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Dentro del espacio euroatlántico hay pocos países que tengan una relación tan especial con Rusia como Grecia. Tanto la religión como el alfabeto empleados actualmente en Rusia tienen un origen griego, además la presión rusa sobre los Balcanes en el siglo XIX facilitó la independencia griega del Imperio Otomano y es la base de la existencia del estado moderno griego. Existe una profunda y larga relación entre ambas naciones basada en lazos culturales e históricos, lo que se manifiesta en encuestas, la población griega ve con mejores ojos a Vladimir Putin que a Angela Merkel.[1]

Esta estrecha relación sumada a los desafíos que ha tenido que afrontar Grecia en los últimos años: una grave situación financiera, la crisis de los refugiados o el irredentismo turco con el Mavi Vatan, entre otros, durante los cuáles Atenas se ha sentido poco respaldada por sus aliados. Además, dentro de la cultura política griega existe un sentimiento extendido de “país maltratado” lo que ha dificultado tradicionalmente las relaciones griegas con sus socios occidentales.[2]

Autor: Manolis Kourounis

Por estas razones, se ha extendido el temor de que Grecia termine alineando sus intereses con los de la Federación Rusa, especialmente desde la victoria de Tsipras en 2015, y se convierta en un Caballo de Troya dentro de las instituciones euroatlánticas.[3]Esto supondría un grave problema, ya que podría bloquear los procesos políticos europeos o poner en peligro importantes instalaciones de la OTAN como el Centro de Entrenamiento Operativo de Interdicción Marítima (NMIOTC) en Creta.

A Moscú le interesa un debilitamiento del bloque euroatlántico y en ocasiones se ha considerado a Grecia como el “eslabón débil” que permita lograr esto. En este artículo analizaremos cómo han evolucionado las relaciones greco-rusas hasta la actualidad y si realmente existe la posibilidad de que Grecia se convierta en una quinta columna en el bloque occidental.

Papandreu y la URSS

El comienzo de las relaciones greco-rusas contemporáneas puede señalarse en los años 80, destacando la figura de Andreas Papandreu. Este político griego fue encarcelado en varias ocasiones durante el gobierno de Metaxas por sus ideas socialistas, para después exiliarse a Estados Unidos donde se licenció en Economía y Filosofía por Harvard.

Tras volver a Grecia, pasó a formar parte del partido político liderado por su padre, pasando a ser detenido tras el golpe de estado militar que instaura la Dictadura de los Coroneles en 1967, siendo liberado de nuevo un año y medio después. Tras el restablecimiento de la democracia en 1974, funda el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK).

Papandreou en 1968 en un mitin contra la dictadura en Amsterdam.

Más tarde, prometiendo grandes reformas sociales y aprovechando el descontento de la población griega ante la indiferencia internacional durante la invasión turca de Chipre, el PASOK llega al poder. Entre sus promesas electorales estaba abandonar la Comunidad Económica Europa y la OTAN, aunque estando en el gobierno estas políticas fueron finalmente descartadas.

Aun con todo, Papandreu estrechó lazos con la Unión Soviética y otros países cercanos a Moscú como Libia, Polonia o Bulgaria. Se modificó la doctrina griega de defensa eliminando a la Unión Soviética de las amenazas al país y colocando en su lugar a Turquía. En Washington temían que Papandreu se acercara tanto al bloque del este que comenzará a filtrar tecnología militar de la OTAN.[4]

Las relaciones económicas comenzaron en el campo energético, con la visita del primer ministro soviético Nikolái Tikhonov en 1982, el gobierno griego acordó la compra de dos millones de toneladas de crudo anualmente (20% del consumo anual del país). En 1987 un nuevo acuerdo anunciaba la compra de mil millones de dólares de metros cúbicos de gas anuales y se iniciaron conversaciones sobre un posible gaseoducto que conectara la URSS y Grecia. Los soviéticos también realizaron inversiones, otorgaron apoyo técnico y acuerdos comerciales beneficiosos para Grecia.

