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Hace un par de semanas se cerró, tras su octava temporada, una de las series más mediáticas de la historia de la televisión: Juego de Tronos. Una serie que, no solo tiene enganchado a medio mundo, sino que ha tumbado récords de audiencia y de muchos otros tipos, como la batalla más larga de la historia, la que más premios Emy se ha llevado nunca, y hasta tiene el récord de ser la serie con el actor más alto de la historia en su reparto. Todo esto hace que sea una serie llamativa, y ya si encima le sumas la cantidad de tramas, enredos y batallas épicas que hay en los 73 capítulos que componen las ocho temporadas de la serie, pues ya no te la puedes perder. Pero también hay un aspecto que no todos conocen, y que muchos pasan por alto, y es la del sospechoso parecido que tienen algunos aspectos de la serie con respecto a diferentes momentos de nuestra historia. Es decir, que el aclamado autor de los libros, que han servido como base para una de las mejores series de la historia, no inició su saga desde cero, sino que la historia universal influyó en gran medida a la hora de escribir sus aclamados libros. En este artículo repasaremos algunas de las partes de juego de tronos que guardan un intenso parecido con momentos históricos que como se demuestra en la serie, a veces, parecen surrealistas. Eso sí, este artículo va a contener spoilers así que, si aun no has visto la serie y tienes intención de verla, te recomiendo que pares de leer.

La organización política

Antes de empezar a relacionar momentos de la serie con acontecimientos históricos, cabe destacar que la organización política y social de Poniente en la serie, tiene un gran parecido a la época feudal de la Europa medieval. Una organización que como se ve en la serie, las zonas están regentadas por señores feudales que, a su vez, están bajo el mando del rey. Por tanto, los súbditos del norte, por ejemplo, tienen un juramento de lealtad al señor del norte, y este al rey. Esto es una cosa algo más complicada de lo que se puede explicar aquí pero más o menos esa es la idea principal.  Las sociedades feudales comenzaron aproximadamente durante la época de Carlomagno por el siglo IX, y suponía un intercambio de servicios: el señor feudal aportaba protección a sus súbditos y estos tenían que pagarle o con impuestos o formando parte de su ejército cuando la situación lo requiriese. Y así es exactamente como está organizado Poniente en Juego de Tronos.

Parecidos geográficos

Otro de los parecidos más evidentes son los de la geografía del mundo creado por George R.R. Martin, por ejemplo, hay una gran similitud entre la capital de Poniente, Desembarco del Rey, con la que se conocía en la Edad Media como la Reina de las ciudades: Constantinopla. Hablaremos de este parecido más adelante, pues hay una gran cantidad de sucesos históricos que aparecen casi calcados en el argumento de Juego de Tronos. Por otra parte, está el muro, una enorme construcción que separa el norte del sur, una muralla muy similar a la que construyó el emperador Adriano en Britania (actual Reino Unido) para proteger el territorio romano del sur de la isla, de las tribus bárbaras que habitaban en Escocia, como los pictos. Obviamente el muro de Juego de Tronos es mucho más alto y mucho más largo, pero, la idea es sospechosamente parecida, además, el llamado muro de Adriano tampoco era moco de pavo, pues tenía una longitud de 140 kilómetros, que para la época en la que se construyó, tampoco está tan mal. También podemos encontrar parecidos razonables entre los Greyjoy con los vikingos, ya que un pueblo que vive en unas islas y que lo único que hacen es saquear pueblos con sus barcos, es muy sospechoso y se parece mucho a lo que hacían los vikingos. Por otro lado, nos encontramos con los Dothraki un pueblo que vive en las estepas, son temibles jinetes y el título que llevan sus líderes es el de Khal. Blanco y en botella ¿no? O no conocéis a Gengis Khan. Efectivamente, la influencia de los mongoles en esta raza inventada por George R.R. Martin es indiscutible.

Viserys y Marco Craso

Sin profundizar mucho en los personajes, ambos buscaban alcanzar el poder de forma obsesiva. Y ambos se jactaban de ser adinerados, poderosos e invencibles. Marco Craso, fue parte del triunvirato, formado por César, Pompeyo y él mismo. Y era el hombre más rico de la poderosa República romana. En un intento de aumentar su popularidad y su poder, marchó a luchar contra los partos (una tribu que estaba enemistada con los romanos). Este fue derrotado de manera estrepitosa y posteriormente capturado. El jefe parto, que conocía la fama de Craso le condenó a morir de una forma muy representativa: Ordenó fundir oro y obligó a Craso a beber del oro fundido, muriendo al instante. La ambición por más poder y riqueza de Craso lo llevaron a morir justamente por lo que más deseaba: el oro. Y casualmente la muerte de Viserys en la serie es muy parecida, el quería una corona de oro y al final por su ambición, Khal Drogo le vierte oro fundido en la cabeza. Una muerte casi clavada.

