La cooperación militar entre China y Rusia con las armas de doble uso

Este artículo tiene como objetivo analizar la cooperación militar entre China y Rusia en el contexto de la actual guerra de Ucrania, con especial atención en el papel de los equipos de doble uso. Por equipos de doble uso se entienden los sistemas y equipos tecnológicos que tienen aplicaciones tanto civiles como militares.

Esta naturaleza versátil permite a los países adquirir y utilizar estos sistemas con fines aparentemente civiles, al tiempo que pueden aprovecharlos para objetivos militares. En el caso de China y Rusia, la exportación e integración de equipos de doble uso desempeñan un papel crucial a la hora de eclipsar su cooperación militar más amplia en la guerra de Ucrania.

Definición y características de los equipos de doble uso

Los equipos de doble uso engloban una amplia gama de tecnologías y sistemas que pueden emplearse con fines tanto civiles como militares. Entre ellos se incluyen sistemas de vigilancia, dispositivos de comunicación, vehículos aéreos no tripulados (UAV), electrónica avanzada e incluso artículos en el campo de la aviación civil. Podríamos distinguir algunos rasgos clave:

a) Capacidades cruzadas: Los equipos de doble uso poseen características técnicas y funcionalidades que pueden adaptarse fácilmente a aplicaciones militares. Esto permite a los países explotar estos sistemas para mejorar sus capacidades militares manteniendo una fachada civil.

b) Ambigüedad: La apariencia civil y la utilización de equipos de doble uso dificultan a los observadores externos discernir su verdadera naturaleza militar. Esta ambigüedad permite a los países explotar la negación plausible, creando un amortiguador contra el escrutinio internacional y las posibles reacciones diplomáticas.

c) Avances tecnológicos: Los equipos de doble uso suelen incorporar tecnologías e innovaciones de vanguardia, lo que los hace atractivos tanto para el sector civil como para el militar. Esta convergencia de avances tecnológicos difumina aún más la línea que separa las aplicaciones civiles de las militares.

El nexo de cooperación militar entre China y Rusia

China y Rusia han desarrollado una asociación estratégica polifacética que abarca aspectos políticos, económicos y militares. Ambos países llevan avanzando hacia una cooperación más estrecha desde la era postsoviética, y la tendencia se ha acelerado rápidamente desde 2014. Bajo el liderazgo de Xi Jinping la asociación se ha profundizado, alineándose en cuestiones de seguridad mundial y regional.

Tal y como apunta Dmitry Gorenburg et al. (2023) en una investigación para War on the Rocks la cooperación militar entre ambos países ha sufrido periodos de expansión y contracción, mientras que las consultas políticas y la diplomacia militar han experimentado un crecimiento constante. La fluctuación de la cooperación técnico-militar, incluida la venta de armas, se ha visto influida por la voluntad de Rusia de vender sistemas avanzados de armamento a China.

Los proyectos tecnológicos conjuntos y la integración de la industria de defensa han adquirido una importancia creciente. Las maniobras y operaciones conjuntas han aumentado, mejorando la coordinación y las capacidades operativas. Aunque la rápida expansión de la cooperación militar se ha estancado en los últimos años, Rusia y China han establecido mecanismos bien institucionalizados de consultas políticas y militares. Sin embargo, no han alcanzado un nivel avanzado de cooperación en materia de defensa, como demuestra la ausencia de estructuras de mando conjuntas y de acuerdos sobre bases militares.

Los controles de Estados Unidos

La administración Biden ha puesto el foco cada vez más en el papel de China en el suministro a Rusia de bienes con doble uso civil y militar. China, como gran fabricante, ha sido un socio económico crucial para Rusia, suministrando bienes como electrónica, drones y piezas de vehículos. Aunque China mantiene oficialmente la neutralidad en la guerra entre Rusia y Ucrania, ha suministrado a Rusia grandes volúmenes de productos que pueden ser utilizados tanto por civiles como por las fuerzas armadas.

A la administración estadounidense le preocupa que China pueda seguir ayudando a la incursión rusa suministrando armas letales, aunque de momento no hay pruebas claras de ello. Estados Unidos ha introducido sanciones adicionales destinadas a impedir los esfuerzos militares de Rusia, centrándose en cortar los canales a través de los cuales Rusia equipa y financia a su ejército.

A pesar del amplio conjunto de sanciones y controles a la exportación impuestos a Rusia, la economía rusa no se ha paralizado y las importaciones han vuelto a los niveles anteriores a la guerra a través de rutas alternativas. El comercio de tecnologías de doble uso, que pueden utilizarse tanto en equipos militares como en bienes de consumo, ha sido difícil de detener, permitiendo que los productos lleguen a Rusia a pesar de los controles a la exportación.

