El Libro Blanco de Pekín sobre Taiwán: ¿Vientos de guerra?
El Consejo de Estado de China ha publicado un nuevo libro blanco sobre “La cuestión de Taiwán y la reunificación de China en la nueva era”. En medio de la escalada de tensión en el Estrecho, por primera vez Pekín ha retirado del informe la promesa de no enviar tropas ni administradores a la isla si toma el control de Taipei, aumentando así los temores de una ocupación militar prolongada tras la unificación.

Menciona además que, para lograr la completa reunificación nacional, deben cumplirse una serie de condiciones:
1/ Mantener el principio de una sola China y no permitir a ningún individuo o fuerza separar a Taiwán de China.
2/ Luchar por el bienestar de todo el pueblo chino, incluido el que habita Taiwán.
3/ Seguir los principios de liberar la mente, buscar la verdad, mantener la orientación política correcta, abrir nuevos caminos y defender los intereses fundamentales de la nación y el Estado en la formulación de los principios y políticas sobre el trabajo relacionado con Taiwán.
4/ Tener el valor y la habilidad de luchar contra cualquier fuerza que intente socavar la soberanía y la integridad territorial de China o que se interponga en el camino de su reunificación.
5/ Una amplia unidad y solidaridad para movilizar a todos los factores en la lucha contra cualquier fuerza que quiera dividir el país.
En base a esto, el informe establece que esta “Reunificación” es crítica para lo que Pekín denomina el “Rejuvenecimiento Nacional”. Esto se reduce básicamente al proceso que ha seguido China desde 1978 y su proyección al año 2050. Desde que Deng Xiaoping introdujo a China en una etapa de apertura al mundo y de crecimiento conocida como las “4 modernizaciones”, el objetivo de Xi Jinping ha sido materializar la idea de colocar al gigante asiático en el escenario internacional como la principal referencia un siglo después de la creación de la República Popular China.
Para su consecución, Xi Jinping ha establecido dos objetivos prioritarios: tener una armada con alcance global para poder competir con Estados Unidos en los océanos y lograr la reunificación con Taiwán.
Con el primero, China ha conseguido una base permanente en Yibuti, logrando una presencia estratégica en el Cuerno de África, y con ambiciones de establecerse en el Golfo de Tailandia, la Costa Atlántica y el Golfo de Guinea. El informe afirma que “la reunificación nacional es la única manera de evitar el riesgo de que Taiwán sea invadida y ocupada de nuevo por países extranjeros, así como de frustrar los intentos de las fuerzas externas de contener a China, salvaguardando la soberanía, la seguridad y los intereses del país”.
Satellite images show #China's naval base in Djibouti operational & capable of supporting missions in the #IndianOcean region, imagery also shows Yuan Wang 5, a Chinese navy support & research vessel refueling in Hambantota, #Srilanka - via @VishnuNDTV https://t.co/QqZye9CXHu pic.twitter.com/ScBCJjAb2c
— Damien Symon (@detresfa_) August 18, 2022
Otro aspecto interesante a resaltar es que en el informe se cita que “las fuerzas externas que obstruyen la reunificación completa de China serán derrotadas”. En este apartado se critica a Estados Unidos por la “doble vara de medir” con respecto al principio de una sola China, calificando sus palabras y acciones como “contradictorias” y “enturbiando el principio de una sola China en incertidumbre y comprometiendo su integridad”.
Este fragmento se encuentra alineado con los principios de Pekín de no interferencia, soberanía e integridad territorial, variables que han marcado las líneas rojas de China con respecto a la cuestión de Taiwán, reflejadas en uno de los párrafos del paper: “China está firmemente comprometida con el desarrollo pacífico. Al mismo tiempo, no se acobardará ante ninguna injerencia externa, ni tolerará ninguna infracción de su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo. Depender de fuerzas externas no conseguirá nada para los separatistas de Taiwán, y utilizar a Taiwán para para contener a China está condenado a fracasar […] Siempre estaremos dispuestos a responder con el uso de la fuera u otros medios necesarios a la interferencia de fuerzas externas o a la acción radical de elementos separatistas”. El informe finaliza con un argumentario sobre los beneficios para Taiwán de la política de “Un país, dos sistemas”.
La publicación y el contenido de este nuevo libro blanco es otra señal de que Pekín está dispuesto a ir a la guerra por Taiwán. Los analistas coinciden en que China todavía no está preparada pero, ¿la visita de Nancy Pelosi puede haber precipitado la carrera operativa y logística de cara a acelerar los planes de invasión?

Según un artículo de Tyler Durden para ZeroHedge, el gobierno de Xi Jinping ha empezado a dar órdenes a los fabricantes nacionales para que transformen sus líneas de producción y puedan empezar a producir artículos para el ejército. Según el analista del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia, Richard Fisher, esto, unido a las reformas de la Ley de Defensa Nacional que entraron en vigor el año pasado, le permitiría a China lograr niveles de movilización militar de toda la nación para luchar en las guerras y poder controlar las futuras capacidades chinas para la intervención militar global.
Por su parte, en abril de este año, China mantuvo una reunión con el sector bancario para discutir la protección de sus activos de las sanciones de Estados Unidos. Según el Financial Times, los funcionarios y asistentes no mencionaron escenarios específicos, pero la invasión china de Taiwán sería el principal desencadenante.
Por su parte, los ejercicios militares que China está llevando a cabo como señalización y disuasión contra Taiwán y Estados Unidos refuerzan la idea de que Pekín está dispuesta a acelerar su preparación para el combate. Según un informe del CSIS, estos ejercicios tienen al menos cuatro propósitos principales:
1/ Los ejercicios están diseñados para imponer costes políticos a Taipei y socavar la moral y el apoyo a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, entre el publico taiwanés. Implica que Taiwán soportará la peor parte del castigo por tener relaciones más estrechas con Estados Unidos.