Jon Nieve y Julio César

Ya que hablamos de la época romana, habrá que sacar otro parecido que tiene esta con la serie. Es la de Jon Nieve con Julio César, esta es menos evidente que la anterior, pero sin duda también tiene su miga. Jon Nieve es miembro de la guardia de la noche y en la quinta temporada le nombran líder de esta, pero tras unas decisiones polémicas, la guardia de la noche se revela contra el y varios miembros de esta van turnándose para apuñalarle. Julio César, se convirtió en un dictador del imperio romano. Al principio gozaba de buena fama e incluso conquistó la Galia, pero diversas decisiones y su estancia en el poder enfadó al senado que se reveló contra él y finalmente fue apuñalado por varios senadores en una reunión en el Foro romano. Finalmente, y para sorpresa del caudillo romano, quien le asestó el golpe final fue Bruto, hijo adoptivo de César. Este, al verle empuñar el arma con la que le mataría, pronunció la famosa frase ‘’¿También tú, Bruto?’’. Esta frase, según dicen tiene más de mito que de real, pero también sirvió de influencia para el creador de Juego de Tronos, pues quien le asesta el golpe final a Jon Nieve es Olly, un joven miembro de la guardia de la noche al que Jon había tratado con especial cariño y había cuidado de él durante las temporadas anteriores, ¿casualidad? No lo creo.

El Desembarco del Rey y Constantinopla

La historia del Desembarco del Rey tiene muchísimos parecidos con los de Constantinopla, en este artículo mencionaré los más destacados. El primer parecido es que hasta la llegada de la pólvora (o del dragón en el caso de Juego de Tronos), nunca había sido tomada, por la fuerza, a pesar de haber sido atacada en numerosas ocasiones. La única vez que consiguieron entrar enemigos y saquear Constantinopla se debió a que los cruzados lograron entrar gracias a una conspiración interna, que terminó con la apertura de las puertas de la ciudad. Acto que aprovecharon estos cruzados para saquear la ciudad. Esto es similar a la rebelión que sucede en Juego de Tronos antes de que comience la trama principal de los libros. Jaime Lannister, guardia personal del conocido como Rey Loco convence a este de que deje entrar a su padre en la ciudad para defenderse de la rebelión iniciada por Robert Baratheon y Ned Stark. Este accede, y Tywin Lannister, padre de Jaime entra en la ciudad y la saquea. Ahí está otro parecido razonable. El último a mencionar es el de la batalla de Aguasnegras, que bien podría representar otro sitio realizado por los cruzados durante la cuarta cruzada en la que una flota cruzada rodeo la parte de la ciudad que daba al mar, exactamente igual que en esta batalla del libro. La defensa de la ciudad fue prácticamente idéntica a la que se representa en Juego de Tronos, brulotes (barcos sin tripulación cargados de artefactos incendiarios que colisionaban con los barcos enemigos) y fuego griego (un arma incendiaria que ardía al contacto con el agua, e incluso podía arder bajo ella. Sólo le falta ser verde para ser exacta al fuego valirio). Este fuego griego fue el arma que utilizaban los bizantinos para defenderse de los ataques enemigos, hasta que llegó la pólvora, y no hubo fuego griego capaz de retener a los cañones. Y lo mismo pasa con Juego de Tronos y el penúltimo capítulo de la serie, donde no se puede hacer nada contra un dragón.

La boda roja y el fin del califato Omeya

El califato Omeya se había convertido durante la Alta Edad Media en uno de los imperios más poderosos del mundo, y gobernaba de forma unificada a todo el mundo islámico, hasta que en el año 750 los abasíes se levantaron contra ellos iniciando un conflicto interno dentro del mundo musulmán. Fue un conflicto encarnizado, tanto que por mucho que lucharan entre ellos, no había un claro vencedor. El líder de los abasíes Al Saffah propuso un banquete de reconciliación entre ambos bandos. Los Omeya, cuyas líneas estaban muy deterioradas por el conflicto aceptaron. Antes de que se sirviera el primer plato del banquete todos los miembros de los Omeya fueron brutalmente asesinados a traición, todos excepto Abd Al-Rahmán, que consiguió huir y levantar el califato independiente de Córdoba, ajeno a los abasíes, que se hicieron con el poder del resto del imperio. En juego de tronos pasa prácticamente lo mismo, dos bandos en conflicto y uno de ellos acaba siendo traicionado y prácticamente exterminado durante la boda roja, uno de los momentos más trágicos e inesperados de toda la saga.  El parecido es demasiado sospechoso.

