Influencia del Islam en la política exterior turca (Parte 2): Qatar y Azerbaiyán
En el artículo anterior, vimos cómo los Estados forjaban sus identidades y, en el caso turco, cómo esta se dividía en dos grandes ramas: la kemalista y la islámica. Si bien la primera tuvo una enorme importancia en la política interna y exterior turca, ha sido desplazada, casi en su totalidad, por la segunda. Esto se observa de manera clara si se analiza la relación que ha establecido Turquía con dos países clave: Qatar y Azerbaiyán.

Una buena prueba de todo ello se observa en las declaraciones de los principales mandatarios turcos en sedes internacionales como la ONU. Los mensajes internos pronunciados por Ali Erbaş, presidente de Diyanet, también muestran la importancia que ha ido adquiriendo el islam en la definición identitaria de Turquía.
Los casos de Qatar y Azerbaiyán
A) QATAR
En los últimos tiempos, Turquía ha desarrollado una importante alianza militar y económica con Qatar. La relación con este país del Golfo es especialmente interesante, ya que se basa en la ideología (islámica) compartida, los intereses financieros y la necesidad de protección.[1]
Se podría decir que la relación entre ambos países es de mutua dependencia: Qatar, que cuenta con una enorme riqueza gracias al petróleo, apoya financieramente a Turquía; por su parte, Turquía, que cuenta con un gran poder militar, protege a Qatar de los países vecinos a cambio del apoyo financiero.
Esta relación comenzó cuando ambos Estados se posicionaron a favor de movimientos islamistas durante la Primavera Árabe (como los Hermanos Musulmanes), ganándose la animadversión de varios países musulmanes y, en especial, de los del Golfo.[2] La respuesta no se hizo esperar, y muchos de estos países (como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos) cortaron lazos diplomáticos con Qatar y enfriaron sus relaciones con Turquía. Además, en 2017, empezaron un bloqueo económico al primer país.
Qatar, rodeada y aislada, pidió ayuda a Turquía, que no solo le envió alimentos y productos esenciales, sino que firmó un acuerdo para construir una base militar en Doha.[3] En respuesta al apoyo recibido por Turquía, Qatar firmó numerosos proyectos de inversión[4] y contratos, como la compra de drones militares y de 1500 vehículos blindados ligeros[5] por valor de miles de millones de dólares.

Así pues, Turquía cuenta con un valioso socio comercial, militar y político en el Golfo Pérsico. Y es que Qatar posee un gran valor geoestratégico para Turquía, ya que se encuentra enfrente de Irán (país portavoz de los chiíes), colinda con Arabia Saudí y tiene enormes depósitos de gas y petróleo en su territorio.[6]
Esas percepciones de amistad o enemistad con otros Estados son, a su vez, fruto de unas ideas, identidades y conocimientos compartidos. A pesar de lo que sostienen los neorrealistas, la distribución del poder material (el militar turco y el económico qatarí) no tendría por qué explicar, por sí sola, la relación entre ambos Estados. Las relaciones entre Estados se construyen, en palabras de Wendt, con “los conocimientos y expectativas entre Estados, que constituyen la concepción que se tienen el uno del otro”.[7]
Es decir, las identidades, la forma de ver y entender el mundo y las normas compartidas son las que establecen una visión de amistad o enemistad entre los Estados, lo que explicaría la amistad forjada entre Turquía y Qatar. Estas identidades son el resultado de un conjunto de circunstancias: desde la enemistad común con Irán o Arabia Saudí, hasta la necesidad de hidrocarburos.
Sin embargo, la circunstancia que vehicularía esta amistad no estaría basada exclusivamente en elementos económicos o militares, sino en un aspecto más esencial: el islam suní. Las formas de percibirse se establecen a través de la práctica social. Si Qatar firma contratos millonarios que dan oxígeno a la economía turca a cambio de que Turquía los proteja militarmente, se refuerza e incluso se crea esa identidad común, ya que se forjarían unos significados conjuntos y colectivos que darían pie a una percepción de amistad o alianza entre ambos.

