La carrera por el F-35 en Oriente Próximo
Por Yago Rodríguez
El F-35 es la codiciada pieza de caza de numerosas fuerzas aéreas de todo el mundo debido a las enormes posibilidades tácticas que ofrece, y por eso, la llegada de este ingenio a Oriente Próximo ha desencadenado una carrera por su adquisición... ¡Veamos qué ha sucedido!
Antes de entrar al fondo del asunto conviene explicar la razón de que este caza sea tan codiciado.

Se trata del fruto de uno de los programas aeronáuticos más ambiciosos de la historia de la humanidad, uno de esos programas en los que se han gastado miles de millones a lo largo de décadas con la finalidad de crear un producto tan sofisticado que proporcione una amplia ventaja tecnológica.
En el campo de batalla moderno la supremacía aérea no es un requisito indispensable para conseguir la victoria, pero sí al menos para evitar una derrota militar, que a la postre es la peor de las derrotas políticas que puede sufrir un Estado.
En este sentido el F-35 viene a ser el primer pilar de la supremacía aérea en las décadas venideras, al poseer una serie de tecnologías que le permiten analizar, generar y compartir datos de todo tipo de sensores de manera automática, a lo que se unen numerosas mejoras en materia de planta propulsora, furtividad al radar y a las cámaras térmicas, pilotaje...
En definitiva, el F-35 es el único caza multipropósito del planeta de 5ª Generación al que podemos considerar maduro y probado con sus versiones F-35A, F-35B y F-35C, muy por delante de cualquier caza de generación 4+++, como puedan ser los Su-35, los Eurofighter o los F-15.
Esta pieza de equipamiento ha desembarcado en un convulso Oriente Próximo en el que sólo los aliados de Estados Unidos pueden aspirar a adquirirlo, sin embargo, dichos aliados a menudo son enemigos entre sí. Debemos recordar la existencia de tres grandes bloques regionales:
- Eje árabe: encabezado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto o Jordania.
- Eje de los Hermanos Musulmanes: dirigido por Turquía y Qatar y apoyado en la controvertida organización homónima.
- Eje de Resistencia: liderado por Irán y diversos actores estatales y no estatales repartidos en Líbano, Irak, Yemen o Siria.

El primer país que iba a adquirir el F-35, en buena medida gracias a su condición de Estado Miembro de la OTAN fue Turquía, pero la mala política turca con Washington en la última década ha provocado que Ankara se quede fuera de la lista de posibles operadores del F-35.
En cuanto a Israel, por todos es conocida la excelente relación bilateral con Estados Unidos, lo que ha permitido al país hebreo recibir, por ahora, una veintena de apararos F-35I.
Cabe decir, que para preservar la preponderancia israelí en la región, Estados Unidos se ha cuidado de exportar aeronaves de última generación a los países árabes. De hecho, la historia de los F-15S de Arabia Saudita o de los F-16F/E emiratíes son exponentes de lo antedicho.
Todo el material militar sensible y potencialmente desequilibrante que Estados Unidos vende en Oriente Medio necesita del refrendo israelí.
Hasta hacía no mucho el F-35 parecía ir a ser por muchos años un monopolio de Israel, sin embargo el acuerdo de normalización de las relaciones con Emiratos Árabes Unidos lo ha cambiado todo.
El actual regente de EAU, Muhamad Bin Zaieed quien fue Jefe de Estado Mayor de la Defensa bien podría haber conseguido limar el veto israelí y conseguir una posible venta de cazas F-35 desmejorados. En este sentido la "Pequeña Esparta", tiene muchas posibilidades de hacerse con el F-35, lo que mejorará ostensiblemente sus capacidades militares y de paso es un síntoma de la dulce etapa por la que pasan las relaciones Abu-Dabí-Washington-Tel Aviv.

El pasado septiembre Abu Dabí ha anunciado la puesta en venta de varios de sus cazas F-16 Block 60, que podrían acabar en manos griegas, dando a entender que, pronto, los pilotos emiratíes recibirán los F-35
Por último, a la lista de aspirantes a adquirir el F-35 se ha sumado un candidato de última hora: Qatar.
Recientemente, el pequeño Emirato administrado por la dinastía de los Al-Thani ha remitido un documento formal para dar inicio a los trámites para aceptar o rechazar la venta del F-35 a los qataríes. Es improbable que la iniciativa llegue a buen puerto.
Las relaciones de Doja con la Administración Trump distan de haber sido tan buenas como en el pasado, así que los qataríes han empezado a confiar en Turquía como garante de su integridad territorial. A esto se suma el apoyo que Washington mantiene al bloque árabe y ciertas visitas de Estado que Al-Tamim ha realizado a Irán en plena polémica por el acuerdo nuclear.

De fondo también se presentan otras cuestiones, como el lobby qatarí en Washington, las bases estadounidenses, el papel de foro de negociación o de mecenas de ciertos grupos Islamistas que tiene Doja...
En conclusión, todo apunta que Turquía ha perdido la posibilidad de adquirir al F-35, mientras que la venta del aparato a Qatar es poco deseable para Washington, por lo que todo apunta que Israel y próximamente EAU, serán los únicos operadores del F-35 Lightining II.