchos países llegan a ser estratégicas.
Performance without compromise. The FF 91 Futurist's tri-motor powertrain system delivers impressive performance specs including a 2.27 0-60MPH time, an EPA-rated range of 381 miles, and more. Download the FF Intelligent App to learn more at https://t.co/cK3leNSnil #FF91 $FFIE pic.twitter.com/NvmPPxkuuO
— Faraday Future (@FaradayFuture) December 20, 2022
En cuanto a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, el problema alcanza más la dimensión cultural al ser estos mismos productores y tener mercados totalmente nacionalizados y cerrados a su propia industria. Todo esto no quiere decir que no vayan a ser capaces de vender en estos territorios, pero sí que viene a decir que su presencia va a ser poco menos que anecdótica.
En conclusión, China está preparando el terreno para erigirse como una futura potencia exportadora de vehículos eléctricos sin lugar a dudas, pero la aceptación de los mismos y el volumen de negocio dependerá mucho de la capacidad de sus empresas para saber encontrar el hueco de entrada perfecto a aquellos territorios donde las barreras de mercado no son lo suficientemente grandes como para negar el acceso.
La preocupación por el cambio climático trae nuevas oportunidades para los Estados que disponen de las capacidades para realizar una readaptación industrial, China capaz y consciente de ello, no quiere quedarse atrás y se lanza al ataque en un sector que parecía demasiado rígido para ello.