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Agencia EFE

Es una realidad que en los últimos 10 años aproximadamente, Argentina ha incluido en su agenda política la lucha contra el crimen organizado transnacional. Como resultado de ello se han incrementado fondos y recursos para la lucha contra este delito, pero mayormente sus esfuerzos han sido concentrados en el“narcotráfico” o mejor dicho en el narco-menudeo mal llamado narcotráfico. Y porque digo esto, pues bien, el narcotráfico abarca una figura delictiva que responde a que este delito sea transnacional, sin embargo el narco-menudeo es el producto final de todo el aparato criminal del narcotráfico, es decir, la venta al público de droga en una localidad en particular o varias, por lo tanto decir que la venta local de droga es narcotráfico seria elevar esta figura delictual local a nivel internacional y no es así.

Ahora bien en los últimos 10-12 años en Argentina y principalmente en las zonas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Conurbano Bonaerense sehan incrementado los esfuerzos por “combatir” el crimen organizado transnacional, o mejor dicho el producto final de la cadena de narcotráfico es decir la venta de droga –narcomenudeo-.

Acciones del Estado para lograr sus objetivos

Aplicando una política de seguridad un poco arcaica y lejos de tener un efecto de neutralización respecto a esta y otras figuras delictuales, el Estado Argentino sigue implementando una política de seguridad consistente en la saturación de zonas.

La saturación de zonas

Este sistema consiste en, una vez detectada la zona “caliente” o zona demayor conflictividad social (en este caso referente al narco-menudeo), el lugar se inunda con efectivos de seguridad pública (saturación de zona). Esto ocurre cuando se detectan aquellos barrios o ciudades, con la mayor proliferación de este delito a tratar y por supuesto la resistencia que ello conlleva (enfrentamientos armados contra personal de la seguridad pública, simbiosis barrial, etc.).

Respecto al personal de seguridad pública que suele ser utilizado para implementar estos operativos generalmente corresponde a; Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y por supuesto la Policía de jurisdicción, pero toda esta operación es por un tiempo determinado, ya que la delincuencia al ver que la zona esta minada de personal de seguridad pública, comienza a desplazarse a otras zonas generalmente aledañas (desplazamiento del delito).

Entonces cuando esto sucede el Estado decide levantar el operativo de saturación, se abandona la zona actual (quedando la misma con la seguridad por defecto), para continuar implementando la misma operación de seguridad en las nuevas zonas calientes.

Como podemos observar, el resultado final de este tipo de operaciones de seguridad pública “saturación de zonas” es, incurrir en un fenómeno muy conocido dentro del derecho penal llamado “el desplazamiento del delito”, como su mismonombre lo dice, la delincuencia al ver que no puede realizar sus actos criminales se muda a una zona aledaña para continuar con su actividad criminal.

Pues bien, sabiendo en que consiste esta política de seguridad pública que se ha estado implementando dentro del Conurbano Bonaerense y CABA durante más de 10 años, simplemente con ver los resultados que se han obtenido -que son de público conocimiento-, podemos dilucidar que no es una política de seguridad adecuada, sino que, el resultado de esta política es desplazar el delito, el cual nunca deja de existir y tampoco se reduce en cifras reales, debido a que al desplazarse sigue la actividad criminal, pero en una zona diferente.

Una de las perspectivas que encuentran esta política de seguridad atractiva al punto de seguir implementándola, es el fuerte impacto mediático y social que genera, debido a su fuerte imagen de un Estado presente a través de la superpoblación de personal de seguridad publica en estas zonas.

Todo ello responde a que las zonas de mención se han convertido en “zonas mediáticas” debido a la continuidad prolongada de gran violencia y criminalidad existente.

Es importante que el Estado responda mediática y socialmente con el mismo grosor de impacto ante la criminalidad, ya que, la sensación de“inseguridad” no debe prevalecer en los ciudadanos, puesto que el temor constante produce desconfianza en el Estado, lo cual podría verse reflejado en las urnas. También es importante que los medios publiquen una presencia de seguridad pública, un Estado presente sobre estas zonas, que se vea un Estado activo y dispuesto a combatir el crimen.

Teniendo en cuenta estas perspectivas sobre la política de seguridadimplementada, podríamos justificar de alguna manera, el “por qué” todavía sesigue implementando una política de seguridad tan antigua, que no brindaresultados concretos y verdaderos, sino que simplemente se limita a “tapar agujeros sobre la marcha”.

Respecto a los verdaderos resultados que deberíamos esperar en función a una correcta política de seguridad personalizada y diseñada exclusivamente para estas problemáticas delictivas en estas zonas puntuales serian, la neutralización de carteles de droga o bandas de la criminalidad organizada transnacional, que

operan dentro de la República Argentina. Aquellas bandas criminales que utilizan toda una logística operacional y diversos recursos para ingresar el producto ilícito, sacar gente privada de su libertad ilegalmente, todo ello utilizando armamento de grueso calibre para lograr su impunidad ante la comisión de estos delitos.

Jurisdicción y Ámbito de competencia territorial

El combate contra el narcotráfico o narco-menudeo se ha convertido en una especie de batalla de medios, por un lado las noticias que constantemente“bombardean” al pueblo mostrando lo que sucede y por el otro el Estadomostrándose reactivamente contra el crimen, pero en este segundo caso con una estrategia de seguridad poco efectiva y falta de inversión en los verdaderos dispositivos de seguridad que se deberían implementar para lograr erradicar a las organizaciones criminales internacionales que están operando activamente en Argentina y que están detrás del narco-menudeo.