El fin de la URSS y el Islamiko Tóxo

Los años 90 y el fin de la URSS fueron bastante problemáticos para Grecia, las alianzas informales tejidas por Papandreu desaparecieron y los Balcanes se convirtieron en una región convulsa. En primer lugar, la creación de Macedonia, un nuevo estado que pese a tener orígenes eslavos convirtió a Alejandro Magno en su símbolo nacional y ejercía reclamaciones territoriales sobre territorio griego. En segundo lugar, Yugoslavia, país con el que mantenía buenas relaciones y compartía lazos culturales, comenzó a desintegrarse.

DAVOS / SUIZA, 31 DE ENERO DE 1988 - La Declaración de Davos, un histórico apretón de manos entre los Primeros Ministros de Turquía y Greci, de izquierda a derecha Kurt Furgler, presidente de la reunión anual; Jean-Pascal Delamuraz, Consejero Federal de Suiza; El primer ministro Andreas Papandreou de Grecia; El primer ministro Turgut Özal de Turquía; Luzius Schmid, alcalde de Davos; y Klaus Schwab. La foto fue tomada en el Ayuntamiento de Davos durante el Foro de Gestión Europea, el predecesor del Foro Económico Mundial en Davos en 1988. Fuente

Además, Albania se convirtió en un problema migratorio por la gran cantidad de albaneses que cruzaban a territorio heleno. La preocupación griega se incrementó al sentir que Turquía estaba utilizando la inestabilidad balcánica para debilitar a Grecia creando un “Arco Islámico” (Islamiko Tóxo) con el visto bueno de Washington.  Las tensiones con Turquía continuaron aumentando, principalmente debido a las discusiones de delimitación territorial y soberanía.

Para lidiar con esto Grecia adoptó una diplomacia de línea dura, aprovechando su poder de veto como miembro de la Comunidad Europea, forzó la entrada de Chipre en la UE amenazando con bloquear la entrada de los países del Este y trató de crear un anillo de seguridad alrededor de Turquía estrechando lazos con Siria, Armenia y Rusia entre otros.

Moscú, que vio con buenos ojos la cooperación con Grecia, ya que en ese momento concibió a Turquía como una amenaza para sus intereses debido al creciente islamismo en el Cáucaso y la pérdida de influencia en Asia Central ante Turquía, por lo que ambos países firmaron un tratado de amistad y cooperación en 1993, año en el que Yeltsin visitó Atenas. Grecia por su parte trató de apoyar a Rusia en su acercamiento a Occidente y fomentó una diplomacia más constructiva, mejorando su imagen dentro del bloque europeo.

La colaboración militar entre ambos países ha sido limitada, principalmente porque el conflicto greco-turco siempre ha sido muy delicado para Moscú, no puede enemistarse ni con Grecia ni con Turquía ya que ambos países son relevantes para sus intereses, por lo que siempre ha adoptado una posición ambivalente, cuidando que sus acciones amistosas no fueran demasiado pronunciadas para no molestar a la otra parte.

La situación de seguridad griega siempre ha estado irremediablemente ligada a la de Chipre. En 1994 ambos países adoptaron una doctrina de defensa unificada y en 1997 se hizo público un acuerdo sobre un contrato de venta de sistemas antiaéreos rusos S-300 PMU1s a Chipre por valor de 660 millones de dólares. La respuesta turca fue previsiblemente belicosa, amenazó con una acción militar en el emplazamiento de los sistemas, buscó asesoramiento israelí para saber cómo neutralizarlos y consultó a Estados Unidos su visión sobre el ataque unilateral turco, que desde Washington recibió una respuesta negativa.

Finalmente, este conflicto se resolvió a finales de 1998, cuando los griegos accedieron a desplegar estos sistemas en la isla de Creta, aunque formalmente seguían perteneciendo Chipre, en la práctica fue Grecia quien se hizo con los sistemas rusos[5]. Seguramente esto no fue visto con buenos ojos desde Washington y curiosamente se produciría una situación similar en el bando turco, con la adquisición en 2017 de S-400 por parte de Turquía.[6]

A cambio de quedarse con los S-300, Grecia cedió a Chipre más material ruso, sistemas TOR-M1 y Buk-M1. Aunque Moscú provee solamente una pequeña fracción de los suministros militares griegos, sigue siendo algo digno de mención que un miembro de la OTAN mantenga y actualice sistemas de armas rusos. El último acuerdo relevante podemos fecharlo en 2007, fue firmado en Moscú por un valor de 1.2 mil millones de euros por la adquisición de 420 blindados BMP-3M.[7]

