Medio de comunicación independiente

Por Diego Duarte Valdivia

Capítulo l: comprendiendo el origen de las demandas y reseña histórica 1/2

En mapudungun, mapu significa “tierra” y che significa “gente”. Los mapuches son el pueblo originario más grande en Chile. Más de un millón setecientas mil personas se consideran descendientes de ese pueblo originario, según datos del último censo realizado en Chile[1].

La cultura mapuche está fuertemente inserta en la idiosincrasia chilena, muchas palabras utilizadas en el modismo popular criollo provienen del mapudungun, los artistas chilenos rescatan mucho de la estética de la cultura mapuche y el ejército chileno estudia con fuerte respeto a los toquis (líderes militares) y sus victorias en el campo de batalla. Sin embargo, una parte importante de las comunidades mapuches no consideran que exista un respeto genuino hacia su etnia.

Fuente: https://www.gettyimages.es/detail/fotograf%C3%ADa-de-noticias/kurrrimangk-chihuaihuen-together-with-his-wife-fotograf%C3%ADa-de-noticias/1136273369

Los hechos de violencia ocurridos en los últimos años dan cuenta de un malestar en las comunidades mapuches que ha ido en incremento. Solo a modo de ejemplo y, teniendo en consideración que hay más casos, podemos nombrar:

  • Las compra y venta de terrenos de forma irregular.
  • Las tomas de terreno.
  • El asesinato de Matías Catrileo por parte de la policía chilena.
  • El asesinato de la familia Luchsinger-Mackay.
  • El posterior juicio y encarcelamiento al machi (autoridad espiritual) Celestino Córdova.
  • Las huelgas de hambre en la cárcel por parte de presos mapuches, entre los que se encuentra el mismo machi.
  • El incremento de la fuerza policial en la región.
  • El asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca por parte de policías.
  • El intento de encubrimiento del asesinato de Catrillanca.
  • Los ataques incendiarios a camiones.
  • La aplicación de la Ley Antiterrorista.
  • Las acusaciones de montajes policiales por parte de comuneros mapuches.

La violencia que se vive en la región de la Araucanía o Wallmapu (tierras ancestrales mapuches) es la heredera de años de abandono por parte del estado chileno a la cuestión indígena, de acuerdo con académicos y organizaciones que han servido de observadores y mediadores en el conflicto.

En 1962 la cantautora chilena Violeta Parra cantaba, “Arauco tiene una pena”, un clásico del folklore chileno en el cual Violeta ya nos advertía del abuso y aflicción que sentía el pueblo mapuche. Hoy en día, el año 2020 ha sido particularmente complejo para el sur de Chile. Violencia rural, huelgas de hambre de presos mapuches, quema de iglesias, quema de camiones e inclusive enfrentamientos armados han sido los titulares de los medios de comunicación chilenos[2][3]. Síntomas que nos indican que, más de 50 años después del lanzamiento del clásico de Violeta, Arauco sigue teniendo una pena.

Pero ¿en qué consiste el conflicto mapuche?

La siguiente Guía, que constara de distintos capítulos, está pensada en educar al lector acerca del conflicto mapuche en Chile. La finalidad es poder comprender las demandas de este pueblo originario, entender las diferentes partes del conflicto, y ver de qué forma fue agarrando fuerza y escalando a los niveles de violencia que existen hoy en día en la región.

¿Quiénes son los Mapuches?

El pueblo mapuche es uno de los pueblos originarios más notorios del país, tanto por su peso social y demográfico como por su fuerte sentido de identidad cultural, que ha tenido que enfrentarse y adaptarse a distintas dinámicas de contacto con el Imperio Inca, el Imperio Español y, hoy en día, con el estado chileno.

