Guerra Nuclear contra Corea del Norte: los Planes
El último libro de Bob Woodward ha desvelado una información que resulta relativamente sorprendente. Afirma que durante la crisis nuclear de 2017 y principios de 2018, los EE.UU. ultimaron planes para atacar Corea del Norte con hasta 80 ojivas nucleares. Woodward es una fuente de información bastante fiable, dado que para preparar sus libros tiene acceso a la cúpula norteamericana con la que mantiene largas conversaciones; habría sido el entonces secretario de defensa James Mattis el que confesó tales planes (no Trump).
Ochenta ojivas una cantidad elevada dado el tamaño de Corea del Norte, y podría dar la impresión que los norteamericanos estaban planeando un ataque que destruiría los principales núcleos de población y centros industriales norcoreanos, al más puro estilo de planes SIOP (Single Integrated Operational Plan) de la guerra fría, en los que se designaban cientos de blancos en la URSS para al menos infligir un daño inaceptable, que consistía en destruir el 70% de su capacidad industrial y el 30% de su población.
Lo que se escribe en el libro concretamente es lo siguiente: "El Mando Estratégico, en Omaha, había revisado y estudiado cuidadosamente OPLAN 5027 para el cambio de régimen en Corea del Norte; la respuesta de Estados Unidos a un ataque que podría incluir el uso de 80 armas nucleares. También se había actualizado el OPLAN 5015 para atacar al liderazgo norcoreano."
Aunque la información de Woodward no puede ser puesta en duda, esto no implica que cualquier ataque o enfrentamiento que tengan los EE.UU. implique una respuesta con el uso de 80 armas nucleares.

El OPLAN 5027 es el plan general que durante muchos años los EE.UU. y Corea del Sur, operando ambos bajo un Mando Conjunto. Es un plan diseñado para responder a un ataque de Corea del Norte a gran escala contra el Corea del Sur, con la intención de tomar Seúl y conquistar el país. Es decir, no es un plan de primer ataque preventivo de EE.UU. contra Corea del Norte para destruir su infraestructura nuclear. Tampoco es el plan de ataque limitado que se barajaba en aquella época, el de la "nariz sangrante" que proponía el general McMaster, el entonces consejero de seguridad nacional; ataque que destruiría parte de la infraestructura nuclear y obligaría a negociar y ceder a Kim su programa nuclear y de misiles.
Es decir, que solo en el caso que Corea del Norte hubiera respondido con un ataque total contra Corea del Sur, invadiendo amplio sectores de su territorio y amenazando con usar parte de sus armas nucleares, se habría activado el OPLAN 5027 hasta sus últimas consecuencias, usando hasta 80 ojivas nucleares. Cabe destacar que los puntos designados de esas armas nucleares no estaría en la población e industria norcoreana, como los SIOP de la guerra fría. Los SIOP eran planes principalmente de disuasión estratégica, destinados a crear disuasión, o forzar a la terminación de la guerra dominando la escalada en caso que la disuasión fallase y comenzaran las hostilidades.
Por contra, el OPLAN 5027 es un plan de guerra, creado para ganar una guerra de manera resolutiva militarmente, destruyendo la masa de maniobra enemiga y tomando su territorio, forzando a la rendición. Ese OPLAN se ha ido actualizando por muchos años para adaptarse al cambiante entorno estratégico y operativo de la península coreana, pero lo esencial es que consiste en varias fases, que van desde los de crisis prebélica hasta la conquista de Corea del Norte y el derrocamiento de su gobierno en caso que no haya cese de hostilidades.

En la primera fase, la de crisis, en lugar de hacer un despliegue masivo de fuerza militar, los EE.UU. hacen un ejercicio de Respuesta Disuasiva Flexible, en el que (por ejemplo) se despliegan algunos batallones del Ejército de Tierra y escuadrones de la Fuerza Aérea, se imponen sanciones económicas, etc. En caso que esas maniobras disuasivas no tengan éxito y finalmente Corea del Norte lanzase una ofensiva a plena escala para invadir el sur, se desencadenarían las tres siguientes fases de Ataque, Defensa y Contraataque.
La fase de ataque sería en la que Corea del Norte sería capaz de tomar Seúl o algunas grandes ciudades surcoreanas relativamente cerca de la frontera. Ha de destacarse que la posibilidad de que Corea del Norte pudiera tomar Seúl o alguna otra gran ciudad, no es en absoluto descabellado. Hay que tener en cuenta la postura y disposición de las fueras surcoreanas para defenderse de una invasión a gran escala es problemática, ya que los norcoreanos tienen tres principales rutas de acceso para hacer ofensivas, y temporalmente Corea del Norte podría gozar de una gran superioridad numérica local en los puntos de concentración de esfuerzos de la ofensiva.
Durante esos días, en caso que Corea del Norte lanzara esa ofensiva con sorpresa operacional, solo tendría que avanzar algo más de 50 kilómetros para llegar al centro de Seúl. Si Corea del Sur en la crisis prebélica concentra su masa de maniobra para proteger Seúl, el ejército norcoreano podría lanzar la ofensiva en otros lugares que habrían quedado poco defendidos. Para evitar que una ofensiva terrestre tome grandes ciudades surcoreanas, el Mando Conjunto, en sus OPLAN, se basan en la gran superioridad aérea de los norteamericanos, que emplearían su poder aéreo para destruir las líneas logisticas de la ofensiva norcoreana con bombardeos y ataques de interdicción.