La caída de la URSS también permitió el surgimiento de nuevos vínculos entre ambos países, se puso fin al ateísmo del estado soviético y la religión volvió a ser un elemento importante dentro de la política rusa. El Patriarca Ruso Alexei II visitó Grecia y Chipre en 1992, en este último país mostró una clara visión pro-griega criticando la falta de cooperación por parte de Ankara en la búsqueda de los desaparecidos durante la invasión y denunció la destrucción de santuarios ortodoxos por parte de las tropas turcas.[8]

En el año 2000, George Papandreu, hijo de Andreas, que ocupaba el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores, declaró en una reunión con Igor Ivanov, ministro ruso de exteriores en aquel momento, que “Grecia es el único país ortodoxo en la Unión Europea y en la OTAN, por lo que es un puente entre la Europa ortodoxa y la no-ortodoxa”[9]. Previamente a esta reunión, Alexei II bendijo a ambos ministros. La religión se ha convertido en un pilar en la relación entre ambos países y ha sido transversal a las ideologías, Tsipras, ateo declarado que rechazó jurar su cargo de primer ministro sobre la biblia, presentó sus respetos al Patriarca Kiril en 2015 durante una visita a Moscú.[10]

Alexei II con Vladimir Putin durante el día de navidad, 7 de enero de 1992. Fuente

Burgas-Alexandropolis y South Stream

Pero lo más destacable de las relaciones entre ambos países es el sector energético. En este sentido, las relaciones comenzaron a desarrollarse en los años 90. En 1996 Grecia comenzó a importar gas ruso basándose en el contrato de 1987.  En los 2000, Grecia importaba el 70% de su gas y el 40% de su crudo desde Rusia. En palabras del subsecretario de desarrollo de la época, Alexandros Kalafatis, Grecia estaba creando alianzas económicas para convertirse en un centro regional de distribución de energía. Estas declaraciones se hicieron en el contexto de la visita de Vladimir Putin a Atenas en 2001.

El principal impulso a las relaciones greco-rusas fueron dos proyectos multimillonarios: el oleoducto Burgas-Alexandropolis y el gaseoducto South Stream. En aquel momento estaba en el poder el partido conservador Nueva Democracia (ND) que había derrotado al PASOK en las elecciones de 2004. El Primer Ministro Karamanlis firmó un triple acuerdo con Vladimir Putin y Sergei Stanishev, Primer Ministro Búlgaro.

El proyecto en cuestión gozaba de una financiación de 1,13 billones de dólares para establecer las infraestructuras que permitieran bombear 35 millones de toneladas anuales de crudo ruso y kazajo desde el Mar Negro al Egeo. Esto aseguraría las exportaciones de crudo desde el puerto de Novorosisk, que eran especialmente dependientes del tránsito por el Bósforo, a cambio Grecia recibiría 80 millones de dólares anualmente y aumentaría el desarrollo local en la región de Evros, fronteriza con Turquía y Bulgaria.

En verde la ruta del oleoducto Burgas-Alexandropolis, en rojo la tradicional ruta a través del Bósforo. Fuente: Hellenic Petroleum

El South Stream se convirtió en un asunto de interés nacional, tanto los miembros de ND como la oposición del PASOK votaron a favor y las preocupaciones sobre una dependencia rusa fueron fácilmente contraargumentadas, ya que la otra opción era depender de Turquía. Los acuerdos se formalizaron tras el fin de la guerra con Georgia, por lo que Grecia fue uno de los primeros países en adoptar una actitud amistosa con Rusia.

Pese a las grandes expectativas, ambos proyectos no se materializaron. En el caso del oleoducto Burgas-Alexandropolis, el plan se fue retrasando por el gobierno búlgaro de su fecha inicial en octubre de 2009 para finalmente anunciar en 2010 su retirada del mismo por la gran oposición local en la ciudad de Burgas, ya que el proyecto amenazaba el ecosistema local.