Nancy Pelosi deja Taiwán tras viaje que enfureció a China 🇹🇼🇺🇸🇨🇳 pic.twitter.com/GsvdqH2Z5J
— Reuters Latam (@ReutersLatam) August 4, 2022
2/ Los ejercicios son parte de los esfuerzos más grandes de disuasión y señalización de China hacia Estados Unidos, Taiwán, aliados regionales de EEUU y la comunidad internacional. Se pretende demostrar cuánto China está dispuesto a escalar. Como bien apunta el informe, el desvío del tráfico aéreo y marítimo en las inmediaciones de Taiwán demostró la capacidad de Pekín para controlar las actividades cerca y alrededor de la isla. El pensamiento estratégico chino utiliza la incertidumbre y confusión para generar pánico psicológico difuminando la frontera entre maniobras y operaciones de combate real.
3/ Estos ejercicios permiten al EPL ensayar como llevar a cabo una variedad de operaciones militares que podrían formar parte de una operación militar a mayor escala, tales como evitar la interferencia de terceros países, la toma de las islas costeras de Taiwán, así como el bloqueo o la invasión de la isla principal.
4/ China pretende utilizar los ejercicios para establecer un nuevo statu quo en el Estrecho de Taiwán. Se buscaría por lo tanto borrar la noción de la línea media que divide el estrecho y establecer una nueva normalidad donde no se respeten los reclamos de Taiwán sobre un espacio aéreo y marítimo separados.
Para tratar de entender esta política de Taiwán hacia China me he basado en las tres lógicas causales expuestas por Wuthnow et al. (2022) en su libro “Cruzando el Estrecho: Preparativos militares de China para la Guerra con Taiwán”.
La primera es la que los autores denominan como “Leverage”. Interpreta las relaciones de China con Taiwán en términos de una visión de suma cero de las relaciones a través del estrecho. Los autores la definen como una medida de la capacidad potencial de una parte para utilizar la coerción militar, económica y diplomática para imponer costes a la otra parte.
El bloqueo de China a Taiwán y por qué Xi Jinping juega con fuego | Por Laureano Pérez Izquierdo https://t.co/1u4TwttiIx
— infobae (@infobae) August 7, 2022
Para que esta coerción sea efectiva, Thomas Schelling afirmaba que es necesario que las amenazas estén acompañadas de garantías creíbles de manera que los costes amenazados no se impondrán si la otra parte cumple con las exigencias. Para Taiwán, los costes de aceptar una unificación no deseada son considerablemente mayores que los beneficios perdidos por renunciar a la independencia, por lo que podríamos tener un escenario donde China pueda disuadir a Taiwán de la independencia, en lugar de coaccionarla para que acepte la unificación (Wuthnow et al, 2022).
La segunda lógica es la denominada como “United Front”. Se trata de un medio para que los partidos comunistas cooperen con los partidos y grupos no comunistas encontrando un terreno común y restando importancia a las diferencias. En el contexto de Taiwán, el principal objetivo de China ha sido emplear tácticas de frente unido para fortalecer la oposición a los partidos y lideres políticos pro-independencia, así como sus iniciativas políticas. También ha intentado construir un frente unido contra Japón aprovechando el sentimiento antijaponés en Taiwán por la cuestión de las islas Senkaku/Diaoyu (Wuthnow et al, 2022).
La tercera y ultima lógica es la denominada como “Persuasion”. Se centra en convencer a los actores clave de que la unificación es un resultado aceptable/deseable, aumentando los beneficios y reduciendo los costes potenciales, promulgando una visión positiva de la reunificación. Esta táctica es fácilmente visible en el libro blanco publicado por Pekín sobre la cuestión de Taiwán y los “beneficios de la política de un país, dos sistemas”.
Por ejemplo, los autores ponen de manifiesto un escenario que muestra los beneficios de emplear este tipo de análisis. El EPL está fuertemente asociado a herramientas militares, como el desarrollo de misiles balísticos y su despliegue frente a Taiwán, que solo tienen sentido bajo la lógica del “leverage” (“influencia”) y podrían tener efectos negativos sobre otros objetivos políticos.
Minister Wu hosted a welcome banquet for @RepStephMurphy & 7 staunch #Taiwan🇹🇼 supporters from #US🇺🇸 House of Representatives. The discussion centered on ramping up security challenges in #IndoPacific, ways to safeguard regional peace & halting authoritarian global ambition. pic.twitter.com/z3xpwqGP2D
— 外交部 Ministry of Foreign Affairs, ROC (Taiwan) 🇹🇼 (@MOFA_Taiwan) September 8, 2022
En base a esto, si los actores políticos chinos sólo son relevantes bajo una lógica (la del leverage o influencia), entonces tenderán a apoyar políticas que tienen sentido bajo esa lógica y se opondrán a otras que sean costosas o contraproducentes desde su punto de vista.
Como ejemplo, mencionan que muchos miembros del EPL apoyan la modernización militar acelerada para generar mas influencia y se oponen a las medidas de fomento de la confianza que podrían reducir o restringir la capacidad de China para generar y emplear poder militar.
Un enfoque basado en las lógicas políticas y la utilidad de las herramientas bajo cada lógica podrían ayudar a identificar las probables posiciones de los principales actores chinos, ayudar a predecir sus posiciones de apoyo u oposición y ayudar a evaluar la influencia relativa de los diferentes actores en el proceso político del Partico Comunista de China (Wuthnow et al, 2022).