Medio de comunicación independiente

Por Martín Jorge.

A partir de la llegada de Putin al poder, el continente africano ingresó paulatinamente en el esquema de proyección internacional del Kremlin. Si bien Rusia aún no despliega relaciones comerciales con el continente como lo pueden llegar a hacer actores como la India o la República Popular China, su rol en materia de seguridad y cooperación científico-tecnológica ha estado en constante aumento la última década.

Ahora bien, cuando observamos la proyección rusa sobre el continente africano, encontraremos que la misma están sumamente impregnada por un elemento discursivo que se remonta al pasado: el fantasma de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). De esta manera, para poder comprender la retórica discursiva rusa de aproximación al continente, se vuelve necesario analizar un poco a qué se refiere cuando se habla de cierta “amistad” y lazos históricos que unen a estos actores.

Vladimir Putin durante su visita a Sudáfrica en 2006. Fuente: Kremlin.ru

Independencia: entre turbulencias y tensiones

A partir de 1950 empieza en África un proceso de descolonización que atravesó décadas de movimientos independentistas y de liberación nacional. Para contextualizar, este proceso se produjo en el marco de lo que se conoce como un orden internacional bipolar que tuvo sus inicios tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y que se encontró marcado por la competencia entre dos bloques encabezados por la URSS y por los Estados Unidos.

Este orden bipolar tuvo la denominación de “Guerra Fría”, debido a que, a pesar de que ambas superpotencias hayan atravesado niveles críticos de tensión, nunca llegaron a enfrentarse en un conflicto directo entre las mismas.  Sin embargo, no por ello estos actores no se enfrentaron en lo que se denominó el “tercer mundo” y la “periferia”, mediante la participación en la Guerra de Vietnam, la Guerra afgano-soviética y el conflicto en la Península de Corea, entre otros.

Sin embargo, un orden que se extiende desde 1945 hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín, atraviesa una multiplicidad de períodos donde las tensiones fueron mayores o menguaron. En la década de los 50 las relaciones entre los bloques encabezados por las potencias anteriormente nombradas eran cada vez más rígidas. Por ende, el desafío de la descolonización en el continente africano se circunscribe en una mayor tensión fruto del estallido exitoso de la primera bomba nuclear soviética en 1949, el inicio del conflicto en la Península de Corea y una URSS cada vez más fuerte que contaba con el apoyo de la “China de Mao” como aliada en Asia.

Con Stalin en el poder, las relaciones con África no habían sido un eje central de la política exterior soviética, pero tras su muerte en 1953 tendremos la llegada de su sucesor Nikita Khrushchev que empezará a visualizar África como una apuesta de componentes ideológicos y pragmáticos. En el elemento ideológico subyacía el enfrentamiento al imperialismo y al colonialismo, consecuentemente, el apoyo a los movimientos de liberación nacional era entendido como un apoyo a la libertad de los pueblos que se encontraban bajo el yugo occidental y capitalista. Por otro lado, el elemento pragmático presente era la ampliación de una nueva zona de influencia en la que la política soviética tuviera participación y presencia activa: agrandar el bloque encabezado por la URSS para disponer de mayores cuotas de influencia y poder.

¡Las naciones de África reinarán sobre los colonizadores! Autor: Kukríniksi.

Ahora bien, cabe preguntarnos ¿En qué países del África los soviéticos brindaron apoyo a los movimientos independentistas? Acá nos encontramos con múltiples casos que, a pesar de tener diferencias en su devenir, son una muestra del apoyo soviético a estos movimientos. Por ejemplo: el apoyo al Movimiento Popular de Liberación de Angola, al Ejército Revolucionario del Pueblo de Zimbabue, al Frente de Liberación Nacional de Argelia y a diversos sectores en el proceso independentista del Congo, etc.

A su vez, la participación en el continente por parte de los soviéticos continuó una vez se fueron instaurando las nuevas repúblicas tanto en África del Norte como en África Subsahariana, como lo fue Mengistu y su gobierno en la República Democrática Popular Etíope. Algunos casos emblemáticos son el de Argelia, donde el apoyo continuó tras la constitución del Gobierno Provisional de la República Argelina a inicios de la década de los 60. Este Moscú puso en práctica rápidamente políticas de reconocimiento del nuevo gobierno y el suministro de créditos al estado naciente. Otra situación similar ocurrió en Ghana, en la que tras su independencia se establecieron acuerdos comerciales y políticos entre ambos actores internacionales.

Además de todos los ejemplos anteriormente nombrados también puede ser ilustrativo, para entender el acercamiento al continente, el apoyo de la URSS a gobiernos como el de Nasser (República Árabe de Egipto). En este caso el reconocimiento y el apoyo diplomático militar y comercial fueron de importancia. Es clave entender la relevancia de Egipto para el Medio Oriente y el Norte de África en aquel entonces. Con la llegada de Nasser desde 1952 hasta su muerte en 1970 se marcará un período muy importante para este país en el marco de las dinámicas de poder regionales. A saber, el autor Hinnebusch establece que en el período 1956-1970 nos encontramos con un sistema panarabista centrado en Egipto. Consecuentemente, la cercanía soviética a este estado del Norte de África dispone de un componente político de suma importancia por la relevancia del actor a nivel regional, que se verá reflejado en una gran ayuda soviética en múltiples ejes, donde se localiza la colaboración de la misma en los inicios del plan de desarrollo nuclear egipcio.

