Incidentes con Marruecos, ¿Una zona gris?
Nota del director. (Actualizada el 17 de agosto de 2020)
Ante diversas críticas bastante bien fundamentadas que nos han llegado a través de Twitter, y sobre todo a través de ciertos mensajes privados y correos tomé la la decisión de modificar temporalmente este artículo a fin de esclarecer ciertas cuestiones sobre las que planeaban importantes dudas que no me había planteado anteriormente.
Tras lo antedicho he tomado la decisión de RECHAZAR DEFINITIVAMENTE la información que publicamos originalmente, ya que tras volver a indagar he perdido la confianza en mis fuentes, y por tanto ruego que dicha información no sea difundida alegremente.
Esto, el publicar una información con todos los visos de resultar falsa en última instancia ha sido algo bochornoso para mi, no obstante me esforzaré por evitar errores similares en el futuro y pido mis más sinceras disculpas a todos aquellos que leyeran el artículo original.
He tomado medidas y escrito a varios medios para que dejen de publicar tal información, pero lo que estos decidan desgraciadamente escapa a nuestra voluntad, asimismo he pedido disculpas personalmente a un buen número de personas.
Mientras tanto, este artículo seguirá centrándose en la clave de la zona gris, y el marco teórico que Guillermo Pulido ha explicado con tanto acierto.

Por Guillermo Pulido
¿Qué es una zona gris?
La "zona gris", no necesariamente tiene que formar parte de una estrategia nacional unificada y bien planeada, ya que en muchas ocasiones las decisiones de los Estados (siguiendo la terminología de Graham Allison) no se corresponden con las del actor racional único, sino con las decisiones de organizaciones (ramas del ejército, ministerios, monarca, gobierno...) que siguen sus propias lógicas y procedimientos.
La zona gris es todo conflicto entre actores estratégicos (normalmente Estados) que se sitúa en un umbral por debajo de la guerra abierta, pero que emplea un nivel de violencia que se sitúa por encima de la mera competición pacífica.
En las estrategias de zona gris se usan varias herramientas: Proxies (actores militares interpuestos), acciones militares encubiertas, hechos consumados, amenazas de sanciones económicas, acciones de propaganda y operaciones de influencia en medios de comunicación del país adversario... También se contempla la amenaza del empleo de fuerza armada e incluso el uso de la fuerza armada, aunque de un modo que no desencadene una respuesta militar a gran escala del país agredido.
Las acciones encubiertas de la Unión Soviética para hacerse con el control del gobierno checoslovaco en 1948 son un ejemplo de acciones en la zona gris.

La política de Irán para ganar influencia en diversos países de Oriente Próximo a través de milicias y partidos políticos, en combinación con la amenaza del empleo de su fuerza armada convencional mediante salvas de misiles o cerrando el Estrecho de Ormuz, también podrían considerarse como estrategias de zona gris.
La "Marcha Verde" que organizó Marruecos para conquistar el Sáhara Español en 1975 fue una estrategia para un conflicto contra España que quedó limitada a la zona gris. Así, Marruecos consiguió su objetivo estratégico, conquistar el Sáhara Español, sin escalar a una guerra abierta.
La principal característica de la zona gris está en la asimetría de la situación estratégica, en la que los actores calculan que escalar a un conflicto militar abierto tendría muchos más costes que beneficios, motivo por el que el conflicto queda limitado a la zona gris.
La asimetría puede deberse a su vez a una cuestión de intereses o material. La asimetría de intereses se da cuando para uno de los dos Estados, el objeto en disputa que causa la crisis, tiene mucho más valor o importancia que para el otro. Este fue el caso del Sáhara Occidental en 1975, conflicto en el que España tenía una gran superioridad militar, pero debido a la poca importancia que tenía el Sáhara Español para el Estado, se prefería no correr el riesgo de llegar a una guerra con Marruecos, lo que dio ventaja a las acciones marroquíes.