Si hablamos de una correcta implementación de estrategias de seguridad y manipulación de recursos humanos y logísticos, los decisores en materia de seguridad, deberían tener en cuenta el principio de ámbito de competencia territorial que son establecidos en la Constitución Nacional y las Provinciales, y con ello aclarar puntualmente la diferencia existente entre Jurisdicción y ámbito de competencia territorial.

Con esto daremos el siguiente ejemplo: en el año 2018 en Argentina se celebró el G20, algunos países participantes donaron a la Argentina diferentes equipos y elementos de seguridad y defensa, otros elementos simplemente fueron comprados. Las nuevas adquisiciones logísticas de última generación de seguridad fueron asignadas a las fuerzas federales.

Ahora bien, entre el conurbano y capital viven aproximadamente 19 millones de personas, Argentina tiene una población de 44 millones de personas aproximadamente, es decir casi la mitad del país vive en estas zonas.

La Cuidad Autónoma de Buenos Aires (CABA) tiene la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Estas dos policías tienen la obligación de combatir todos los delitos incluyendo los delitos federales (Crimen Organizado Transnacional), puesto que por el principio de oficiosidad están obligadas a ello. Luego de la intervención en primera instancia de estas instituciones cuando se constatan que son delitos federales se declina la competencia a la justicia federal, pero quienes son prevención y represión en primera instancia de todos los delitos en estas zonas son ambas instituciones policiales y no las fuerzas federales.

Sin embargo los mayores recursos del Estado y los adquiridos simbólicamente de última generación (G20), son provistos a las fuerzas federales, quienes tienen la obligación de mantener las fronteras terrestres, marítimas y aéreas Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), impermeables ante el ingreso y/o salida de material ilícito (droga, armas) y personas secuestradas. Y las zonas calientes son dentro de CABA y Conurbano, no en las fronteras.

Siguiendo este mismo orden de ideas, podríamos pensar que si las fuerzas federales hicieran un correcto trabajo en las fronteras (en su ámbito de competencia territorial), la figura de crimen organizado transnacional no tendría tanto impacto dentro del país, puesto que filtrarían todo ingreso y salida del material y/o personas, de esta manera no habría tanto impacto delictivo y esa repercusión violenta con la que se dan dentro de CABA y Conurbano diariamente.

También podemos deducir que los elementos logísticos adquiridos por el Estado, no son asignados a las instituciones estatales que deberían, puesto que ese material de última generación, de nada sirve si simplemente se utiliza en fuerzas federales que no tienen la capacidad de reacción activa ante la comisión de todos los delitos debido a que por cuestiones de ámbito de competencia territorial notienen “competencia” (valga la redundancia), sino que como se mencionó antes, las instituciones de seguridad pública locales son las que tienen mayor probabilidad de acción y reacción ante estos delitos, puesto que responden a la figura de ámbito de competencia territorial establecido en la Constitución Nacional, que se reflejan además en sus propias funciones ordinarias.

Entonces reaccionamos ante el delito, pero no lo prevenimos.

El operativo de saturación de CABA y Conurbano Bonaerense de fuerzas federales, Gendarmería (operativo centinela), Prefectura Naval y Policía Federal, es simplemente reactivo y lejos está de ser anticipativo, y todo ello en función ante la detección de delitos de ventas de droga. Ahora bien si estas fuerzas federales y toda su logística fueran puestas en sus correctos lugares de trabajo (las fronteras y el ámbito de todo el territorio nacional) no habría tanta criminalidad organizada transnacional o su mayor repercusión el narco-menudeo dentro en CABA y Conurbano.

A su ves los espacios más vulnerados del interior del país, donde por cuestiones demográficas el Estado no tiene una presencia activamente fuerte, podrían reforzarse con estos efectivos federales, de esta forma se podrían reducir las operaciones del crimen organizado en el interior, tales como la trata de personas, el ingreso y salida de droga, que ambos sirven como logística para introducir la droga en CABA y el Conurbano.

Es una matemática simple, si cada uno hiciera su trabajo en su ámbito de competencia territorial, entonces todo el aparato de seguridad nacional, provincial

y local, trabajaría con los índices de criminalidad aceptables para cada institución y zona demográfica. De ser así habría una reducción objetiva y significativa del delito de narco-menudeo en las zonas en cuestión y toda la Republica Argentina.

Misma perspectiva para los fondos del Estado en materia de seguridad, si se constata que la fuerte demanda de recursos está dentro de CABA y Conurbano, entonces los mismos y los obtenidos simbólicamente, deberían ser asignados a las instituciones con competencia en el ámbito territorial. De esta manera no se descuidarían las fronteras sacando personal idóneo y logística, puesto que es allí por donde ingresa y sale el producto del delito organizado transnacional fuente única y principal de abastecimiento del narco-menudeo en CABA y Conurbano Bonaerense.

Y por último no hay que olvidarse que el crimen organizado transnacionalestá en constante simbiosis y convergencia con redes terroristas, entonces si Argentina es permeable ante el crimen organizado transnacional, también podría serlo ante el terrorismo. Y este último está tomando un papel protagónico en materia de Seguridad Nacional e Internacional.

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