Elecciones en España: la visión desde Bruselas
El próximo 23 de julio se celebran elecciones en España y desde Bruselas siguen la situación muy de cerca. La importancia de las elecciones tiene que ver con el papel de España en la UE (cuarto país en términos económicos y población) y el momento político en el que llegan, en plena guerra de Ucrania, con España ejerciendo la presidencia del Consejo y a un año de las elecciones europeas. Así las cosas, cabe preguntarse ¿cómo ven desde Bruselas la cita electoral española?

Sánchez y Von der Leyen, una historia de amor
España está viviendo un momento dulce en términos de influencia en la Unión Europea. El gobierno de Pedro Sánchez decidió cambiar la estrategia de influencia española en Bruselas, que hasta entonces había optado por buscar ser la tercera pata del eje franco-alemán practicando cierto seguidísimo, para pasar a una estrategia de geometría variable buscando alianzas en momentos determinados con países con los que tradicionalmente no se coincidía en términos europeos como es el caso de Países Bajos.
Esta estrategia ha generado frutos en materia de influencia como prueba la creación de los fondos de recuperación (en los que España fue clave), el peso del gobierno español en el debate energético o su peso en el debate sobre las reglas fiscales. Esta renovada influencia ha sido posible gracias a este cambio de estrategia y a otros factores también significativos como la buena sintonía personal del presidente Sánchez con líderes como Scholz, Macron, Von der Leyen o Rutte.
Otros factores que han ayudado al ejecutivo han sido la presencia en su gobierno de personas muy respetadas en Bruselas como Nadia Calviño o Teresa Ribera y factores coyunturales como su poca dependencia de Rusia en el contexto energético o la perdida de influencia de Italia tras la llegada al gobierno de Giorgia Meloni.
En ese contexto, desde Bruselas respirarían aliviados con la continuidad de un gobierno, el de Sánchez, reconocido en Bruselas y plenamente alineado con las instituciones comunitarias.
El desembolso de los fondos de #NextGenerationEU pone hoy en marcha el Plan de Recuperación y Resiliencia de España.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) August 17, 2021
Este plan será un impulso crucial para hacer del #EUGreenDeal una realidad, digitalizar la economía y hacer que 🇪🇸 sea más resiliente que nunca. pic.twitter.com/urjJmhs5xV
Sin embargo, en este momento las encuestas pronostican un cambio de escenario con el Partido Popular liderando en los sondeos. Es importante destacar que, según la demoscopia actual, la posibilidad del PP de forzar gobierno pasa por una alianza con la extrema derecha liderada por Vox. Este dato no pasa desapercibido en Madrid ni tampoco en Bruselas pues el programa de Vox es claramente incompatible con la Unión Europea.
La extrema derecha propone la primacía del derecho nacional sobre el europeo, lo que supone un ataque fundamental al corpus jurídico europeo y además es el motivo por el que Polonia ha perdido su derecho a los fondos de recuperación. Es en este contexto en el que hay que interpretar las declaraciones de Von der Leyen (política conservadora del Partido Popular Europeo, por cierto) en España advirtiendo de los peligros del extremismo.
Asimismo, uno de los pilares de esta Comisión está siendo la transición ecológica, algo que desde Vox también se pone en duda. De hecho, este asunto tiene un impacto político en el marco europeo que no hay que pasar por alto. En este momento el Partido Popular Europeo está tratando de acercarse a los grupos a su derecha, como el liderado por Meloni, y para ello está endureciendo su discurso en asuntos como el del cambio climático, cuya legislación actualmente está bloqueada en el Parlamento Europeo.
Un gobierno del PP y Vox en España podría suponer un espaldarazo significativo para esta nueva estrategia del PPE y acercar su alianza con la extrema derecha en la dimensión europea. Si esto ocurre la presión recaería sobre la CDU alemana que hasta ahora se resiste a pactar con la extrema derecha del AfD. Pero si los conservadores europeos acaban legitimando esta posición y AfD sigue sumando éxitos electorales, cada vez será más dificil que mantengan esa posición de rechazo a pesar de las enormes implicaciones que tendría una alianza entre los conservadores y la extrema derecha en Alemania.
Por otro lado, estás elecciones llegan en un momento decisivo para Europa con el eje franco-alemán en horas bajas como polo de poder europeo, Italia bajo un gobierno ultra que ha perdido su capacidad de influir de manera decisiva y con elecciones este mismo año en Países Bajos en las que lidera los sondeos una fuerza critica con la UE. En este momento político, un gobierno español que se parezca más al gobierno húngaro o polaco que al alemán o el francés supondría un varapalo significativo para la integración europea.
Por último, me gustaría dedicar unas líneas a un debate que ha ocupado los medios de comunicación españoles durante las últimas semanas; el del inglés. Alberto Nuñez Feijoo, el candidato a presidente del Partido Popular, no sabe inglés y el debate gira acerca de si esto puede suponer una perdida de influencia y reputación o si el excelente cuerpo de traductores de la UE lo hace irrelevante.
La respuesta es evidente para cualquiera que conozca el funcionamiento de la Unión Europea. Es absolutamente fundamental hablar inglés para proyectar tu poder en Bruselas, ya que aunque Feijoo siempre contará a su disposición con traductores que harán que su voz sea escuchada hable el idioma que hable, son las reuniones informales, los encuentros por los pasillos y las relaciones personales que se van tejiendo las que acaban siendo fundamentales en el proceso de generar influencia y todo esto ocurre en inglés.
El último gobierno conservador en España liderado por Mariano Rajoy también sufrió de este problema y la influencia de España durante estos años en Bruselas fue casi inexistente. El conocimiento de inglés no implica que vayas a influir más automáticamente, pero sí que es un requisito más dentro de la multiplicidad de factores que generan influencia entre los socios europeos.
Feijóo y sus clases de inglés: el idioma de la influencia en la era de la 'permacrisis'https://t.co/2Kw9QO4PHy
— El Confidencial (@elconfidencial) June 1, 2023
Desde Bruselas se muestran desconcertados con la situación política española por el gran contraste de perspectivas sobre el gobierno actual en la capital europea y española. Desde Bruselas perciben al gobierno de Sánchez como un aliado fiable y un líder respetado e influyente y ven que los datos económicos, con la inflación más baja de la Unión Europea, el crecimiento más alto de los países grandes y unos datos de empleo positivos respaldan su gestión y, sin embargo, en Madrid el clima que se respira es de cambio y todas las encuestas sin excepción dan a la oposición como vencedora en los comicios.
En términos de poder, un gobierno del PP y Vox supondría un daño significativo a la influencia de España en Bruselas no sólo en términos políticos sino también económicos, ya que buena parte de los postulados y propuestas de Vox son incompatibles con recibir los fondos europeos que tanto necesita España. Desde el punto de vista de la integración europea está claro cuál es el candidato predilecto en Bruselas, veremos si coincide con el diagnostico de los españoles y Von der Leyen respira con alivio por la continuidad de su querido Pedro o se ve obligada a hacer nuevos amigos. De momento, todo apunta a cambio.