Aunque Estados Unidos ha tomado fuertes medidas contra algunas empresas chinas que suministran bienes y servicios a Rusia, el comercio de bienes utilizables por el ejército ruso ha resurgido. Los envíos de óxido de aluminio, minerales, productos químicos, aviones no tripulados y piezas de aviones de China a Rusia han aumentado considerablemente.

La capacidad de China para suministrar todos los bienes que Rusia necesita es limitada, especialmente en el ámbito de los semiconductores avanzados. El sistema chino de control de las exportaciones puede eludirse y el uso de empresas pantalla o de nombres y direcciones alterados puede facilitar la evasión de los controles a la exportación.

Hong Kong: Una vía de escape

De acuerdo con un informe de la Carnegie Endowment, a pesar de las sanciones occidentales a la industria de defensa rusa, la tecnología extranjera sigue llegando a la maquinaria bélica de Putin. China, en particular, se ha convertido en un socio crucial para Rusia, canalizando más de 500 millones de dólares en componentes microelectrónicos a la industria de defensa rusa sólo en 2022.

Hong Kong ha surgido como un nodo importante en la red de adquisiciones ilícitas de Rusia, actuando como un centro de transbordo para desviar componentes microelectrónicos fabricados en Occidente a empresas rusas afiliadas al ejército.

El cumplimiento de las sanciones occidentales por parte de Hong Kong se ha deteriorado debido al creciente control chino sobre la ciudad. Esto ha convertido a Hong Kong en cómplice del incumplimiento de las sanciones y la ha alineado con el emergente eje China-Rusia. La contribución de Hong Kong a los esfuerzos bélicos de Rusia obedece a los cálculos geopolíticos de Pekín.

La postura permisiva de Hong Kong hacia el comercio de tecnología con Rusia es consecuencia de su creciente servilismo a China. Los países occidentales deberían reconocer que Hong Kong es una baza geoestratégica de la diplomacia china y comprender su papel de apoyo al eje China-Rusia.

Datos aduaneros

Empresas chinas, incluida una vinculada al Gobierno de Pekín, han estado enviando 1.000 fusiles de asalto y otros equipos a entidades rusas que podrían utilizarse con fines militares, incluidas piezas de drones y chalecos antibalas, según datos comerciales y aduaneros obtenidos por POLITICO.

Los envíos se realizaron entre junio y diciembre de 2022, con rifles enviados por China North Industries Group Corporation Limited a una empresa rusa llamada Tekhkrim. Los envíos también incluyeron piezas de drones y más de 12 toneladas de chalecos antibalas chinos enrutados a través de Turquía. Aunque los datos de aduanas no muestran una gran cantidad de armas vendidas específicamente para ayudar a los esfuerzos bélicos de Rusia, revelan que China está suministrando a empresas rusas equipos de "doble uso" no revelados anteriormente.

Los datos obtenidos también muestran que la empresa china DJI envió piezas de drones a un distribuidor ruso a través de Emiratos Árabes Unidos. La confirmación de estos envíos pone de relieve la posible ayuda silenciosa de China a Rusia, evitando al mismo tiempo posibles represalias de los países occidentales.

Implicaciones

a) Negación plausible: Mediante la exportación de equipos de doble uso, China puede mantener una negación plausible de su implicación directa en la guerra de Ucrania. Los envíos de estos sistemas pueden presentarse como transacciones comerciales legítimas, reduciendo el riesgo de condena internacional y posibles sanciones.

b) Aumento de las capacidades militares: Los equipos de doble uso exportados a Rusia pueden aumentar sus capacidades militares en la guerra de Ucrania, sin señalar abiertamente la implicación directa de China. Estos sistemas pueden mejorar la recopilación de información, las comunicaciones, la vigilancia y proporcionar otras funciones críticas necesarias para las operaciones militares.

c) Camuflaje de objetivos estratégicos: La integración de equipos chinos de doble uso en las operaciones militares rusas puede enmascarar los objetivos estratégicos más amplios que comparten China y Rusia. La utilización de estos sistemas oculta el verdadero alcance de su cooperación militar y la posible planificación y coordinación conjuntas que pueden estar produciéndose entre bastidores.

Conclusión

La cooperación militar entre China y Rusia en el contexto de la Guerra de Ucrania se ve facilitada y oscurecida por la exportación e integración de equipos de doble uso. Aprovechando la versatilidad y ambigüedad de estos sistemas, China puede apoyar los esfuerzos militares de Rusia manteniendo una negación plausible.