Elecciones en Francia y Eslovenia, la victoria de la UE
El pasado domingo coincidieron en el tiempo dos citas electorales de importancia para la UE.
Las elecciones en Francia, dónde el proyecto europeo se enfrentaba a la enmienda a la totalidad que lanzaba Le Pen, y las elecciones de Eslovenia, que a pesar de su pequeño tamaño y estar alejado normalmente de los titulares de actualidad, gozaba de la atención de Bruselas por la actitud del Primer Ministro Janez Jansa y el riesgo de “Hungarización” de Eslovenia bajo su mando. La noche se vivió con inquietud en Bruselas pero los resultados produjeron una gran sensación de alivio, pues la UE fue la gran ganadora de la noche.
Francia: Macron vence a Le Pen con holgura
Reagrupación Nacional hizo una muy buena primera vuelta dónde mejoró sus resultados a pesar de la aparición de Zemmour, Macron apenas se había mostrado en los comicios y se centró en sus intentos infructuosos por jugar un papel de liderazgo en Ucrania. A todo ello había que sumar el hartazgo de la izquierda por la progresiva derechización del actual presidente, que ponía contra las cuerdas al Frente Republicano en beneficio de Le Pen.
Estos eran buenos motivos para pensar que la elección iba a estar muy disputada pero la realidad se encargó de desmentirlos. La ventana de oportunidad de Le Pen fue cerrándose a medida que comenzó la campaña de la segunda vuelta,
Macron apareció en escena, en un ambiente dónde se siente muy cómodo y ha demostrado ser un líder efectivo. Poco a poco fue ganando impulso aumentando la distancia con Le Pen, con mención especial para el debate electoral del 20 de abril en el que, a pesar de que Le Pen mostró una mejor imagen que en el desastre de 2017, Macron se impuso con soltura.

Por último, el hartazgo de la izquierda, aunque evidente y notorio, no logró inclinar la balanza a favor de Le Pen, con más del doble de votantes de Melenchon virando hacia Macron y no hacia Le Pen.
Que no haya sido una elección disputada y Le Pen no haya tenido opciones reales de ganar no debe distraernos del debate de fondo que atraviesa el futuro de la política francesa. En 2017 Macron se impuso por más de 30 puntos, ahora por 17. Macron ha perdido dos millones de votos respecto a 2017 mientras que Le Pen ha ganado tres, la base electoral de la extrema derecha continua creciendo y, aunque a día de hoy sigue lejos de poder en ganar en 2027, bien podría ser el principio de una coalición electoral con opciones reales de victoria.
El escenario en 2027 es extraordinariamente incierto y lo previsible es que el sistema de partidos francés experimente bastantes cambios antes de la cita electoral, por lo que es muy complicado establecer conclusiones basadas en el resultado del domingo.

Lo cierto es que en 2027 Macron no estará y está por ver que su movimiento, construido en torno a su persona sin una estructura de partido sólida, pueda sobrevivirle, Melenchon tampoco estará y la izquierda necesitará encontrar un líder que pueda construir sobre los buenos resultados obtenidos por los insumisos en la primera ronda, no será nada fácil teniendo en cuenta la magnitud del personaje de Melenchon.
Por su parte, Zemmour continuará su asalto a Le Pen apoyado en Marion Malenchal e intentará hacerse con el liderazgo de la derecha desbancando a Reagrupación Nacional, mientras que los partidos tradicionales, Socialista y Republicano, deberán repensar su modelo si quieren seguir existiendo.
En definitiva, un buen resultado para Francia y para la UE, pero más por lo que logra evitar que por lo que puede construir, y eso genera un escenario muy incierto de cara al futuro.
Eslovenia: Adiós a Jansa

La otra cita electoral de la noche tenía lugar en Eslovenia dónde el primer ministro y alumno aventajado de Orbán, Janez Jansa, se jugaba continuar en el poder.
Los indicadores económicos de Eslovenia son buenos, la recuperación post-covid va por buen camino y los índices de desempleo son bajos, por lo que realmente la oposición no tenía mucho recorrido atacando al gobierno por el lado económico, así que decidieron construir una campaña centrada en la democracia y la lucha contra la “Hungarización” de Eslovenia.
Jansa es un personaje muy particular que destaca por sus declaraciones excéntricas en público y su desdén por el sistema democrático. Uno de los mayores aliados de Orbán en la UE, es el espejo en el que se mira para establecer su poder y, al igual que su contraparte húngaro, que empezó a construir su modelo autoritario sobre la base del control de los medios de comunicación, Jansa ya estaba dando pasos en esa misma dirección.
El sistema de partidos esloveno está históricamente fragmentado y está vez la oposición estaba liderada por un partido de nueva creación, Gibanje Svoboda, Movimiento Libertad en castellano. La cara visible del partido es Robert Golob, un empresario de la energía que comanda un partido centrado en la ecología (aumentar la inversión en energía verde es su propuesta estrella) la moderación ideológica y, sobre todo, una ruptura con Orbán en defensa de la democracia y la libertad de prensa, además de un acercamiento a la UE.

Las encuestas pronosticaban un escenario igualado donde los partidos pequeños serían decisivos a la hora de formar gobierno. Finalmente no hubo color y Svoboda se impuso con una clara mayoría, consiguieron 41 diputados (a sólo 5 de la mayoría absoluta) mientras que el SDS de Jansa consiguió 27. Lo esperable es que Svoboda logre un acuerdo de coalición para gobernar sin sobresaltos con los socialdemócratas, dejando a Levica la oposición por la izquierda y al SDS por la derecha.
Esta victoria frena en seco el declive democrático en Eslovenia y profundiza aún más el aislamiento de Orbán, tras el cambio de gobierno en Republica Checa y su disputa con Polonia. Orbán se encuentra más sólo que nunca y su única opción es tratar de reconstruir la relación con Varsovia, algo que no será nada fácil al menos mientras dure la invasión de Ucrania.
La Unión Europea ha conseguido salvar una bola de partido importante, evita la explosión del proyecto europeo que supondría Le Pen y se quita un dolor de cabeza con Jansa, a la vez que contribuye al aislamiento de Orbán. Noche para celebrar en Bruselas y respirar con alivio hasta 2023 y la cita con las urnas italianas, dónde el proyecto europeo volverá a cuestionarse.

Estamos viendo como Europa juega un papel fundamental en las campañas de los estados miembros, el futuro de la Unión ha jugado un papel clave en Alemania, Hungría, Países Bajos, Francia y Eslovenia y, con la excepción de Hungría, las fuerzas proeuropeas han logrado imponerse en todas, veremos por cuánto tiempo puede aguantar la UE las amenazas constantes a su proyecto conteniendo la respiración en cada noche electoral.