Medio de comunicación independiente

Corrupción, soldados fantasma, baja moral, logística disfuncional y dos décadas de malas políticas

El 8 de julio de 2021 el presidente Biden declaró: "no habrá ninguna circunstancia en la que se vea a gente siendo evacuada del tejado de la embajada estadounidense”(Forbes Breaking News, 2021) -evitando comparaciones con Saigón en 1975.- El 16 de agosto, poco más de un mes después, los mismos prototipos de Black-Hawks que participaron en la captura de Osama Bin Laden trasladaron a los diplomáticos de la embajada estadounidense en Afganistán al aeropuerto de Kabul.

Con esta acción, se materializó cómo dos décadas de progreso, conseguido mediante una ímproba guerra (3500 muertos de la coalición internacional) e inversiones multimillonarias, se esfumaron en una semana. La palmaria humillación de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no podrían ser de mayor calado. Una vez terminada la evacuación de sus nacionales -y de los pocos colaboradores afganos afortunados-, los gobiernos occidentales no han tenido más remedio que aceptar la consagración de un Emirato Islámico con los talibanes al frente.

Suboficiales del Ejército Nacional Afgano, recitan la ceremonia de juramento de las bridmals del primer mandato, el 15 de julio, en el Centro de Entrenamiento Militar de Gazi, Kabul, Afganistán, 2010.

Esto contrasta con el hecho de que, a finales de los noventa, el gobierno talibán apenas era reconocido por un puñado de países como Pakistán y Arabia Saudí. Por aquel entonces, la Alianza del Norte, una agrupación de milicias concentradas en el norte de Afganistán, resistió y sirvió de esperanza y prócer para Occidente; veinte años más tarde y atrapados en el valle del Panjshir, vuelven a ser la única resistencia firme a los talibanes. Afganistán ha vuelto al punto departida.

Este fiasco requiere cuestionarse ¿cómo un gobierno con un ejército de 350.000 efectivos (España no alcanza los 133.000), entrenados y pertrechados por los mejores ejércitos y contratistas de la OTAN, se derrumbó tan rápidamente? En 1975, el ejército norvietnamita, respaldado por la Unión Soviética, tardó meses en avanzar por Vietnam del Sur. En cambio, los talibanes, que no cuentan con más de 200.000 soldados, y están armados mayoritariamente con material capturado, han tomado casi la totalidad del país en poco más de una semana, generalmente sin apenas resistencia (McMaster, 2021).

La respuesta parece ser que lo que les faltaba en fuerza, lo compensaban con cerebro, determinación y astucia política. La administración Trump, firmante de los Acuerdos Doha con los talibanes, esperaba que estos últimos se vieran obligados a negociar con el gobierno de Ghani para consagrar un reparto de poder (Boone, 2021). Sin embargo, los talibanes pronto se dieron cuenta de que les era más rentable derrocar al gobierno afgano y ocupar el vacío de poder bajo el amparo de la retirada de la Coalición. Por tanto, ¿qué ha ocurrido?

Imagen 1: el representante estadounidense Zalmay Khalilzad (izq.) y el representante talibán Abdul Ghani Baradar (dcha.) firman el acuerdo de Doha el 29 de febrero de 2020. Fuente: Middle East Monitor,2020.

El error de cálculo más llamativo de la Coalición y especialmente de EE.UU., ha sido la continua sobreestimación de las capacidades de las Fuerzas Nacionales de Defensa y Seguridad afganas (FNSF). El caso más reciente que demuestra esto se encuentra en el discurso de Biden del 8 de julio de 2021 en el que el presidente norteamericano aseguró que “las capacidades militares de la FNDS afganas no son comparables a la de los talibanes” (Forbes Breaking News, 2021). El Pentágono aseguraba por aquel entonces que, incluso sin el apoyo táctico estadounidense, las FDNS afganas serían capaces de mantener los principales centros urbanos e instalaciones militares.

Como señalaba el presidente Biden, sobre el papel, las fuerzas del gobierno afgano eran significativamente superiores en números, entrenamiento, equipamiento y organización (Boone, 2021). Asimismo, los comandos de las Fuerzas Especiales Afganas estaban a la altura de sus contrapartidas regionales. Con este escenario, los servicios de inteligencia estadounidenses advertían en marzo de 2021 que los talibanes necesitarían entre dos y tres años como mínimo para hacerse con el control del país. Finalmente les bastaron menos de dos semanas (McMaster, 2021).