B) AZERBAIYÁN
El otro país con el que Turquía mantiene una relación aún más estrecha que con Qatar, si cabe, es Azerbaiyán. Este se encuentra al oeste del Mar Caspio, colindando con Rusia, Georgia, Armenia, Irán y con Turquía. En este último caso, la frontera es de unos 13 kilómetros, siendo la menor que tiene Azerbaiyán con cualquier otro país. Por eso, sorprende que el mayor aliado del país sea, precisamente, Turquía. Las razones son múltiples.
Para empezar, los azeríes tienen tensiones con casi todos los Estados colindantes, pero especialmente con Armenia. Aunque ambos países formaban parte de la URSS, las diferencias lingüísticas, culturales y, especialmente, religiosas (los primeros son musulmanes mientras que los armenios son cristianos) generaron conflictos. Sin embargo, el más violento comenzó en 1988, cuando una región azerí, Nagorno-Karabaj, propuso formar una república independiente de Azerbaiyán, la República de Artsaj.
En parte, esto se puede explicar porque el Nagorno tenía una identidad propia muy distinta a la azerí y casi idéntica a la armenia, con un 77% de la población que se autoidentificaba como armenia en los años 80. A su vez, en 2015, el número aumentó hasta el 95%, con un porcentaje de cristianos prácticamente idéntico.[8]
En 1991, con la disolución de la URSS, estalló el conflicto militar al declararse el Nagorno como república independiente, república que buscaba, finalmente, unirse con Armenia.[9] Los armenios fueron ayudados por Rusia, ya que ambos países comparten estrechos lazos culturales y religiosos, mientras que Azerbaiyán contó con el apoyo de Turquía.

La razón de la ayuda turca la encontramos, de nuevo, en la ya mencionada crisis de identidad kemalista. Esto explicaría por qué cuando Azerbaiyán se independizó tras el colapso de la URSS en 1991, Turquía buscó generar relaciones estrechas con los azeríes, apoyándolos en el conflicto contra Armenia. Al fin y al cabo, como decía Mesut Yilmaz, Primer Ministro turco: “La prioridad de Turquía es mejorar las relaciones y cooperar con las nuevas repúblicas (refiriéndose a Azerbaiyán)” [10]
Tras la derrota azerí con el alto el fuego de 1994, la región no encontró la paz, estallando de nuevo el conflicto en el 2020, conflicto que continúa hasta hoy.[11] Sin embargo, esta vez Azerbaiyán ha vencido obligando a Armenia a firmar la paz.[12] De nuevo, tanto Rusia como Turquía apoyaron a sus respectivos aliados, pero en esta ocasión, la ayuda turca fue mayor y más determinante, ya que, tras años de apoyo militar (con ejercicios militares conjuntos y la venta de armamento sofisticado)[13] y económico a Azerbaiyán, la derrota armenia fue aplastante.

Por lo tanto, vemos cómo la construcción de una nueva identidad turca empujó al país a apoyar, incluso durante un conflicto militar, a Azerbaiyán. Ambos países han forjado una identidad común basada en la necesidad de protección (con la cooperación militar), los intereses económicos (como la compra de hidrocarburos a Azerbaiyán) y, en especial, en la percepción de que forman parte de un mismo pueblo, étnica, cultura y religión.
Esta percepción de unidad y hermanamiento con el país “túrquico” hizo que los dirigentes (desde 1991 hasta Erdoğan en 2023) percibiesen a los azeríes como un pueblo amigo y hermano, y a los armenios como los grandes enemigos de estos. La conflictiva relación que guardan con los armenios y la percepción de estos como “enemigos” tiene raíces religiosas, aunque también históricas, con el genocidio armenio, que Turquía niega.

Todos estos actos no se reducen sólo al comportamiento material, a los contratos y despliegues militares, sino también al retórico. En palabras de Alexander Wendt: “el mundo está construido por significados compartidos, que se manipulan y transforman con la retórica”.[14] Por lo tanto, acudiendo a los discursos pronunciados por el Estado turco en sedes internacionales como la ONU, se comprende hasta qué punto ambos países han forjado una identidad común centrada en el islam y cuán lejos llega su relación de amistad.
Cómo los discursos de Erdoğan reflejan este giro identitario en la política turca
Los textos de los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas pronunciados por Erdoğan durante los años 2014 y 2021 atestiguan, sin ninguna duda, la importancia que el presidente otorga al islam en su política exterior. En dichos discursos se ponderan siempre las relaciones de Turquía, o del propio presidente, con otros países musulmanes, especialmente, aquellos con una mayoría de población suní.
Del mismo modo, son constantes las referencias a la guerra de Siria y a la crisis de refugiados. A su vez, Erdoğan descalifica a los países europeos, demostrando que Turquía ya no busca el acercamiento con Occidente y que la identidad europeizadora y secular ha sido sustituida por una nueva. Es posible dividir los discursos en dos grandes grupos: los que atestiguan el alejamiento de Europa y los que reivindican Turquía como un país islámico.
El análisis comienza en el 2014 porque Erdoğan asumió la Presidencia de Turquía ese año. Desde entonces, no solo ha concentrado los poderes estatales en su persona, sino que también ha impulsado con más fuerza su agenda ideológica, islamizando el país y cambiando la identidad de este.
A) El alejamiento de Europa
Como ya he señalado, el rechazo de la Unión Europea a la candidatura turca creó una crisis de identidad. Las élites turcas, dolidas, se alejaron de Occidente y abrazaron nuevas identidades, en especial la islamista. Este resentimiento lo vemos en algunos de los discursos pronunciados por el mandatario turco en la Asamblea (sobre todo los correspondientes a 2016 y 2017).

