Operaciones especiales, inteligencia y contraespionaje en la guerra híbrida del este de Ucrania 2014-2015 (Parte 1/3)
Por Aleksandr Yak

La peligrosa y titánica labor por parte del SBU, el MVS y las FFAA ucranianas para detener un nuevo tipo de guerra con los más mínimos recursos y contra rivales superiores.
ÍNDICE:
- Introducción.
- El SBU, que es, a que se dedica y unidades especiales relevantes junto con las del Ejército y Asuntos Internos.
- Situación del SBU tras el Euromaidán y la anexión de Crimea. Deserciones masivas y reorganización forzosa.
- Disturbios y rebeliones en el Donbás, Járkiv y Odesa. 1/2

Muy poco se ha hablado o directamente se ha ignorado el papel de las fuerzas especiales y en particular las del SBU en el conflicto ucraniano cuya participación durante los primeros meses del 2014 fue primordial para hacer fracasar los planes de los separatistas y de sus patrocinadores. Habiendo pocas o ninguna referencia al papel del SBU y otras unidades en castellano y, con material a veces insuficiente en inglés, este artículo tratará de dar una visión diferente a los interesados hispanoparlantes sobre esta guerra, centrándose en pequeñas operaciones que tuvieron (y siguen teniendo) un gran efecto general. El artículo además hace uso de fuentes en ucraniano y ruso, dando información adicional única.
¿Qué es el SBU? ¿A qué se dedica? ¿Qué unidades especiales tiene y qué otros grupos especiales les ayudaron en sus misiones durante el 2014?

El SBU o Servicio de Seguridad de Ucrania si traducimos al castellano sus siglas, es el principal organismo estatal ucraniano responsable de las materias concernientes a antiterrorismo, espionaje, contraespionaje, seguridad, anticorrupción y combate al crimen organizado, entre otras competencias menores.
Dispone desde su creación de oficinas y secciones encargadas de ámbitos como operaciones psicológicas, antiterrorismo, protección económica, tecnológica e industrial, inteligencia militar y para muchas más áreas. Sin embargo, el declive crónico tanto en presupuesto como compromiso y, en general, dejadez de la misma agencia propiciaron la corrupción, la mala praxis entre sus miembros y una enorme deficiencia en sus competencias. Esto es; sobre el papel el SBU disponía de todo lo que un servicio de inteligencia necesita, pero nunca hubo un compromiso o responsabilidad real excepto en contadas operaciones, especialmente contra el crimen organizado y narcotráfico.
La herencia del KGB, mandos de mentalidad arcaica, corrupción, pocos escrúpulos y ningún respeto a los DD. HH hizo que la agencia fuera tristemente famosa por su opacidad y poco control sobre sus funcionarios, a menudo confabulados en tramas ilegales de toda índole que irónicamente tendrían que combatir. Esta opacidad y tan mala visión popular de la agencia tocaría fondo durante el invierno del 2013-2014 y a partir de ahí su nuevo liderazgo ha intentado un auténtico lavado de imagen tanto en palabras como hechos.
Por ser el máximo representante de la seguridad nacional, el SBU posee a la mejor unidad de operaciones especiales del país; Administración “A”del Centro de Operaciones Especiales Antiterroristas del SBU o mejor conocidos simplemente como el Grupo “Alfa”. Se trata también de la heredera de los legendarios Grupos “Alfa” del KGB y que hoy siguen vigentes en diferentes países exsoviéticos. En la Ucrania independiente, el G “Alfa”aunque está encargada principalmente del antiterrorismo, también tiene experiencia y conocimientos en muchas otras materias (ejemplo-reconocimiento). Además, su despliegue no está centralizado en un único punto, sino que habría varias unidades “Alfa” diseminadas por los cuarteles del SBU en todo el país como más adelante comprobaremos.
Serán también importantes las unidades especiales del MVS (Min. Asuntos Internos), “Jaguar” (antidisturbios), “Vega” (antiterrorismo) y “Omega”(antiterrorismo) que apoyarán al Grupo “Alfa” ya que, al principio de las hostilidades en el Donbás, estas eran de las pocas fuerzas de seguridad disponibles para oponerse seriamente a los desórdenes separatistas. Más adelante sobre el mismo teatro de operaciones y en paralelo al SBU actuarían unidades de propósitos especiales (Spetsnaz) del Ejército y Armada con los 3er y 8vo Regimientos Spetsnaz, el 73 Centro Naval de OEs y el 140 Centro Spetsnaz. También el 10º Destacamento Spetsnaz del GUR (Inteligencia Militar) habría participado en el conflicto, aunque de sus acciones no se sabe casi nada.
Situación del SBU tras el Euromaidán y la anexión de Crimea. Deserciones y reorganización forzosa.