Esta sobreestimación de las capacidades operativas de la FNDS fue una constante, lo que en parte justificaba la progresiva disminución de la presencia americana. Las presentaciones semestrales del Departamento de Defensa de Estados Unidos ante el Congreso subrayaban periódicamente la creciente profesionalización y capacidad de combate del ejército afgano. Por ejemplo, el "Informe sobre el progreso hacia la seguridad y la estabilidad en Afganistán", de noviembre de 2013, relataba que "las fuerzas de seguridad afganas están ahora proporcionando con éxito la seguridad a su propio pueblo, librando sus propias batallas" (Ibid, 2021), y podrían mantener los logros "conseguidos por una coalición de 50 naciones con las fuerzas mejor entrenadas y equipadas del mundo" (IEEE, 2013,p.7).

Con todo ello, para 2014 las fuerzas de la OTAN cesaron sus misiones de combate para dejarlas a cargo de las FNDS. De hecho, incluso cuando la situación sobre el terreno se deterioró, un informe de 2017 describió a las FNDS como "generalmente capaces de proteger los principales centros de población... y responder a los ataques talibanes" (McMaster, 2021).

Solo en los últimos años los informes comenzaron a reflejar el verdadero estado de estas fuerzas. En 2017 y 2019, se informó de la existencia de soldados "fantasmas," de los que se desconocía el destino de sus salarios. Esto sugiere que nunca hubo 350.000 soldados disponibles para enfrentarse a los talibanes. El informe de diciembre de 2020 del Departamento de Defensa al Congreso señalaba que el número real de efectivos de las FNDS rondaba los 298.000 efectivos (gráfico 1), insinuando con ello el grave y recurrente problema de los soldados "fantasma" y las deserciones (Kazmin, Parkin, & Manson,2021).

Gráfico 1: composición real de las FNDS afganas en 2020 de acuerdo al Departamento de Defensa de EE.UU. en diciembre de 2020. Fuente: elaboración propia a través de datos de Kazmin, Parkin, & Manson, 2021.

El Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) también puso de relieve periódicamente los problemas de seguimiento de los equipos y los salarios. El despilfarro, el fraude y la mala gestión de los recursos destinados a la modernización del ejército afgano, socavaron aún más la capacidad de combate de las FNDS. El despilfarro y el fraude ascienden a miles de millones de dólares y la corrupción implica a altos funcionarios del gobierno (McMaster, 2021). Fruto de esta corrupción, los soldados afganos pasaron meses sin cobrar y sin los suministros necesarios para defenderse, lo que fomentó la idea de deserción en caso de combate.

Más recientemente, las capitales provinciales no fueron reforzadas adecuadamente, a pesar de que estaba claro que Estados Unidos tenía la intención de retirarse en el plazo de un año tras el Acuerdo de Doha de febrero de 2020. A medida que el avance talibán se intensificaba en las últimas semanas, los soldados afganos también se vieron defraudados por sus mandos y líderes políticos, que a lo largo de dos décadas han fracasado en ganarse la lealtad nacional.

Resulta sorprendente la incapacidad y falta de instinto de supervivencia del gobierno afgano para alzar un grito de guerra general a la nación en contra de los talibanes que la asediaban (Kazmin, Parkin, &Manson, 2021). Todo este contexto ayuda a explicar por qué las FNDS decidieron no luchar. No es culpa pues de las FNDS como tal, sino de su baja moral, la falta de apoyo y cohesión militar, las malas políticas, y la extendida corrupción institucional del gobierno y los altos mandos  militares y policiales.

Asimismo, la coalición liderada por Washington cometió reiteradas veces varios errores que retrasaron la creación de un ejército moderno. Durante los primeros años de la invasión de 2001, la falta de inversión en las FNDS supuso una valiosa pérdida de tiempo en una época en la que los talibanes estaban a la defensiva. Además, no se priorizó la creación de una fuerza aérea propia, ya que esta tarea estaba confiada en la USAF.

