El Acuerdo entre Emiratos e Israel: Contexto, reacciones y consecuencias
La rúbrica del acuerdo para la normalización de las relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos puede ser considerado una de las jugadas políticas más arriesgadas y de consecuencias más impredecibles para la región.
Recordemos la historia. Recordemos que sólo dos países árabes habían normalizado sus relaciones y reconocido al Estado de Israel. El uno era Jordania, y el otro Egipto.

El Cairo fue el primero en reconocer a Israel tras los Acuerdos de Camp David de 1978. Por aquel entonces gobernaba el país Anwar el-Sadat, quien moriría solo 3 años después, en 1981 cuando durante un desfile un islamista vació el cargador de su fusil sobre el mandatario. Anwar se convirtió en un símbolo de lo arriesgado que era reconocer a Israel.
Recordemos que en las sociedades árabes, y en especial entre las clases populares, hay instalado un sentimiento de desconfianza, -mayor o menor, hacia todo lo que sea judío o israelí llegando a convertirles en el chivo expiatorio de casi todo lo malo que sucede. Esto se coliga con la importancia de ese nebuloso concepto que es la umma, la "comunidad islámica", tan importante y tan irrelevante según el caso.
La decisión del monarca Muhamad bin-Zayed puede ser considerada una jugada política arriesgada y una decisión personal valiente a la vez. Los intereses de estado tras la decisión son muchos:
- El Eje Árabe no solo tiene ante sí a un Eje iraní que ha aumentado su poder desde 2011, sino que la emergencia del Eje de los Hermanos Musulmanes liderado por Turquía y Qatar han reducido aún más el margen de maniobra árabe.
- Reconocer a Israel no solo permite crear una asociación estratégica con una potencia regional de primer orden, sino que permite reforzar la relación con Washington.
- El acuerdo como tal permite atraer capitales e inversiones, y además es previsible que haya importantes concesiones tras el mismo, incluyendo la cacareada venta de los cazas de quinta generación F-35 muy superiores a cualquier otro avión de combate del mundo.
- Los palestinos rechazan en parte a las monarquías del Golfo y cada vez están más influidos por Irán o los Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, la decisión política no era fácil, ya que dentro de Emiratos no poca gente se ha criado con una imagen más bien negativa de Israel, así que el acuerdo no solo podría provocar el desapego interno son los emires, sino que podría alentar a los terroristas a atacar Abu Dabí y Dubai, ambas urbes que viven en buena medida del turismo y del trasiego de personas y mercancías.
Por si todo esto fuera poco, hemos de tener en cuenta que este tipo de decisiones se toman por votación en un Consejo del que forman parte los jeques de los siete emiratos. Cabe imaginar las tensiones que una elección así puede haber provocado internamente.
Reacciones
Las reacciones no se han hecho esperar. Los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo no se han pronunciado, si bien Arabia Saudita tuvo el gesto de consentir que el primer vuelo comercial entre Israel y EAU sobrevolara su espacio aéreo. Es el gesto de aprobación más claro que Muahmad bin-Salman podía hacer. El gesto ha sido seguido por las autoridades de Baréin.
Por su parte, Irán ha atacado duramente a EAU y el ayatolá supremo Rouhani les ha tachado de traidores, tras lo que las autoridades emiratíes han llamado a consultas al embajador del país. Los palestinos han tenido una reacción parecida.
La Unión Europea, Estados Unidos e India han dado la bienvenida al acuerdo.
Pero como era de esperar, las críticas más dañinas han provenido del gigante mediático qatarí "Al-Jazeera", quien de facto transmite la visión de Qatar.
Históricamente Emiratos se ha centrado en la construcción de su propio Estado-nación, tratando de evitar ciertas ideologías extremistas y buscando colaborar intensamente en la lucha contra el yihadismo tras los ataques del 11-S en Estados Unidos.
Dentro de esta agenda, la bestia negra de los emiratíes han sido los Hermanos Musulmanes, quienes han sido "inhibidos" durante décadas en EAU, hasta llegar a su ilegalización en la última década.
Muy al contrario, Qatar siempre ha apoyado a este grupo, le ha financiado generosamente y ha proporcionado un refugio a sus integrantes. Este basamento ideológico ha sido el pegamento del Eje de los Hermanos Musulmanes entre Doja y Ankara.
Por tanto, es comprensible la actitud qatarí. Por ejemplo, en Al-Jazeera en inglés ha aparecido un artículo de opinión titulado "Emiratos Árabes Unidos e Israel: "Un enlace [matrimonial] peligroso]. La forma de atacar a EAU por su decisión es la de apuntar que lejos de ser un acuerdo de conveniencia, Abu Dabí y Tel Aviv han caído en una relación de efusivo amor.
Esta narrativa es muy interesante, ya que entrelíneas transmite que ese "enamoramiento sincero" es mucho menos aceptable que un acuerdo por motivos estratégicos.
En Al-Jazeera también se afirman cosas como que "If anything, the deal will further empower Israel and weaken the Palestinian struggle for freedom." y se alude constantemente al "Acuerdo de Abraham", como si ese nombre asociado al judaismo fuera algo negativo per se.

Al fin y al cabo, Al-Jazeera ha sido acusada de antisemitismo en más de una ocasión, mientras que Qatar se ha convertido en el intermediario de confianza para grupos de todo pelaje como Hamas o los Talibán.
Consecuencias
Por ahora no ha habido protestas masivas contra EAU, ni siquiera ataques contra sus embajadas en Oriente Próximo, así que por lo pronto parece que la elección política de Muhamad bin-Zayed no ha sido tan negativa como podría haber sido posible.
Sea como fuere esto supone, si no una ruptura con los palestinos, sí un giro de tuerca que puede obligar a estos a replantearse su estrategia, no obstante, desde la perspectiva de la real politik, quizás ya era hora de que Palestina se viera obligada a sopesar la posibilidad de perder apoyos y tener que ceder.
No queremos con esto decir que los palestinos no tengan la razón legal y moral en muchas de sus demandas, sin embargo la situación en tierra es que su fuerza militar es mínima desde hace 70 años y sus apoyos extranjeros probablemente disminuirán. Ante esta tesitura a largo plazo, quizás sea preferible una paz injusta con Israel que una guerra eterna más dañina.
Hay que tener en cuenta que a medida que se consoliden algunos Estados-nación árabes, es previsible que el apoyo a la causa palestina disminuya, en la medida en la que sea el interés de estado y no la umma el verdadero driver de la política exterior.

Otros riesgos que ha asumido EAU es que la población migrante en el país y algunos radicales puedan revolverse contra el Estado, e incluso que Al-Qaeda o el Dáesh decidan poner su punto de mira en Dubai. Ni siquiera debemos descartar otros tipos de terrorismo, al fin y al cabo el recuerdo de la OLP y Yasser Arafat no es tan lejano.
Por último, es posible que este acuerdo abra las puertas a que otros países árabes sigan su estela, de hecho ha habido rumores de negociaciones entre Israel y Marruecos con intermediación de Estados Unidos.