Por otra parte, la asimetría material favorable también puede alentar acciones en la zona gris, ya que el Estado agredido, aun dando una gran importancia al objeto en disputa, no podría escalar a un conflicto abierto, porque militarmente sería mucho más débil. Este fue el caso de la toma de Crimea por una fuerza militar encubierta rusa sin que ello provocara una represalia militar ucraniana.
En ese sentido, dentro de la teoría estratégica canónica, la clave de la zona gris consiste en manipular la escalada en los "puntos Schelling", que son los umbrales o hitos que al cruzarlos provocan un cambio en el conflicto generando una escalada. Por ejemplo, este punto se atravesó cuando las tropas norteamericanas en 1950 se adentraron en territorio de Corea del Norte, desencadenando la intervención militar directa de China.
Las estrategias de zona gris también se caracterizan por su ambigüedad, las maniobras de agitación y el incrementalismo.
La ambigüedad de las acciones trata de confundir de las intenciones del Estado agresor, para así dificultar la respuesta disuasiva militar del adversario y mantener el conflicto en la zona gris. Por ejemplo, las concentraciones de masa de maniobra militar para hacer unos ejercicios a veces se emplean como escusa para concentrar una fuerza ofensiva que amenace con acciones militares contra el país adversario; tal y como hizo la URSS y el Pacto de Varsovia unos meses antes de la invasión de Checoslovaquia en 1968.
Promover la agitación política y social para tener una excusa con la que amenazar con un conflicto armado suele ser muy habitual en la zona gris. Es lo que sucedió los días anteriores a la invasión de Crimea en 2014, durante la Marcha Verde o la agitación que promovió Hitler en Austria y los Sudetes antes de la anexión de ambos.

El incrementalismo está directamente relacionado con las "tácticas salami" (el objetivo se alcanza por fases, como al cortar las rodajas de un salami) y es el cierre del círculo de las estrategias de zona gris. Es decir, que el incrementalismo implica que para lograr el objetivo en disputa, en lugar de tomarlo por completo, se van logrando pequeñas mordidas o avances, cuya defensa implique un costo demasiado elevado para el Estado defensor en contraste con el pequeño beneficio de defenderlo.
Usando la táctica salami el Primer Ministro británico, Neville Chamberlein llegó a la falsa conclusión de que la defensa de los Sudetes no merecía una nueva gran guerra del Reino Unido contra Alemania, lo que permitió a Hitler apropiarse de todo el territorio sin gastar una bala.
La asimetría, acciones ambiguas, las maniobras de agitación y el incrementalismo constituyen un conjunto que hace que el conflicto se desarrolle por debajo del nivel de la guerra convencional a gran escala, pero por encima del de la competición pacífica.
Por otra parte, como esas acciones no son en absoluto maniobras resolutivas y decisivas, sino que son incrementales, los conflictos de zona gris suelen dilatarse mucho en el tiempo.
¿Una zona gris marroquí?
Ciertas acciones de los últimos meses por parte de Marruecos no deben interpretarse como una hostilidad abierta ni pero sí pueden ser entendidas dentro de la zona gris del conflicto y la estrategia.

En este orden de cosas, el cierre unilateral de la frontera comercial entre Melilla y Marruecos, ulteriores acciones de agitación interna de guerra psicológica en España y los territorios concretos de Ceuta y Melilla, maniobras militares de demostración de fuerza, etc, formaría parte de un conjunto estratégico de zona gris. Marruecos desea crear una perspectiva en los decisores y en la población española de que un enfrentamiento por la ciudades autónomas no valdría la pena, aprovechando una supuesta asimetría de intereses favorable a Marruecos.
Para concluir, en el conflicto y la estrategia, cuando se conducen en la zona gris, la superioridad militar material no es necesariamente el factor determinante, sino que es en la voluntad y el valor que se otorga al objeto de disputa donde reside la clave de la estrategia del conflicto y su desenlace.