¿Es la guerra de Afganistán un nuevo Vietnam?
Por Diego Duarte Valdivia
Al igual que el Vietcong en la guerra de Vietnam, los talibanes utilizan la guerra de guerrillas para combatir las fuerzas norteamericanas en Afganistán. Realizan emboscadas y ataques sorpresas para luego refugiarse en el anonimato de la población civil y, con el acuerdo de paz de Dohan, pareciera que ambas guerras van a tener resultados similares.
¿Es posible que EEUU haya vuelto a cometer los mismos errores en su larga historia militar?

El Acuerdo de Paz
Durante los años sesenta la sociedad estadounidense se preguntaba cuándo y cómo iba a terminar la guerra de Vietnam, una guerra que parecía no tener fin. El conflicto de Afganistán ha durado 19 años y pareciera que está llegando a lo que se promete, una paz para la nación asiática y un final para la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
En Qatar, el enviado especial de EEUU para la reconciliación en Afganistán, Zalmay Khalilzad, firmó un histórico acuerdo de paz entre el país presidido por Donald Trump y los talibanes.
El acuerdo fue histórico, pero también controversial. El gobierno afgano no participó en las conversaciones en Qatar y el gobierno estadounidense acordó la liberación de 5.000 prisioneros talibanes a nombre del gobierno presidido por Ashraf Ghani. Cuando Ghani se negó a la liberación de estos prisioneros, los talibanes lanzaron 75 ataques en un periodo de 4 días dejando 66 víctimas fatales. El gobierno de Trump respondió con ataques aéreos.
El retiro total de las tropas estadounidenses fue condicionado a que los talibanes logren negociar un acuerdo de poder compartido con el gobierno afgano. Pero los talibanes tienen la fuerza y el tiempo para esperar a que los americanos y sus aliados se retiren completamente de Afganistán antes de que estas negociaciones triunfen.

¿Una historia parecida?
Las similitudes entre ambas guerras son difíciles de ignorar. En la guerra de Vietnam, la justificación estadounidense era detener la expansión del comunismo a nivel internacional, mientras que en Afganistán era desarticular las redes de terrorismo islamista internacional. Sin embargo, para las fuerzas de combate vietnamitas y afganas, es una lucha nacionalista contra una ocupación extranjera.

La intervención estadounidense en Vietnam data de la década de los 50, con el envío de ayuda económica a Francia. Ya en 1965, el presidente Lyndon B. Johnson autorizó que las fuerzas estadounidenses entraran en combate. A finales de 1965, EEUU contaba con más de 180.000 soldados en Vietnam. La idea de la intervención armada en el país del sudeste asiático, era frenar el avance del comunismo, en lo que se denominó la “teoría del dominó”. Esto significaba que si un país se volvía comunista, sus vecinos en la región le seguirían.
En el caso de Afganistán, la intervención estadounidense se inicia en 1979, durante la guerra afgano-soviética. Estados Unidos envió armas, municiones y asesores militares en ayuda de los Muyahidines o, como fueron bautizados por Ronald Reagan, los “Freedom Fighters” (Combatientes por la Libertad), en su lucha contra los soviéticos que se encontraban apoyando a la joven República Democrática de Afganistán. Tras la retirada de los soviéticos en 1989, continuaron las hostilidades de los Muyahidines contra el gobierno comunista afgano hasta 1992, cuando cae definitivamente el comunismo en Afganistán. Se desató una guerra civil entre los Muyahidines por el poder hasta que, en 1996, los talibanes controlaron la mayor parte del territorio nacional hasta el 2001.

En 2001 y tras los atentados de las torres gemelas, EEUU acusa al Emirato Islámico de Afganistán, gobierno talibán que controlaba la mayor parte del territorio afgano, de albergar a Osama Bin Laden y a Al-Qaeda. Tras el derrocamiento de los talibanes del gobierno, vinieron consigo 13 años de ocupación, inestabilidad política y atentados terroristas que atormentaron a un pueblo que difícilmente puede describir la palabra paz.
Las autoridades estadounidenses dieron a entender que los talibanes tenían pretensiones globales. Pero en la realidad nunca han mostrado ambiciones ni regionales, ni globales. Solo nacionales.
Las fuerzas estadounidenses confundieron a Al-Qaeda con los talibanes. Dos fuerzas completamente diferentes.
Pero, ¿cuáles son las diferencias?
Al-Qaeda:
· Fundado en Afganistán en 1988.
· Al-Qaeda significa “La Base”.
· Su líder histórico fue Osama Bin Laden.
· Buscaba convertir a los países árabes en regímenes teocráticos donde la única ley sería la sharía o ley islámica.
· Responsables de los atentados del 11 de septiembre en EEUU.
Talibán:
· Surgieron en 1989 durante la guerra civil afgana, tras el retiro de las tropas soviéticas de Afganistán.
· Su nombre viene de la palabra “talib” que significa “estudiante”.
· En 1994 controlaron la zona sur del país, prometieron a la población afgana pacificar el país y luchar contra la corrupción.
· Hicieron cumplir su propia versión de la sharía e introdujeron castigos brutales. Los hombres debieron dejarse crecer la barba y las mujeres tuvieron que comenzar a usar el burka para cubrir todo su cuerpo.
Tanto en Afganistán como en Vietnam, EEUU apoyó a gobiernos corruptos que no controlaban la totalidad del territorio, carecían de apoyo popular y sufrían de divisiones políticas internas.
Al igual que en Vietnam, EEUU no ha sido capaz de mantener posiciones en Afganistán. Mientras que de forma gradual incrementaron el número de combatientes estadounidenses.

