Medio de comunicación independiente
Capítulo I

En 1990 el politólogo estadounidense Joseph Nye acuñó el concepto Poder Blando en su libro Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, el poder blando se define como la capacidad de un actor para influir en otro por medio de la persuasión, valiéndose de medios culturales o ideológicos. En contraposición el poder duro es la capacidad de un actor para influir en otro por medio de la coacción directa. Por ejemplo, una base militar de EEUU entraría dentro de lo que consideramos poder duro, mientras que una película de Disney sería poder blando.

Japón con instrumentos culturales como el anime, Estados Unidos con Hollywood o Corea del Sur con el K Pop son algunos de los países que mejor saben proyectar su poder blando y crear una imagen positiva de sus países en el exterior. Pero ¿qué hay de China? ¿Cómo actúa China en su proyección de Poder en la Unión Europea? Vamos a analizarlo.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, da la bienvenida a Xi Jinping, presidente de la República Popular China, en el Parlamento Europeo en Bruselas el 31/03/2014. Fuente: European Parliament

Medios de comunicación

Uno de los métodos más efectivos para proyectar tu poder blando es el uso de los medios de comunicación. Promover tu cultura y tu país bajo una luz positiva en los medios puede cambiar la percepción de los consumidores acerca de tus costumbres e intereses, especialmente si se evitan directamente las críticas o temas más polémicos.

Influir en los medios puede hacerse de muchas formas, una de ellas, por ejemplo, ocurrió a raíz de las protestas en Hong Kong en 2019. Los medios europeos se hicieron eco de las protestas y las dieron difusión, lastrando así la imagen de China en el continente. Para solucionarlo, las embajadas chinas en Europa Central y del Este ofrecieron a los medios locales publicar un editorial o una entrevista con el embajador contando la versión china de los hechos. En algunos países como Chequia, Estonia o Letonia los medios aceptaron y publicaron los artículos pro-chinos.

Otra manera más agresiva y efectiva es simplemente comprar los medios. La empresa china CEFC decidió en 2015 invertir en la compañía de comunicación checa Empresa Media, a partir de ahí su tono cambió radicalmente y empezó a hablar de China solo en términos positivos y la presencia de noticias chinas en sus canales (La Televisión Barrandov y el periódico Tyden) aumentó considerablemente.

Hechos como este se suceden por toda Europa, la televisión pública griega firmó un contrato de intercambio de contenidos con la Administración Nacional de Radio y Televisión China, y su agencia de noticias pública mantiene un memorándum de entendimiento con la agencia de noticias más grande de China, Xinhua.

1 Panel publicitario en Belgrado en el que puede leerse "Gracias, presidente Xi". Fuente: @srbija_eu (Twitter)

En Italia la agencia ANSA también tiene contratos con Xinhua y publican artículos traducidos de la agencia china, de hecho la mayoría de artículos de ANSA sobre China provienen de Xinhua, que da una imagen positiva del gobierno de Xi Jinping. También la agencia alemana DPA tiene contratos de intercambio con   dicha compañia.

Entre 2008 y 2018 China invirtió 2.300 millones de euros en medios europeos. Estas inversiones incluyen desde comprar medios o comprar espacios en los medios (en Porto TV, una televisión de Portugal, se emite la “Hora China”, un programa en prime time sobre la actualidad del país), contratar a compañías de relaciones públicas para mejorar la imagen del Estado o comprar espacios publicitarios con el fin de amenazar con retirarlos en caso de una cobertura negativa.

Si todo esto no funciona, siempre se puede intimidar y amenazar directamente a los periodistas. En  2019 un informe del club de corresponsales extranjeros definió la situación de los periodistas que cubrían China como de “acoso constante”. Esta situación alcanza su máximo exponente cuando se trata de temas especialmente sensibles para Pekín como la situación en Xinjiang, prácticamente todos los periodistas entrevistados en el informe reportan que, mientras visitaban Xinjiang, fueron seguidos, se les cancelaron sus alojamientos, se les borró material que habían grabado e incluso fueron arrestados.

