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La crisis de seguridad entre Ucrania y la Federación Rusa está en todas las portadas del mundo, marcada en rojo en las agendas diplomáticas de la Unión Europea y Estados Unidos, pero son muchos los que se preguntan cómo se ha llegado a esta situación.

¿Por qué se agrava justamente en septiembre de 2021? ¿Qué posturas políticas hay respecto a ella en Ucrania? Y lo más importante, ¿qué va a pasar ahora entre estos dos países?

Este análisis es una guía de los antecedentes, el caldo de cultivo del conflicto, un desglose de la situación política a nivel interno en Ucrania y un mapa de las posibles salidas de la crisis, las cuales probablemente se conozcan antes de lo esperado, pues Rusia requiere una respuesta inmediata.

Operación antiterrorista en el este de Ucrania (Guerra de Ucrania). Foto del periodista militar Taras Gren. Fuente: Ministry of Defense of Ukraine

Pese a ser una disputa histórica (ya que estas dos naciones han estado unidas a lo largo de los siglos y esta podría remontarse al año 867 D.C), el conflicto actual tiene su chispa de encendido en el año 2013 y posteriores.

Veamos desde la óptica ucraniana toda la trayectoria, desde las primeras protestas hasta enero de 2022, y cómo han actuado los representantes del pueblo durante este tiempo.

Antecedentes

En noviembre de 2013 un decreto del Parlamento Ucraniano (en adelante Rada Suprema) suspende la firma del acuerdo de asociación política y comercial entre la Unión Europea y Ucrania, que hasta entonces estaba siendo negociada por el gobierno de Víctor Yanukóvich, presidente en aquel momento. Este alejamiento de la UE desencadena una serie de protestas que más tarde se conocerían como Euromaidán (o revolución de la dignidad) debido a que se iniciaron en la plaza de la independencia de Ucrania, más conocida como La Plaza, Maidán en ucraniano.

En estas protestas aparecen inicialmente grupos de estudiantes, grupos independientes de toda ideología política y grupos nacionalistas ucranianos de extrema derecha que en los días venideros organizarán la defensa de la plaza. Posteriormente algunos de estos grupos protagonizarán enfrentamientos con la policía, los cuales acabarán con un saldo de 82 muertos y casi 2.000 heridos.
Los sectores más famosos entre los ultranacionalistas son el PROL, Praviy Sector (sector derecho), las brigadas de autodefensa y Svoboda (Libertad).

Asimismo, el brazo armado de alguno de estos grupos terminará luchando en la región oriental del Donbás, donde el conflicto sigue hasta la actualidad, mientras que otros acabarán siendo formaciones políticas representadas en la Rada Suprema.

Cartel en la plaza de Maidán, enero 2022. Foto: Víctor Notivol

En la heterogeneidad de las protestas se encuentran también grupos apoyados por oligarcas, el principal es el “hombre en la sombra del Maidán” Petró Poroshenko.
Las protestas terminan con el derribo absoluto del gobierno del presidente Yanukóvich y la celebración de unas elecciones que ganará Poroshenko, que será presidente de Ucrania hasta 2019.

La eliminación del gobierno de Yanukóvich (al fin y al cabo votado legítimamente en su momento) provoca una reacción opuesta al Euromaidán en las provincias prorrusas del Donbás, Crimea y Sebastopol (destacan estas regiones, pero también hubo otras zonas cómo Zaporozhie o Odessa) donde Yanukóvich tenía entre un 70 y un 90% de apoyo.

Estos levantamientos son apoyados de forma “encubierta” por Moscú con sus famosos “hombrecillos de verde” (Milicias del ejército ruso no registradas de forma oficial y calificadas como facciones de autodefensa prorrusas desde el Kremlin) lo que termina con la anexión de Crimea y Sebastopol a Rusia y la escisión mediante referéndum de las repúblicas autónomas de Donetsk y Lugansk (que forman el Donbás) y el inicio de la guerra en ese territorio.

