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La situación de Gibraltar ha impactado en las relaciones británico españolas desde hace más de 300 años y los dos actores han logrado cooperar en el asunto pero no llegar a un acuerdo sobre la cuestión de la soberanía o acerca de cuál es el estatus legal del peñón, pero si España cedió Gibraltar a Reino Unido ¿dónde está la controversia? Hoy hablamos de la disputa legal por Gibraltar.

Una foto aérea de Gibraltar después del despegue del Peñón, mirando al noroeste hacia San Roque. Autor: Steve

La Controversia sobre Utrech

En 1713 España y Gran Bretaña firman el tratado de Utrech por el que se ceden Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña. España recuperó Menorca en 1783 pero no Gibraltar, manteniendo su estatus bajo la corona británica hasta nuestros días.

El acuerdo dice que España cede a Gran Bretaña “la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen” y aquí es dónde empieza la controversia, en el propio texto del tratado. No se delimita una frontera claramente y sólo se hace referencia a la ciudad y el castillo junto a los aledaños, no a la totalidad del istmo, este es el motivo por el que España no reconoce la “Verja” como una frontera, ya que fue impuesta unilateralmente por los británicos en una zona dónde España no les reconoce soberanía.

Mismo caso ocurre con el aeropuerto de Gibraltar, que está construido en un territorio que España nunca cedió y, por tanto, considera ocupado ilegalmente. El conflicto sobre el alcance de la cesión también alcanza al mar pues España nunca cedió derecho alguno sobre las aguas territoriales, pero Reino Unido se ampara en la Convención del Derecho del Mar que reconoce que todas las costas tienen aguas territoriales convirtiendo el asunto en una complicada trifulca jurídica.

España intentó recuperar Gibraltar en varias ocasiones sin éxito y el conflicto ha ido pasando por fases de mayor tensión y cooperación durante los tres siglos posteriores al tratado. Es con el regreso a la democracia de España dónde las relaciones comienzan a cambiar y en 1982 se abre la Verja que había cerrado Franco.

Versión Española del Tratado de Utrect. Fuente: National Geographic

En este contexto se firma la Declaración de Bruselas en 1985, dónde ambos gobiernos prometían respetar los derechos de ciudadanía de las personas a ambos lados y, sobre todo, a iniciar negociaciones para poner fin a las diferencias de interpretación del tratado y discutir la soberanía. Las conversaciones se mantuvieron durante años con mayor o menor intensidad y en 2002 estuvo cerca de lograrse un acuerdo de cosoberanía, pero finalmente las negociaciones se rompieron.

Derecho internacional y descolonización

La UE reconoce a Gibraltar como una colonia británica, de hecho, cuando entra Reino Unido en el club comunitario se especifica que Gibraltar no forma parte de Reino Unido si no que es un territorio cuyas relaciones exteriores dependen de Londres. Esta situación colonial la reconoce el propio Reino Unido cuando registra a Gibraltar como territorio no autónomo en 1946.

La racionalidad británica detrás de esta decisión la encontramos en el contexto de la época, tras la segunda guerra mundial los procesos de descolonización se pusieron en primer plano de la realidad internacional y el acto culmen de este proceso era el referéndum. El principio de autodeterminación explica que son los pueblos quienes tienen que tomar las riendas de su propio destino y conseguir, si así lo desean, la independencia.

Así, Reino Unido, sabedor de que se impondrían en un posible referéndum, aceptó la condición colonial de Gibraltar calculando que se impondría abrumadoramente formar parte de la corona británica, pero su cálculo falló.

Las calles de Gibraltar celebrando el resultado del referéndum en 1967

El referéndum se celebró en 1967 y el 99,64% de los gibraltareños votaron mantener la soberanía británica, sin embargo, este referéndum no acabó con la disputa como pretendían los británicos.

En primer lugar, Gibraltarno es un pueblo al que pueda aplicarse el derecho de autodeterminación. La resolución 15/14 de Naciones Unidas dice que la libre determinación no puede aplicarse si afecta a la integridad territorial, este principio se ratifica en la resolución 2231 dónde se recoge “cualquier situación colonial que destruya parcial o totalmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".

La ONU se pronunció también directamente sobre el referéndum de 1967 declarando que contravenía las disposiciones de la resolución 2231, por lo que el referéndum quedó como una anécdota sin relevancia legal alguna para el conflicto.

Además el asunto de la población también es controvertido, cuando Londres se hace con Gibraltar a la población autóctona (unos 7.000 habitantes) se les ofreció quedarse o irse,todos se fueron menos 47 y la población se sustituyó por la que venía de Gran Bretaña, actualmente es el municipio de San Roque el que reclama la población autóctona de Gibraltar por lo que al preguntar a los gibraltareños se estaría preguntando a los descendientes de aquella población que envió Gran Bretaña, lo que sesgaría el proceso a favor de los británicos.

El último de Gibraltar, cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau que retrata a Diego de Salinas, último gobernador español del peñón.

Además, Reino Unido devolvió a China la soberanía sobre Hong Kong en 1997 sin pasar por ningún tipo de referéndum, el proceso fue el resultado de la negociación entre los dos países.

En la actualidad el conflicto gibraltareño está dominado por el nuevo estatus del Reino Unido tras el Brexit, España ha tomado una actitud pragmática centrada en resolver cuestiones prácticas alejadas de la cuestión de soberanía y este es un enfoque adecuado puesto que la nueva situación obliga a negociar nuevos escenarios que garanticen los derechos de los habitantes a ambos lados, y la soberanía sólo hubiera servido para embarrar unas negociaciones ya de por sí difíciles.

Pero la cuestión sobre la soberanía de Gibraltar no desaparecerá hasta que se llegue a un acuerdo sobre esta materia, la falta de claridad en los términos del propio tratado de Utrech ha enquistado un conflicto que, junto con el comportamiento de Reino Unido, contrario al derecho internacional y la doctrina de Naciones Unidas sobre la descolonización, tiene muchas aristas que es difícil abordar si no se hace desde una perspectiva integral.

El Brexit ha abierto una ventana de oportunidad para tratar los efectos más lesivos de la existencia de la colonia británica para España y esa puede ser la primera piedra de unas negociaciones más profundas que consigan resolver el asunto de una vez por todas, en cualquier caso, aún estamos muy lejos de ese escenario y no es esperable ver ningún cambio en la soberanía de Gibraltar a corto y medio plazo.

La frontera cerrada entre España y Gibraltar (vista desde el lado de Gibraltar), 1977. Autor: Elmar Reich
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