Refuncionalizar el pasado soviético

Habiendo expuesto brevemente algunos sucesos en los que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas tuvo participación en los sucesos que se desenvolvían en el África de la década del 50 en adelante, cabe abordar ahora de qué manera ese pasado es actualmente instrumentalizado. En la actualidad hay dos aspectos que subyacen en la discursiva rusa en su aproximación al continente.

Por un lado, la presentación de Rusia como un actor “distinto” con un pasado de doble valor: acompañamiento en el proceso de liberación e independización de los pueblos africanos de occidente y el acompañamiento en el proceso de consolidación de los nuevos gobiernos instaurados post movimiento revolucionarios. Por otro lado, la Federación Rusa también se presenta como un actor “transparente” en tanto sus lazos con el continente se trazan por la amistad y la cercanía de los pueblos y no por intereses geopolíticos e intentos de influencia en los países soberanos africanos.

Vladimir Putin con el presidente de la República Centroafricana, Faustin Archange Touadera, Cumbre de Sochi, octubre de 2019. Fuente: Kremlin.ru.

¿Dónde se observan estos elementos en el discurso ruso? Un ejemplo se puede encontrar en las palabras de apertura de la primera cumbre Rusia-África llevada adelante en Sochi en 2019. En la misma, Putin refirió a los estados africanos como “amigos” y prosiguió con lo siguiente: “…Rusia y África están unidas por lazos tradicionalmente amistosos. Nuestro país ha apoyado constantemente los movimientos de liberación nacional de los pueblos de África, hemos hecho una contribución significativa a la formación de Estados jóvenes y al desarrollo de sus economías, así como a la creación de fuerzas armadas listas para el combate. Nuestra cooperación, arraigada en el período de la lucha conjunta contra el colonialismo, es estratégica y de larga data. Por supuesto, existen importantes oportunidades para intensificar la cooperación ruso-africana en varios campos”.

Por tanto, la apelación a un pasado conjunto de trayecto compartido subyace en las palabras del mandatario ruso. Igualmente, también afirmó que lo estados de África, por su desarrollo económico y político, se han constituido en “pilares importantes del orden mundial multipolar y desempeñando un papel cada vez más importante en la elaboración de las decisiones de la comunidad internacional sobre cuestiones clave relacionadas con la agenda regional y global”. Nuevamente, Vladimir Putin expresa su referencia hacia los estados de África como estados que son importantes para el sistema internacional y que se esfuerzan junto a Rusia por la conformación de un “…modelo más justo del mundo moderno…”, dejando atrás intereses geopolíticos que vayan en detrimento de la soberanía de los estados del continente.

Finalmente, podemos observar cómo se entrelaza la historia con el presente, cómo esa apropiación rusa del pasado de toda la URSS viene a constituirse como una herramienta discursiva de aproximación a África. No solo en Sochi, esta estrategia está presente en comunicados oficiales del estado donde se apela a la aplicación de una suerte de principio que viene a ser eje de la política del actor euro-asiático en el continente: “a problemas africanos: una solución africana”.

Para finalizar, cabe preguntarnos si este discurso se contrapone dicotómicamente con el de occidente y, sobre todo, ¿qué estrategia seguirá Rusia en el futuro con un actor de tamaña relevancia en el continente como es China?

Bibliografía consultada

Stephen West, (2012) “El apoyo de Nikita Khrushchev al desarrollo de regímenes en el Africa subsahariana de 1955 a 1964”. Enlace: https://commons.colgate.edu/car/vol3/iss1/15/

John Copp, (1986). “Egipto y la Unión Soviética, 1953-1970”. Enlace: https://pdxscholar.library.pdx.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=4806&context=open_access_etds

Karel Holbik y Edward Drachman (1971). “Egipto como receptor de ayuda soviética, 1955-1970”. Enlace: https://www.jstor.org/stable/40749433?seq=1

Hinnebusch, Raymond, (2003). “Política Internacional del Medio Oriente”.

Sitio oficial del Kremlin. Discurso de Putin y el-Sisi en la apertura de la Cumbre Rusia-África. Enlace: http://en.kremlin.ru/events/president/news/page/56

Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa. Enlace: https://www.mid.ru/web/guest/foreign_policy/international_safety/conflicts/-/asset_publisher/xIEMTQ3OvzcA/content/id/3525066

Te has suscrito correctamente a The Political Room
¡Bienvenido! Has iniciado sesión correctamente.
¡Excelente! Te has registrado correctamente.
¡Éxito! Su cuenta está completamente activada, ahora tiene acceso a todo el contenido.