En estos, vierte declaraciones muy poco amistosas que reflejan una mala relación con la Unión. De hecho, acusa a los Estados miembro de ser “insolidarios” [15] con los refugiados y migrantes y, sobre todo, de no prevenir e incluso fomentar la xenofobia, racismo e islamofobia contra las poblaciones musulmanas de sus territorios. No duda en decir que “los musulmanes son las víctimas principales de los discursos de odio”, sobre todo en Occidente.[16]
B) Turquía como país islámico
La nueva identidad que adoptó Turquía fue una basada en la etnia (la alianza con los pueblos túrquicos), el neo-otomanismo y, sobre todo, el islam suní. Si el espíritu neo-otamanista lo personificaba Davutoğlu (caído en desgracia después del Golpe de Estado de 2016), Erdoğan es la cara visible del islamismo, preocupado por convertir a Turquía en el país portavoz internacional de los suníes.[17] Es este deseo de portavocía el que aparece reflejado, con más vehemencia, en los discursos pronunciados por Erdoğan en la Asamblea, sobre todo desde que asumió la Presidencia (en el año 2014).
En estos, afirma que Turquía es el Estado que más combate el terrorismo, sobre todo el islamista (con constantes referencias al Daesh), que garantiza la seguridad en otros países (como en Siria), y que más ayuda a los necesitados (en especial a los migrantes suníes). Es decir, en estos discursos, de forma indirecta, el presidente afirma que Turquía es, prácticamente, el único Estado capaz de garantizar el orden y estabilidad en los países musulmanes, a través de su capacidad militar, y que además ayuda, de forma desinteresada, a los habitantes de estos.
Así, Turquía usa la herramienta militar y los programas de cooperación y ayuda económica para convertirse en el país que mantendrá el orden y guiará a los musulmanes, siendo un Estado protector y benefactor y, en definitiva, el único capaz de dar voz y solución a sus problemas.
Esta forma de entender el mundo y este deseo de ser la guía de los países musulmanes es lo que ha llevado a Turquía a usar su política exterior de forma más asertiva: desde la construcción de mezquitas en Somalia hasta las acciones militares en Siria.
Con relación al acercamiento de Turquía a Qatar y Azerbaiyán, es un tema que se refleja igualmente en los discursos de Erdoğan en los años 2014, 2017, 2019, 2020 y 2021. De hecho, en el discurso del 24 de septiembre de 2014, el presidente afirma que Turquía no dudará en emplear la herramienta militar para proteger a sus aliados frente a los “asesinos” (en referencia a Armenia y Rusia).[18]
Del mismo modo, culpa a Armenia de iniciar conflictos y de no “respetar” la integridad territorial azerí, afirmando que “el Nagorno Karabaj y sus áreas colindantes son territorios de Azerbaiyán”.[19]De esta forma, Erdoğan usa un lenguaje que refuerza esa identidad común y compartida entre ambos, reafirmando la alianza entre los dos países.