Aunque como vemos China intenta estar presente en los medios de comunicación europeos esta presencia normalmente es indirecta, ya que pocos países del viejo continente tienen secciones locales de medios de comunicación chinos. China Radio International emite en Chequia, Alemania, Francia, Polonia y Rumanía en sus respectivos idiomas, aunque es en Francia donde los medios estatales chinos están más presentes, además de la radio, la televisión CGTN también emite en francés y el periódico Le Fígaro suele publicar el suplemento China Watch, que está producido por el periódico chino en inglés, China Daily.

Logo de Xinhua News Agency

Las redes sociales también juegan un papel fundamental en la proyección del poder blando chino, especialmente en Europa. La misión diplomática china en la UE es una de las primeras que se abrió cuenta Twitter y que se muestra más activa en las redes sociales.

A raíz de la crisis del COVID-19, los mensajes de las cuentas oficiales chinas fueron más agresivos, ensalzando la gestión de la pandemia o los envíos de mascarillas y material médico a Europa. En 2019, Twitter anunció que había descubierto una red de más de 200.000 bots destinados a difundir propaganda pro-china criticando las protestas en Hong Kong.

Proyección Cultural

Otro de los aspectos clave del poder blando es la proyección cultural, la mayor herramienta que tiene Pekín en este sentido es con los Institutos y aulas Confucio, una institución que podríamos definir como la versión china del British Council, que se encarga del aprendizaje de mandarín en el extranjero y además realiza eventos de promoción de la cultura e historia chinas.

Actualmente hay unos 580 institutos y aulas Confucio en el mundo, de los que 99 están en la Unión Europea, Francia es el país con mayor número con un total de 21, seguido por Alemania con 19 e Italia con 16. Normalmente los IC colaboran con las embajadas locales para realizar actos de intercambio cultural como exhibiciones de arte o cursos de caligrafía.

Fuente

Uno de los proyectos más grandes y controvertidos en el marco de la proyección cultural china es la construcción de una universidad china en Budapest. Desde hace años, una de las mejores universidades chinas, Fudan, colabora con universidades húngaras para ofrecer formación conjunta, aunque no fue hasta este año cuando se reveló su mayor proyecto, la creación de un campus de Fudan en Budapest.

El campus abrirá sus puertas en 2024 y podrá acoger a más de 6.000 estudiantes chinos y húngaros, medirá 520.000 metros cuadrados y costará un total de 1.600 millones, más de lo que gasta Hungría en sus 24 universidades públicas juntas. Además, la construcción deberá ser llevada a cabo por empresas y trabajadores chinos. Como no es de extrañarla opinión pública húngara empezó a preguntarse qué aportaba a Hungría este proyecto y la mayoría de la población lo rechazaba, incluso entre los votantes de Orbán, el gran valedor del proyecto.

En este apartado es donde China tiene mayores dificultades para influir, países como Japón o Corea del Sur son verdaderas potencias en poder blando ya que se dan unas condiciones de libertad y promoción en sus industrias creativas que en China no existen, la gran parte de la proyección blanda de un país viene de su sociedad civil y el sector privado, algo que en China no se produce y al estar todos sus productos culturales censurados y producidos por el Partido Comunista de China, su atractivo para las audiencias europeas es muy reducido.

Un buen ejemplo de esto es el concurso de Miss Mundo, de los últimos 17 concursos 9 se han celebrado en China. China pago en 2003 más de 2.000 millones por los derechos e incluso construyó un estadio para la celebración del evento en la ciudad de Sanya que costó casi 100 millones de euros. Organizar eventos mundiales (como los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín) es una buena manera de proyectar poder blando, durante unos días tu país disfruta de gran atención mediática en tono festivo, aumenta el turismo y tienes la oportunidad de vender una imagen positiva de tu país.

