Cuba, ¿rumbo al abismo?
Cuba siempre es conocida en el panorama internacional como un estado comunista en el que el socialismo rige el día a día de una sociedad anquilosada en un sistema más propio del siglo pasado. La vida de un ciudadano cubano es muy compleja, donde el salario medio del país ronda tan solo los 30 dólares (5.000 pesos cubanos al cambio en la calle) y el comprar los alimentos básicos es toda una aventura, ya que la mayoría de cubanos tienen que tener dos trabajos para poder alimentarse a lo largo del mes.
Para poder hacer frente al problema económico de la ciudadanía y al desabastecimiento de productos que sufre el país está en funcionamiento un sistema de “libreta de racionamiento”. Esta libreta incluye los productos básicos mensuales que puede adquirir una persona en Cuba por un precio inferior al de mercado.

Aun así, hay alimentos que son básicos en otros países y que no se encuentran en las tiendas del Estado, y la única forma de adquirirlos es por personas que los revenden a unos precios inasequibles o en unas tiendas especificas también a un precio muy alto.
Entonces, ¿cómo hace un cubano para poder comprar otros artículos más específicos o tan básicos como la ropa y el calzado?
Cuba funciona con dos monedas, la vida cotidiana del día a día, que es el Peso Cubano, y otra llamada “MLC”. Esta moneda existe tan solo en formato digital, se paga a través de una especie de tarjeta de crédito recargable, que solo puede recargarse desde el extranjero, por lo tanto, los ciudadanos cubanos deben conocer a alguien en el exterior. La equivalencia de un “MLC” es de un dólar, y tan solo puede usarse en unos comercios específicos. De esta forma, y siempre dependiendo de alguien en el exterior, los cubanos pueden acceder a productos que con su salario en pesos sería una quimera.
Con todo, este sistema complejo no es suficiente para cubrir las necesidades básicas. Cada mes, el poder adquisitivo del cubano es inferior, y la inflación en la actualidad ya se sitúa en el 40%, ya que se ha producido una gran subida desde el 22% que marcaba a principios de 2022. Cierto es, aun así, que el crecimiento del PIB de Cuba este año ha sido del 2%, doblando el que había justo antes de la pandemia de 2020.

Este crecimiento del PIB es la mitad del esperado por el Gobierno, circunstancia que viene dada en gran medida por el descenso en el número de turistas que visitan la isla, siendo la mitad de los que llegan al país hace unos años.
Sumada a la inflación y al menor de la economía, hay que añadir también la devaluación que ha sufrido el Peso Cubano respecto al Dólar. No es fácil saber exactamente cuáles son los datos reales, ya que el gobierno cubano camufla de una forma positiva la información, pero los expertos económicos comentan que la devaluación de la moneda rondaría el 70% de su valor. En definitiva, todas estas circunstancias forman un cóctel explosivo que hace que los precios de los productos sean hasta diez veces más caros que hace un año.
La difícil situación del país, tanto para conseguir alimentación básica como la falta de libertad, están haciendo que cada vez más ciudadanos intenten salir de Cuba en busca de un futuro mejor en su vecino Estados Unidos. Este éxodo de ciudadanos se traduce en un aumento del número de inmigrantes hasta seis veces más alto. En total, unos 230.000 cubanos llegaron tan solo un año a Estados Unidos.
El gobierno cubano cada vez está más preocupado. Un mayor número de personas abandonan la isla cada año viendo que el problema económico y social se está agravando. El descontento crece y eso se ve hasta en las elecciones locales del 2022, donde el 32% de los electores no acudió a votar, muy lejos de las históricas participaciones de más del 95% de épocas pasadas.
En #Cuba se intensifican las protestas, mientras recibimos reportes de represión, posibles detenciones, y cortes de Internet.
— Amnistía Internacional Américas (@AmnistiaOnline) October 1, 2022
Exigimos al gobierno de @DiazCanelB poner fin a la represión, y escuchar las demandas de quienes protestan pacíficamente.#Exprésate pic.twitter.com/Oq9mP78Cic
No sabemos exactamente cuál será el futuro a largo plazo de Cuba, lo que está claro es el despertar social en la isla, la ciudadanía se ha cansado de la escasez y de la represión. La disminución del apoyo al régimen cubano es un hecho y por ello se están buscando fórmulas para, poco a poco, lograr un mayor aperturismo del país. Los cubanos ya han despertado y pronto veremos hasta qué punto podrá alcanzar el gran deseo de la libertad.