La importancia de Diyanet
Sin embargo, los comentarios más representativos los hace Ali Erbaş, presidente de Diyanet, la Presidencia de Asuntos Religiosos de Turquía, institución estatal encargada de la dirección de mezquitas y la enseñanza del Corán.[20] El apoyo a Diyanetha sido constante desde la llegada de Erdoğan, dándoles cada vez más poder político y económico. Pero Diyanet no sólo se encarga de asuntos meramente religiosos, sino que también constituye una herramienta política.[21]
Gracias a su enorme presupuesto, el gobierno turco se ha servido de esta institución para proporcionar ayuda humanitaria a muchos países musulmanes, como Somalia, y participar en numerosos programas de restauración y construcción de mezquitas.[22]
El poder que ostenta Diyanetes una muestra del cambio en la identidad turca que, internacionalmente, pretende erigirse como la portavoz del islam. De esta forma, Diyanet sirve como altavoz del Gobierno turco, politizando e ideologizando a musulmanes fuera de las fronteras del país y propagando una concepción del islam suní estrechamente ligada a la identidad turca.[23] Los comentarios de Erbaş los encontramos en comunicados de prensa de la propia institución.
En el caso de Qatar, Ali Erbaş, en la reunión mantenida con el ministro de Asuntos Religiosos de Qatar, aseguró que habían llegado a acuerdos para “difundir el verdadero concepto del islam en el mundo”.[24]Del mismo modo, en otras reuniones con su homólogo qatarí, afirma que Turquía busca un mayor acercamiento con Qatar para combatir las interpretaciones “incorrectas” del islam.[25]
Este mensaje se repetirá de forma constante en comunicados de prensa del Gobierno. Así, el deseo de difundir una visión particular del islam sería una de las bases fundamentales en las relaciones entre ambos Estados.
Los comentarios respecto a Azerbaiyán son aún más numerosos. En estos, Ali afirma, en varias ocasiones, que los azeríes y los turcos son hermanos porque ambos pueblos no solo comparten una misma cultura, historia y pueblo, sino porque, ante todo, ambos son musulmanes (“dos Estados, una misma nación”).[26] De hecho, asegura que ambos países construirán una nueva civilización “bajo la guía del Profeta”.[27]
Es decir, la razón de la amistad entre ambos Estados es pertenecer a una misma religión que sirve como base para construir lazos entre ellos. A su vez, critica duramente a Armenia, alegrándose de sus derrotas y afirmando que la victoria azerí acabará con la “opresión e islamofobia” en el territorio.
Es más, asegura que esta es una victoria no solo para Azerbaiyán, sino para Turquía y todos los musulmanes, calificando, además, a los caídos en esta guerra como “mártires”.[28] Finalmente, Erbaş también asegura que el islam es la religión de la paz y que apoyar este tipo de acciones militares (“buenas acciones”) es un deber de todos los musulmanes. [29]