En este mapa se observa la nueva distribución de los territorios y las zonas en conflicto. Fuente: Fairpolitik, Descifrandolaguerra

Esta situación se mantiene estática hasta que se firman los acuerdos de Minsk (Minsk II). Para entender la actual situación Rusia-Ucrania de 2022 es importante tener en cuenta dos puntos:

  1. En el acuerdo de Minsk se ordena un alto al fuego desde febrero de 2015 y la retirada de ambos ejércitos creando una zona de seguridad de 50 km.
  2. Se acuerda la reforma constitucional en Ucrania, con una nueva constitución que entra en vigor a finales de 2015 (…) con la aprobación de legislación permanente sobre la situación de las provincias de Donetsk y Lugansk.

Tanto Rusia como Ucrania se han saltado sistemáticamente estos dos puntos (entre otros) del acuerdo, lo cual es una de las piezas clave para entender la escalada de tensión actual.

Para llegar a las tripas del conflicto se deben conocer los principales actores políticos ucranianos en esta crisis.

¿Quién es quién en la política Ucraniana?

Muchos partidos tienen como única ideología ser marcadamente europeístas y la anticorrupción por bandera, especialmente después de la gestión de Yanukóvich y sus diversos escándalos: favores a su familia y a varios oligarcas, abuso de poder contra adversarios políticos etc. Mas allá de los partidos europeístas, la oposición se puede separar entre prorrusos por un lado y nacionalistas ucranianos conservadores por el otro.

Volodímir Zelensky. Fuente: President of Ukraine

Partido: Servidor del pueblo. (Sluha Narodu)
Presidente: Volodímir Zelensky. Actual presidente de Ucrania.
Ideología: Europeísta-progresista. No es destacadamente antirruso pero no se le puede considerar nacionalista, es un partido ubicado en el centro político, notablemente populista.

Al ser elegido en 2019 se opuso abiertamente a los nacionalistas y negoció con Rusia, pero las tensiones actuales le han hecho tomar una deriva de oposición a Moscú, con cierta persecución a cualquier vínculo con el estado ruso y la exaltación de todo lo ucraniano. Un ejemplo es la nueva ley de idiomas, que prioriza cualquier publicación en ucraniano sobre el ruso o, la detención de Petró Poroshenko por mantener contactos con Rusia. Actualmente el gobierno atraviesa una triple crisis: gestión de la COVID, energía y Rusia.  

242 escaños- Mayoría absoluta desde 2019

Petró Poroshenko. Autor: Andriy Makukha

Partido: Solidaridad Europea (Jevropejśka Solidarnist)
Presidente: Petró Poroshenko (Expresidente de Ucrania)
Ideología: Europeísta- liberal conservador, nacionalismo moderado.
Poroshenko es un oligarca y uno de los hombres más ricos de Ucrania, se le considera uno de los actores clave del Euromaidán, apodado “el hombre en la sombra del Maidán”.

Durante su presidencia se firman los acuerdos de Minsk. En diciembre de 2021 se le acusa de alta traición por realizar tratos en el Donbás durante 2014 y 2015 (venta de carbón por valor de 54M USD de esas regiones a facciones prorrusas).  El 6 de enero de 2022 se congelan sus propiedades por orden de la Oficina Estatal de Investigación (DBR-Derjanie Biuro Rozslidyvan). Poroshenko alega que es una persecución del partido de Zelensky en la ya mencionada deriva antirrusa.

27 escaños (anteriores elecciones 132)

Yuriy Boyko. Fuente: Government.ru

Partido: Plataforma de oposición-Por la vida (Na Zhizn)
Presidente: Yuriy Boyko (ex viceprimer ministro de Ucrania)
Ideología: Euroescépticos-liberales. No quieren pactos con la OTAN ni ninguna otra organización internacional.

Su campaña política se fundamenta en un “plan de paz” basado en un cumplimiento estricto del acuerdo de Minsk y una fuerte apuesta por la autonomía del Donbás y Crimea con su propia Rada Suprema y sus propias constituciones (incluyendo esta autonomía en la reforma constitucional que quieren hacer acorde a Minsk) quieren pactos económicos con Rusia, principalmente respecto al gas; se les considera prorrusos.

44 escaños – Principal partido de la oposición

Yulia Timoshenko. Fuente: European People's Party

Partido: Unión de todos los ucranianos “Patria” (Batkivshchina)
Presidente: Yulia Timoshenko (ex primera ministra de Ucrania)
Ideología: Conservadores liberales-Europeístas-Nacionalistas.