Por este motivo, hasta el año 2009 no se formó a pilotos afganos (McMaster, 2021). A esto hay que sumarle la pérdida de capacidades de la Fuerza Área Afgana tras la retirada de sus contratistas estadounidenses en 2019. Esta decisión mermó gravemente las capacidades logísticas no sólo de la fuerza aérea (tabla 1), si no de todas las FNDS afganas. Por este motivo, no es de extrañar que tras la toma del país, algunos pilotos cambiasen de bando, permitiendo a los talibanes disponer de helicópteros propios por primera vez (imagen 2).

Tabla 1: aeronaves de la Fuerza Área Afgana el 30 de junio de 2021. Fuente: elaboración propia con datos de Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction (SIGAR), 2021.

Por último, cabe mencionar que los santuarios talibanes en Pakistán jugaron un papel clave en socavar el esfuerzo bélico de la Coalición (Ibid, 2021).Washington nunca obtuvo el apoyo de Islamabad en las dos décadas del conflicto. Esta actitud del país asiático hizo difícil la labor de contrainsurgencia de EE.UU. y las FNDS afganas. Los talibanes mantuvieron campos de entrenamiento, recaudaron fondos y planificaron atentados desde el otro lado de la línea Durand. El caso más sonado es que el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, estuvo escondido en Abbottabad, a apenas dos horas en coche de la capital de Pakistán.

Imagen 2: Black Hawk del ejército afgano capturado por los talibanes. Fuente: Fox, 2021.

Por tanto, el rápido colapso del gobierno afgano no fue exclusivamente culpa de la falta de voluntad o habilidad de las FNDS, sino de veinte años de corrupción institucional e implementación de malas políticas que fomentaron un marco de sobrestimación de las capacidades operativas del ejército afgano y de escasa moral. A esto último contribuyó en especial la repentina retirada total de las tropas norteamericanas ordenada por el presidente Biden. Ghani y el resto de su gobierno confiaban en que el empeoramiento de la situación haría cambiar de parecer a los americanos, pero no fue así.

Bibliografía

Boone, J. (2021). The last days of the ‘New Afghanistan’. Obtenido de Financial Times el 20/08/21: https://www.ft.com/content/4a276093-cf85-4da7-9093- 6af6443bb53a

Forbes Breaking News. (2021). Biden In July: 'No Circumstance' Where People Are 'Lifted Off The Roof Of An Embassy' In Afghanistan. Obtenido de Forbes Breaking News el 20/08/21: https://www.youtube.com/watch?v=2_e8oSxQtSk

IEEE. (2013). Informe sobre el progreso hacia la seguridad y la estabilidad en Afganistán. Obtenido de Instituto Español de Estudios Estratégicos el 20/08/21:http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2013/DIEEEA60- 2013_Analisis_Informe_Afganistan_Nov13_MLI.pdf

Kazmin, A., Parkin, B., & Manson, K. (2021). Low morale, no support and bad politics: why the Afghan army folded. Obtenido de Financial Times el 19/08/21: https://www.ft.com/content/b1d2b06d-f938-4443-ba56-242f18da22c3

McMaster, H. (2021).We all lost Afghanistan. Obtenido de Foreign Affairsel 20/08/21: https://reader.foreignaffairs.com/2021/08/16/we-all-lost- afghanistan/content.html

Middle East Monitor. (2020).Taliban calls on Joe Bidento adhere to Doha peace agreement.  Obtenido de Middle East Monitor el 19/08/21: https://www.middleeastmonitor.com/20201112-taliban-calls-on-joe-biden-to- adhere-to-doha-peace-agreement/

Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction (SIGAR). (2021). Quarterly report to the United States Congress (30/07/21). Obtenido de Middle East Monitor el 19/08/21: https://www.sigar.mil/pdf/quarterlyreports/2021-07- 30qr.pdf

Fox, D. (2021). Taking Black Hawk on victory flight, Taliban parade plundered US hardware. Obtenido de The Times of Israel el 10/10/2021:https://www.timesofisrael.com/taking-black-hawk-on-victory-flight-taliban- parade-plundered-us-hardware/

Te has suscrito correctamente a The Political Room
¡Bienvenido! Has iniciado sesión correctamente.
¡Excelente! Te has registrado correctamente.
¡Éxito! Su cuenta está completamente activada, ahora tiene acceso a todo el contenido.