¿Cómo concibe China la zona gris?
El giro radical de la política exterior española respecto a la postura del Sáhara Occidental, reconociendo la opción marroquí como “la más seria y creíble” demuestra las ventajas que implica operar en la “Zona Gris”.

Villanueva (2019), citando a autores que se mueven en la esfera del US Army como Mazarr (2015) o Wilson (2017) presenta tres características comunes a las tácticas propias de la Zona Gris:
1/ Un componente híbrido, caracterizado por un empleo integral de todo el espectro de métodos hostiles que buscan provocar efectos estratégicos sin escalar a un enfrentamiento directo.
2/ Desafían la efectividad de la defensa convencional, que se enfrenta a tácticas asimétricas a las que no puede hacer frente.
3/ Están pensadas para provocar en el oponente una dicotomía entre acción e inacción, confundiendo los cálculos de riesgo tradicionales.
La llamada “competencia en la zona gris” busca por lo tanto cambiar el statu quo manteniendo un control estricto de la escalada, es decir, permaneciendo por debajo del umbral del conflicto armado tradicional.
En este artículo nos centraremos en cómo China concibe esta competencia dentro de la “zona gris”, cuestión imprescindible para establecer adecuados umbrales de respuesta de cara a neutralizar las tácticas de acoso y coerción características del Ejército Popular de Liberación (EPL) y la Marina china en el Mar del Sur, así como las incursiones en la Zona de Identificación Aérea de Taiwán.

El control de la escalada
Operar en la Zona Gris implica manejar a ciencia cierta el control de la escalada. Los escritos del EPL nos muestran que ésta es un área de interés estratégico para China. Aunque habitualmente usan términos como “control de la guerra”, “manejo de crisis”, “control de crisis” o “control de la situación de la guerra”, se identifica un continuum del conflicto, donde se establecen una serie de etapas o progresiones (Haufman y Hartnett, 2016);
Crisis > Crisis militar > Conflicto armado > Guerra local > Guerra total
Aunque los escritos del EPL no especifican los umbrales que dividen los estados de conflicto de un estado de guerra, en el centro del continuum se encuentran las etapas en la que los militares están implicados pero la guerra aún no ha estallado. Esto es lo que muchos académicos chinos definen como “cuasi-guerra” y afirman que posee características tanto de paz como de guerra. Haufman y Hartnett escriben que en este estado del conflicto se busca un doble objetivo:
1/ Resolver la crisis y evitar el inicio de la guerra.
2/ Prepararse para ganarla en caso de que estalle.
En la doctrina china, las actividades militares en esta fase pueden parecerse a las operaciones de combate, aunque los países implicados no se consideren que están en guerra, lo que eleva sustancialmente la probabilidad de percepciones erróneas y malentendidos.
Otro de los conceptos clave que maneja el EPL sobre el control de crisis y conflicto se recoge en el término de “control de guerra”. La enciclopedia del EPL de 2007 lo define como “un conjunto de acciones de control y limitación de la guerra, realizadas por las personas que guían la estrategia. Incluye la aplicación consciente de mayores restricciones y limitaciones a la guerra, abarcando su inicio, desarrollo, escala, intensidad y consecuencias de la guerra”.