Conclusiones
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos comprobar cómo para Erdoğan y para Turquía el islam es un elemento que explica su política exterior, acabando con la identidad kemalista y sustituyéndola por una nueva. Turquía quiere convertirse en el país portavoz de los Estados musulmanes, sustituyendo a Arabia Saudí y, en menor medida, a Irán (que representa a los chiíes).
De esta forma, y como se ha podido comprobar, sus políticas pivotan en torno a tres elementos: la ayuda humanitaria a los países musulmanes, las quejas internacionales ante la situación en la que se encuentran estos países o las minorías musulmanas (confrontando en especial a Occidente por su “islamofobia”) y el uso de la fuerza militar.
Por lo tanto, la nueva identidad turca es una en la que el islam desempeña un papel fundamental, dirigiendo gran parte de las acciones del país en política exterior. Del mismo modo, esta nueva identidad se refleja en el apoyo constante a Azerbaiyán, a quienes tildan de “mártires” y “hermanos” y en su enemistad con Armenia, a quienes acusan de “islamófobos” y “agresores”, y a Qatar, con quien comparte el deseo de expandir conjuntamente su visión del islam.
[1] Ozgur Pala, “The Evolution of the Turkish-Qatari Relations from 2002 to 2013: Convergence of Policies, Identities and Interests”, College of Arts and Sciences, Universidad de Qatar (tesis).
[2] Birol Baskan, “Turkey between Qatar and Saudi Arabia: Changing Regional and Bilateral Relations”, Uluslararasi Iliskiler, 16:62 (2019), pp. 85-99.
[3] Selcan Hacaoglu, “Mapping the Turkish Military’s Expanding Footprint”, The Washigton Post, 31 de agosto 2020. Véase: https://www.washingtonpost.com/business/energy/mapping-the-turkish-militarys-expanding-footprint/2020/08/28/0ac8a114-e8e3-11ea-bf44-0d31c85838a5_story.html
[4] Oscar Williams-Grut, “La lira turca se dispara tras la inyección de Qatar de 15.000 millones de dólares en la economía turca”, Business Insider, 16 de agosto de 2018. Véase: https://www.businessinsider.es/lira-turca-recupera-gracias-prestamo-15000-millones-qatar-290849
[5] Dylan Malyasov, “Qatar ordered 1500 Amazon vehicles from Turkish manufacturer BMC”, Defence Blog, 15 de abril 2017. Véase: https://defence-blog.com/qatar-ordered-1500-amazon-vehicles-from-turkish-manufacturer-bmc/
[6] Véase: https://www.worldometers.info/oil/qatar-oil/
[7] Yucel Bozdaglioglu, “Turkish Foreign Policy and Turkish Identity: A Constructivist Approach”, Nueva York, Taylor & Francis Group, 2003.
[8] Véase: http://president.nkr.am/en/nkr/generalInformation/
[9] Ali Askerov, “Post Soviet Conflicts”, Londres, Lexington Books (2020), pp. 55-77.
[10] Yucel Bozdaglioglu, “Turkish Foreign Policy and Turkish Identity: A Constructivist Approach”, Nueva York, Taylor & Francis Group, 2003
[11] Anton Troianovski, “At Front Lines of a Brutal War: Death and Despair in Nagorno-Karabakh”, The Washigton Post, 18 de octubre 2020. Véase: https://www.nytimes.com/2020/10/18/world/europe/Nagorno-Karabakh-war-Armenia-Azerbaijan.html
[12] Robyn Dixon, “Cease-fire in Nagorno-Karabakh provokes protests in Armenia, celebrations in Azerbaijan”, The Washington Post, 10 de noviembre de 2020. Véase: https://www.washingtonpost.com/world/europe/nagorno-karabakh-ceasefire-armenia-russia-azerbaijan/2020/11/10/b1b9bcc0-231b-11eb-9c4a-0dc6242c4814_story.html
[13] Juan Manuel Torrico García, “Conflicto del Nagorno-Karabaj, un hito en la Historia Militar”, Revista del Ejército de Tierra español, 959 (2021), pp. 28-33.
[14] Alexander Wendt, “Collective Identity Formation and the International State”, The American Political Science Review, 88:2 (1994), pp. 384-396
[15] General Assembly official records, 71st session: 8th plenary meeting, Tuesday, 20 September 2016, New York. Véase: https://digitallibrary.un.org/record/845406?ln=es
[16] General Assembly official records, 72nd session: 4th plenary meeting, Tuesday, 19 September 2017, New York. Véase: https://digitallibrary.un.org/record/1304713?ln=es#record-files-collapse-header
[17] Ihsan Yilmaz, “Diyanet as an Erdoganist Foreign Policy Instrument”, SSRN Electronic Journal, (2014).
[18] General Assembly official records, 69th session: 6th plenary meeting, Wednesday, 24 September 2014, New York. Véase: https://digitallibrary.un.org/record/781187?ln=es
[19] General Assembly official records, 74th session: 3rd plenary meeting, Tuesday, 24 September 2019, New York. Véase: https://digitallibrary.un.org/record/3832033?ln=es
[20] Istar B. Gözaydın, “Diyanet and Politics”, The Muslims World, 98, abril-julio, 2008, pp. 216-227.
[21] Nil Mutluer, “Diyanet’s Role in Building the ’Yeni (New) Milli’ in the AKP Era”, European Journal of Turkish Studies, vol 27 (2018)
[22] Ihsan Yilmaz, “Diyanet as an Erdoganist Foreign Policy Instrument”, SSRN Electronic Journal, (2014)
[23] Ahmet Erdi Öztürk, “Transformation of the Turkish Diyanet both at Home and Abroad: Three Stages”, European Journal of Turkish Studies, 37, (2018).
[24] “Qatar, Turkey keen to spread true concept of Islam in the world”, Gulf Times, 29 de noviembre de 2018. Véase: https://www.gulf-times.com/story/614650/Qatar-Turkey-keen-to-spread-true-concept-of-Islam-in-the-world
[25] “Must struggle together against movements that threaten the security of Islamic societies”. Véase: https://www.diyanet.gov.tr/en-US/Content/PrintDetail/12178
[26] 96 Erbaş, President of Religious Affairs, visits Shusha city of Azerbaijan. Véase: https://www.diyanet.gov.tr/en-US/Content/PrintDetail/32864
[27] “Peace for all humanity is the joint objective of ours”. Véase: https://www.diyanet.gov.tr/en-us/Content/PrintDetail/26114
[28] “Our brotherhood and fellowship with Azerbaijan are to continue forever”. Véase: https://www.diyanet.gov.tr/en-us/Content/PrintDetail/32881
[29] “The fact that the territories that belong to Azerbaijan have been liberated from the occupation has rejoiced all of us and may our victory be celebrated”. Véase: https://www.diyanet.gov.tr/en-us/Content/PrintDetail/29980