Medio de comunicación independiente

El jueves día 13 de mayo, poco antes de las once y media hora central europea, la cuenta en inglés de la oficina de comunicación pública de las Fuerzas de Defensa de Israel (@idf) publicó un tuit afirmando que fuerzas de aire y tierra “están actualmente atacando en la Franja de Gaza”. El tuit no informaba de nada más ni ofrecía más detalles. Era una frase sencilla en inglés de doce palabras sin ninguna foto de acompañamiento.

El día anterior, la cuenta de Twitter en hebreo de la oficina de comunicación pública de las FDI (@idfonline) había mostrado un vídeo con varias secuencias grabada desde la cabeza de guerra de un misil Spike en su versión de muy largo alcance (Spike NLOS) justo antes del impacto. El tuit informaba que se trataba de ataques de la unidad Sayeret Maglan (literalmente “unidad de reconocimiento especial Ibis) contra “infraestructura terrorista y armas especiales de HAMAS”.

El Spike NLOS tiene un alcance declarado de 25 kilómetros. Considerando que el rectángulo que forma la Franja de Gaza limita con Israel en dos de sus lados y la distancia entre el límite oriental de la franja y el mar, los tiradores de la Sayeret Maglan no necesitan salir de Israel para alcanzar un objetivo dentro de ella. El siguiente mapa muestra la distancia de 18,47 entre Sderot (Israel) y Jabaliya (al norte de la Franja de Gaza) sólo para hacer más visible como una unidad militar israelí dotada del Spike NLOS podría moverse siempre bastante alejada de los límites de la Franja de Gaza e Israel y aún así alcanzar blancos dentro de ella.

Todo esto no fue considerado por la prensa internacional. La idea de fuerzas terrestres "atacando en la Franja de Gaza" en la cabeza de muchos periodistas significó que había soldados israelíes combatiendo sobre suelo palestino. Algunos consultaron con el portavoz para los medios de habla inglesa, el teniente coronel Jonathan Conricus, que al parecer confirmó que había tropas israelíes dentro de la Franja de Gaza.

Empezó entonces la estampida informativa sobre que la ofensiva terrestre israelí se había puesto en marcha. Hasta aquel momento se habían acumulado los titulares sobre la acumulación de fuerzas israelíes, con movilización de reservistas para la previsible ofensiva terrestre. También se había informado que las FDI habían puesto sobre la mesa del gobierno los planes de una intervención terrestre. La imagen de soldados israelíes invadiendo suelo palestino tiene un simbolismo poderoso y la prensa internacional lo esperaba impaciente.

En la mañana del viernes 14 las FDI anunciaron haber llevado a cabo durante la noche una operación contra la red de metro de HAMAS, una forma coloquial de referirse a la red de túneles de la Franja de Gaza. En la operación habrían participado carros de combate Merkava IV, excavadoras blindadas Caterpillar D9 y maquinaria de perforación.

Pero el peso de la operación contra la red de túneles la habría llevado la aviación, anunciándose con toda precisión: 160 aviones habrían despegado de 6 bases lanzado 450 proyectiles contra 150 objetivos en 40 minutos. Entonces a lo largo del viernes 14 empezó a circular la noticia de que no había habido malentendido. La noticia había sido puesta en circulación de forma atropellada y accidental (la redacción en el tuit equivalente del perfil @idfonline era ligeramente diferente) con la intención deliberada de que se formara un efecto bola de nieve informativo que pareciera accidental.  

La idea era que el alto mando de HAMAS ordenara una movilización general para prepararse para la ofensiva terrestre. Las unidades combatientes de HAMAS,  con morteros y armamento anticarro, habrían entrado en la red de túneles para dirigirse a las posiciones defensivas avanzadas. Y supuestamente estaban allí a la espera de las últimas órdenes cuando se desató el bombardeo israelí.

El supuesto golpe contra HAMAS fue celebrado en las redes sociales mientras en la prensa israelí se decía que "el alcance exacto del daño que las FDI lograron infligir a las fuerzas terrestres de los grupos terroristas palestinos solo se aclarará en el futuro, pero parece ser colosal". Sin ninguna forma de comprobarlo, todo lo dicho entra en el terreno de la leyenda urbana.

Entre los periodistas ha generado una grave preocupación. Según recoge Ronen Bergman, "los periodistas sienten que los han hecho parte de una operación militar de manera fraudulenta". La relación de confianza entre periodistas y la oficina de comunicación pública de las FDI podría quedar dañada. Su jefe, el general Hidai Zilberman, ha mostrado la carta que le envió al presidente de la asociación de la prensa extranjera en Israel pidiendo disculpas por el "error". Todo habría sido una confusión en la traducción del hebreo al inglés. Aparentemente.

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