La “OPEP del litio” de América Latina
Un grupo de países latinoamericanos estaría dispuesto a cooperar en la extracción de litio, controlando la mayoría de las reservas mundiales. Solo tres, Chile, Bolivia y Argentina tienen alrededor de 50 millones de toneladas del metal bajo su suelo, lo que sería el 53% de las reservas mundiales. Estas reservas se concentran en el llamado “Triángulo del litio”. Dicha alianza podría monopolizar la extracción de litio y fijar los precios globales de la materia prima, tal como lo hace la OPEP con el petróleo.
Argentina, Bolivia, Chile y Brasil podrían estar haciendo planes para formar esta unión, tal y como anunció la delegación argentina en una convención minera en Canadá a principios de este año. Al parecer, Argentina, Bolivia y Chile han estado en conversaciones desde julio del año pasado, mientras que Brasil se unió después de la toma de posesión del presidente Luis Ignacio “Lula” da Silva en enero.

No se puede exagerar la importancia del litio para la nueva economía global. Es vital para tecnologías más limpias y ecológicas y para lograr los objetivos de cero emisiones netas de los gobiernos. Es un componente esencial de las baterías para vehículos eléctricos. Los precios han caído un 70% desde su cima en noviembre de 2022, aunque el “boom del litio” está lejos de terminar. Este año, los acuerdos mineros para el metal han subido a 65 mil millones de dólares. Esta cifra marca un máximo en la última década; demuestra que las empresas están peleando por una parte de este sector altamente lucrativo.
Ambiciosa, Argentina enfrenta los mayores obstáculos
Buenos Aires es el actor que más está tratando de impulsar esta unión. Tiene las segundas reservas probadas más grandes del mundo, pero ocupa el quinto lugar en producción. Por otra parte, su sector manufacturero también es más pequeño que el de Brasil o México. No obstante, los analistas de JP Morgan proyectan que se convertirá en el tercer productor para 2030.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha tratado de tomar varias iniciativas de integración regional. A principios de este año fue anfitrión de la cumbre de jefes de estado y cancilleres de la CELAC, que reunió a gobiernos de toda América Latina y el Caribe. Sin embargo, Argentina podría tener la mayor cantidad de desafíos para poner en marcha la producción. La economía se ve obstaculizada por restricciones a la exportación, endeudamiento elevado, alta inflación y el desmoronamiento del peso. Algunos obstáculos también se deben a las políticas del gobierno actual.
Por ejemplo, el país tiene una ventaja comparativa en productos agrícolas como la carne vacuna, la soja y el aceite de girasol; productos con gran demanda en China. Sin embargo, estos productos están sometidos a fuertes impuestos a la exportación o incluso prohibiciones, como ciertos cortes de carne de ternera, lo que limita su balanza comercial.

Fuera del Triángulo del Litio, también se han encontrado campos más pequeños pero importantes en México, con 1,7 millones de toneladas, y Brasil, con medio millón. Aunque los dos países tienen mucho menos metal para extraer, tienen las industrias más desarrolladas de la región. En el sector del litio, Brasil también tiene un sector manufacturero especialmente fuerte en comparación con sus vecinos: su Sigma Lithium es una de las pocas empresas en América Latina capaz de procesar el mineral de manera sostenible.
Automóviles eléctricos “Made in México”
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (también conocido como AMLO) ha anunciado la nacionalización de las reservas de litio. Sin embargo, esto no significa que el recurso estará fuera del alcance de la inversión privada, más bien que el estado tomará las decisiones estratégicas. Tesla y el gobierno mexicano ya han confirmado planes para una nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos en Nuevo León, cerca de la frontera con Estados Unidos.
AMLO también visualiza el centro de México como un polo de fabricación de baterías, entre las minas e instalaciones de producción más grandes del país. En febrero, BMW anunció planes para invertir 800 millones de euros para aumentar la producción de vehículos eléctricos en el estado central de San Luis de Potosí.
México tiene el sector manufacturero más fuerte de todos los países involucrados y está bien ubicado para exportar al hambriento mercado estadounidense, tanto geográficamente como en términos de acuerdos comerciales existentes. El probable crecimiento en la manufactura es parte de la razón por la cual JP Morgan abogó recientemente por darle a México una perspectiva positiva, a diferencia del otro gigante regional, Brasil, que según el informe tiene perspectivas sombrías. No obstante, ambas economías han superado las expectativas de crecimiento para el primer trimestre de 2023.

Chile planea nacionalizar el litio
Apenas este abril, el presidente chileno, Gabriel Boric, declaró intenciones de nacionalizar las reservas de litio del país. También ha recalcado compromisos con el medio ambiente, como dejar intacto el 30% de todas las salinas, el área donde se encuentra el mineral. Es probable que Chile, entre otros, termine con un sistema minero público-privado en el que el estado se dedique a recaudar rentas elevadas. El presidente también anunció que una asociación de empresas privadas liderará la industria junto con el estado.
A algunos economistas del desarrollo les preocupa que no haya compromisos declarados para expandirse a lo largo de la cadena de suministro u obtener nuevas tecnologías. En su lugar, los planes de nacionalización en toda la región generalmente han significado mayores ingresos para las arcas estatales, gracias a las rentas. Si bien tienen depósitos de litio más pequeños, Brasil y México podrían navegar en contra de esta tendencia con sus ambiciones de fabricación de vehículos eléctricos.
Con el tiempo, podrían convertirse en líderes del sector, ya que cuentan con industrias automovilísticas fuertes y mercados domésticos más grandes, mientras gozan de mayor estabilidad que sus vecinos.
¿El nuevo petróleo?
Las grandes potencias no están subestimando la importancia del litio y otros metales necesarios para las baterías. En enero, la comandante del Comando Sur de EE. UU., General Laura J. Richardson, destacó la abundancia de estos recursos de la región en el Atlantic Council. Tanto EE. UU. como China están mostrando un interés creciente en la extracción de litio y su proceso de fabricación.

Así como la OPEP trajo riqueza y poder a los estados árabes y del Medio Oriente, también trajo conflicto e inestabilidad. Las largas guerras en Irak y Libia son solo algunos ejemplos recientes. Asimismo, si bien un cartel del litio podría reforzar la posición de América Latina, existirá en un marco de competencia de grandes potencias.