El conflicto entre los Lannister y los Stark y la guerra de las Dos Rosas

Desde el principio de la saga de Juego de Tronos, las casas más poderosas y que peor se llevan son la de los Lannister y la de los Stark. Ambas, tras la muerte del rey Robert Baratheon inician un conflicto cada uno con diferentes objetivos: Los Lannister para permanecer en el poder y los Stark para independizar el Norte de los Siete Reinos, además de para vengarse del asesinato de Eddard Stark. Este conflicto es uno de los hilos principales de la trama de Juego de Tronos, especialmente en las primeras temporadas, y tiene un parecido bastante grande a la que se conoce como la guerra de las dos rosas, conflicto que se llevó a cabo entre las dos casas más poderosas de Inglaterra por el trono. Las casas en disputa se llamaban Lancaster (que excepto por dos letras es igual que Lannister) y York (con menor parecido a Stark, pero tienen su similitud). Esta guerra empezó con la victoria de la casa de York, pero finalmente acabó declinándose a favor de la casa Lancaster. Exactamente igual que en la versión fantástica de George R.R. Martin. Luego ya aparece Daenerys y la historia da un giro radical pero la guerra entre ambas casas durante las tres primeras temporadas es muy parecida a la de las dos rosas.

El Señor de los anillos

Realmente este es bastante evidente, ya que no hay libro de fantasía que no haya sido influenciado, aunque sea mínimamente, por la obra cumbre de la literatura de fantasía: El señor de los anillos. Y Juego de Tronos no se libra, además que en este caso hay muchas similitudes, aunque no mencionaré todas, pero hasta el autor George R.R. Martin reconoció haberse basado en algunas cosas de la obra de Tolkien. Por ejemplo, las dos ciudades más importantes de ambos mundos tienen parecidos bastante razonables, de hecho, ambas guardan un estrecho parecido con la ya mencionada Constantinopla. Por otro lado, el mejor amigo del protagonista, tanto en los libros de Tolkien como en los de Martin tienen un nombre extremadamente parecido: Samwise, Samwell, ambos rechonchos y que a pesar de su aspecto resultan ser muy útiles a la hora de enfrentarse a sus enemigos. Por otro lado, está la similitud entre Jon Nieve y Aragorn, ambos parecía que habían muerto, pero vuelven de la misma muerte porque aún tienen un cometido, uno de ellos reinar sobre todos los hombres y otro volver donde había empezado visto lo visto (me refiero a Jon Nieve, que después de tanto bombo acaba donde había empezado). Además, en este parecido, se encuentran escenas muy similares como el momento en el que Aragorn se lanza contra las fuerzas enemigas él sólo para que luego se le una su ejército en un choque épico contra las fuerzas del mal, y lo mismo pasa con Jon cuando se enfrenta a Ramsay Bolton, si ves las imágenes son bastante parecidas. Finalmente, aunque realmente hay muchísimas similitudes, hay una que cabe destacar por su descarado parecido y es la del final de la serie con el final de la saga, momento en el que Samwell le entrega a Tyrion un libro en el que se narra todo lo acontecido en la serie, y lo llama ‘’Canción de hielo y fuego’’. En el caso de ‘’El señor de los anillos’’ Frodo hace entrega a Sam de un libro donde, adivina, está escrita la aventura que han vivido tanto él como Bilbo, y se llama ‘’Partida y regreso’’, vamos que acaban casi igual. Y podría seguir, pero el artículo sería interminable.

En defensa de Juego de Tronos diré que es difícil hacer algo partiendo de la nada, y que siempre hay que basarse en algo ya inventado, de hecho, es casi imposible, por lo que no es una copia, al contrario, es una forma original de cambiar historias para crear una nueva de algo que ya existe así que, excepto las últimas temporadas, Juego de Tronos tiene el éxito que se merece. A pesar de haber dicho los parecidos más sospechosos, me dejo unos cuantos en el tintero, pero con esto vale para hacerse una idea. Y es que como bien dice la frase, a veces ‘’la realidad supera a la ficción’’ y sin realidad, sin duda no habría nada de ficción porque en mayor o menor medida todo está basado en la realidad o en nuestra historia.

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