Timoshenko es una oligarca del gas y una de las personas más ricas de Ucrania. Fue cesada como primera ministra y encarcelada por perjudicar tratos entre Ucrania y Rusia bajo el mandato de Víctor Yanukóvich. A nivel internacional se ha considerado esta encarcelación como un acto político y de abuso de poder por parte de Yanukóvich. Timoshenko sale de la cárcel y aparece públicamente en mitad de las protestas del Maidán.

26 escaños

El resto de los partidos de la Rada no son tan marcadamente personalistas, tienen una menor representación y suelen destacar como grupos de apoyo para el gobierno o la oposición.

Partido: Para el futuro (Za Maybutne)
Ideología: Proeuropeos, moderadamente nacionalistas, pragmatismo económico, populismo.

21 escaños

Partido: “La voz” (Golos)
Ideología: Proeuropeos situados en el centro-centro derecha, Principales ideas: anticorrupción y desoligarquización a través de pequeñas privatizaciones.

20 escaños

Partido: Confianza (Dovira)
Ideología: No tienen ideología marcada, sino que sirven como grupo de apoyo, dan respaldo al Servidor del Pueblo a cambio de subsidios locales e inversiones en la economía local en los distritos que Dovira representa. Su único principio es el de no-oposición y son el principal socio del gobierno de Zelensky.

20 escaños

El resto de los partidos no tienen grupo parlamentario. Hay grupos como el Partido Radical de Derecha Nacionalista (PROL), que obtuvieron una gran representación después del Maidán (22 escaños) pero que en las elecciones de 2019 perdieron todos sus diputados.

Así queda configurada la Rada Suprema, las regiones de Crimea, Sebastopol, Lugansk y Donetsk no aparecen representadas, es por ello por lo que hay 423 escaños en lugar de 450. Fuente: Víctor Notivol a partir de datos del parlamento de Ucrania.

Una crisis ucraniana sin Ucrania

A los conflictos territoriales recientes y los polos opuestos de la política ucraniana le debemos sumar las razones históricas. Ucrania ha pertenecido al imperio ruso en diversos momentos de su historia, incluida la URSS, y siempre ha estado fuertemente vinculada al pueblo ruso por lo que, desde la nostalgia imperial que se respira en el Kremlin, no les hace la menor gracia que Ucrania se distancie completamente de su vecino para aliarse con sus rivales (Occidente/OTAN).

¿Pero por qué aumentan justo ahora las tensiones si se trata de un conflicto histórico o en todo caso de una crisis interina que apenas ha variado desde 2014?

Europa está viviendo una crisis energética histórica con la subida del gas, entre otras materias, cuya demanda satisface Rusia en aproximadamente un 41%. Además de imperar en el tema energético, el ejército ruso lleva más de veinte años modernizándose y se encuentra en un punto en el que bélicamente podría superar a las potencias europeas sin esfuerzo.

Para Rusia esto puede significar devolver por fin los golpes que ha estado recibiendo impotente en varias ocasiones cuando desde occidente se le han aplicado sanciones. A toda esta situación debemos añadir que la UE acaba de quedar descabezada entre el Brexit y el fin de la era Merkel. Igualmente, la alianza atlántica acaba de retirar su costosa campaña en Afganistán y se encuentra ocupada con las presiones de la Bielorrusia de Lukashenko.

En resumen, para Rusia es la ocasión perfecta para sacar músculo ante la comunidad internacional.

Así llega septiembre de 2021, momento en el que Rusia decide hacer un despliegue militar sin precedentes en la frontera con Ucrania y tensar la cuerda al máximo, a lo que la OTAN ha replicado con un despliegue diplomático y la amenaza de sanciones. La respuesta de Rusia ha sido una petición pública que impida a Ucrania unirse a la alianza de seguridad y que obligue a occidente a retirar todas las tropas cercanas a Rusia y que puedan suponer una amenaza para Moscú. Una petición que sabe que la OTAN no puede aceptar bajo ningún concepto.

Bajo este panorama empezaron, durante la segunda semana de enero, las rondas de negociación, primero entre Rusia y EE. UU. y luego en la cumbre Rusia-OTAN. A destacar que en ninguna de las dos ha estado la principal afectada, Ucrania. Ambas cumbres parecen augurar un futuro sombrío para los ucranianos, ya que las peticiones del Kremlin no serán aceptadas por la OTAN y la respuesta de Putin es la guerra.