Aunque a simple vista pueden ser equivalentes, el “control de la guerra” no es lo mismo que desescalada. Para Pekín, controlar la guerra consiste principalmente en gestionar el desarrollo de los acontecimientos de manera que la intensidad de la situación no supere la propia capacidad de moldear el resultado en favor de sus intereses (Haufman y Hartnett, 2016).
Por ejemplo, en 2014, el entonces subcomandante de la Región Militar de Jinan, el teniente general Liu Shenyang, en un artículo para la China Military Science, incluye dentro del ámbito del “control de la guerra” conceptos clave como “Proceso de planificación y preparación de la guerra”, “Control efectivo de la crisis” o “Conducción y conclusión de la propia guerra”.
Por lo tanto, podemos deducir que el control de la crisis y el conflicto es un objetivo estratégico para el EPL. Así lo expresaban tres autores de la Academia de Mando del Ejército de Shijiahuang en un artículo de 2010: “en situaciones normales, la contención de las crisis es lo más importante, y la victoria en las guerras se enfatiza cuando no hay alternativa después de un fracaso en la contención de una crisis, [pero] incluso entonces la lucha debe seguir esforzándose por contener la escalada en tiempo de guerra”. En definitiva, para China las crisis incontroladas suponen una amenaza tanto para su estabilidad como su desarrollo.
Tipos de conflicto
La edición de 2013 de la Science Military Strategy (SMS) identifica cuatro tipos de conflicto futuros a los que China podría enfrentarse. Esto nos puede dar una idea sobre la preparación y las capacidades de Pekín para hacerles frente:
1/ Guerra defensiva a gran escala y de alta intensidad. En el pensamiento estratégico chino se caracteriza por ser una “guerra informatizada local de alto nivel”, causada por “países hegemónicos que incitan a la guerra con el objetivo de retrasar o interrumpir el ascenso de nuestro país”. El factor causante sería “una crisis que se sale de control y se intensifica progresivamente”.
2/ Conflicto antisecesión de mayor escala e intensidad. Se describe como un tipo más específico de “guerra local de alto nivel en condiciones informatizadas” causada por un movimiento independentista de Taiwán que, “con el apoyo de las potencias internacionales antichina, cruza la línea roja establecida en la Ley Antisecesión”. En la SMS, esta situación se califica como una guerra político-militar y obligaría a China a utilizar la fuerza armada.
3/ Operaciones de contraataque de autodefensa de mediana y pequeña escala. El SMS las define como "guerras locales de mediana escala en condiciones informatizadas dirigidas contra las provocaciones de los oponentes periféricos". Los factores causantes van desde la “invasión de islas, la intensificación de las disputas por las fronteras marítimas y el saqueo a gran escala de los recursos marítimos” a “problemas de disputa de límites terrestres” o el “estallido del caos ante la inestabilidad de la situación política de un país vecino”.
4/ Acciones operativas antiterroristas, de estabilidad interna y de protección de derechos a pequeña escala y de baja intensidad. Estos conflictos pueden ser desencadenados por “actividades operativas de supresión del terrorismo” o “protección defensiva de los derechos militares en el extranjero”.

Zona gris y MOOTW
Los expertos chinos sólo utilizan el término “zona gris” para hacer referencia a una amplia variedad de actividades que Estados Unidos emprende contra China en la competencia en tiempos de paz. Por su parte, no describen las acciones chinas en la zona gris utilizando este término. Lin et al. (2022) emplea el concepto chino de “Military operations other than war (MOOTW)” para establecer un marco de análisis similar al que los expertos estadounidenses utilizan actualmente como la zona gris.
El concepto chino de MOOTW se introdujo en la literatura en 2001, y desde entonces se han incorporado elementos que van más allá de operaciones de asistencia humanitaria y ayuda en caso de desastre, evacuaciones de no combatientes o operaciones de mantenimiento de la paz.
El Diccionario de Términos Militares del Ejército Popular de Liberación de 2011 definió el MOOTW como “el uso de las fuerzas armadas de las operaciones militares para proteger la seguridad nacional y los intereses de desarrollo que no conducen directamente a la guerra”. La Ciencia de la Estrategia Militar de 2013 identifica por su parte seis características de la visión china sobre la MOOTW;
1/ La MOOTW se identifica como un “importante medio estratégico para lograr las intenciones políticas de la nación”.
2/ Es una forma importante para que China lleve a cabo sus conceptos y enfoques militares-estratégicos en tiempos de paz. “Sirven como prácticas estratégicas principales y como medidas estratégicas importantes" para apoyar la defensa activa de China.
3/ Permite al EPL llevar a cabo “nuevos tipos de misiones, incluyendo la histórica” y las tareas que los líderes chinos han ordenado desde mediados de la década de los 2000.
4/ Es una forma eficaz de apoyar la extensión de los intereses chinos “a través de las capacidades que el propio ejército tiene y a través de su papel en la disuasión, y a través de una combinación de poder blando y duro”.
5/ Proporciona herramientas para “mantener la paz mundial”, así como contribuir a “un entorno de seguridad pacífico y estable”.
6/ Mejora las “capacidades operativas” del EPL.
Lin et al. (2022) destaca que los expertos chinos y las fuentes oficiales siguen utilizando la MOOTW para describir las operaciones militares del EPL en tiempos de paz. Qiao Liang, general de división retirado de la Fuerza Aérea del EPL, ha instado al EPL a utilizar MOOTW “controlables” para resolver los problemas en el Mar del Sur.

