Los nueve puentes de unión entre Rusia y Corea del Sur
Por Iván López Miralles.
“Nuestros países están conectados por varios factores. Los grandes escritores Dostoyevsky, Tolstoi y Chéjov, que describieron el Lejano Oriente y Sajalín en sus libros y que son los escritores favoritos de los coreanos. Esta región también es un espacio importante para la literatura coreana. El escritor coreano contemporáneo Yi Kwang-su escribió la novela Youjong, que se desarrolla en Siberia y cerca del lago Baikal. Sólo esto es suficiente para hacerme sentir los viejos y profundos lazos entre Corea y Rusia. Tenemos recuerdos y la experiencia de vivir juntos una vez, ayudándonos unos a otros en el Lejano Oriente”.
Este discurso fue pronunciado por el presidente surcoreano Moon Jae-in, en Vladivostok en septiembre de 2017 como parte de la sesión plenaria correspondiente al Eastern Economic Forum. Durante el transcurso de su intervención, Moon expondría su “New Northern Policy” como herramienta para articular el Mapa económico para la Península de Corea, que permitiría a Corea del Sur estar más integrada con los países de Eurasia. Sin embargo, ¿por qué Moon está tan obsesionado con las regiones del Lejano Oriente ruso? ¿Qué tienen de especial?

El Lejano Oriente Ruso
El desarrollo del Lejano Oriente Ruso es la prioridad del siglo XXI para Vladimir Putin en su objetivo personal de devolver a Rusia el status de potencia geopolítica. Una región que pese a ocupar el 41% del territorio de la Federación rusa, sólo representa el 6% de su población.
En su comparecencia en el Eastern Economic Forum, Putin anunciaba la necesidad imperiosa de promover la renovación y el crecimiento dinámico de esta región. Entre 2013 y 2017 impulsó 19 leyes federales con el objetivo de impulsar el Lejano Oriente y sentar las bases de un marco legal con especial atención a la práctica policial.
El pilar de la política del Kremlin en el Lejano Oriente se basó en una doble dirección; por una parte la aplicación de incentivos fiscales para atraer inversión extranjera, así como ofrecer recursos naturales a precios más bajos. Por ejemplo, cualquier inversor que se haya convertido en residente de un área de desarrollo prioritario o del Puerto Libre de Vladivostok, hasta 2025 disfrutará de una interrupción de 10 años en el pago de las primas de seguro o, por otra parte, para grandes proyectos de inversión de más de 100 mil millones de rublos, la exención del impuesto sobre la renta se extendería de 10 a 19 años.
Asimismo, el propio Putin destacaba grandes proyectos de infraestructuras como el complejo de construcción naval de Zvezda en Primorie y proyectos más ambiciosos como un corredor que facilite la ruta Asia-Pacífico-Europa, el desarrollo de la Ruta del Mar del Norte o la modernización del ferrocarril transiberiano.

Sin embargo, en 2019, de los 61 mil millones de dólares en inversiones anunciadas gracias a la ayuda pública en el Lejano Oriente sólose había realizado el 16%, una cifra demasiado pobre. Aunque las causas son multifactoriales, una de las razones principales es que muchos de los contratos que se firman se establecen sobre la base de un marco no vinculante, es decir, es fundamentalmente una cuestión de imagen.
Por su parte, cada año la región pierde un promedio de 17.000 habitantes, un éxodo preocupante que el Gobierno ruso trató de paliar con iniciativas como “Hectárea Extremo-Oriente” que permitía a todos los rusos adquirir gratuitamente una hectárea de terreno en la región. A pesar de ello, el código forestal de la administración municipal les obliga a pagar el equivalente a 33 dólares por árbol talado, pese a que inicialmente no fueron informados de ello, lo que supone un impedimento clave para su desarrollo.
Y, mientras los ciudadanos de a pie deben lidiar con trámites burocráticos para manipular el terreno, la deforestación se ha convertido en un filón de oro para las empresas chinas. Se estima que el 90% de la madera cortada se exporta a China a precios muy superiores respecto a los precios medios del mercado interno ruso, imposibilitando el almacenamiento de materias primas a las escasas empresas autóctonas, que se ven obligadas a comprar madera en el mercado a precios desorbitados.
La “New Northern Policy” y la estrategia de los “9-bridges”
La “New Northern Policy” busca potenciar la cooperación entre Corea del Sur y sus vecinos del norte, incluyendo a Rusia, aunque no es su principal aliciente. Debemos recordar que ya a finales de 1980, el presidente surcoreano Roh Tae-woo, articuló la original “Northern Policy” resultado del inicio de las relaciones económicas entre ambas coreas, así como el establecimiento de las relaciones diplomáticas con la URSS en 1990 y con China en 1992.

