Los Leopard llegan a Ucrania: Análisis e implicaciones
Por Yago Rodríguez
¿Por qué son importantes los tanques?
Cuando llega el momento de avanzar del punto A al punto B se puede hacer a pie, sobre un animal o sobre un vehículo. A este último le puedes blindar, le puedes armar o puedes elegir entre ruedas o cadenas.
En definitiva, vulnerables o no, no existen alternativas a los blindados y dentro de estos los carros de combate son las armas más potentes: las que tienen más blindaje con el que soportar el castigo y las que pueden responder al fuego con su cañón. En el marco de esta guerra lo estratégico es ganar, ganar territorio, ir del punto A al punto B, de ahí que Ucrania solicite carros de combate en abundancia.

Hasta ahora los ucranianos han podido tirar de la saga T-64 y T-72 y de sus excedentes presentes en Europa Oriental, pero el arsenal se agota, ya han sufrido 500 bajas y en toda Europa ya no quedan fábricas de tanques, así que solo queda tirar de los stocks ya producidos.
Ante todo, hay que recordar que los tanques nacieron en la Gran Guerra para romper el frente fortificado y que durante el asalto sus bajas siempre se han contado por centenares. En otras palabras, los carros están pensados para perderse en grandes cantidades. En la Segunda Guerra Mundial los soviéticos llegaron a perder 83.500 tanques (muchos serían modelos posteriormente recuperados), y esto en una época en la que se supone que el carro de combate era menos vulnerable que hoy.
Y llegamos al momento actual:
Lo primero que está en juego es el mercado de defensa y el poder político que la dependencia de defensa genera. Leopard 2 -usado por múltiples países europeos- versus M1 Abrams, el producto estrella que Estados Unidos quiere colocar en Europa. Polonia no solo ha entregado casi 300 T-72 -o variantes del mismo de origen soviético- sino que es muy probable que reemplace a todos sus Leopard 2 con M1 Abrams dejando de depender de Berlín para su defensa. ¿Podrían seguir este ejemplo otros países?
En realidad, como producto el Leopard 2 y el M1 Abrams no son muy distintos, de hecho, ambos tienen su origen en el programa germano-americano Kampfpanzer 70/MBT-70 (Peso, cañón, ópticas, y blindajes semejantes...) La principal diferencia está en el motor de turbina de gas que emplea el diseño americano y que consume grandes cantidades de combustible, aunque a cambio proporciona mucha velocidad, potencia y un mantenimiento más sencillo.

La logística de los M1 Abrams en plena ofensiva sería complicadísima debido a la necesidad de abundantes camiones cisterna, mientras que los Leopard 2 necesitan un escalón de mantenimiento muy potente que se tarda años en formar.El adiestramiento de un batallón y de una brigada acorazada debidamente adiestrada puede tomar fácilmente 4-6 meses -nos plantamos en pleno verano-, pero si los ucranianos reciben los 300-400 carros que desean sus posibilidades de atacar aumentarán exponencialmente.
¿Serían decisivos? ¿Puede Ucrania avanzar los 100 Km que le separan de Crimea?
Depende del uso que se les dé, lo que a su vez depende del adiestramiento de las tripulaciones y de los planes ofensivos... Pero los tanques por si solos no van a hacer el trabajo.
Por la parte española, la máxima contribución previsible consistiría en la entrega de medio centenar de Leopard 2A4 antiguos que permanecen en activo, aunque no está claro cuál sería la contrapartida.
Los Leopard 2A4 son carros aceptables para esta guerra, pero blindados como el T-90M o el T-80BVM ruso son iguales o superiores, aunque el número de estos últimos es limitado. Los A5 y A6 por su parte deberían ser superiores a casi todo lo que tenga Rusia.

Una última consideración: Rusia tiene fábricas de tanques en activo, así como enormes plantas de reparación para poner a punto blindados almacenados, mientras que Ucrania depende más de las existencias de tanques disponibles en Europa.