Medio de comunicación independiente

Por Yago Rodríguez

En plena Guerra de Ucrania, el 1 de abril se alcanzaba el enésimo alto el fuego acordado en la Guerra de Yemen, un conflicto inconcluso desde 2015, y un conflicto olvidado desde siempre, por eso ha llegado el momento de actualizar algunos de los últimos sucesos que afectan a esta guerra.

De entrada destaca el momento en el que se alcanzó el alto el fuego -en plena Guerra de Ucrania y justo después del ataque con misiles contra una refinería saudí en Yedá-. Ciertamente, ante el encarecimiento del precio de los combustibles es lógico que Occidente y el mundo estén interesados en semejante evento, no en vano el riesgo de que los hutíes hicieran uso de su arsenal de largo alcance y su guerrilla naval amenazaba con provocar otro dramático incremento del precio del carburante.

“Yemen es la peor crisis humanitaria del mundo”, dijo en su día el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificando la situación de “catastrófica”. Autor: Felton Davis

El alto el fuego debía durar 2 meses, desde las 7:00 AM (hora del Golfo) del 1 de abril hasta la misma hora del 1 de junio. Un mes después podemos decir que el alto el fuego tiene cada vez menos de "alto" y más de "fuego".

Ya el día 2 de abril se informó de intentonas hutíes de proseguir su ofensiva hacia Marib, la joya del desierto de Rub al Jali por la que se lleva combatiendo años, asimismo en días posteriores se informó de disparos de francotirador e incidentes puntuales. Por suerte, hasta ahora se ha contenido el nivel de violencia, lo que ha evitado que el tráfico naval de Bab el Mandeb y las refinerías sauditas o emiratíes corran peligro, simultáneamente las acciones de castigo de la aviación saudí se han reducido al mínimo.

El problema de implementar un alto el fuego tenía que ver entre otras cosas con la presión conjunta de Estados Unidos, ciertas naciones europeas y las propias Naciones Unidas, a lo que se unieron Riad y Abu Dabí de un lado, y el régimen hutí de Saná y Teherán por el otro.

En las últimas semanas se ha logrado renovar el Consejo Presidencial, un órgano cuya ceremonia fue celebrada en Adén -la capital del sur de Yemen- y que ha recibido el respaldo de la diplomacia de Estados Unidos en la forma de una declaración del secretario de Estado Anthony Blinken, a esta se han sumado otros países, como Alemania y organizaciones como la ONU.

Sin embargo, con el tiempo las autoridades suryemeníes apoyadas por el Consejo de Cooperación del Golfo han puesto en solfa la buena voluntad hutí aportando como prueba la reanudación de los combates en diversos puntos del frente, por contra, el Ayatolá Ali Jamenei ha acusado a Arabia Saudita de proseguir la guerra de manera fútil.

Sea quien sea quien haya decidido violar el alto el fuego, lo cierto es que existen numerosos actores armados menores en ambos bandos -especialmente en el lado gubernamental-.  No en vano, tanto el Dáesh como Al Qaeda mantienen cierta influencia en el país, igual que sucede con las numerosas tribus, clanes y oficiales de alta graduación.

Por ejemplo, recientemente se ha producido un atentado contra una estación de policía hutí en la capital, Saná, lo que nos da una pequeña muestra de esta matriuska de grupos armados que es Yemen.

En la arena internacional también han surgido otros asuntos relevantes, entre los que cabe destacar 2, a saber las informaciones de sobornos efectuados por Qatar -probablemente filtradas por parte de Arabia Saudita o de Emiratos- y el preocupante asunto del precio del trigo.

El presidente ruso Vladimir Putin y el presidente de la FIFA Gianni Infantino durante el final del Mundial 2018, otorgándole el balón de dicho mundial al emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani como inicio de la espera para el Mundial 2022. Como es bien sabido los sobornos de Qatar a la FIFA facilitaron que el país fuera escogido como sede del Mundial de Futbol de 2022. Fuente: Kremlin.ru

Respecto al primer asunto, algunos portales han publicado informaciones según las cuales Qatar pretendió sobornar al embajador de Estados Unidos en Pakistán y Emiratos Árabes Unidos con el fin de que torpedeara los esfuerzos árabes en la intervención militar de Yemen, destacando esos portales que el embajador no puede actuar fuera de los intereses que le impone su relación laboral con el Estado estadounidense hasta 1 año después de su cese.

En todo caso, esta información apuntaría a la falta de confianza que el eje Riad-Abu Dabi seguiría albergando para con el emirato de Qatar, con respecto a cuyo emir se han dado sobradas pruebas de desconfianza en el último lustro.

El segundo hecho preocupante es la fuerte dependencia que tiene Yemen respecto al trigo. El país importa un 18% del trigo que consume de la Federación Rusa, y el 27% restante de Ucrania.

Como sabemos, la cosecha de trigo este año en Ucrania será nefasta debido al bloqueo naval ruso sobre el Mar Negro y a la dificultad de los agricultores para recoger el dorado cereal, a ello se suma la operación de patrulla e interceptación de la armada saudita en Yemen, el escaso atractivo de un mercado con tan poco poder adquisitivo, el incremento del precio de ésta y otras materias y el riesgo de la guerrilla naval hutí.

Recordemos que todo incidente naval tiene efectos sobre el flete de mercancías, el coste de los seguros y el encarecimiento del transporte marítimo. Y es que en el pasado ya vimos como un buque granelero turco -el "Incebolu"- recibió el impacto de algún tipo de munición.

La dependencia yemení del trigo europeo es extensiva a Somalia, quien de hecho importa un 42% de trigo ruso y un 48% ucraniano, con lo que el Cuerno de África también corre un grave riesgo alimentario -tal y como atestiguan los informes de las Naciones Unidas-.

Somalia y Yemen tan solo están separadas por el estrecho de Bab el Mandeb y el Golfo de Adén, son dos países pobres que padecen de manera permanente conflictos armados, incluyendo el choque del presidente Faarmajo con la oposición y el Primer Ministro Roble.

Asimismo, entre Yemen y Somalia se hiergue el archipiélago de Hanish, el estrecho de Bab el Mandeb e islas como Socotra, Perim y otras que históricamente han sido usadas por la piratería.

Ante el contexto de dependencia de la ayuda internacional e incremento exponencial del precio del trigo y de otras materias primas, cabe esperar un agravamiento de la seguridad en ambos países que puede reavivar el fenómeno de la piratería, lo que vendría a poner otra piedra en el camino de la economía internacional.

En este sentido es positivo observar los ejercicios de interoperabilidad efectuados por la European Union Naval Force y la CFM de Estados Unidos en pleno Golfo de Adén -cerca de Socotra-.

En conclusión, el alto el fuego en Yemen ha rebajado los combates durante un mes, aunque la supervivencia de este acuerdo es más endeble a cada día que pasa. El conflicto de Yemen sigue estancado desde hace meses y años, pero sus negativas consecuencias siguen acechando y podrían agravarse ante el incremento del precio del trigo.

Secundariamente, observamos que la desconfianza árabe hacia Qatar persiste, pese a que el tablero político de la guerra en lo esencial permanece inalterado.

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