Hemos visto como durante estos últimos años, el comercio bilateral entre ambos países ha aumentado sin apenas cambios visibles en su estructura; Rusia envía principalmente sus recursos minerales a Corea del Sur y recibe productos industriales a cambio. Gradualmente, Seúl ha reiterado con cada vez más intensidad la necesidad de un tratado de libre comercio, mientras que Moscú defiende un acercamiento más progresivo para la liberalización económica. Aun así, el acercamiento intercoreano en 2018 abrió la posibilidad de avanzar en diferentes proyectos económicos multilaterales, que involucrarían a Rusia en el hipotético caso de que se aliviaran las sanciones sobre Corea del Norte.
Si Moscú pretende desarrollar los territorios del Lejano Oriente, la cooperación con los estados vecinos debe ser total. Este hecho, unido al deseo surcoreano de expandir lazos con los países de Eurasia, establece un marco de interrelación entre ambos países y un prerrequisito para el desarrollo en el largo plazo.
Esta estrategia de cooperación económica ha recibido el nombre de “9-bridges”, es decir, 9 puentes o sectores clave en los que se busca una cooperación simultánea y multifacética a través de sectores que incluyen la construcción naval, puertos, la Ruta del Polo Norte, gas, ferrocarriles, electricidad, empleos, agricultura o productos marinos. Bajo este pretexto, se han articulado una serie de objetivos dinámicos que buscan potenciar la cooperación estratégica entre ambas potencias. Estos objetivos se detallan a continuación.

- Uno de los “puentes” más destacados es el relativo al gas. Pese a que se trata de un campo de cooperación mutua entre ambos países, Rusia no se encuentra entre los principales exportadores de gas a Corea del Sur. Por lo tanto, con el objetivo de diversificar su cartera de importación, Corea del Sur busca importar más GNL (gas natural licuado) desde Rusia y construir un gasoducto a través de Corea del Norte hasta el final del sistema de transmisión de gas Sakhalin-Khabarovsk-Vladivostok.

- Otro “puente” importante es un proyecto trilateral de líneas de ferrocarril que pretende impulsar el transporte mediante la reconstrucción del Ferrocarril Transcoreano y su conexión con el Ferrocarril Transiberiano. Corea del Sur ya está dando los primeros pasos sobre el terreno investigando activamente el estado de los ferrocarriles de Corea del Norte.
- Corea del Sur también está interesada en la modernización y construcción de puertos en el Lejano Oriente como el puerto de Zarubino. Por su parte, las empresas surcoreanas están participando activamente en la construcción de terminales portuarias en Slavyanka y Fokino, puntos neurálgicos para el desarrollo de los corredores de transporte internacional Primorie-1 y Primorie-2.

- Asimismo, se busca la construcción de la Red del Noreste Asiático para conectar la República de Corea, China, Mongolia, Japón y Rusia, así como compartir electricidad de fuentes de energía renovables. Bajo esta premisa, surge el llamado “anillo energético” que buscaría vincular la energía eólica (del desierto de Gobi), solar e hidroeléctrica en una red gigante de energía que se consolidaría como la más grande del mundo.

