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Por todos es conocido lo sensible de la situación de Taiwán para China, internacionalmente se ha impuestola visión de “una sola China”que reconoce a Taiwán como parte integral del Gigante Asiático por lo que, en teoría, algún día se unificarán. Pekín se ha asegurado de hacer cumplir esta política coaccionando y reaccionando con firmeza a cualquier país que cuestione su discurso. De hecho, sólo 15 países en el mundo reconocen a Taiwán como país independiente.

Lituania, sin embargo, no ha cedido a las presiones chinas y, aunque dicen respetar la política de una sola china y no han reconocido a Taiwán ni piensan hacerlo, sus relaciones con la isla están generando un profundo enfado en Pekín.

Créditos: Furfur

El conflicto

En julio de este año Taiwán anunció que abriría una oficina de representación comercial con su nombre en Lituania, a lo que China respondió exigiendo a Lituania que cancelara su apertura. El problema para China está en que la oficina equivale a una embajada de facto y además no emplea el nombre con el que se suele hacer referencia a Taiwán para evitar el enfado chino, “China Taipéi”. Así las cosas, China considera que la oficina de representación vulnera el principio de una sola china, lo que supone una intromisión inaceptable en sus asuntos internos y un ataque a la integridad territorial de China.

Si Lituania hubiera aceptado las demandas chinas la historia hubiera terminado aquí, de hecho este mismo año ocurrió la misma situación en Guyana, habían acordado con Taiwán abrir una oficina pero China protestó y se cancelaron los planes. Pero Lituania, al contrario que Guyana, no se amedrentó y dejó claro que la representación taiwanesa se abriría igualmente. China decidió redoblar su apuesta y en agosto expulsó al embajador lituano de Pekín y retiró al suyo de Lituania. El gobierno lituano también aumentó sus ataques a china y el ministro de defensa recomendó a todos los usuarios de teléfonos móviles chinos que tiraran sus terminales a la basura.

Placa que da la bienvenida a la Oficina de Representación Taiwanesa en Lituania

China advirtió que Lituania “pagaría el precio” si abrían las puertas a la delegación taiwanesa y, sin embargo, Lituania abrió la delegación taiwanesa el pasado noviembre.

Desde entonces China ha tratadode sumir al país báltico en un bloqueo comercial, borró de su sistema de exportaciones el registro de Lituania por lo que los proveedores simplemente no podían marcar el origen de sus productos, teniendo que quedarse en tierra. Pekín alega que se  trata de un problema técnico y que no tiene que ver con la situación de la oficina. Además el gobierno Lituano ha acusado a china de amenazar a empresas multinacionales con que si alguna parte de su proceso productivo pasa por Lituania, no podrán venderseen China.

Pekín y los errores de cálculo

¿Cómo puede una pequeña nación que no llega a los tres millones de habitantes dejar en evidencia a China? En primer lugar porque no tienen nada que perder, Lituania apenas depende de China, las exportaciones lituanas hacia China no suponen ni un 1% de sus exportaciones totales, por lo que tiene un margen de maniobra del que otros estados carecen, es decir,  no es esperable que Lituania acabe cediendo en su pulso con China.

¿Y la Unión Europea que dice? De momento han mostrado su apoyo a Lituania, se han ofrecido a mediar en la situación (a lo que China se ha negado) y han decidido abrir dos vías de actuación, la primera frente a la Organización Mundial del Comercio. Si China realmente está intentando lastrar la economía lituana boicoteando sus relaciones comerciales estaría incumpliendo sus obligaciones como miembro de la OMC por lo que la UE podría iniciar acciones contra Pekín en el marco de la organización, una posibilidad que ya se está estudiando.

La otra vía es interna, con legislación europea. La UE trabaja en un mecanismo anticoerción cuyo objetivo es luchar contralos países que tratan de interferir en la política interna de los países europeos aplicando o amenazando con aplicar medidas económicas o comerciales. El mecanismo recoge una serie de acciones que la UE podría llevar a cabo para enfrentarse a esta situación, como imponer aranceleso suspender el acceso a los mercados europeos.

Inversión china en Europa. Los países bálticos son los que menos inversión reciben. Fuente: Merics

Ninguna de estas soluciones es a corto plazo, los mecanismos de disputa ante la OMC pueden tardar meses en resolverse incluso aunque se tramiten por procedimiento de urgencia, y el mecanismo anticoerción aún tiene que terminar de diseñarse y aprobarse, lo que llevará también meses. En el corto plazo parece que Lituania está encontrando apoyos y al menos otros tres estados europeos están pensando en tomar medidas similares contra China, lo que obligará a la UE a tomar una posición más asertiva.

En definitiva, el conflicto con Lituania es una muestra más de los errores de cálculo de una política exterior china víctima de una sobrerreacción constante cuyo objetivo es implantar un visión positiva de China en el mundo, pero precisamente hace lo contrario comportándose como una suerte de abusón diplomático sin mucha pericia que termina convirtiendo los asuntos más pequeños en un conflicto diplomático que obliga a los actores a posicionarse en su contra.

Por supuesto que Taiwán es un asunto de absoluta prioridad para China y no debemos subestimar su importancia pero, en el marco de una competencia cada vez mayor y más hostil con Estados Unidos y teniendo en cuenta que la UE es la mayor potencia comercial del mundo y el primer socio comercial de China, Pekín debe entender que depende de Bruselas tanto o más de lo que Bruselas depende de Pekín. ¿Realmente merece la pena empujar a la UE a una posición hostil por que un país de tres millones de habitantes quiere tener buenas relaciones con Taiwán?

Lo cierto es que después de este conflicto China va a encontrarse no con menos sino con más oposición dentro de la UE, con más países que van a tomar medidas como Lituania (aunque no se espera que lleguen tan lejos), obligando a la UE a tomar una postura mucho más frontal contra China para defender a sus estados miembros, con quizá una disputa abierta en el seno de la OMC y un mecanismo nuevo de represalias para casos como este, y todo esto ha sido en gran parte por la reacción de Pekín. No puede decirse que esté siendo un éxito diplomático.

Recientemente, el presidente lituano a considerado un error abrir la delegación con ese nombre por las consecuencias políticas que ha traído al país, por otro lado Taiwán a reaccionado prometiendo una inversión de 200 millones de euros en el Estado Báltico, para combatir el bloqueo comercial que Pekín está ejerciendo sobre Vilna.

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