Miles de documentos y material sensible destruido o desaparecido, los altos mandos fugados a Rusia, torrente de deserciones entre agentes en territorio nacional y extranjero y la sospecha de que agentes rivales seguían infiltrados en la agencia. Este fue el panorama con el que se encontró el nuevo jefe del SBU Valentin Nalyvaichenko tras la huida del gobierno de Yanukovich. El anterior liderazgo del SBU, bajo Oleksandr Yakymenko (cuya carrera política ya de por sí es muy opaca y sospechosa) y asesorado por quince miembros importantes de la agencia fueron más tarde avistados en Rusia a finales de febrero de 2014.
Entre las deserciones dentro del propio Grupo “Alfa” se encuentra el comandante Aleksandr Khodakovskiy y posiblemente el destacamento bajo su responsabilidad, el mencionado comandante y sus hombres nutrieron más tarde las filas del “Batallón Vostok” (información detallada más adelante).
No solamente se había perdido información sensible, sino que la agencia estaba totalmente expuesta a sus rivales, sus homólogos rusos estaban tratando de captar el máximo número de agentes de dudosa lealtad y al mismo tiempo propiciar el colapso del estado ucraniano a través de disturbios cada vez más violentos en el sur y este del país.
La anexión de Crimea empeoró la situación, muchos agentes veían la debilidad del nuevo gobierno como la excusa perfecta para cambiar de bando (los más pesimistas los sitúan en miles de deserciones). El estado del SBU era desesperante, con caos interno y crecientes preocupaciones sobre actividades subversivas en todo el país.
En paralelo a la guerra, el nuevo liderazgo del SBU cometería grandes reformas internas, purgando aquellos elementos desleales o sospechosos y sustituyendo a todos los jefes regionales del SBU. Con respecto a agentes desleales; hasta 235 exagentes habrían sido detenidos en el 2014, incluyendo el exjefe del departamento de contraespionaje. Muchos serían relevados por agentes jóvenes con poca experiencia, principalmente del oeste ucraniano.
Disturbios y rebeliones en Odesa, Járkiv y el Donbás

Durante y después del Euromaidán, Rusia aplicó las primeras acciones de desestabilización en Ucrania, empezando por patrocinar disturbios contra la integración europeísta, la anexión de Crimea y la paramilitarización de cualquier grupo prorruso en ciudades clave para provocar el tan ansiado colapso del estado ucraniano por luchas interétnicas e ideológicas, propiciando así una intervención militar rusa notable para el “mantenimiento de la paz”.
La participación de servicios de inteligencia rusos, el FSB y el GRU, fue fundamental en la formación de grupos armados ilegales en el Donbás, región en la cual las tensiones sociales habían escalado hasta puntos límite y de alto riesgo. Aprovechando el shock en el SBU y el gobierno, estas agencias rivales financiaron y organizaron grupos antieuropeístas de nacionalistas rusos y a menudo de corte paramilitar usando simbología tan dispar como la ortodoxa, zarista y estalinista, todos tenían en común su oposición al gobierno interino de Kiev y la UE.
No les fue difícil a los patrocinadores del separatismo prorruso encontrar adeptos y gente dispuesta a manifestarse, aprovechando que buena parte de la población del sur y este del país tienen orígenes étnicos rusos que se remontan a la repoblación de la Ucrania Soviética tras el Holodomor, que golpeó duramente estas regiones. Esta parte de la sociedad apoya la idea de federalización, el idioma ruso como oficial junto con el ucraniano, la integración política y económica con Rusia y son contrarios a todo proceso de occidentalización del país, prefiriendo conservar el legado soviético y/o imperial que los enlaza con Rusia.
Fue en estos óblast donde el Partido de las Regiones de Yanukovich obtuvo el mayor apoyo electoral. Desde febrero hasta mayo, coincidiendo con fechas relevantes como el Día Internacional de los Trabajadores o el Día de la Victoria estos movimientos organizaron marchas, mítines, manifestaciones y hasta disturbios y conatos de asalto a edificios gubernamentales, destacando por su violencia Odesa, Járkiv, Donetsk y Lughansk.
Para contrarrestarlo, el SBU empleó en varias ocasiones al “Alfa” en marzo y abril en la ciudad de Odesa para detener líderes de grupos paramilitares e incluso evacuando al candidato presidencial prorruso Oleg Tsaryov ante la amenaza de ser atacado por activistas de extrema derecha de Pravy Sektor* - No queda claro si dicha evacuación fue realizada por miembros “Alfa” con órdenes de Kiev o agentes más partidarios a la causa prorrusa, actuando de manera independiente -.
Los pocos esfuerzos del SBU fueron en vano pues nada evitó que los paramilitares prorrusos apoyados por el desleal capitán de policía de Odesa, Dmitro Fuchedzhy, llegasen a montar un campamento en el centro de la ciudad como cuartel general para coordinar los próximos eventos. Todo esto daría lugar a una situación de violencia y pelea generalizada los dos primeros días de mayo del 2014 entre la población local proeuropea, seguidores de los clubes de fútbol ‘Metalist’ y ‘Chernomorets’,contra las fuerzas policiales desleales y los paramilitares prorrusos que terminarían desembocando en la catástrofe del edificio de los sindicatos del 2 de mayo en Odesa.
Dicha catástrofe arruinó los planes prorrusos de establecer un punto fuerte en esta ciudad costera, que hubiera sido un punto de llegada excelente para las tropas rusas en Crimea de ordenarse la tan temida intervención militar en grandes extensiones del país y enlazando por tierra a Transnistria, Crimea y el Donbás, hasta las fronteras reconocidas de Rusia.
En Járkiv los intentos por tensar y provocar una situación favorable al establecimiento de una “república popular” prorrusa terminaron rápidamente en fracaso. Entre el 6 y 7 de abril los manifestantes trataron de ocupar varios edificios importantes en la ciudad. Esos días los habitantes locales se percataron de que habían llegado bastantes autobuses con matrícula rusa y llamó la atención el hecho de que los supuestos manifestantes locales intentaron entrar forzosamente en el teatro de ópera y ballet, creyendo erróneamente que se trataba del ayuntamiento local. Cuando ocuparon el objetivo que buscaban, proclamaron la autodenominada “República Popular de Járkiv” el 7 de abril.
Sin embargo, al día siguiente, las fuerzas especiales del MVS (Asuntos Internos) habían recuperado el edificio y expulsado a los extraños manifestantes.

Continuará...