Las consecuencias de un conflicto bélico podrían ser también devastadoras para el estado ruso, ya que la UE sigue siendo su principal socio comercial y encima de la mesa hay negociaciones como la aprobación del gaseoducto Nord Stream 2 e incluso se ha llegado a plantear eliminar a Rusia del sistema SWIFT de pagos interbancarios, lo que aislaría a la economía rusa del resto del mundo.

Resultados posibles

Es difícil anticipar cuál será la resolución del conflicto, pero sí que se pueden tratar de plantear algunas preguntas y las diferentes direcciones que puede tomar esta crisis en función de si sus protagonistas eligen una u otra respuesta.

¿Está dispuesto Putin a aceptar las consecuencias de las sanciones europeas?

Según las declaraciones del propio presidente ruso, la respuesta que daría ante nuevas sanciones sería una “ruptura total” de las relaciones con occidente, lo cual no interesa a ninguna de las partes como ya hemos visto con aspectos como el energético. Es cierto que un despliegue del tamaño actual no parece indicar una retirada inminente, al menos si Rusia no consigue alguna de sus peticiones.

¿Hasta dónde llegaría una invasión rusa?

No se conoce si Rusia tiene como intención simplemente desestabilizar al gobierno ucraniano, si pretende invadir solamente las provincias prorrusas, llegar a Kiev o si plantea ir incluso más allá de la capital. Los informes de inteligencia ucranianos plantean todas estas posibilidades y se preparan para ellas.

¿Qué pueden hacer la Unión Europea y la OTAN?

La primera de las opciones sería financiar a Ucrania durante una posible guerra pero sin entrar en conflicto directo, con el aprieto de que, en caso de una victoria de los rusos, tendrían a Putin cómo vecino directo en la frontera con la UE.

La segunda opción es un conflicto abierto con Rusia, opción que podemos descartar ya que desde la misma OTAN ya han hecho declaraciones en firme de que se limitarán a las sanciones.

La tercera opción sería un acuerdo, una especie de Minsk III pero esta vez con concesiones y consecuencias para ambas partes y una tercera potencia asegurando el cumplimiento, aunque por la presencia militar actual, esta opción parece insuficiente para Moscú.

¿Qué puede hacer Ucrania?

Zelensky podría intentar calmar a la bestia cediendo la región del Donbás, aunque quizá sería aplicar la teoría del tigre vegetariano, ya que por mucha carne que reciba el Kremlin no va a dejar sus aspiraciones imperialistas de lado. Ceder esas regiones a Rusia significaría despertar las revoluciones internas que eliminaron a los anteriores gobiernos, mientras que retirarse de los acuerdos actuales sería darle la excusa perfecta a Rusia para justificar una agresión.

Cumplir con lo prometido en Minsk II tampoco parece una opción para ucrania ya que significaría abandonar cualquier oportunidad de unirse a la UE o la OTAN, tendría a las regiones prorrusas oponiéndose a ello desde dentro de la propia Ucrania.

La última opción de los ucranianos es escalar la guerra con Rusia e intentar resistir el embate de un conflicto mayor, algo que llevan haciendo a pequeña escala en Donetsk y Lugansk y cuyas consecuencias el pueblo ucraniano conoce perfectamente.

Cartel con fotografías de los fallecidos en el conflicto Rusia-Ucrania, enero 2022. Foto: Víctor Notivol

Conclusión

Puede que esto sea el inicio del próximo gran conflicto bélico o puede que esta sea la “crisis de los misiles de Cuba” del siglo XXI. ¿La escalada armamentística acabará dejando paso a la diplomacia una vez más?  La respuesta la saben muy pocas personas y entre ellas se encuentran los principales dirigentes del planeta; lo que es seguro es que Ucrania quedará para siempre marcada en rojo en la historia de los conflictos modernos y que el tablero geopolítico actual acaba de recibir una sacudida. La incógnita es saber que piezas caerán y cuáles las reemplazarán.

¿Quizá en la próxima partida cambiaremos el ajedrez por el mah jong?

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