El espacio, el nuevo campo de batalla
Esta semana se ha anunciado a bombo y platillo por el Financial Times una prueba de un sistema orbital basado en el principio de misil hipersónico planeado por parte de China, usando la fuerza impulsora de un sistema de lanzamiento orbital convencional. En el caso de esta supuesta prueba se trataría de un Larga Marcha 2-C o más corrientemente llamado CZ-2C por sus siglas en chino.
No es intención de este articulo entrar a detallar la mencionada prueba o si realmente se produjo o no, si no que sirva como pie para hablar de otros sistemas espaciales utilizados en la actualidad por estados unidos con fines bélicos o potencialmente bélicos, en parte debido a que son muy numerosos los proyectos espaciales con fines bélicos que han llevado a término las fuerzas aéreas de EEUU y, más recientemente, la nueva rama espacial del mismo ejército, la fuerza espacial de EEUU.

Y, por otra parte, explicar al lector un posible motivo por el cual el gobierno estadounidense no ha criticado al chino en esta guerra fría que tienen, en la cual las acciones de uno son criticadas por el otro. Este motivo no sería otro que el hecho de que Estados Unidos dispone de una amalgama de satélites y otros dispositivos con fines militares en el espacio.
Hay que ser razonables, lejos de aquellas locas propuestas de la iniciativa coloquialmente denominada “Guerra de las galaxias” de Ronald Reagan, la plataforma espacial más habitual utilizada por los ejércitos son los satélites de telecomunicaciones y los GNSS, satélites de posicionamiento global y derivados, como las redes de posicionamiento locales basadas en satélite o las redes SBAS que complementan una red primaria global y mejoran la cobertura en una zona determinada.
Pero estos no son los únicos medios militares “comunes” en el espacio, los satélites de reconocimiento han sido sustituidos desde los años 60/70 por los aviones de reconocimiento tripulados, especialmente en el espectro visual, pero también en reconocimiento de señales, aunque estos son mucho más oscuros.
Centrándonos en estos satélites ópticos creo que una imagen vale más que mil palabras, así que examinemos juntos la publicación del ex presidente Donald J.Trump.

Ojo, esta imagen es una fotografía que está obtenida por un satélite KH-11 Advanced Crystal, (aunque según los documentos filtrados por Edward Snowden su nombre correcto sería Evolved Enhanced Crystal System), debido a ello es que se ha perdido calidad en la imagen y pese a ello está claro que de un rápido vistazo los satélites comerciales, que en tiempos recientes se ha hablado que puedan sustituir a estos carísimos satélites, no están a la altura de las características de esta serie de satélites.

Para los neófitos en la materia; la resolución que tiene un satélite óptico se mide en la unidad de medida de longitud que convenga por píxel, es decir, en un píxel hay varios centímetros.
Esta resolución en teoría viene determinada por 2 únicos factores, tamaño del espejo primerio, a mayor tamaño más luz entrará en el objetivo y mejor será la imagen y la órbita que posea el satélite, a menor altitud mejor será la imagen. En el caso de este satélite ha sido estimada por diversos medios y fuentes en 4 cm por píxel en su punto más bajo en órbita y en 7 cm por pixel en la altituda la que se tomó esta fotografía, 382km.
En el caso del satélite que sacó esta imagen, el USA-224 (USA es un nombre genérico que se usa para todos aquellos que se desconoce la carga que es lanzada y el número es simplemente una numeración ascendente para nombrar a todos los satélites con estos nombres genéricos) para encontrar su lanzamiento hay que buscar NROL-49, debido a que el lanzamiento tiene el nombre de la agencia que ha contratado su lanzamiento, la NRO, oficina nacional de reconocimiento por sus siglas en inglés, la agencia dedicada al desarrollo, construcción (aunque se subcontrata a una empresa del clásico conglomerado aeroespacial estadounidense, en este caso LockheedMartin), lanzamiento y operación de los satélites espía.
Pero estos satélites de reconocimiento no están armados o al menos eso se cree, pero es potencialmente posible que estos incluyan algún tipo de sistema de protección pasiva como pinturastealth, es decir como la empleada en los aviones de 5ª generación.