Sin embargo, en la península de Corea es habitual que haya mal tiempo y la eficacia de los bombardeos aéreos sea muy reducida esos días. Además, Corea del Norte podría desplegar defensas aéreas en los puntos de la ofensiva, para hacer poco eficaces los ataques aéreos. También ha de tenerse en cuenta que las fuerzas terrestres norteamericanas en Corea del Sur son hoy muy escasas, limitándose a una brigada pesada, una de artillería MLRS (cohetes) y otra de aviación. Hay material preposicionado solamente para otra brigada de maniobra, por lo que la llegada de los refuerzos planeados en los Paquetes de Fuerza que están tras los OPLAN, podrían tardar meses en desplegarse.
El tiempo que transcurre hasta que EE.UU. pudiera desplegar toda su fuerza aérea, naval y terrestre para frenar a Corea del Norte y luego contraatacar, corresponden con las antedichas fases de Ataque y Defensa, para meses después tener la suficiente masa de maniobra para pasar a la fase de Contraataque. No ha de olvidarse que los norteamericanos tardaron unos 6 meses, de agosto de 1990 a febrero de 1991, en tener todo dispuesto para poder hacer una ofensiva contra Irak (la campaña aérea comenzó en enero, con aún los últimos preparativos terrestres ultimándose).


Naturalmente, Corea del Norte podría intentar impedir que EE.UU. concentrara esa masa de maniobra lanzando ataques nucleares limitados (con no muchos kilotones de potencia) contra las bases clave desde la que opera la aviación norteamericana y puertos en los que desembarca la fuerza terrestre. De hecho, durante la crisis de 2017 Corea del Norte lanzó un misil de alcance intermedio (IRBM) muy cerca de Guam, simulando un ataque nuclear contra la base aérea de aviación estratégica que sería decisiva en caso de guerra.
Ese posible uso nuclear para impedir que EE.UU. pudiera disfrutar de su ventaja militar convencional, probablemente es lo que esté detrás de los planes de usar 80 ojivas nucleares contra Corea del Norte. Es decir, solo para contrarrestar un uso nuclear norcoreano, ya fuera un uso preventivo o después de un primer ataque nuclear norcoreano. La cantidad de 80 ojivas probablemente se deba a que se trate de destruir todos los posibles lugares de almacenamiento de armamento nuclear (búnkeres muy protegidos que requerirían el uso de armamento nuclear); de los lugares de lanzamiento de misiles con armas nucleares; de infraestructura nuclear de enriquecimiento de uranio y procesamiento de plutonio; y objetivos de mando y control.
Los lugares de lanzamiento de misiles, suelen ser o búnkeres muy protegidos que requieren el uso nuclear; o amplias zonas cubiertas con techumbre, por lo que es imposible adivinar el lugar exacto por lo que es necesario usar una explosión nuclear que destruya el área. De lo contrario, habría que atacarlos con una gran cantidad de bombarderos con armas convencionales que necesitarían muchas horas en prepararse y ejecutar el ataque, siendo mucho más eficaz usar un misil balístico que tarde unos pocos minutos (o un ataque con unos pocos misiles de crucero o bombas B-61).
La cantidad de 80 ojivas es muy elevada e indica un plan para una situación muy extrema, en el que se desconoce el lugar exacto de las armas nucleares norcoreanas y gran peligro que las empleen. Por ejemplo los académicos Lieber y Press, expertos en estudios estratégicos y con conexiones con el Pentágono, modelaron un ataque preventivo nuclear contra Corea del Norte y solo calcularon 5 puntos designados de ataque, con 5 ojivas de ICBM o 20 bombas B-61. Que el se haga un plan para atacar 40 u 80 lugares diferentes, indica una gran incertidumbre de la localización de los objetivos a destruir.

Estos escenarios, como he comentado, no son descabellados y se barajan tanto a nivel de estados mayores como de think tanks. No obstante, se han ido modificando los últimos años, del OPLAN 5027 de invasión total probablemente se haya pasado a uno en que Corea del Norte hace una invasión de objetivos limitados, para tomar algunas ciudades como "rehenes" para forzar el alto a hipotéticos ataques norteamericanos, tal y como se explica en este muy reciente estudio de la Corporación RAND. En ese sentido, los escenarios de "mar de fuego", en el que Corea del Norte ejecutaría de golpe un ataque con toda su artillería para destruir Seúl con armas convencionales, no es muy realista. Probablemente, los norcoreanos planeen ataque de artillería y misiles balísticos más comedidos, y acciones que lleven a una negociación diplomática (como tomar algunas ciudades surcoreanas, salvas "limitadas" contra objetivos económicos, contra bases aéreas y baterías antimisiles, etc).
El otro OPLAN que se menciona en el libro, el 5015 es un ataque de decapitación contra el liderazgo norcoreano, desarrollado hace pocos años, usando armamento convencional solamente (según lo trascendido), acorde a la nueva estrategia y política de defensa que los surcoreanos tratan de implementar desde comienzos de la década de 2010, y que comenzó a ensayarse a gran escala en maniobras en 2016. De ello hablaré en otro momento; así como del OPLAN 5029, para la contingencia que el régimen norcoreano se derrumbe por motivos varios según diversos escenarios.
Por último, reiterar que la información desvelada por Woodward del uso de 80 ojivas nucleares no es el plan de ataque preventivo contra Corea del Norte (que se encuadraría mejor con el OPLAN 5015 mencionado, usando armas convencionales), sino un plan de defensa para una situación militar extrema en el caso de guerra a plena escala con Corea del Norte.