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Un informe reciente de la Casa Blanca apuntó a que las aspiraciones del Grupo Wagner en Bakhmut podrían ascender a hacerse con el control de las minas de sal y yeso situadas en la ciudad ucraniana asediada por los combates.

El funcionario de la administración Biden comentó que hay indicios de que los motivos monetariosestarían impulsando la “obsesión” de Rusia y Prigozhin con Bakhmut.

Una cámara subterránea en la mina Artyomsol, creada después de la extracción de miles de toneladas de sal de roca. Créditos: RFE

El control estratégico de recursos minerales ha sido una constante en las operaciones sobre el terreno de Wagner en los países africanos. Prigozhin negocia los contratos de despliegue de sus mercenarios en base al potencial monetario del que puede lucrarse.

En la mayoría de las ocasiones, adjudicándose licencias para la explotación de minas, como ya hemos visto en múltiples informes en la República Centroafricana, Mali o Sudán. Las minas de sal de Bakhmut son las más grandes de Europa.

El empeño de Prigozhin por capturar Bakhmut se ha reflejado en las dificultades que han experimentado sus fuerzas para hacerse con la ciudad. En un vídeo filtrado en una de sus visitas al frente oriental, Prigozhin señaló que en Bakhmut cada casa se había convertido en una fortaleza, y que sus tropas en ocasiones peleaban durante más de un día por una sola vivienda.

También destacó la sobredimensión de las líneas de defensa en la ciudad. Las imágenes captan las palabras de un soldado de Wagner anónimo, quien menciona a Prigozhin la falta de equipo militar como uno de los principales problemas, en especial la falta de vehículos blindados BMP3 y proyectiles.

Otras imágenes han capturado a Prigozhin examinando un MLRS Uragan del PMC en el área de Bakhmut.

¿Por qué tanto interés por Bakhmut?

Desde un punto de vista puramente estratégico, The Moscow Times apunta a que tomar Bakhmut le daría a Rusia un punto de apoyo para lanzar una ofensiva más amplia contra las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk.

Asimismo, Bakhmut también se encuentra en una carretera que atraviesa en diagonal las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk. Para John Helin, periodista con sede en Helsinki, capturar la ciudad y sus afueras, especialmente la carretera de Severodonetsk, daría un respiro a la logística rusa en la zona.

No obstante, para Michael Kofman, analista militar especializado en el ejército ruso, las ganancias tácticas de tomar Bakhmut pueden tener un coste estratégico sustancial. Kofman sostiene que la batalla de Bakhmut parece estratégicamente errónea y desalineada con la estrategia militar general rusa que se persigue en esta etapa.

Además de que, aunque Rusia consiga recuperar la ciudad, no hay certezas de que pueda mantenerla. Lo que sí parece certero, y es algo que Kofman menciona en un artículo para Riddle, es que los enfrentamientos en Bakhmut son un fuerte indicador de que el Donbass sigue siendo el objetivo de guerra mínimo de Moscú.

Con todo, y volviendo a la realidad sobre el terreno, Kofman sostiene que no hay una capacidad perceptible para un avance ruso con impulso, e incluso si las fuerzas rusas capturan Bakhmut, no hay ejes de apoyo que hagan un buen progreso, y apoderarse de la ciudad sería una ganancia táctica a cambio de gastos estratégicos en municiones y equipos, por lo que no parece descabellado pensar que Prigozhin buscaría sacar más rédito de esta campaña mediante el control y la explotación de las minas de sal y yeso presentes en la ciudad.

Durante estos días, hemos visto como los medios rusos han estado afirmando que Ucrania está utilizando las minas de yeso para almacenar municiones. En esta misma línea, al analista Samuel Ramani concuerda con la idea de que los esfuerzos del Grupo Wagner para apoderarse de estas minas y sacar provecho de ellas tienen un fundamento de seguridad nacional listo para usar.

A 6 de enero, mediante geolocalización de imágenes publicadas por el Grupo Wagner, conocíamos que el PMC había capturado la parte sur de Soledar, y que se había producido un retroceso de las fuerzas ucranianas hacia la parte norte. No obstante, en la mañana del 7 de enero, el periodista Yury Butusov envió un mensaje desde la mina de sal en Soledar, afirmando que las fuerzas de la AFU contraatacaron durante la noche, y que era ahora la Brigada 46 de las fuerzas ucranianas la que estaba defendiendo la ciudad.

Imágenes reportadas por el analista OSINT NOELReports mostraron importantes enfrentamientos en la ciudad de Soledar, por lo que parece que todavía la batalla está lejos de decantarse para un lado u otro.

NOEL, después de hacer una revisión de las fuentes de inteligencia abierta, llegó a la conclusión de que Wagner avanzó, pero no en la magnitud declarada por las fuerzas rusas. Para el analista, el sur es ruso, el centro estaría en disputa y las fuerzas ucranianas controlan el norte donde han tomado nuevas posiciones defensivas.

Prigozhin dijo que quería que sus fuerzas y el ejército regular ruso capturaran Bakhmut porque, según sus palabras, poseía “ciudades subterráneas que pueden contener tropas y tanques”. Continuó diciendo que “No solo tiene la capacidad de contener un gran número de personas a una profundidad de 80-100 metros, sino que los tanques y los vehículos de combate de infantería también pueden moverse”.

Queda por ver si es esta realmente la motivación de Prigozhin para hacerse con el control de la ciudad, o tiene como objetivo la explotación de dichas minas para sacar rédito monetario y poder seguir financiando la guerra.

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