Los ataques aéreos tanto en Vietnam como en Afganistán se cobraron víctimas civiles. En ambas guerras esto generó un profundo rechazo de la población civil hacía la intervención extranjera en sus países. Familiares de las víctimas aumentaron las filas de los talibanes y el Vietcong. Ambas fuerzas insurgentes han contado con un respaldo de la población rural, ya sea por la coerción o la simpatía.
De acuerdo al Bureau of Investigative Journalism, entre 4.000 y 10.000 personas han fallecido por ataques de drones en Afganistán. De los cuales entre 66 y 184 son niños.[1]

El Vietcong contaba con la retaguardia en Laos, Camboya y China. Además, recibían ayuda económica y militar de China y la URSS. Los talibanes cuentan con la retaguardia de Pakistán y el apoyo del servicio de inteligencia pakistaní.
En 1971, el New York Times publicó los “Papeles del Pentágono”. Miles de documentos clasificados que probaban que el gobierno de Johnson sabía que se estaba perdiendo la guerra. El desempeño de la prensa no sólo sirvió para exponer las mentiras del presidente demócrata. También reveló cómo el republicano presidente Richard Nixon engañó al pueblo estadounidense sobre el desarrollo de la guerra.
En 2019, el Washington Post publicó los “Papeles de Afganistán”. Una investigación de 6 partes que, con fuentes gubernamentales, demostró que la administración de Bush, Obama y Trump sabían de la realidad de la guerra de Afganistán, que al igual que la de Vietnam, se estaba perdiendo y le mintieron al pueblo estadounidense.[2]

Las fuerzas armadas de Afganistán, lo mismo que las de Vietnam del Sur, están desmoralizadas y existe un gran índice de deserciones. A pesar de los entrenamientos y las millonarias inversiones que ha realizado EEUU en equipos, armas y municiones.
Inclusive en las negociaciones hay semejanzas en los dos conflictos. En 1973, Lê Đức Thọ, miembro del politburó del partido comunista vietnamita, y Henry Kissinger, consejero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, firman los acuerdos de paz de París que pone fin a la intervención estadounidense en Vietnam. En dichas negociaciones no fue incluido el gobierno de Vietnam del sur, el régimen por el cual Estados Unidos estaba combatiendo.
En la firma del acuerdo de Doha, no se incluyó al gobierno del presidente Ghani. En ambas negociaciones, el Vietcong y los talibanes exigieron que las negociaciones con EEUU excluyeran a los regímenes que los norteamericanos apoyaban. En ambos casos EEUU aceptó.
El retiro del apoyo militar y no haber sido incluidos en las mesas de negociaciones, tanto al gobierno de Afganistán como el de Vietnam del Sur, genera una debilidad potente. Una debilidad que tanto el Vietcong como los talibanes pudieron evidenciar.
Una diferencia significativa que hay entre ambas guerras es en la cantidad de bajas estadounidenses. En Vietnam fallecieron 58.000 estadounidenses, mientras que en Afganistán solo 2.300 hasta el momento.
Ryan Crocker, ex embajador estadounidense en Afganistán, cree que ambas negociaciones fueron en realidad rendiciones. En el New York Times, Crocker dijo sobre las negociaciones en Doha; “no puedo ver esto como algo más que ponerle lápiz labial a una retirada estadounidense”.[3]
Crocker incluso afirma que una retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, daría lugar a que los talibanes se tomen el país. Como ocurrió tras la retirada de tropas estadounidenses en Vietnam del sur.
Al igual que en Vietnam con los sectores anticomunistas o liberales, es muy posible que en este escenario los talibanes tomen represalias con los sectores contrarios a a sus postulados. Este miedo es especialmente fuerte en las mujeres.

¿Qué viene ahora?
Ahora en el año 2020, la guerra de Vietnam es un doloroso recuerdo para el pueblo estadounidense. Fue un conflicto que parecía no tener fin, destruyó la moral del ejercito y las protestas en casa estuvieron a punto de dividir el país.
Las pérdidas de vidas humanas impactaron profundamente en el corazón de, en ese entonces, la nación más poderosa del mundo. El fin de la guerra fue una humillación a nivel mundial. Si el objetivo de la guerra era, efectivamente, evitar que los comunistas se tomaran Vietnam, EEUU perdió esa guerra.
En el caso de Afganistán, EEUU no fue capaz de implementar un estado occidental, erradicar la economía en base al opio y eliminar la contrainsurgencia.
Osama Bin Laden fue asesinado en 2011, los campos de entrenamiento de Al-Qaeda en Afganistán fueron destruidos. Si Afganistán ya no es un albergue de grupos terroristas islámicos, sólo el tiempo nos dirá.

[1] https://www.thebureauinvestigates.com/projects/drone-war/afghanistan
[2] https://www.washingtonpost.com/graphics/2019/investigations/afghanistan-papers/afghanistan-war-confidential-documents/#nav
[3] https://www.nytimes.com/2019/02/02/sunday-review/war-vietnam-afghanistan-withdrawal.html