La historia de Chile es inseparable de la historia de los mapuches. Los españoles los denominaron araucanos y rápidamente tuvieron reconocimiento gracias al famoso poema “La Araucana”, del poeta Alonso de Ercilla y Zúñiga. A la llegada de los españoles, los mapuches habitaban un enorme territorio desde los valles al norte en Santiago, hasta donde comienzan las islas del Sur, el Archipiélago de Chiloé. Hoy, habitan en comunidades rurales en el sur de Chile y, en menor medida, en el sur de Argentina.

Cabe destacar que, a mediados del siglo XX, hubo un importante proceso migratorio del campo a la ciudad por parte de numerosas familias mapuches. Por lo que su presencia se encuentra en todo el territorio nacional, con una fuerte población de descendientes en la capital, Santiago.

Los mapuches se componen por distintos grupos, tales como: los picunche, que poblaban desde el río Maule hasta los ríos Itata y Biobío, los araucanos, desde estos últimos hasta el Toltén, los pehuenches, en la zona cordillerana desde Chillán hasta Antuco y, los huilliches, entre el río Toltén y el Golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloé[4].

La llegada de los españoles o huincas en el siglo XVI,[5]como les denominaban los mapuches de forma despectiva, fue aparentemente el motivo para que los distintos grupos se agruparan y estrecharan lazos sociales y culturales, formándose la identidad mapuche que se conoce hoy en día.

Los mapuches resistieron y combatieron la presencia española en sus tierras, en un conflicto conocido como “La guerra de Arauco”. Hicieron emboscadas, tomaron prisioneros, e incendiaron las ciudades que habían fundado los españoles a lo largo del río Biobío, entre otras acciones bélicas que realizaban los weichafes (guerreros en mapudungun).

El conflicto bélico obligó a España a mantener un ejército profesional que resguardara las fronteras. Sin embargo, los mapuches presentaron una encarnizada resistencia al intento de expansión español durante todo el tiempo que duro su Imperio destacando tres grandes rebeliones, de 1553 a 1557, en la que Lautaro expulso a los españoles y acabo con vida de Pedro de Valdivia, de 1598 a 1604, en la que los mapuches destruyeron todas las ciudades al sur de Río Bíobio y obtuvieron el reconocimiento del pueblo mapuche como un pueblo independiente del Imperio Español y, de 1654 a 1662, en la rebelión del mestizo Alejo, un hijo de una española secuestrada por los mapuches, que paso de ser un soldado del ejército español a un mestizo renegado y líder mapuche.

La Guerra de Arauco duró con idas y venidas y en mayor o menor intensidad 236 años y, tras la última derrota española en la batalla de Curabala, se determinó el establecimiento de parlamentos como método de dialogo y el rio Biobío como frontera entre los asentamientos españoles y los territorios mapuches. Como consecuencia de la paz, aumento el comercio entre ambos pueblos, se inició un proceso de mestizaje y los mapuches gozaron de autonomía territorial que duraría hasta la independencia de Chile del dominio español en 1818.

Fuente: https://avesdechile.cl/8region.htm

Los mapuches debieron resistir durante todo el siglo XIX la intensa presión de las nuevas repúblicas de Chile y Argentina, que a través de respectivas campañas militares ocuparon la región.


[1] https://www.censo2017.cl/wp-content/uploads/2018/05/presentacion_de_la_segunda_entrega_de_resultados_censo2017.pdf

[2] https://www.latercera.com/nacional/noticia/gobierno-presento-9-querellas-por-hechos-de-violencia-en-la-araucania/EQEHUKUEWJCSZNVFOAZAJZKZIQ/

[3] https://news.un.org/es/story/2020/08/1478382

[4] http://chileprecolombino.cl/pueblos-originarios/mapuche/ambiente-y-localizacion/

[5] Algunas fuentes indican que los mapuches comenzaron a llamar huincas a los españoles por considerar a los europeos inferiores a sus antiguos rivales, los incas. Otras fuentes indican que los mapuches identificaron la palabra Inca como sinónimo de invasor, y la palabra huinca sería un derivado de esa palabra para identificar a los nuevos invasores.

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