Por la parte griega preocupaba que el oleoducto no fuera rentable ya que Rusia no dio garantías de que el volumen de crudo llegara a ser beneficioso y el tránsito por el Bósforo en la práctica era más rentable, además el PASOK (en la oposición) criticó el proyecto ya que ponía en peligro territorios protegidos por el programa EU NATURA 2000. A nivel europeo también existían ciertas preocupaciones de que compañías estatales rusas construyeran nuevas infraestructuras estratégicas en territorio europeo.

Los gasoductos de transporte de gas natural South Stream y Nabucco. Los países miembros de la UE están en verde. Autor: Samuel Bailey (sam.bailus@gmail.com)

El South Stream también fue un proyecto fracasado, en 2012 Gazprom decidió centrarse en las ramificaciones que conectaban el centro Europa y el norte de Italia, ya que la caída de la demanda griega por la crisis económica no hacía rentable la inversión. Otros proyectos interesantes a mencionar son el oleoducto Trans-Adriático que envía gas desde Azerbaiyán hasta Italia, en el que Gazprom vio frustrado su intento de una mayor de participación y el TurkStream, del que Grecia lleva años esperando una participación a través de una extensión que aún no se ha materializado.[11]

Tsipras y el ΟΧΙ (no)

El período de Tsipras es especialmente interesante, ya que fue uno de los momentos clave de la Grecia moderna y, aunque en un segundo plano, Rusia estuvo presente en la toma de decisiones más trascendentales que se produjeron en Atenas. Enfrentado con Bruselas ante las duras condiciones del recate, Tsipras vio en Rusia una posible salida a la crisis, aunque un rescate de Moscú era casi imposible por su propia situación económica maltrecha por las sanciones y el bajo precio del crudo.

De todos modos, Tsipras visitó Moscú en abril de 2015. Fue una visita poco provechosa, no se logró que Rusia levantara las restricciones de importaciones de productos alimenticios griegos y el único interés mostrado por parte de Moscú fue sobre privatizar las vías y el puerto de Tesalónica, el segundo más grande de Grecia.

Meses después, el periódico To Vima publicó un reportaje en el que señalaba que en la reunión Tsipras solicitó un préstamo de 10 mil millones de dólares para financiar la vuelta del dracma a Grecia, a cambio Grecia se comprometía a apoyar la narrativa del Kremlin en Ucrania, incluyendo un supuesto referéndum de independencia en el Donbass.

Tsipras durante su reunión con Putin en 2015. Fuente: Αλέξης Τσίπρας Πρωθυπουργός της Ελλάδας

Esta historia fue confirmada parcialmente por el presidente francés François Hollande en un libro en el que aseguraba que Putin le dijo que el gobierno griego le contactó para imprimir dracmas en Rusia[12]. Desde el Kremlin fue todo negado y declararon que no era posible para el Fondo Nacional de Inversión Ruso reunir la cantidad de 10 billones de dólares.[13]Finalmente, pese a la victoria del OXI (no) en el referéndum sobre el rescate y la narrativa del gobierno de Tsipras, Grecia acabó aceptando las condiciones de la Troika.

Las tensiones tras el rescate: Injerencias y expulsiones

Independiente de la ideología política, los dirigentes de Atenas han visto a Rusia como un colaborador o una posible alternativa. Sin embargo, Moscú nunca se ha posicionado como un aliado infalible de Grecia y se ha aproximado a ella en función de intereses momentáneos, manteniendo distancias cuando aquello que solicitaba Atenas suponía un compromiso que Rusia no estaba dispuesto a cumplir. Un ejemplo de este enfoque pragmático se puede apreciar en el conflicto greco-turco, donde Rusia nunca se ha posicionado abiertamente del lado griego por la gran importancia que tiene Turquía para sus intereses.

Tras el rescate griego las relaciones entre Atenas y Moscú han pasado por ciertas dificultades. Por la parte griega hay que mencionar en primer lugar el Acuerdo de Prespa, la histórica resolución de la disputa entre Grecia y Macedonia del Norte. A Rusia no le interesaba la resolución de este acuerdo ya que Grecia levantaría el veto sobre la entrada de Macedonia del Norte en la OTAN como finalmente ocurrió. Las críticas del ministerio de exteriores ruso a este acuerdo fueron muy mal recibidas desde Atenas[14], ya que la administración de Tsipras lo veía como una de las acciones más importantes de su gobierno.

