La guerra ruso-ucraniana en las redes sociales: la lucha de los memes
Día 54 de guerra en Ucrania, atrás quedan ya las esperanzas de “Kiev en tres días”, depositadas por Putin a instancias del FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia). Y es que dicen las malas lenguas que el sucesor del KGB le vendió la posibilidad de una victoria rápida gracias al levantamiento interno que los líderes prorrusos de Ucrania realizarían, lo que permitiría a las columnas de blindados entrar en las grandes ciudades del país sin apenas oposición.
Járkov, ciudad catalogada como profundamente prorrusa por el FSB, abriría sus puertas de par en par a las tropas de Putin y los chechenos, igualmente, los miembros de las VDV (Tropas Aerotransportadas de Rusia) entrarían en Kiev sin apenas oposición ante un desmoralizado ejército ucraniano que rendiría sus armas, permitiendo así la captura del liderazgo político, véase Zelenski, y su rápida sustitución por un político “más sensible a los dictados del Kremlin”. Coser y cantar ¿cierto?

En los últimos días, tras la “retirada estratégica” rusa del noreste y noroeste de Kiev, es decir, su derrota, se ha alimentado la teoría de que Putin centralizará ahora todos los esfuerzos en la guerra en el Donbás para presentarse el 9 de mayo, fecha histórica de la victoria ante los nazis en la II Guerra Mundial, con un triunfo entre manos: Jersón, Mariupol, Donetsk y Lugansk. El problema es que estamos a 18 de abril y nada hace pensar en una victoria en tres semanas, y sí en una larga guerra de desgaste.
En la primavera de 2021 ya asistimos al espectáculo de trenes rusos cargaditos de material de guerra desplegándose en las fronteras de Ucrania en un intento por amedrentar al régimen de Kiev. No sabemos si Putin entonces tenía decidida la invasión, o si era parte de su juego de presiones ante la OTAN y Zelenski, pero lo que ya ha quedado meridianamente claro es que los meses transcurridos hasta el 24 de febrero de 2022 los ha aprovechado muy bien Ucrania para organizarse y armar un ejército gracias al material y entrenamiento que ha proporcionado EEUU y la OTAN.
Hoy Ucrania no corre el riesgo de desaparecer como nación, algo que ya advirtió Putin en su discurso para justificar la guerra, pero sí el ver su espacio mutilado de amplias franjas de territorio en el este. Las próximas semanas serán decisivas en el frente de batalla, pero donde sí ha ganado y con holgura es en la guerra en las redes. Rusia, siempre orgullosa de su capacidad para manipular las redes sociales a su antojo, se ha visto superada por el ejército cibernético ucraniano y proucraniano.
Y es que en las guerras de hoy día hay que contar con tropas de infantería, tanques, aviones, helicópteros, drones, sobre todo muchos drones, pero también con muchos soldados en redes sociales creando y difundiendo material porque de ellos, de la moral que insuflen en la población y los combatientes y del daño que hagan a la reputación del enemigo puede que dependa parte del destino del conflicto.

A continuación nos centraremos en algunos de los aspectos más destacados de estos, en los ya casi dos meses de guerra, y adjuntaremos los memes más significativas, que han logrado mayor difusión. Empezamos.
Kiev en tres días: iba a ser una operación rápida donde el ejército ucraniano depondría las armas ante la llegada de los blindados rusos. Además, el secreto de la operación se mantuvo prácticamente hasta el último día, con lo cual los soldados desplegados en Bielorrusia o Belgorod no fueron conscientes hasta el final de que realmente no eran unas maniobras sino un despliegue de ataque.
La logística fue un desastre, con provisiones para pocos días, y cuentan las malas lenguas que en Bielorrusia los soldados, ignorantes de la guerra que se avecinaba, revendían el combustible de sus blindados en el mercado negro para hacerse con un dinerillo extra. Así, cuando se dio la orden de llegar a Kiev lo más rápidamente posible, muchos de ellos se quedaron a mitad de camino sin gasolina. El miedo entonces les hacía abandonar sus vehículos que prontamente eran robados por el ejército ucraniano o por cualquier particular que pasara por allí.

Los Javelin: el despliegue ruso del invierno de 2022 en las fronteras con Ucrania parecía más amenazante que el de la primavera anterior. Los servicios de inteligencia de EEUU y el Reino Unido publicaron que Rusia esta vez sí invadiría Ucrania, no como en la primavera anterior que todo había quedado en un susto. Los comunicados de aviso, el juego psicológico contra el Kremlin, esta vez sí fue acompañado de la entrega a Ucrania de material letal para frenar la invasión en ciernes: miles de cohetes antitanque Javelin y NLAW.
Si en campo abierto poco se podría hacer para frenar a las columnas rusas, la salvación de Ucrania estaría en refugiarse en los grandes núcleos urbanos y destrozar los blindados con estas potentes armas. El destino del país se pondría en manos de Santa Javalina.


