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Finalmente, la oposición no pudo destronar a Erdogan en la primera vuelta. El actual presidente, con todo prácticamente en contra, logró no sólo salir vivo de los comicios del pasado domingo, sino imponerse por una diferencia de cinco puntos a su rival, Kemal Kilicdaroglu. Sin embargo, no pudo obtener el 50% de los votos por lo que se celebrará una segunda vuelta el día 28. La oposición tendrá una segunda oportunidad, pero esta vez, al contrario que el domingo pasado, el contexto favorece a Erdogan.

Erdogán durante un acto. Autor: geralt

La oposición decepciona

Las esperanzas puestas en la candidatura unitaria de la oposición eran grandes y su desempeño fue una decepción a tenor de las expectativas. Objetivamente, la oposición hizo un buen papel. De hecho, es la primera vez que alguien fuerza a Erdogan a una segunda vuelta, con todo, no cumplieron las expectativas y se quedaron a cinco puntos del actual presidente

A pesar de los temores al respecto no hubo irregularidades significativas a pesar de lo caótico del proceso. Caótico porque, al poco de empezar el recuento, la oposición denunció que los apoderados del AKP de Erdogan estaban disputando los resultados de muchas mesas electorales en las que estaba ganando Kilicdaroglu, lo que obligaba a recontar los votos. En algunas mesas, y según palabras de la oposición, este proceso se repitió hasta 11 veces.

El objetivo de esta estrategia era retrasar la subida al sistema de votos de aquellos favorables a la oposición, mientras que el recuento en los lugares favorables a Erdogan continuaba sin incidentes. Así, la ventaja de Erdogan crecía y podía declarar victoria antes de que terminara el recuento.

Esta situación provocó que durante toda la noche hubiera dos resultados, el que daba la agencia de noticias pública Anadolu y el que daban los canales de la oposición. Finalmente, aunque los números que daban ambos recuentos eran significativamente diferentes, fueron coordinándose según avanzaba la noche y no arrojaron diferencias significativas, por lo que Erdogan no cantó victoria antes de tiempo.

El momento de Erdogan

La oportunidad para la oposición de alcanzar el poder giraba en torno a la primera vuelta y en la segunda lo tendrá mucho más dificil por varios motivos. El primero, los números. Erdogan se quedó a 0,5 puntos del 50%, que le hubiera dado la victoria en primera ronda, y obtuvo 2.5 millones más de votos que Kilicdaroglu. Simplemente, Erdogan necesita sumar muchos menos votos que la oposición para imponerse.

Otra cuestión importante son las elecciones parlamentarias. El domingo, además de las elecciones presidenciales se celebraban elecciones parlamentarias en las que se impuso el AKP, el partido de Erdogan. La mayoría del AKP impide a la oposición, incluso en caso de ganar en segunda ronda, cambiar la constitución. Esto tiene una importancia capital pues la oposición se presentó con un programa articulado en torno a tres pilares, la democratización y devolución de poderes al parlamento, la aproximación a occidente y resolver la cuestión económica. Uno de estos tres pilares ya ha sido destruido.

Por otro lado, con una participación tan alta realmente no quedan muchos caladeros de votos sin explotar y la clave estará en los votantes del tercer candidato, Ogan. Sinan Ogan es un nacionalista de derechas con un discurso duro contra los kurdos y ya ha declarado que, si la oposición quiere su apoyo, debe romper sus lazos con los kurdos.

Esto no es una opción para la oposición pues los kurdos son una parte fundamental de la base de su apoyo electoral y sin ellos no tiene opción alguna de ganar. Además, el porcentaje de voto kurdo es mayor del que podría proporcionar Ogan, por lo que no tendría sentido sustituir uno por otro.

Asimismo, la oposición tampoco puede prescindir de Ogan. Sus votantes serán la clave para decantar las elecciones de un lado u otro y ambos lados tratarán de cortejar a su electorado. Así, Kilicdaroglu se encuentra en una situación dificil, debe encontrar la manera de conseguir el apoyo de Ogan sin alienar a los kurdos. No será nada fácil e, incluso de conseguirlo, nada garantiza que los votos de Ogan acaben en la oposición.

Ogan bien podría llegar a un acuerdo con la oposición y ese acuerdo ser lo suficientemente benigno o ambiguo con los kurdos como para que continuaran apoyando la coalición opositora, pero cuestión aparte es si sus votantes nacionalistas de derechas apoyarán a la coalición si el propio Ogan pide que lo hagan.

Bien es cierto que tanto unos como otros (kurdos y Ogan) saben que su única esperanza de influir en el nuevo gobierno es llegando a un acuerdo y apoyando a la oposición, con Erdogan no recibirán nada ninguno de los dos. Esto podría incentivarles a negociar en busca de un acuerdo sincero que refuerce a la oposición de cara a la segunda vuelta, pero continúa siendo una opción dificil.

Por último, otro factor clave es la dinámica interna de la oposición. No es descartable que surjan tensiones en la coalición tras los resultados. La incorporación o no de Ogan llevará la cuestión kurda al centro del debate y este es un tema extraordinariamente sensible para la coalición, que tendrá que abordarlo con cuidado si quiere mantenerse unida y sobretodo no mostrar sus diferencias en público antes de las elecciones.

Además, los miembros de la coalición estarán estudiando ahora los resultados y muchos tendrán que evaluar si les ha salido rentable o no pertenecer a la oposición. Sin mayoría en el parlamento tampoco puede descartarse que alguna formación decida romper la baraja, aunque, de nuevo, si quieren tener influencia alguna en el nuevo gobierno su única esperanza es Kilicdaroglu, por lo que deberían mantenerse unidos al menos hasta el día 28.

Esto no implica que la oposición vaya a perder. Quedan dos semanas de campaña que serán difíciles y podrían surgir flujos importantes de votantes en una y otra dirección. Se prevé un escenario igualado y ambos bandos aún tienen posibilidades de ganar, pero lo cierto es que la oposición se encuentra ahora en una situación mucho peor que la que tenía antes de la primera vuelta.

Kilicdaroglu se ha enfrentado electoralmente nueve veces a Erdogan perdiendo las nueve. Veremos si a la decima es la vencida o las esperanzas democráticas turcas son enterradas bajo la sombra de Erdogan.

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