Además, las autoridades griegas expulsaron a dos miembros del personal diplomático ruso y prohibieron la entrada al país de otros dos. La razón fue una grave interferencia en los asuntos domésticos, se les acusaba de intentar sobornar a funcionarios griegos y de influenciar a las autoridades religiosas locales para fomentar la oposición al acuerdo con Macedonia del Norte, las acciones híbridas de desestabilización rusas de este tipo son ya conocidas en Europa. Esta expulsión fue bastante llamativa, ya que Grecia no había apoyado la deportación de  diplomáticos rusos a raíz del caso Skripal ni otras acciones diplomáticas conjuntas de los gobiernos europeos. Esta expulsión fue mal recibida en Moscú y aseguraban que detrás de la decisión griega estaba Estados Unidos.[15]

Protestas contra el Acuerdo de Prespa. Fuente: E. Krithari

Además de esta expulsión, ha habido otros gestos que Moscú ha considerado como hostiles y han perjudicado las relaciones. En 2018 el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, institución reconocida como primus inter pares respecto al resto de iglesias ortodoxas, anunció su intención de otorgar la autocefalía a la Iglesia ortodoxa ucraniana que estaba supeditada a la Iglesia ortodoxa rusa. A raíz de esto, el Patriarcado de Moscú rompió la “comunión eucarística” con el Patriarcado de Constantinopla, una especie de ruptura de relaciones entre iglesias ortodoxas y planteó dejar de reconocer el puesto honorífico de Constantinopla como primus inter pares.[16]

Otro suceso que afectó a las relaciones entre ambos países fue el caso de Alexander Vinnik, nacional ruso que fue acusado por Estados Unidos de lavar cuatro mil millones de dólares a través de una plataforma de criptomonedas. Arrestado por la policía griega, su extradición fue solicitada por Estados Unidos, Francia y Rusia. Finalmente fue extraditado a Francia, aunque según el abogado de Vinnik es un paso previo para su extradición a EE.UU. Que no se aceptara la petición rusa de extradición molestó lo bastante en Moscú como para que el Ministerio de Asuntos Exteriores acusara a las autoridades griegas de “continuar complicando sus relaciones con Rusia”.[17]

En Moscú no ha gustado el acercamiento entre Grecia y Estados Unidos, así como en Atenas observan con recelo la cordialidad entre Rusia y Turquía, por ejemplo, ante la tímida reacción por parte de Rusia con la transformación de Santa Sofía en una mezquita.[18]Pese a los tropiezos de estos últimos años, las relaciones se han recuperado y continúan siendo muy cercanas. Se puede considerar a Grecia un país especialmente amistoso con Rusia dentro del espacio euroatlántico, como vimos con su negativa a relacionar a la Federación Rusa con la detención del periodista bielorruso Protasevich[19].

Sin embargo, esto no debe hacernos pensar que Grecia respaldará toda política del Kremlin, ya que Grecia tiene su propia agenda independiente y actuará de acuerdo a sus intereses, aunque no guste en Moscú como pudimos ver en el caso del Acuerdo de Prespa. Más que un Caballo de Troya, podemos verlo como un interlocutor que será mejor recibido en el Kremlin que otros y plantea puntos de vista más apaciguadores respecto a Rusia, incluso negándose a imponer sanciones, Grecia seguirá siendo mucho más cercana al bloque euroatlántico que a Moscú.

Bibliografía

Alina Polyakova, M. K. (15 de Noviembre de 2017). The Kremlin’s Trojan Horses 2.0. Obtenido de Atlantic Council: https://www.atlanticcouncil.org/in-depth-research-reports/report/the-kremlin-s-trojan-horses-2-0/#greece

Bechev, D. (2017). Rival Power: Russia in Southeast Europe. New Haven: Yale University Press.

