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El programa franco-alemán para un Sistema de Guerra Aerotransportada Marítima (MAWS), diseñado desde la base de la plataforma del fabricante Europeo Airbus A320neo M3A (variante militar multimisión de su versión civil, A320neo), era el sucesor natural para el reemplazo de los P-3 Orión alemanes y Breguet Atlantique 2 franceses, convirtiéndose en una iniciativa que reforzaba la autonomía estratégica de la Unión Europea y hubiera permitido un mayor desarrollo del sector de la defensa comunitaria.

Sin embargo, en julio del 2021 el Gobierno Alemán decidió dejar sin efecto el programa de modernización de su flota de 8 sistemas P-3C, adquiridos a Holanda en el 2006 y operados por la Marineflieger, e iniciar la compra de cinco aeronaves P-8A Poseidon del fabricante aeronáutico estadounidense Boeing para su reemplazo, por un valor de 1.430 millones de euros.

US Navy P-8 Poseidon despegando en el aeropuerto de Perth. Esta aeronave participó en la búsqueda del vuelo 370 de Malaysia Airlines. Autor: darren cocinar

El tiro de gracia que sepultó el Programa MAWS se produjo en junio del 2022 con el anuncio de la adquisición de 7 sistemas adicionales, que completan una flota de 12 aviones de patrulla marítima (Maritime Patrol Aircraft, o MPA).

Francia opta por la modernización de los «Breguet Atlantique 2», prolongando su vida útil hasta el año 2023

En cuanto al país galo, tras la decisión del gobierno alemán tomó la iniciativa de continuar con su programa de modernización del «Breguet Atlantique 2» de la «Marine Nationale». Inicialmente se decidió modernizar 15 de los 22 aparatos de la flota, aunque el objetivo se revisó posteriormente a 18 por la intensidad operativa, así como por el aumento de la actividad de los submarinos rusos.

En diciembre de 2022 se validó la capacidad operativa de los nuevos aparatos tras una serie de vuelos de pruebas sobre el Atlántico. Con esta validación inicial, «Première Capacité Opérationnelle (PCO)» se dio un primer paso muy importante para con los Atlantique 2 (ATL2) del estándar 6.

El programa de modernización fue encargado a Dassault Aviation y a Service industriel de l’Aéronautique (SIAé). El cambio al Estándar 6 ha permitido afrontar la obsolescencia, pasar a la digitalización total e integrar nuevos sensores, ordenador táctico, sistemas de inteligencia optrónica y acústica, y consolas de visualización del operador.

El Atlantique 2 (M26) en mantenimiento en el hangar H1 del BAN Nîmes-Garons, 19 de octubre de 2007. Fuente: M01 MAROT

El nuevo ATL2 está equipado con un radar de antena activa Searchmaster, suministrado por la compañía francesa de electrónica Thales.  Este sensor le otorga una capacidad de detección mayor, tanto para misiones de tipo ASW como de Anti Surface Warfare (ASuW).

Además, cuenta con una nueva versión del software de misión o «Logiciel Opérationnel de Traitement de l’Information (LOTI)» diseñado por Naval Group, un subsistema de procesamiento acústico digital de última generación o «Sous-système de Traitement Acoustique Numérique (STAN)» y el interrogador IFF TSA2542. El estándar 6 ha permitido a Francia alargar la vida útil de la plataforma «Atlantique 2» hasta el año 2023.

Noruega opta también por la compra del P-8A Poseidon

La Agencia Noruega de Material de Defensa (NDMA) recibió en noviembre del 2021 el primero de los cinco Boeing P-8A Poseidon comprados destinados a la Real Fuerza Aérea Noruega (RNoAF). Los cinco P-8A reemplazarán la flota actual de RNoAF de seis P-3 Orion y dos DA-20 Jet Falcons, y serán operados por el 333 Escuadrón en la Estación Aérea de Evenes.

En este acuerdo comercial, las empresas noruegas Nammo, Kongsberg Defense & Aerospace, Andoya Space y Berget lograron acuerdos con Boeing dentro del plan de cooperación industrial, a medida relacionado con la adquisición de los cinco aviones.

Plataforma P-8 Poseidon

El P-8 Poseidon es capaz de realizar misiones de patrulla marítima, vigilancia marítima, lucha antisubmarina (ASW) y contra objetivos de superficie (ASuW), inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) y búsqueda y salvamento (SAR), todo ello basándose en el exitoso avión de pasajeros Boeing 737 NG (Next Generation).

Tiene una gran capacidad para realizar misiones de largo alcance que requieran de mucha autonomía, como la búsqueda de submarinos o la de búsqueda y rescate en el mar, pudiendo apoyar misiones civiles como las de ayuda humanitaria o rescate. Actualmente hay 150 aviones P-8 Poseidon en servicio que en conjunto acumulan más de 450.000 horas de vuelo.

El primer Boeing 737, un 737-700, se lanzó el 8 de diciembre de 1996 y voló por primera vez el 9 de febrero de 1997, luego se entregó a Southwest Airlines. Fuente: Flicker

El Poseidon fue elegido por la OTAN para el programa «Acelerated Interim Multinational MPA Solution (AIM2S)» o Solución Interina Acelerada de Patrulla Marítima Multinacional, al que se había sumado España, pero del que salió al considerar que la solución elegida no cubría completamente todos los requisitos operativos.

