Geopolítica del golpe de Estado en Myanmar: no es solo una lucha entre China y Estados Unidos
La crisis de Myanmar tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, que dio al traste con el proceso de transición democrática, hunde sus raíces en la peculiar configuración geográfica del país que ha determinado su historia, vida política y relaciones exteriores hasta la actualidad.
Geografía e historia de Myanmar
Hay que partir del hecho de que Birmania (el antiguo nombre de Myanamar), hace referencia a la mayoría étnica del país, la etnia bamar, que constituye el núcleo vertebrador del estado. La población de etnia bamar vive principalmente en las planicies junto al río Irrawaddy.
Alrededor del río Irrawaddy, están las montañas de Arakan, las de Hengduan, la meseta de Shan y las colinas de Tanasserim. Esta configuración de un gran río central, con su valle fluvial y tierras bajas, rodeado de montañas y tierras altas en forma de herradura, se representa en el siguiente mapa.

Esos territorios periféricos al Irrawanddy están poblados por una gran cantidad de minorías étnicas (más de 130), lo que ha implicado un desafío permanente para la integridad territorial de Myanmar.
Las seis étnicas minoritarias principales son las siguientes: Kachin, Chin, Karen, Karenni, Shan Rakhine, Mon, Rakhine y Wa. La distribución geográfica de esas etnias se muestran en los dos siguientes mapas.


Las minorías étnicas en Myanmar suman aproximadamente el 32% de la población, mientras que la etnia bamar constituye aproximadamente el 68%.
Históricamente, Myanmar se identificaba con el territorio controlado por los bamar, que invadieron el valle del Irrawaddy en el siglo IX, mientras que los agrestes territorios periféricos eran autónomos o independientes, y eran zonas tapón en los juegos de poder regionales.

La invasión y colonización británica, englobó a todos esos territorios en Birmania y, para controlar a la mayoría bamar, usó a las minorías para constituir el ejército colonial.
Esto explica que durante la Segunda Guerra Mundial, los bamar recibieran a los japoneses como libertadores, mientras que las minorías iniciaron una guerra de guerrillas contra las fuerzas japonesas.
Aung San, el padre de la líder birmana Aung San Suu Kyi (arrestada durante el golpe de febrero de 2021), cooperó con el Japón y fue ministro de defensa del gobierno títere de los japoneses, creando las fuerzas armadas nacionales birmanas. No obstante, cuando la victoria en guerra se inclinó del lado de los aliados, apoyó a los británicos y fue primer ministro de la colonia de Birmania, gestionando el proceso de independencia pactado con Londres.
El nuevo ejército (el Tatmadaw), que se empezó a crear bajo la ocupación japonesa y controlado por los bamar, que lucharon frente a las minorías que hacían la guerrilla contra los japoneses, explica que el valle del Irrawanddy esté rodeado por una sorprendente cantidad de grupos guerrilleros, que se corresponden con la división étnica de los mapas anteriores. Aunque Aung San intentó crear un estado multiétnico, fue asesinado (probablemente por radicales bamar) poco después de firmar el Pacto de Panglong con varios grupos étnicos minoritarios.

Los rakhine, que habitan la costa del golfo de Bengala junto a la guerrilla antigubernamental propia del Ejército de Arakan, tiene también graves problemas con la minoría rohingya. Los rohingya, de mayoría musulmana, chocan con los budistas rakhine y bamar organizándose en milicia propia, lo que provocó una durísima campaña contrainsurgente del ejército de Myanmar con limpiezas étnicas, matanzas y enormes desplazamientos de población.

