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Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo, es difícil conocer con datos fiables y realistas cuál es la realidad que se vive en el país debido a la escasez de información fruto del hermetismo, sin embargo, a raíz de la pandemia del Covid-19 se ha podido saber que el régimen de Kim Jong Un esta atravesando uno de los momentos más complicados que ha pasado su economía.  A pesar de esto, el momento actual no ha sido el único punto crítico que ha experimentado el país a lo largo de su historia, los norcoreanos han atravesados hambrunas y épocas de mucha necesidad pero, ¿hay algo diferente en esta ocasión?

Desfile de las fuerzas armadas norcoreanas en 2015. Autor: Uwe Brodrecht

LA ECONOMÍA NORCOREANA

Kim Il Sung, abuelo del actual líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, creó la que sigue siendo la línea de actuación y filosofía para gobernar el país, la filosofía Juche. Esta aboga por la autosuficiencia y la independencia política, económica y militar entre otras muchas características que hacen que Corea del Norte sea el país que es. Además, cabe recordar que el régimen del que hablamos es comunista, extremadamente centralizado y autoritario, es el gobierno el que dirige la economía y la práctica totalidad del tejido empresarial es estatal. Dentro de esta centralidad, es el Comité Central de Planificación el que prepara, supervisa e implementa los planes económicos, y la Oficina General de Industria de cada región es responsable de dirigir las fábricas, producir y vender. Todo está planificado y controlado desde el gobierno.

La norcoreana es una economía pequeña y muy aislada, en un país muy poco desarrollado que según la revista Economist Intelligence Unit en 2020 basaba aproximadamente el 23% de su PIB en la agricultura y el 32% en la industria y minería. En términos numéricos el PIB de Corea del Norte se estima según la agencia surcoreana Yonhap en 32.500 millones de dólares con un PIB per cápita de 1.285 dólares en 2019. Aunque es difícil decir que estas cifras son reales o no, sí son lo suficientemente preocupantes pues reflejan una realidad presente desde la década de los 90 marcada por la caída de la URSS y el bloque comunista que golpearon duramente el crecimiento norcoreano. Todo esto ha provocado que desde esa década las hambrunas no sean un fenómeno aislado y la escasez sea el día a día de los norcoreanos.

El modelo norcoreano de gestión económica es el mismo desde la división de la península coreana y el nacimiento de las dos Coreas como países independientes en 1948 pues se absorbió y copio el modelo comunista de la URSS. Tras esta división el norte experimentó un gran desarrollo de la economía gracias a la industrialización haciendo mayor hincapié en la industria pesada.

Este desarrollo de la industria dio lugar a dos décadas de rápido crecimiento, hasta 1970 cuando empezarían tres décadas de retroceso y estancamiento. Ya en la década de los ochenta empezaron a verse lastres de la economía altamente centralizada, lo cual indicaba la necesidad de cierta liberalización económica que no se dio provocando un gran estancamiento.

Esto se tradujo en escasez y decadencia y una consecuente crisis económica que se vio acrecentada en los noventa por la disolución de la URSS, importante proveedor de ayuda y materia al país. Asimismo, la reducción de la ayuda china y una serie de desastres naturales llevaron a la pérdida del tejido agrícola provocando una crisis alimentaria y una grave hambruna.

A partir de la entrada en el nuevo siglo y con intención de revertir las tendencias decadentes que se estaban viviendo, se tomaron una serie de “Medidas de mejora de la gestión económica” que ayudaron a la recuperación. Estas medidas incluyeron el aumento de los salarios, cierta descentralización de la planificación nacional, un ligero aumento en la autonomía de la gestión empresarial y la apertura de ciertos mercados de forma muy limitada, entre otras.

Importante destacar lo que algunos expertos en el país denominan la existencia de dos Repúblicas, la República de Pyongyang y la República de los demás. Esto hace alusión a la dramática diferencia en las condiciones de vida que se tienen en la capital y en el resto del país. De hecho, estas condiciones en la capital responden a una acumulación de la élite y a la imagen que se quiere dar al exterior de prosperidad y de un sistema que funciona. Pero la realidad es otra, de cada 25 millones de habitantes norcoreanos tan solo 2 viven en la capital, son estos 23 millones los que reflejan el estado actual del país y los problemas que enfrenta.

PROBLEMAS QUE LASTRAN LA ECONOMÍA

Lejos de la imagen de bienestar y prosperidad que se puede proyectar desde la capital, la realidad que se vive en el resto del país es muy distinta, escasez, infraestructura deficiente y pobreza. Que esto sea así se debe a distintos factores que se retroalimentan unos a otros y hacen muy complicado encontrar una solución real.

Uno de estos problemas es la escasez de energía y, es que a pesar de ser un país que cuenta con grandes recursos naturales, la infraestructura no acompaña, la industria no sigue el ritmo del potencial existente. Y esto supone un obstáculo a la inversa, sin energía es difícil mantener un ritmo de producción estable. Además, no solo afecta a la industria, sino que en las zonas rurales muchos ciudadanos dispones de horas limitadas de electricidad.

Otro de los problemas que se suman a impedir el desarrollo económico es la corrupción que existe en el país, poco más hay que añadir a lo que ya conocemos, el control absoluto tanto de las instituciones como de los ciudadanos le da al gobierno norcoreano carta blanca para actuar como considere, lo cual ha llevado al país a estar en el puesto 170 de 179 en el Índice de Percepción de Corrupción.

También es de sobra conocido el grandísimo gasto militar necesario para acompañar a la política beligerante del país, este gasto ha significado el 22.3% del PIB, lo cual ha impedido que existan y se destinen los recursos necesarios para desarrollar una política industrial adecuada a la situación que se vive y de bienestar social. Este gasto militar se justifica como protección de la población contra enemigos externos.

Misil balístico de Corea del Norte - Día de la Victoria de Corea del Nort, 2013. Autor: Stefan Krasowski.

Pero quizá el problema más importante y al que contribuyen el resto es la escasez de alimentos y la pobreza, como hemos mencionado los desastres naturales y la reducción de ayuda de la URSS y China han lastrado el sector agrícola, desde 1995 el país está sumido en una hambruna que ha logrado ir reduciéndose pero que aún está lejos de desaparecer y que afecta sobre todo a la población rural, aproximadamente el 41% de la población está desnutrida y en torno al 60% de la población vivía por debajo del umbral de la pobreza en 2020.

A todos estos problemas internos hay que sumarles las sanciones de la ONU y otros países, que han delimitado mucho la ya escasa capacidad norcoreana de intercambios y exportaciones entre otras cosas.  Por este motivo China es el principal y casi único socio comercial de Pyongyang, y en gran parte debido al comercio informal.

Y así, con todos estos problemas que existen desde la dramática década de los noventa es como llegamos al periodo más actual que atraviesa el país norcoreano.

Continuará...

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