Ekathimerini. (2017). Poll shows Greek attitudes towards Russia uneven. Obtenido de Ekathimerini: https://www.ekathimerini.com/news/222272/poll-shows-greek-attitudes-towards-russia-uneven/

Ekathimerini.com. (18 de Julio de 2020). Minister: Russian statement on Hagia Sophia ‘almost hostile’. Obtenido de Ekathimerini.com: https://www.ekathimerini.com/news/254862/minister-russian-statement-on-hagia-sophia-almost-hostile/

Europapress. (Octubre de 2018). La Iglesia Ortodoxa de Rusia rompe con el Patriarcado de Constantinopla por su decisión sobre Ucrania. Obtenido de https://www.europapress.es/internacional/noticia-iglesia-ortodoxa-rusia-rompe-patriarcado-constantinopla-decision-ucrania-20181015190704.html

Greeknews. (13 de Abril de 2015). Russian Orthodox Patriarch Kirill Gives Greek Prime Minister a Dressing Down in Tense Meeting. Obtenido de Greeknews: http://greeknewsnetwork.com/2015/04/russian-orthodox-patriarch-kirill-gives-greek-prime-minister-a-dressing-down-in-tense-meeting/

Iddon, P. (Enero de 2021). Is Turkey’s Procurement Of Russian S-400 Missiles Really Comparable To Greece’s Past Procurement Of S-300s?Obtenido de Forbes: https://www.forbes.com/sites/pauliddon/2021/01/12/is-turkeys-procurement-of-russian-s-400-missiles-really-comparable-to-greeces-procurement-of-s-300s/?sh=7dc145b56aec

Knews. (15 de Enero de 2019). Greek Foreign Ministry: Russia undermines Prespes peace deal. Obtenido de http://knews.kathimerini.com.cy/en/news/greek-foreign-ministry-russia-undermines-prespes-peace-deal

Kokkinidis, T. (15 de Octubre de 2019). Did Greece's SYRIZA Government Ask Russia to Print Drachmas in 2015?Obtenido de Greek Reporter: https://greekreporter.com/2019/10/15/did-greeces-syriza-government-ask-russia-to-print-drachmas-in-2015/

Michalopoulos, S. (26 de Mayo de 2021). Greek PM: No information about Russian involvement in Belarus state hijacking. Obtenido de Euroactiv: https://www.euractiv.com/section/politics/short_news/greek-pm-no-information-about-russian-involvement-in-belarus-state-hijacking/

Ntampoudi, I. (2014). Reflections on the (Greek) Underdog Culture: A rebellious and Radical political identity. Birmingham: Aston Centre for Europe, Aston Universsity. Obtenido de Aston Centre for Europe.

Partz, H. (14 de Julio de 2018). Greek Court Rules to Extradite Alexander Vinnik, Accused of Laundering $4 Bln in Bitcoin. Obtenido de Cointelegraph: https://cointelegraph.com/news/greek-court-rules-to-extradite-alexander-vinnik-accused-of-laundering-4-bln-in-bitcoin

Tzogopoulos, G. (23 de Octubre de 2020). Greek-Russian Relations: A Potential to Mend Strained Ties. Obtenido de ELIAMEP: https://www.eliamep.gr/en/publication/%CE%BC%CE%B9%CE%B1-%CE%B5%CF%85%CE%BA%CE%B1%CE%B9%CF%81%CE%AF%CE%B1-%CE%B3%CE%B9%CE%B1-%CE%B1%CF%80%CE%BF%CE%BA%CE%B1%CF%84%CE%AC%CF%83%CF%84%CE%B1%CF%83%CE%B7-%CF%84%CF%89%CE%BD-%CF%83%CF%87%CE%AD/

UPI Archives. (15 de Febrero de 1992). Russian patriarch to visit Cyprus. Obtenido de UPI: https://www.upi.com/Archives/1992/02/15/Russian-patriarch-to-visit-Cyprus/2925698130000/


[1](Ekathimerini, 2017)

[2](Ntampoudi, 2014)

[3](Alina Polyakova, 2017)

[4](Bechev, 2017)

[5](Bechev, 2017)

[6](Iddon, 2021)

[7](Bechev, 2017)

[8](UPI Archives, 1992)

[9](Bechev, 2017)

[10](Greeknews, 2015)

[11](Bechev, 2017)

[12](Kokkinidis, 2019)

[13](Bechev, 2017)

[14](Knews, 2019)

[15](Tzogopoulos, 2020)

[16](Europapress, 2018)

[17](Partz, 2018)

[18](Ekathimerini.com, 2020)

[19](Michalopoulos, 2021)

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