La mortandad de no "quedarse en casa" y no combatir el coronavirus
Ante el desafío de la pandemia de la enfermedad del Covid-19 (virus SARS-CoV-2), la población debe entender que es imperativo seguir estrictamente las reglas de limitar al máximo los desplazamientos, evitar aglomeraciones, etc.
El motivo de que sea imperativo, radica en que la diferencia entre cumplir esas reglas o saltárselas, marca la diferencia entre sufrir cientos de miles de muertos o incluso millones, respecto a solo padecer el fallecimiento de miles de personas.
La metodología de esos números no es arbitraria ni alarmista, sino que se basan en los estudios de epidemiología totalmente aceptados en la comunidad científica, como el CDC de los Estados Unidos o el Imperial College del Reino Unido.

https://www.imperial.ac.uk/media/imperial-college/medicine/sph/ide/gida-fellowships/Imperial-College-COVID19-NPI-modelling-16-03-2020.pdf
De hecho, la fórmula para entender de donde salen esos números es bastante sencilla. Consiste simplemente en multiplicar población, por tasa de contagio y por la tasa de letalidad.
Población * Contagio * Letalidad = Fallecidos
La tasa de letalidad varía en función de si existe o no tratamiento, la eficacia de vacunas, la demografía, la capacidad del sistema sanitario para tratar enfermos sin que el sistema quede saturado (número de camas, de médicos, enfermeros, equipos EPI, unidades UCI, etc).
El modelo del CDC
Por ejemplo, en un modelo del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugirió que entre 160 y 210 millones de estadounidenses podrían contraer la enfermedad durante el periodo de un año. Según los datos de letalidad y la capacidad hospitalaria actual, el número de muertes en los escenarios de los CDC osciló entre los 200.000 muertos y los 1.700.000 muertos
En ese modelo del CDC se estima una tasa de letalidad del 1%. No obstante, la OMS sitúa la letalidad actualmente en el 3,3% y el consenso científico al respecto varía entre el 2-3% de letalidad, por lo que sorprende un poco esa base.

Siguiendo el modelo del CDC, en el escenario de 160 millones de contagios (que representa el 48% de una población de 330 millones), suponiendo una mortalidad del 1%, resulta en la cifra de 160.000 muertos.
En otra de las estimaciones del modelo CDC, en el caso 210 millones contagiados (el 63% de la población), con una letalidad 1%, resulta en 210.000 muertos, lejos aún de la cifra de 1,7 millones de muertos.
La cifra de los 1.700.000 millones de muertos presupone a una tasa de contagio mayor del 63% y/o una letalidad también mayor del 1%. Esas variaciones no se toman arbitrariarmente, sino que estima escenarios en los que el nivel de personas hospitalizadas y críticas es mayor, por lo que al comenzar a colapsar el sistema sanitario la letalidad aumenta.
Además, en caso que la población no respete las medidas de control del tipo estado de alarma, excepción, etc, el nivel de contagio también sería superior. Ello a su vez colapsaría más el sistema sanitario.
Es imperativo que la población respete las estrictas medidas de control, porque de lo contrario el nivel del contagio estaría rondando el máximo del 60-70% (otros estudios elevarían la tasa al 81%). Además, en caso de desbordarse el sistema sanitario, la tasa de letalidad sería muy superior al 1%.
Recordemos que el consenso científico sitúa la letalidad entre el 2% y el 3% sin colapso sanitario. Pero en Italia, debido al colapso, se ha llegado a la cifra del 6,6%.
La cifra del 0,8% de letalidad en Corea del Sur, se debe a que el virus se propagó entre segmentos de población joven y concentrada geográficamente. En caso de haber tenido más propagación en personas de más edad, la tasa de letalidad estaría próxima al consenso. En caso de demografía más envejecida como la europea, la letalidad aumenta.
En Wuhan, la tasa de letalidad en las fases álgidas del brote estuvo en el 6% (y tienen una población más joven que la italiana). Por lo tanto, los efectos de la tasa de letalidad de un sistema sanitario colapsado son devastadores.
Siguiendo las cifras de EEUU, en el caso de descontrol total del brote del coronavirus por no adoptar medidas (algo fácilmente evitable imponiendo cuarentenas, limitar desplazamientos, etc), habría que multiplicar 330 millones, por 70% por el 6% que se alcanzó en Italia o Wuhan (antes de inicio de medidas de control estrictas), lo que resultaría en:
13.860.000 muertos.
Naturalmente (para no ser alarmistas), antes de llegar a ese punto, los países imponen medidas estrictas de control como se ha hecho en China, Italia o España (aplicación poco estricta aún).
Además, la letalidad no sería siempre del 6%, ya que el sistema sanitario no estaría colapsado desde el primer momento del brote. Sin embargo, dada lo muy contagioso del coronavirus (R0 de más de 2), en caso de no tomar medidas estrictas de control, mucha de la población contagiada lo sería en momentos de colapso del sistema sanitario.
Por eso es capital tomar medidas de control estrictas, para suprimir una propagación del coronavirus que sea demasiado veloz, resultando en elevadas tasas de letalidad.
Dado que se presupone que se adoptarán medidas estrictas, en caso que se llegue a brote descontrolado, los escenarios probables no son de 13 millones de muertos en EE,UU., sino que el CDC hace los escenarios en el rango de un millón de muertos, cientos de miles de muertos, etc.
Pero ese rango de mortandad más limitado solo sería posible siempre y cuando se ejecuten medidas estrictas de control. De lo contrario, se podría tener los 13 millones de muertos.
Por eso es muy importante e imprescindible imponer estados de alarma y sitio, y que la población coopere quedándose en casa.
Estudio Imperial College
Por su parte, el estudio del Imperial College publicado hace unos días, equipo liderado por Neil Ferguson, se basaba en que escenario probable de una tasa de contagio del 81%, con una tasa de letalidad de solo el 0,9%.
Con una población de 66 millones de personas, resulta en aproximadamente 500.000 muertos solo en el Reino Unido. En los Estados Unidos serían 2,2 millones de muertos.
Pueden ver los extractos en las dos capturas de pantalla siguiente:


El informe del Imperial College llega a esos números presuponiendo además que no se adoptan estrictas medidas de control y supresión (como las del estado de alarma en España, el cierre de Wuhan, etc).
Por lo tanto, para impedir llegar a esas cifras de muerte, es imperativo hacer medidas de control estricto, porque el coronavirus es tan contagioso que las medidas más laxas (como simplemente impedir aglomeraciones) solo retrasarían que se llegara al colapso sanitario y que mucha población sería contagiada en muy poco tiempo.
En la siguiente imagen, la línea negra es la propagación del coronavirus en caso de no tomar controles (contagio muy rápido, colapsando sanidad). La línea verde, es solo en caso de tomar medidas como evitar concentraciones de personas (al final ocurre lo inevitable: contagio rápido y gran mortandad)

La línea roja es el nivel de UCI del Reino Unido. La linea naranja la propagación en caso de tomar medidas más estrictas.
Hay que destacar, que este informe del Imperial College estima una letalidad inferior a la del consenso científico e inferior a la de un sistema sanitario colapsado que se observa en Italia o Wuhan. En caso de que la mortalidad sea mayor de ese 0,9% del estudio, las cifras comienzan a escalar.
Las cifras de contagio, letalidad y población, para el caso español (47 millones de habitantes), las pueden hacer ustedes mismos. Aunque en España ya se han adoptado medidas de control, la aplicación no es todo lo estricta que debería.
Siguiendo el modelo del Imperial College, 47 millones de habitantes, con 81% de contagio y 0,9% letalidad, resulta en 342.000 españoles muertos.
Los efectos en la saturación en las UCI del Reino Unido, en función de las diversas medidas de mitigación y supresión (además del R0), se observa en la siguiente table (ocho primeras filas). Los porcentajes son la reducción de demanda de unidades UCI; cuanto más a la derecha se acumulan y endurecen las medidas de supresión (resultando en reducción de la demanda de camas). En las últimas ocho filas de la tabla, es el efecto en la reducción de muertes.

Con los número en la mano, ya barajen letalidades del 1%, 2%, 3% o más, resultan todas en una gran mortandad.
La estrategia
La estrategia consiste, por lo tanto, en
1) contener de forma muy estricta la tasa de contagio y haya así poco muertos en los próximos meses;
2) para que se disponga de tiempo suficiente para desarrollar tanto una vacuna como un tratamiento, y de ese modo reducir las tasas de letalidad.
La colaboración ciudadana para quedase en casa, limitar los desplazamientos a pocos tránsitos a la farmacia y supermercado, así como desplazamientos al trabajo en transporte que no haya aglomeraciones, es esencial para ganar ese tiempo para lograr tratamiento y vacuna.
Por favor, quédate en casa y divulga esta información para crear conciencia.