Antes de entrar a hablar de sistemas ofensivos quiero que quede claro una cosa, las velocidades de los satélites son demenciales, decenas de miles de kilómetros por hora, pero esto es relativo, como todo movimiento.
Imaginaos un coche que os adelanta por la autopista a 300km/h, bien, está yendo muy rápido, pero ahora cambiemos el sistema de referencia a nuestro propio coche, al momento de adelantarnos circulamos a 120km/h pero entonces el imprudente de los 300km/h no va a 300 si no a 180, mucho más manejable, bien pues esto ocurre en el espacio, un sistema anti satélites basado en tierra lleva una velocidad demencial respecto al satélite, sin embargo, un satélite de otro no, lo que obliga a un satélite ofensivo que quiera acercarse al nuestro a llevar bastante combustible, lo que irremediablemente reduce el resto de capacidades.
Además, pese a ese teórico uso de pintura stealth que podrían hacer uso distintos satélites, recalcar que su efecto es bajo, ya que estos satélites en general no pueden realizar grandes cambios de posición ni tampoco hacer cambios muy rápido, debido a lo limitado de sus motores y carga de combustible, además de que existen múltiples formas de detectarlos, siendo las más fáciles y comunes el infrarrojo y la observación directa, sin embargo este posible uso se basaría en que el arma anti satélite más común, una cabeza cinética sustituyendo a una cabeza nuclear en un ICBM y lanzada en trayectoria de intercepción contra el satélite, usa en su fase terminal un radar para el guiado.
Sin embargo y aunque esta afirmación da para un extenso debate, es la opinión de este autor que el uso de este tipo de armas en caso de una guerra total sería limitado o inexistente debido a que existe un problema de imposible solución para estos sistemas y es que causarán una nube de escombros con una serie de orbitas variadas, lo que irremediablemente aumenta las probabilidades de colisión de estos restos con otros satélites y, estos sí, a alta velocidad ya que no están situados en la misma orbita*1, este es el llamado síndrome de Kessler. Y es que los restos de un satélite destruido son una amenaza no ya solo para los satélites en órbita en ese momento, sino que es teóricamente plausible que no se pueda satelizar nada en décadas a partir de ese momento debido a que el periodo de decaimiento natural de las orbitas sería extremadamente largo al ser cuerpos pequeños que ofrecen poca resistencia al aire*2.

Otra posible arma ofensiva, que repetidamente se ha mencionado, es la de los brazos robot, técnicamente un brazo robot de un satélite ofensivo podría atrapar a otro objetivo, sin embargo, es harto complicado, una maniobra de este tipo requiere de una coordinación perfecta entre operadores y esto no se daría en el caso de querer atacar a otro satélite, así que descartados los brazos y las armas cinéticas ¿qué más nos queda? Pues aunque parezca ciencia ficción, microondas y electromagnetismo.
Me explico, un arma de microondas se ha teorizado largo tiempo y se han realizado pruebas, aun así, no son especialmente eficaces debido a que la energía decae con el cuadrado de la distancia y acercarse para disparar a alguien nunca ha sido un gran plan pero, sobre todo, la atmosfera terrestre actúa como escudo, dispersa esta radiación concentrada y da al traste con millones en tecnología, pero en el espacio, al ser mucho más tenue, esta no importuna tanto y este sistema cuenta con la enorme ventaja de que no deja nubes de escombros, solo un gran trozo de chatarra fácilmente rastreable.
Finalmente está el electromagnetismo, seguramente lo más fácil y barato es que para atacar un satélite quizá no haga falta dispararle, solo inutilizarlo, por tanto si saturas sus antenas, bingo, chatarra al canto, aunque esta si podrá recuperarla el operador cuando logre sortear tus interferencias, pero con éstas puedes atacar a múltiples satélites y en la era de las mega constelaciones quizá esto sea más interesante que tener que eliminar satélites con otros satélites.
Notas
*1: Nada más lejos de mi intención está provocar confusión al lector sobre los entresijos de la dinámica orbital, sin embargo, es que es así de compleja, un cuerpo en una órbita de la misma inclinación tiene una velocidad relativa más o menos reducida, aunque obviamente esto varía en función de los perigeos y apogeos de ambos cuerpos (punto de mayor proximidad y mayor alejamiento respectivamente del cuerpo orbitado).
*2Se trata de un error común confundir el vacío del espacio con un vacío absoluto, especialmente cerca de un cuerpo planetario con una atmosfera tan densa como la de la tierra, según como se mire, esta atmosfera puede extenderse más allá de la órbita de la luna, como referencia.
Bibliografía
https://danielmarin.naukas.com/2019/08/31/trump-el-satelite-espia-crystal-y-el-cohete-irani-safir/
https://text.npr.org/755994591
https://www.popularmechanics.com/military/research/a28937898/kh-11-satellites/