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En las últimas semanas, los analistas OSINT de monitoreo aéreo han notado un patrón de vuelo recurrente entre Israel y Emiratos Árabes Unidos. Avi Scharf, editor de la versión inglesa del medio Haaretz, destacó que al menos 8 aviones de carga pesada C-17 Globemaster de la fuerza aérea de los Emiratos Árabes Unidos aterrizaron en la base aérea israelí de Nevatim.

Todos despegaron después de poco más de una hora de tiempo en tierra. Dos meses antes, el analista Gerjon cubrió que un Ilyushin Il-76 de “Fly Sky Airlines” voló por una ruta similar; compañía y modelo de avión conocidos por sus vuelos desde los EAU a Etiopía.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, y su esposa, Michal Herzog, durante su histórica visita a Abu Dhabi en enero de este año. Autor: Amos Ben Gershom, Unidad de Portavoces del Presidente de Israel

Esta información puede vincularse con los últimos datos que se han presentado sobre las exportaciones de defensa de Israel. Según Haaretz, citando un informe de la Dirección de Cooperación de Defensa Internacional del Ministerio de Defensa, las exportaciones han aumentado un 55% en los últimos dos años, llegando a una cifra máxima histórica de 11.300 millones de dólares.

En particular, el porcentaje de estas exportaciones de defensa que se han destinado a los países del Golfo Pérsico que tienen tratados de paz con Israel es del 7%. Poniendo los datos en perspectiva comparada, se ha producido un aumento del 30%en 2021 con respecto al año anterior.

El grueso de los productos de defensa lo componen misiles, cohetes y sistemas de defensa aérea, representando un 40% del total. Los drones por su parte son un 9%. En este sentido, tal y como apunta el corresponsal militar Itay Blumental, los ataques de los rebeldes hutíes pueden estar llevando a una mayor demanda de sistemas defensivos y, por lo tanto, a una intensificación de la firma de contratos de defensa. Esta actuación no es extraña ya que en 2021 las industrias israelíes firmaron contratos con los países de los acuerdos de Abraham por un monto aproximado de 800 millones de dólares.

Sin ir más lejos, en marzo de este mismo año, Bloomberg sacaba a la luz que Emiratos e Israel habían estado presionando a Estados Unidos para articular una nueva estrategia de seguridad en Oriente Medio que involucrase más defensas antimisiles e intercambios de inteligencia, en caso de que se reactivara el acuerdo nuclear con Irán.

En enero el primer ministro israelí Bennet ya había confirmado su disposición a ofrecer inteligencia y asistencia de defensa a los EAU para contrarrestar los ataques hutíes; y sabemos, según una información de Walla News, que Emiratos esperaba comprar más tecnología de defensa israelí y que algunos equipos ya estaban instalados en sitios estratégicos.

Aunque todavía no está claro si estos últimos movimientos pueden ser el culmen de un acuerdo sobre la compra de sistemas de defensa aérea israelíes en los EAU, sabemos que en los Emiratos ven con buenos ojos las ofertas israelíes. Desde la firma de los Acuerdos de Abraham, la cooperación entre ambos países ha aumentado exponencialmente.

En abril de 2021, la policía de Dubai firmó un acuerdo con una compañía israelí para utilizar su sistema de drones con el objetivo de asegurar la seguridad de su Exposición Universal. En noviembre de 2021, los fabricantes de armas estatales israelíes y emiratíes firmaron un acuerdo estratégico para diseñar conjuntamente buques militares y comerciales no tripulados, los conocidos como “170 M”. Estos buques no tripulados podrían operar para llevar a cabo misiones de detección de submarinos y guerra antisubmarina.

El stand de Israel Aerospace Industries en el Salón Aeronáutico de Dubai. Créditos: AFP

Uno de los principales catalizadores de las conversaciones en materia de seguridad entre Israel y los EAU fueron los eventos del 17 de enero, donde un ataque de los rebeldes hutíes contra Abu Dhabi dejó tres muertos. Según el Wall Street Journal, tras ese ataque el primer ministro israelí envió una carta al príncipe heredero Mohammed bin Zayed al Nahyan, donde se comprometía a colaborar estrechamente contra las amenazas regionales compartidas.

Incluso los medios locales israelíes, después del ataque con misiles lanzado durante la visita del presidente Herzog a Abu Dhabi, hablaban sobre la hipotética venta del sistema de defensa aérea Iron Dome a los EAU para potenciar un sistema de defensa regional que permitiría a Israel interceptar con anticipación cualquier posible ataque de Teherán. El Canal de Noticias 12 afirmaba que Israel no había tomado una decisión en firme sobre esta transacción.

Inmediatamente después de normalizar relaciones, la empresa emiratí Group 42 se asoció con las Industrias Aeroespaciales de Israel y Rafael Advanced Defense Systems para desarrollar tecnologías como contramedida a la pandemia. Pero, según el medio Haaretz, eso solo era la punta del iceberg. Compañías puramente tecnológicas como Aeronautics Defense Systems, especializada en drones, Anyvisionen reconocimiento facial, y NSO Group Technologies, en ciber vigilancia, también comenzaron a trabajar con sus homólogos emiratíes.

Por ejemplo, en enero de este año, Elbit Systems Emirates (subsidiaria de la empresa israelí Elbit Systems) anunció un acuerdocon la Fuerza Aérea y la Defensa Aérea de los EAU para la entrega de sistemas de defensa aerotransportados para la flota de aviones cisterna A330 Multi-Role Transport de Abu Dhabi. El contrato aseguraba el suministro de sistemas de contramedidas infrarrojas directas y sistemas de guerra electrónica aerotransportada para la flota de aviones cisterna de la Fuerza Aérea de los EAU.

Créditos: Mark Wagner/Aviation Images

Por su parte, empresarios israelíes como Mati Kochavi, David Meidan o Avi Leumi son ampliamente conocidos por operar en el Golfo como intermediarios para la venta de equipos de recopilación de inteligencia, drones, aviones de reconocimiento, servicios de actualización de F-16 o tecnologías de ciberseguridad.

Por lo tanto, parece bastante plausible pensar que estos últimos movimientos de los C-17 emiratíes pueden ser el resultado de alguno de los contratos de defensa firmados entre ambos países. En las próximas semanas se irán ampliando los detalles sobre la naturaleza de la carga, pero lo que parece claro es que la cooperación en materia de defensa entre Israel y EAU continua su curso.

Todas estas transacciones reflejan el buen hacer de EAU, ya que desde los Acuerdos de Abraham ha sido el país que más ha profundizado en el desarrollo de sus empresas tecnológicas en su búsqueda por generar nuevos polos de inversión que no tengan que ver únicamente con el crudo.

La cooperación, herramienta fundamental a la hora de desarrollarse y tejer nuevas alianzas, es parte de esta nueva visión, en la que EAU no se debe en exclusiva a ningún país y ha decidido tomar las riendas de su propio destino en su afán por defender sus intereses.

En definitiva, estos movimientos son un claro ejemplo del papel predominante que este pequeño país está adquiriendo en el Golfo Pérsico.

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