Sin embargo, con el PCCh no funciona así, China ha impedido participar a cualquier representante que sea crítico con el gobierno dirigiendo la atención mediática más a la censura china que al certamen en sí, de igual manera que el foco informativo durante los Juegos Olímpicos de 2008 se centró en la representación y el poco respeto a los derechos humanos, dando al traste con las ambiciones Chinas de presentar una visión amable sobre su país.

Opinión Pública

Visto las herramientas que usa el gobierno chino para modificar las opiniones europeas en su favor ahora cabe preguntarse ¿funciona? Y la respuesta parece ser un rotundo no.

 Sentimiento hacia China en Europa. Fuente

Según la última encuesta de Sinophone Borderlands la actitud de la opinión pública hacia China es en su mayoría negativa, incluso en Hungría y Europa del este, que han estado más abiertos a la inversión e influencia china. Esto es consistente con otros datos como las encuestas del Pew Reserach en las que encontramos los mismos resultados.

Sentimiento Europeo hacia China y comprado con EEUU. Pew Research

Cuando comparamos la opinión que tienen los europeos acerca de Estados Unidos y China los resultados siguen sin ser buenos para el gigante asiático, la mayoría de los europeos tiene una visión más favorable de EEUU, incluso cuando venimos de un contexto de deterioro profundo de las relaciones transatlánticas por la administración Trump.

Este es el mayor escollo de China para proyectar su poder blando en Europa, la opinión pública rechaza la influencia china y hemos visto que lo mejor que le puede pasar a Pekín es que no se hable de sus asuntos, si los negocios chinos pasan por debajo del radar sus intereses estarán garantizados, pero si las acciones chinas pasan a formar parte del debate público, con unas visiones tan negativas del país, tienen siempre las de perder.

Casos como el de Alemania, socio privilegiado de China en la UE, dónde las relaciones entre ambos actores no se discutían hasta hace bien poco, ahora, en parte por las propias acciones chinas en Xinjiang, han provocado que el debate haya saltado a la opinión pública y es un elemento más de la oposición con el que atacar al gobierno, colocando al candidato de la CDU, Armin Laschet, en la posición incómoda de defender las relaciones con un actor muy impopular.

En Hungría también ha ocurrido, el alcalde de Budapest es uno de los líderes de la oposición con mayor proyección y ha hecho del rechazo a la Universidad Fudan y las relaciones con china uno de los núcleos de su campaña. Llegó incluso a renombrarlas calles adyacentes al futuro campus con nombres como Dalai Lama, Mártires Uigures o Hong Kong Libre.

En definitiva, las estrategias de poder blando de china, por mucho empeño y financiación que le pongan, están fracasando y lo seguirán haciendo en el futuro si la situación no cambia. El poder blando no actúa en el vacío ni es un compartimento estanco alejado de la realidad, sino que tiene que operar en un entorno en el que la opinión pública está informada y conoce lo que ocurre en Xinjiang, Hong Kong o el Tíbet, no puedes crear poder blando si tus acciones no son consistentes  con tu promoción de la cultura y con la imagen que quieres proyectar de ti.

China está inmersa en una contradicción a la hora de proyectar su figura internacional, por un lado, quiere y considera que le corresponde jugar un lugar como gran potencia en un orden multilateral que no esté dominado por EEUU y, para ello, es necesario tener una gran presencia en los debates y la opinión pública internacional, no puedes ser una gran potencia si nadie habla de ti.

Pero, paradójicamente, cuanto más se habla de China más se pone el foco en sus acciones lo que tiende irremediablemente a lastrar su imagen internacional, no es casualidad que el deterioro de la imagen china en Europa venga después de la aparición del debate público sobre la posición de la UE con respecto a China, China solo puede triunfar en Europa mientras se oculte y pase por debajo del radar, lo cual es incompatible con su estatus de  gran potencia.

Mientras China siga bajo el foco mediático seguirá siendo un actor incómodo para aquellos que quieran mantener relaciones estrechas con Pekín. Todo ello, en un entorno con una opinión pública claramente desfavorable, lo que hace realmente difícil que el gobierno chino consiga influir en Europa por medio de la persuasión.

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