Cuando Myanmar logró la independencia en 1948, estaba atravesada por una gran cantidad de conflictos de difícil resolución. Al problema del estado birmano con la periferia y las tierras altas, se añadían los sitos en el valle del Irrawaddy y los bamar, un enconado conflicto entre diferentes facciones. El partido comunista birmano, que entonces vertebraba el país, se dividió en dos facciones, y el propio ejército birmano se escindió al aparecer el Ejército Revolucionario Birmano.
El estado de guerra civil y desorden se prolongó durante los años 50, hasta que al final de la década los militares fueron invitados por el poder civil a gobernar el país. En 1962, el general Ne Win dio un golpe de Estado. Poco después derogó la constitución que reconocía las autonomías étnicas, lo que espoleó las insurgencias de la periferia con reivindicaciones independentistas
El gobierno militar, aunque logró mantener Birmania unida y reducir el caos que imperó en las tierras bajas y de mayoría bamar, vinculó el estado birmano y su economía a las fuerzas armadas, lo que dificulta la transición política al poner en peligro los grandes intereses económicos de los militares con grandes empresas y conglomerados públicos.
La clave geopolítica
Myanmar es de importancia capital para China por ser su retaguardia estratégica, desde donde obtener suministros esenciales en el caso de que hubiera una guerra en su zona costera.
Los que conozcan la historia de la Segunda Guerra Mundial, recordarán que cuando Japón inició la guerra en 1937 para intentar invadir toda China, bloqueó y conquistó los principales puertos del país.
Los suministros solo llegan a la China controlada por el Kuomintang a través del ferrocarril que conectada el sur de China con Vietnam (bajo soberanía de Francia). Pero una vez Francia dio el control de Vietnam a los japoneses en septiembre de 1940, el gobierno nacionalista chino no tuvo más remedio que abastecerse vía Birmania. Ese fue el origen de la mítica carretera de Birmania y del despliegue de los cazas Tigres Voladores (que debían proteger esa línea de comunicaciones).
Para estrangular dicha línea, los japoneses invadieron Birmania en 1942 (después de entrar en guerra con el Imperio Británico y los Estados Unidos). Los británicos y estadounidenses, lanzaron campañas de guerra irregular y guerrilla junto a los guerrilleros de las minorías étnicas birmanas. La realidad de la geografía física y humana de Birmania, es la base del tipo de incursiones que hicieron los Chindits británicos y los Merodeadores de Merrill estadounidenses en la línea entre Ledo, Myitkyina y Lashio.
En el primero de los dos siguientes mapas se muestran las líneas de comunicaciones de gas, petróleo y carreteras que unen China con Myanmar en la actualidad. En el segundo, un mapa con la campaña de 1944 de los Chidits y los Merodeadores en Birmania


China, además del interés por asegurar su tradicional retaguardia estratégica en Myanmar, también necesita el país para implementar su estrategia de One Belt One Road.
De esta manera, a parte de usar la palanca económica como instrumento negociador, emplea su posición de mediador esencial en el conflicto de las minorías étnicas de Myanmar para ganar influencia en el gobierno del país. No puede pasarse por alto que China da apoyo a algunos de los grupos insurgentes, como es el caso del ejército de Wa, que es con diferencia el más grande de todos los grupos guerrilleros étnicos (con unos 30.000 combatientes).
Por su parte, para la India, Myanmar es la ruta de paso necesaria para conectarse económicamente con el resto de países del sudeste asiático. En el pasado, India también apoyó guerrillas de minorías étnicas para ganar influencia en Myanmar.

Durante la Guerra Fría, Myanmar fue un país no alineado y con una versión propia de socialismo dirigida por la dictadura militar desde 1962. La cuestión ideológica socialista y el apoyo chino a varias milicias de minorías étnicas, enfrentó al país a China. Al ser una dictadura militar, también aisló a la entonces Birmania del mundo occidental. Birmania incluso se salió en los años 70 del Movimiento de Países No Alineados.
Por consiguiente, los gobiernos militares birmanos del Tatmadaw, han estado asediados tanto por el exterior, como por múltiples amenazas y conflictos internos. Es decir, la geografía física y humana de Myanmar, y su posición geopolítica regional, han determinado la historia del país, induciendo a una gran fragmentación interna que motivó al gobierno militar, para evitar el caos y la desintegración nacional.

El coste para Myanmar fue el de la pobreza y el subdesarrollo económico. La dictadura militar corrompió la economía al quedar bajo dominio de la burocracia, y la aisló de la globalización económica que tanto benefició a sus vecinos del sudeste asiático. La población también sufrió el vivir en una dictadura que, de paso, impidió resolver los graves conflictos internos del país, haciendo de Myanmar una olla a presión.