- Por último, el desarrollo de la Ruta del Polo Nortepara promover su uso comercial y la apropiación del mercado del Océano Ártico. En este sentido, la empresa de construcción naval DSME de Corea del Sur tiene un contrato para la construcción de 15 buques cisterna de gas de clase hielo Arc7, para las necesidades del proyecto de procesamiento de gas Yamal GNL de Rusia. Cuatro de ellos ya están introducidos y brindan servicios de transporte a través de la ruta marítima del Ártico.

- El “puente” de la agricultura busca ampliar la cooperación agrícola entre ambos países mediante proyectos comunes de desarrollo de semillas, técnicas de cultivo, investigación… Por ejemplo, uno de los proyectos más importantes, es la construcción de una planta de fertilizantes minerales en Kozmino, cerca de Nakhodka, que se espera que se introduzca en 2022 y donde el grupo Hyundai será el principal agente inversor.
- La creación de un complejo de productos marinosen Primorie (provincia de Rusia) y la ampliación de las cuotas de pesca.
- La creación de un complejo industrial en Primorie que involucraría tierras rusas, mano de obra norcoreana e inversiones surcoreanas.
Conclusiones
La ambición del proyecto es más que evidente. De todas maneras, algunas de las dudas que se suscitan de su aplicación surgen del ámbito geopolítico. ¿Qué pasaría si el gobierno surcoreano decide participar activamente en la Nueva Ruta de la Seda o el riesgo de Corea del Norte aumenta? ¿Podría Corea del Sur quedar atrapada en el tablero geopolítico de Estados Unidos, Rusia o China?
Esta “New Northern Policy” se encuadra dentro del Proyecto Comunidad responsable del Noreste de Asia Plus, que busca construir un sistema regional de cooperación sostenible con la ASEAN, el grupo de “potencia media” MIKTA(México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía y Argentina), India y los Estados del Noreste de Asia.

Vemos por lo tanto como el Lejano Oriente ruso es el lugar donde confluyen la Nueva Política de Rusia para Asia Oriental y la Nueva Política del Norte de Corea del Sur. Sin embargo, la orientación de la diplomacia rusa hacia Corea del Sur empezó a mostrar signos de debilitamiento tras el frenazo en seco de los intercambios intercoreanos en 2019. Algunos expertos sugieren que mientras no se relaje la imposición de sanciones a Rusia y no se solucione el problema entre las dos coreas, la estrategia de los 9 puentes puede estar condenada al fracaso.
Pese a ello, no se puede dejar de reseñar los esfuerzos que han emprendido ambos países en fortalecer sus relaciones bilaterales, especialmente en el ámbito de la cooperación económica, donde en los últimos años se ha visto una intensificación de los contactos de alto nivel.
Vladimir Putin mantendrá entre ceja y ceja su objetivo de desarrollar el Lejano Oriente ruso. En este sentido, el turismo también tendrá una importancia significativa en la ecuación. En los últimos años hemos visto los primeros signos de atractivo turístico en la Península de Kamchatka para poder observar en primera persona a los osos autóctonos del lugar.
En palabras del presidente Moon, “en términos de desarrollo del Lejano Oriente Ruso, Corea es el mejor socio”.
REFERENCIAS
“9-BRIDGE Strategy,” Presidential Committee on Northern Economic Cooperation, http://www.bukbang.go.kr/bukbang_en/vision_policy/9-bridge/.
“Future Plan,” Presidential Committee on Northern Economic Cooperation, http://www.bukbang.go.kr/bukbang_en/vision_policy/plan/.
“Plenary session of the Eastern Economic Forum,” President of Russia, September 7, 2017, http://en.kremlin.ru/events/president/news/55552.
Valentin A. Voloshchak, “Closer Look at South Korea’s Plan for Cooperation with Russia,” The Diplomat, January 9, 2019, https://thediplomat.com/2019/01/a-closer-lookat-south-koreas-plan-for-cooperation-with-russia/
ZAKHAROVA, Liudmila: Economic Relations between Russia and South Korea in the New Northern Policy. Kei Editorial Board, 2019.