Mientras la atención de todos los medios se centraba en las armas occidentales (Javelin, NLAW, Stinger) los vídeos de los sistemas antiblindado Stugna-P, de fabricación ucraniana, eran realmente la estrella de los ataques a las líneas de aprovisionamiento rusas.
Los granjeros ucranianos: tanques, blindados de transporte, camiones y todo tipo de material abandonado en los primeros días de invasión por problemas en la logística y en el mantenimiento de los vehículos, a sumar al barro.
Pronto Ucrania movilizó una nueva división: los granjeros. Los vídeos de granjeros remolcando vehículos rusos se repetían una y otra vez: aquí un tanque T-72, allí un BMP, un camión, un sistema TOR, un TOS 1A, cualquier cosa que tuviera aprovechamiento se enganchaba al tractor. La publicidad de estas acciones cumplía un doble cometido: ridiculizar al rival, al segundo ejército más poderoso del mundo, y mostrar el compromiso de todo un pueblo en sus horas más difíciles.

Las lavadoras: a finales de marzo, tras cinco semanas de combates en los que las tropas rusas han llegado hasta aproximadamente 20 kilómetros de Kiev y tomado el control de localidades como Irpin, Bucha, Hostomel o la zona de exclusión de Chernobil, se anunciaba una “retirada estratégica” para concentrar todos los esfuerzos en la toma del Donbás.
En su “retirada”, las tropas rusas se dedicaron al saqueo masivo de las poblaciones: camiones llenos con todo tipo de artilugios cargados hasta arriba mientras se pudrían los cuerpos de los camaradas muertos en combate. Y es que había que elegir entre saquear o llevar el cuerpo del compañero caído y entregarlo a la familia, y optaron por el beneficio económico y crimen de guerra.

Mientras las tropas rusas se retiraban, dejando atrás material de guerra válido y bombas trampa, el ejército de Ucrania emboscaba lo que podía y lo hacía blanco de su artillería. En una de estas emboscadas aparecía el símbolo utilizado en muchas de los memes para ridiculizar el comportamiento en combate del “segundo ejército del mundo”: un camión quemado en cuyo interior se aprecian los restos de tres lavadoras.


Las jaulas protectoras en los tanques: uno de los despropósitos a los que hemos asistido en estas primeras semanas de guerra es a las imágenes de tanques rusos con unas “jaulas protectoras” contra los cohetes. Huelga decir que no han valido para nada y que solo provocaron la mofa y risa en internet, recomendando los amables ciber activistas alternativas más pragmáticas y seguramente más eficaces, como el teléfono Nokia, la cama elástica o el estropajo del fregadero.

Chernobil: no os preguntéis por qué, pero los rusos tomaron posesión de la central nuclear al poco de la invasión y decidieron cavar trincheras en la zona más contaminada del bosque. Cuando se retiraron casi un mes y medio después y el complejo fue retomado por el ejército de Ucrania se vio la magnitud de la inconsciencia de las tropas de Putin. Y, claro está, eso no podía ser desaprovechado por las redes sociales para hacer escarnio del oso ruso.

Moskva. La noche del 14 de abril saltaba la noticia: dos misiles Neptuno ucranianos habían impactado contra el crucero Moskva, buque de mando de la flota del Mar Negro. La noticia estuvo envuelta en rumores y contradicciones durante varias horas, incluso desmentidos desde las cuentas afines al Kremlin, pero finalmente el Ministerio de Defensa de Rusia tuvo que admitir que el Moskva se había ido a pique tras un “incendio en su interior y por culpa de una tormenta cuando era remolcado a Sebastopol”.
Poco se sabe del número de supervivientes, pero tal golpe psicológico no iba a ser desaprovechado por los activistas en redes sociales. Además, cuenta la leyenda que el crucero Moskva, sea esto cierto o no, fue “distraído” por un dron Bayraktar que hizo el favor de actuar a modo de señuelo para el ataque exitoso de los dos misiles Neptuno.



En definitiva, son muchas las ópticas desde las que se puede analizar el conflicto, pero sin duda alguna la batalla en las redes sociales se está inclinando del lado ucraniano, que no para de ridiculizar a las tropas rusas.