La reforma constitucional
La actual constitución de Myanmar data del año 2008 y fue un intento de la dictadura para librarse del aislamiento internacional, recibir inversiones extranjeras e intentar resolver los conflictos internos que estallaron en la Revolución Azafrán de 2007.
Los militares se comprometieron a que en 2010 hubieran elecciones libres. La oposición boicoteó las elecciones de ese año, ya que creían que era un engaño de la dictadura. La constitución de 2008 reservaba el 25% de los asientos en las dos cámaras del parlamento (Asamblea de la Unión), a los militares. Además, les daba el control de los ministerios del interior, defensa y fronteras, así como del poder judicial. Dado que para reformar la constitución se necesita más del 75% de los votos parlamentarios, el Tatmadaw (militares) se reservaron el poder de veto.
En 2012, la oposición liderada por el partido de la Liga Nacional para la Democracia (LND por sus siglas en inglés), presidido por Aung San Suu Kyi, participó en las elecciones parciales para comprobar si los militares iban en serio con la reforma. En las elecciones generales de 2015 el LND participó con dos promesas fundamentales: solucionar los conflictos étnicos y reformar la constitución de 2008.

El LND ganó en 2015 con una amplia mayoría. No obstante, los militares al sumar su 25% de diputados más los que el partido USDP (dirigido por los militares), tenían capacidad de bloqueo. Cabe destacar que la constitución de 2008 también prohibía que personas con cónyuges y familia del extranjero, pudieran ser presidentes del país. Esto se hizo con la intención de impedir que Suu Kyi pudiera ser presidente. Tras las elecciones de 2015, se creó un cargo ad hoc (Conseja del Estado) que permitiera a Suu Kyi dirigir el gobierno y actuar como primera ministra de facto.
El conflicto de la reforma constitucional era anatema entre los militares, ya que el LND quería hacer una nueva constitución federal que diera más libertad a las minorías étnicas. También quería reducir del 25% al 10% los escaños que podrían designar los militares, eliminar la restricción que impedía a Suu Kyi ser presidenta, etc. También daría poderes para reformar la justicia de Myanmar, lo que podría significar el encarcelamiento ulterior de dirigentes de la dictadura.
El LND y Suu Kyi no pudieron cumplir con las promesas de reformar la constitución y resolver el conflicto con las guerrillas étnicas, pero iniciaron en el parlamento más de 100 reformas constitucionales que fueron rechazadas por la justicia. Los militares creyeron que el incumplimiento de las promesas y las dificultades económicas producidas por la Covid-19, implicarían un varapalo electoral para el LND.

Sin embargo, el LND obtuvo una aplastante victoria y mejoró los resultados de 2015. Esto llevó a los militares, liderados por el general Min Aung Hlaing, a denunciar que las elecciones habían sido un fraude. Dada la opacidad de las fuerzas armadas de Myanmar, se desconoce si Min Aung Hlaing tiene apoyo unánime en las fuerzas armadas o si hay algún tipo de cisma, ya que el golpe revierte la política de apertura que promovían desde 2008.
No obstante, lo que está claro es que las reformas constitucionales por las que presionaba Suu Kyi implicaban una amenaza existencial al modo en que las fuerzas armadas han dirigido el país desde 1962. No solo podría desencadenar un proceso que desintegraría el estado y podría terminar en secesiones, sino que los propios generales podrían terminar en prisión por los crímenes cometidos en el pasado.
Tras el golpe, Suu Kyi permanece detenida bajo arresto domiciliario por poseer walkie-talkies (no permitidos en el país). El golpe se ha tratado de camuflar con un barniz constitucional, ya que la constitución de 2008 (en los artículos 417 y 418) reservaba el derecho a intervenir a las fuerzas armadas si se daba una amenaza que podía poner en peligro la unidad y solidaridad nacional.

Conclusión
Aunque el golpe en Myanmar parece obedecer a factores predominantemente internos, determinados por la geografía y geopolítica del país, puede tener importantes repercusiones en la política internacional.
Myanmar dependerá cada vez más de China, si para mantener la integridad nacional debe recurrir a medidas autoritarias, ya que la pone en rumbo de colisión con Occidente que impondrá sanciones; además de que China puede mediar con los múltiples conflictos con las milicias y guerrillas étnicas.
Los Estados Unidos y Occidente, si no quieren perder influencia en Myanamar y que la nueva dictadura se haga dependiente de China, tendrán que ser muy cuidadosos a la hora de imponer sanciones.