Vemos por lo tanto un solapamiento entre las actividades coercitivas o de confrontación dentro del concepto chino de MOOTW de cara al exterior (Ej. mantenimiento de la estabilidad, protección de derechos y operaciones de seguridad y vigilancia) con las definiciones estadounidenses de las actividades chinas en la zona gris.
El general de división Wang Yuren sostiene que la MOOTW debe esforzarse por evitar que la situación se agrave y se inicie una guerra, de ahí la importancia del control de la escalada. En esta línea, el académico chino Liu Xiaoli sostiene que la MOOTW puede contribuir a la disuasión psicológica, al engaño y a la confusión, y puede socavar las capacidades del adversario, al tiempo que permite a los países ganar tiempo, comprender mejor el entorno y mejorar sus capacidades.
Conclusiones
Los expertos chinos consideran que el uso del término zona gris afecta al entorno de seguridad de China. En una evaluación académica de 2020, se afirmaba que “securitizar” las actividades de China en el Mar del Sur describiéndolas como actividades de zona gris formaba parte de una estrategia de imposición de costes del gobierno estadounidense contra China (Zheng y Xianwu, 2020).
Consecuentemente, aunque los académicos chinos ven negativamente las acciones de Estados Unidos en la zona gris, no suelen describir las acciones chinas bajo el mismo prisma (Lin et al. 2022). En 2012, algunos medios chinos hicieron referencial al “modelo de Scarborough Shoal” como una estrategia que China podría aprovechar más allá de sus fronteras para proteger los derechos e intereses marítimos chinos. Este modelo es definido por Pekín como el uso de actividades diplomáticas, administrativas, económicas y no gubernamentales, como pueden ser los ciberataques, apoyados por la disuasión militar.
“…China’s grey zone strategy is succeeding when there is a lack of transparency. Even more so when policymakers seem unable to provide options beyond “knuckling under quietly” or “going to war over fish” against China.”
— Evan A. Laksmana (@EvanLaksmana) December 14, 2021
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El concepto de MOOTW también nos permite analizar como China concibe el concepto de las “tres guerras” dentro de su estrategia militar: las guerras de opinión pública, psicológicasy legales. En la Ciencia de la Estrategia Militar de 2013, las tres guerras son concebidas como un multiplicador de fuerza en operaciones militares y escenarios políticos o diplomáticos por igual, destacando el uso de información, creencias y mentalidad. Básicamente se trata de controlar la narrativa en un escenario determinado (Kania, 2016).
Por su parte, en la Ciencia de la Estrategia Militar de 2015 se definen algunos preceptos importantes:
1/ En la guerra de opinión pública se necesita “desmoralizar al oponente con una demostración de fuerza” y “asaltar puntos estratégicos”.
2/ En la guerra psicológica se necesita “integrar ataques psicológicos y ataques armados entre síutilizando “múltiples formas de fuerzas”.
3/ En la guerra legal se busca “proteger los intereses nacionales como el estándar más alto”.
Las estrategias contempladas en los tres preceptos anteriores se han ejemplificado en los esfuerzos de Pekín por influir en la opinión pública nacional e internacional, en especial en el papel de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico, el acoso a Taiwán con las incursiones en su ADIZ o el moldeamiento del derecho internacional en las disputas con Filipinas (Kania, 2016).
Referencias
Dai Zheng and Zheng Xianwu, “The ‘Gray Zone’ and the ‘Securitization’ of U.S. Policy on the South China Sea” No. 4, April 2020, p. 58.
Kania, E. (2016). The PLA’s latest strategic thinking on the three warfares. China Brief, 16(13), 10-13.
Kaufman, A. A., & Hartnett, D. M. (2016). Managing conflict: examining recent PLA writings on escalation control. Center for Naval Analyses Arlington United States.
LIN, B., GARAFOLA, C. L., MCCLINTOCK, B., BLANK, J., HORNUNG, J. W., SCHWINDT, K., ... & CHAMBERS, J. (2022). Competition in the Gray Zone.
Mazarr, M. J. (2015). Mastering the gray zone: understanding a changing era of conflict. US Army War College Carlisle.
Villanueva, Christian. (2019), “Más allá de la zona gris”. Revista Ejércitos.