La iniciativa de la OTAN AIM2S, a través de la Agencia de Adquisiciones de la OTAN o «Support and Procurement Agency (NSPA)», pretende dar respuesta colectiva rápida a la necesidad de actualización de la capacidad de patrulla marítima de varios aliados.

España se queda sin capacidades de patrulla marítima (MPA)

Con la retirada del penúltimo P-3 Orion, tras estar en servicio 35 años y acumular 24.000 horas de vuelo, el Grupo 22 de la Fuerza Aérea se queda solo con una aeronave, que en unos meses será retirada también.

La opción contemplada por el Ministerio de Defensa se basa en la adquisición de 10 sistemas de patrulla marítima de propósito general Vigma, basados en la plataforma de Airbus C295, pudiendo ser el pedido ampliable en 6 unidades más. Una decisión que además de desacertada, no restablece todas las capacidades que proporcionaban los P-3 Orión

La última versión fabricada del C 295 Persuader se realizó hace más de diez años para las Fuerzas Armadas de Chile, siendo necesario un nuevo diseño, por lo que el programa de adquisiciones puede sufrir retrasos y mermar aún más el restablecimiento de las capacidades MPA.

El Persuader no tiene por qué ser un mal producto, tecnológicamente estará bien dotado, pero en el caso de España no cumple con las necesidades operacionales para la patrulla del más de millón de kilómetros cuadrados de vigilancia.

El marco de la Cooperación Estructurada Permanente de la UE (PESCO) resulta insuficiente

Basado en el artículo 42.6 y el Protocolo 10 del Tratado de la Unión Europea, introducido por el Tratado de Lisboa en 2009,  PESCO se inició en 2017, junto con la Revisión Anual Coordinada de la Defensa (CARD), el Fondo Europeo de Defensa (EDF) y la Capacidad de Planeamiento y Conducción Militar (MPCC), conformando un nuevo paquete de defensa integral para la UE.

PESCO es similar a la cooperación reforzada en otros ámbitos políticos, en el sentido de que la integración no requiere que participen todos los Estados miembros de la UE. Este marco permanente para la cooperación en materia de defensa permite que los Estados miembros que lo deseen y puedan hacerlo, desarrollen conjuntamente capacidades de defensa, inviertan en proyectos compartidos y mejoren la contribución y la disponibilidad operativa de sus fuerzas armadas.

Estas acciones, junto a las serias discrepancias entre Dassault Aviation y Airbus Defence and Space GmbH en el programa del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS), evidencian la importancia de reforzar el mecanismo de Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), así como el papel de la Agencia Europea de Defensa y las funciones de la Dirección General de Defensa e Industria Aeroespacial (DG DEFIS) de la Comisión Europea.

Es evidente que es necesario dotar de nuevos mecanismos e instrumentos que conduzcan a un mayor entendimiento entre los Estados miembro y el sector industrial de la Defensa. La suspensión del Programa MAWS no es más que otro fracaso motivado por la falta de voluntad política entre los Estados miembros.

El 13 de noviembre de 2017, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de 23 estados de la UE firmaron la Notificación conjunta sobre la creación de PESCO en un Consejo de Asuntos Exteriores presidido por la entonces Alta Representante para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini . Fuente: EU2017EE Estonian Presidency

Las consecuencias de estos desencuentros y faltas de entendimiento afectan al conjunto de los Estados de la Unión Europea en diferentes dimensiones; en el ámbito operacional y las pérdidas de las capacidades de patrulla polivalente (MPA), de guerra antisubmarina (ASW) y contra objetivos de superficie (ASuW), inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Asimismo, también afectan al ámbito de la seguridad colectiva y, en última instancia, en la falta del desarrollo tecnológico y de la defensa, en definitiva, del tejido industrial europeo.

El programa MAWS no fue incluido dentro de la Decisión del Consejo del 16 de noviembre de 2021, por la que se actualizaba la lista de proyectos que debían emprenderse en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente de la UE (CEP), a la que sí se sumaron otros catorce nuevos proyectos, junto a los otros cuarenta y seis que ya se venían desarrollando.

Dentro de la misión global establecida en la citada Decisión del Consejo, se tienen tres misiones principales; apoyar el desarrollo de las capacidades de defensa y la cooperación militar entre los Estados miembros de la Unión Europea, estimular la investigación y la tecnología de defensa (I+T), y reforzar la industria europea de defensa actuando como interfaz militar de las políticas de la UE.

Los cuatro Estados miembro y sus respectivas industrias, así como la Agencia Europea de Defensa, han sido incapaces de alinear sus intereses para el desarrollo de un sistema que en el corto plazo hubiera sido adoptado por los mismos y, en el medio plazo, pudiera haber sido adoptado por más Estados de la UE como parte de las políticas de Autonomía Estratégica.

Esto no es más que una evidencia de la necesidad de replantear los mecanismos ya existentes: PESCO, CARD, EDF y MPCC, así como el marco jurídico y de actuación de la Agencia Europea de Defensa (EDA).

El fracaso del Programa MAWS no es más que una manifestación de la falta de entendimiento y reformas en el ámbito de la Unión Europea. Estos desenlaces merman el espíritu de Autonomía Estratégica de la Unión Europea, no favorecen una mayor integración y cooperación, y cuanto menos cuestionan las posibilidades de éxito del Plan de Acción para reforzar la Política de Seguridad y Defensa de la UE de aquí a 2030.

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