Irlanda del Norte: Casus Belli comercial entre la UE y Reino Unido
El Protocolo de Irlanda del Norte fue y sigue siendo el principal escollo en las relaciones entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit. Ya hemos hablando largamente del Protocolo aquí, así que no me extenderé más comentándolo, pero básicamente tras el Brexit Irlanda del Norte se mantiene bajo la legislación europea para que no haya una frontera entre las dos Irlandas, lo que vulneraría los acuerdos del Viernes Santo.

A cambio la frontera se coloca en el Mar de Irlanda, entre Irlanda del Norte y el Reino Unido, esto es inaceptable para los Unionistas y parece evidente que Boris Johnson, a pesar de negociar y firmar el acuerdo, nunca tuvo intención de cumplirlo.
Hasta aquí la situación es la misma desde que se firmó el acuerdo con Reino Unido, que trata de renegociar lo pactado con la UE negándose. La novedad ahora radica en que la situación se ha deteriorado gravemente y estamos más cerca que nunca de la guerra comercial ¿Qué está pasando?
Elecciones Históricas
El pasado 5 de mayo se celebraron elecciones en Irlanda del Norte que se saldaron, por primera vez en la historia, con la victoria del partido nacionalista irlandés, el Sinn Fein. El sistema norirlandés salido del Viernes Santo se construye sobre la base de la autonomía de la región gestionada por las dos comunidades conjuntamente (nacionalista y unionista).

De esta manera, la Asamblea norirlandesa funciona con un sistema de "poder compartido", por el que usando el método d'Hondt se reparten los Ministerios proporcionalmente a la fuerza electoral de los diferentes partidos.
Esto también afecta a los dos cargos principales (Primer Ministro y Viceprimer Ministro), que son ocupados sistemáticamente uno por un político unionista y el otro por un republicano irlandés.
A pesar de la nomenclatura ambos cargos son equivalentes, tienen las mismas funciones y no existe relación jerárquica entre ellos, es un sistema con dos cabezas de gobierno de comunidades encontradas que presiden conjuntamente.
El lector perspicaz ya se habrá dado cuenta de que, si el sistema se construye sobre la colaboración de ambas comunidades, una no puede gobernar sin la otra, de hecho, estas elecciones se han celebrado de manera anticipada tras la dimisión del Primer Ministro unionista, que automáticamente supone la dimisión también de la Vice nacionalista. Y es que el acuerdo del Viernes Santo obliga a que los dos partidos mayoritarios se pongan de acuerdo para elegir a las dos figuras del ejecutivo, sin que se pueda haber gobierno si no se llega a un pacto.
Dimite el jefe de Gobierno de Irlanda del Norte https://t.co/poYdQb9k5p
— RTVE (@rtve) February 3, 2022
En este contexto, la victoria del Sinn Fein inaugura un escenario sin precedentes dónde les tocaría ocupar el cargo de Primer Ministro, pero parece que el partido líder unionista, el DUP, no está por la labor de formar gobierno, impidiendo así que se pueda llegar a constituir el ejecutivo al necesitar el consenso de ambas partes.
El motivo del DUP para negarse a formar gobierno es el mismo por el que dimitió el anterior primer ministro Paul Givan, exigen cambios inmediatos en el Protocolo. Para los unionistas el Protocolo pone en cuestión su lugar en el Reino Unido y les acerca más de lo que les gustaría a Irlanda. La UE por su parte ya ha dicho que no va a renegociar y los Unionistas están en un callejón sin salida.
Guerra comercial
En esta situación Irlanda del Norte se sumiría en la parálisis política y estaría sin gobierno, este escenario puede prolongarse hasta los 6 meses, cuándo se tendrían que convocar elecciones de nuevo. También Londres podría decidir acabar con la autonomía y legislar desde Westminster.
En cualquier caso parece que Reino Unido quiere aprovechar la situación para cargarse el Protocolo unilateralmente y ya están planeando legislación para retirar las partes que consideren. La lógica del Reino Unido es que la parálisis política en Irlanda del Norte es la muestra de que el Protocolo no cuenta con el apoyo de las dos comunidades y por tanto es insostenible.

En realidad, lo que no se sostiene es el argumento del Reino Unido, en primer lugar el Protocolo incluye un mecanismo de consentimiento, en 2024 la Asamblea de Irlanda del Norte tiene que votar si deciden continuar con el Protocolo o no, por lo que plantear el argumento del rechazo popular no tiene sentido cuando ya está establecido por el Protocolo mismo.
En segundo lugar, las encuestas de opinión muestran que la población norirlandesa está a favor del Protocolo y, por último, en la Asamblea de Irlanda del Norte han sido elegidos 54 diputados favorables a mantener el protocolo de un total de 90.
Esto sin contar la disrupción económica que supondría para la región. La del Reino Unido es una maniobra política apoyada por los unionistas más preocupados por agitar su bandera que por las condiciones de vida de los ciudadanos que dicen defender. Si Reino Unido finalmente decide romper el protocolo sería una vulneración flagrante del derecho internacional y entraríamos en un escenario de guerra comercial.
Cuando Boris Johnson ha empezado a poner pegas al Protocolo de Irlanda del Norte, aliados y rivales le han recordado que aquel compromiso fue una farsa desde el principio. “Me dijo, personalmente, que una vez lo hubieran firmado, lo iban a cambiar” https://t.co/AOzLtFtmTS
— EL PAÍS (@el_pais) October 17, 2021
La UE por su parte ya ha advertido de que si Reino Unido incumple sus obligaciones responderían suspendiendo el Acuerdo Comercial entre ambos (la UE es el mayor socio comercial del Reino Unido) a lo que Reino Unido probablemente respondería imponiendo aranceles a los productos europeos, iniciando así la guerra comercial entre ambos en un contexto dónde Occidente quiere proyectar una imagen de unidad en respuesta a la invasión de Ucrania.
La situación en Irlanda del Norte es delicada y no es nueva, Reino Unido no ha mostrado ninguna intención de cumplir sus obligaciones desde el principio y no es la primera vez que amenazan con destruir el Protocolo. En el resto de ocasiones han dado marcha atrás, ¿lo harán esta vez?