Las debilidades de la defensa antimisil israelí
Por Yago Rodríguez
En este artículo vamos a exponer cuáles son los principales medios y conceptos de defensa antimisil israelí, así como las debilidades de estos sistemas que son desconocidas para el gran público.
Lo primero que hay que comprender es que la defensa antimisil no sirve para derribar misiles, sino que se utiliza para imponerse al enemigo y disuadirle en los conflictos bélicos.

En el marco de la Doctrina de la Israel Defense Forces (IDF), uno de los objetivos principales es minimizar el daño que sufre el país durante un conflicto. Israel es un Estado muy rico, así que tiene mucho más que perder que la depauperada economía palestina o libanesa con una diferencia: la ventaja tecnológica y militar israelí está muy ligada a su poderío económico y sin este se vuelve mucho más arduo compensar las debilidades naturales de un Estado pequeño y con relativamente pocos habitantes.
Para minimizar los daños que sufre el país existen dos grandes herramientas preventivas: la protección civil y la defensa antimisil.
La protección de los civiles se ha mejorado enormemente desde el año 2006, entre otras cosas gracias a las leyes que obligan a contar con habitaciones seguras en los edificios de nueva construcción, a la creación de refugios públicos y a la existencia de redes de voluntarios encargados de hacer llevar víveres y atender las necesidades básicas de la gente en el interior de los mismos.
La segunda herramienta preventiva son los sistemas antimisil. En primer lugar, Tel Aviv cuenta con una defensa por capas, de tal forma que hay misiles interceptores de todos los tamaños, sin embargo, los más famosos son los que pertenecen al sistema "Cúpula de Hierro", de los que hablaremos posteriormente.
Lo importante aquí es comprender que Cúpula de Hierro no sirve a ningún propósito militar strictu sensu, no suelen proteger una base, un polvorín o a un batallón, sobre todo se usan para prevenir que los cohetes trastoquen el día a día de los israelíes, ya que cuando esto sucede la economía se para y los ánimos de la población civil a menudo flaquean.
Si los cohetes de Hamas no afectan a la vida del votante israelí de a pie, quizás la IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) tenga una posición de fuerza, ya que no existe presión política interna para alcanzar la paz, por el contrario, si los cohetes fallan y los medios de comunicación crean la imagen adecuada, los políticos presionarán para alcanzar una paz apresurada en la que Israel no tendrá una posición de fuerza.
Dicho esto, vamos al detalle técnico, ¿en que consiste la Cúpula de Hierro? ¿Es un sistema tan eficaz como parece? ¿Cómo funciona?
Cúpula de Hierro nace en 2011 para derribar cohetes de artillería, un tipo de arma con 10-30 kilos de explosivo y un tamaño de 1 a 6 metros, como cifras de referencia. La necesidad que dio lugar a este sistema fue la Guerra de 2006, durante la que Israel sufrió la eficaz cohetería de Hezbolá.
El sistema en sí y, especialmente el misil interceptor "Tamir", han probado ampliamente su eficacia. El típico lanzador lleva 20 misiles Tamir y una batería normal se compone de varios lanzadores, vehículo de mando, radares, generadores etc. Todo el sistema está pensado para ser remolcado y emplazado, lo que significa que todo el complejo necesita al menos unos cuantos minutos de preparación.

Se ha estudiado una versión móvil del Iron Dome con lanzadores montados sobre camiones, a pesar de ello, en esta configuración los misiles necesitan demasiada energía eléctrica adicional y generarían un retroceso excesivo en lanzamientos múltiples con cortos intervalos, lo que obligaría a llevar menos celdas (pasarían de 20 a 10 interceptores por vehículo). Llevar los lanzadores en un remolque y apoyarlo en el suelo permite cargar más misiles, es un sistema más barato y es más beneficioso para con la flota de camiones, al evitar tener camiones dedicados a cada lanzador.
Eso sí, a la hora de fabricar el misil interceptor la compañía IAI enfrentaba un gran dilema entre las dos opciones para guiar al misil: guiarlo desde la estación de tierra o utilizar un sensor de autoguiado que se encontraría en la cabeza del misil.

La primera opción es muy económica. Básicamente el radar en tierra y una serie de ordenadores permiten seguir a un blanco y dirigir al misil hasta el mismo. Este es el método que emplean los sistemas antiaéreos rusos Pantsir. Esta opción permite fabricar interceptores más baratos, pero está limitada por el número de misiles que podemos guiar simultáneamente, ya que siempre se dependerá de un nodo central en tierra.
Por ejemplo, en el caso de los Pantsir se dice que sus equipos pueden guiar hasta 6 misiles a la vez, una cifra algo optimista. Lógicamente una sola andanada de un lanzacohetes arroja más de 6 proyectiles, así que esta opción es barata pero es fácil de sobrepasar.
La segunda opción permite descentralizar la guía, y eso se hace permitiendo a cada misil discriminar su propio blanco sin necesidad de recibir instrucciones desde una estación en tierra. Para que el misil pueda escoger un blanco se le debe dotar de un costoso sistema de guía, que en el caso del Tamir es un "RF seeker", esencialmente un pequeño radar.
Este segundo método es más caro, pero permite lanzar numerosos interceptores a la vez, por lo que es el único eficaz contra andanadas de cohetes. Esta es la opción que escogieron los planificadores hebreos.
Por tanto, parece casi imposible que Israel pueda frenar todos los cohetes que le arrojan, no obstante sobre la "Guerra de los Cohetes", pronto publicaremos un nuevo artículo.

Antes de concluir cabe hablar del "Haz de Hierro" (Iron beam), el arma milagrosa para Tel Aviv. El Haz es un arma que también nació de 2006, cuando el Presidente de Israel anunció orgullosamente que estaban desarrollando un arma láser para detener los ataques con cohetes.
Desde 2006 hasta ahora los láseres militares han dado un gran salto cualitativo, hasta el punto de que los primeros entraron en servicio en 2014 en algunos buques de la U.S. Navy, asimismo varias empresas hebreas han fabricado láseres tácticos aptos para proteger a unidades pequeñas (compañías y secciones) en el campo de batalla. Por todo ello es muy probable que Israel esté apunto de contar con las primeras armas láser anti-cohete, sin embargo, es muy probable que haya pocas o que su alcance sea demasiado pequeño como para ser un factor relevante.
Donde sí serían muy útiles es en las incursiones terrestres dentro de la Franja de Gaza, pero esa es otra historia.