Rusia mueve ficha en Mozambique
El 30 de mayo, el observador de tráfico aéreo Gerjon notificó que Valentina Matviyenko, Presidenta del Consejo de la Federación rusa, estaba de visita oficial en Mozambique. En concreto, los radares de vuelo captaron el descenso hacia Maputo de un Rossiya – Escuadrón de Vuelo Especial Ilyushin Il-96.
El grupo diplomático lo conformaban Matviyenko y un grupo de senadores rusos. De acuerdo con los informes de fuentes cercanas al asunto, Rusia ha estado buscando sectores económicos factibles y viables para fortalecer y ampliar la cooperación con Mozambique. Uno de los factores que puede haber llevado a Rusia a retomar sus contactos en Maputo es el gas.

Según un informe de Rystad Energy, se pronostica que la producción africana de gas alcanzará un máximo de 470.000 millones de metros cúbicos a finales de la década de 2030, lo que equivaldría a aproximadamente el 75% de la producción estimada de gas producida por Rusia en 2022. La consultora destaca que las estrategias de BP, Eni, Equinor, Shell y ExxonMobil han comenzado a pivotar más hacia las inversiones en el continente africano.
Mozambique posee aproximadamente el 1% de las reservas totales del mundo. No obstante, tal y como apunta Craig Moffat, el componente securitario en el norte del país ha lastrado la mayoría de las actividades de exploración. Tanto Mozambique como Zimbabue podrían tener un rol como proveedores de gas para los países de Europa que buscan desconectarse de la dependencia de Moscú.
Puede que la comisión diplomática rusa esté tratando de evitar que la mayor parte de países del continente bajo su órbita de influencia puedan llenar el hipotético vacío del gas ruso y crear así una ventana de oportunidad para continuar dividiendo a las principales potencias europeas que temen un auténtico estado de emergencia energético.

¿Pero que hay realmente detrás de los acuerdos en materia de energía que se han venido firmando en los últimos años? Fundamentalmente acuerdos de seguridad y defensa. El 22 de agosto de 2019, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, firmaron un acuerdode cooperación en materia de protección de información y seguridad. Un mes más tarde, los analistas OSINT notificaron que un avión An-124 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas entregó un helicóptero Mi-8 para la Fuerza Aérea de Mozambique en el aeropuerto de Nacala. Junto al equipo militar, se habrían desplegado unos 200 soldados, incluidas tropas de élite.
Esta información llegaba en medio de los informes sobre la posibilidad de que asesores del ejército ruso entrenaran a las fuerzas gubernamentales en su lucha contra el ISIS. La estrategia rusa en África sigue un patrón claro: a cambio de brindar seguridad mediante contratistas privados como PMC Wagner, o el suministro de armamento y entrenamiento a policía y ejército, Moscú protege sus intereses en la región, como la extracción de minerales, petróleo o gas.
Un informedel Daily Maverick cita informes filtrados de que Rusia pretende recopilar una base de datos como cimiento para preparar futuros líderes y agentes de influencia en todo el territorio africano. En este sentido, Rusia sabe cómo balancear el poder blando y duro de cara a la consecución de sus objetivos.
Taking into account that Russia presence (hard power) in Cabo Delgado, Mozambique came in as a after thought following economic benefits finalized (soft power - influence) this is truly a brilliant read via @dailymaverick https://t.co/vN8oyHZOV9
— Jasmine Opperman (@Jasminechic00) October 2, 2019
Para José Milhazes son dos los factores principales de la importancia estratégica de Mozambique para Moscú:
1/ Oportunidad para diversificar sus importaciones/exportaciones y suavizar el impacto de las sanciones económicas occidentales.
2/ Compensar los crecientes costes asociados a la extracción de recursos naturales en territorio ruso con alternativas más económicas como las del continente africano.
Pese a que Rusia negó la presencia de Wagner en Mozambique, un informedel Moscow Times a finales de octubre de 2019 filtró que siete mercenarios vinculados al Kremlin habían muerto como consecuencia de una serie de emboscadas por parte de insurgentes del ISIS. El ataque se produjo en el distrito de Macomia en Cabo Delgado, presenciado por un soldado de las Fuerzas Armadas de Defensa de Mozambique.
La capacidad del PMC Wagner para ganar contratos de seguridad se basa en dos componentes clave: bajo coste y respaldo político. Según el Moscow Times, citando a Yevgeni Shabayev, ex oficial militar ruso, en promedio un soldado Wagner de rango inferior recibe entre 1.800-4.700 dólares por mes. Este hecho, unido a los vínculos con las esferas altas del Kremlin, supone una ventaja comparativa con respecto al resto de grupos mercenarios tradicionales.
Valentina Matviyenko, Chairwoman of the Federation Council of the Federal Assembly of the Russian Federation, is visiting 🇲🇿Mozambique for an official visit.
— Gerjon | חריון | غريون | ኼርዮን (@Gerjon_) May 30, 2022
That is likely why a Rossiya - Special Flight Squadron Ilyushin Il-96 (🇷🇺RA-96019/#RSD003) is now descending for 🇲🇿Maputo. https://t.co/AZug5aH4e9 pic.twitter.com/CPhqQVzf7f
No obstante, no todo es tan sencillo. El propio artículo hablade que las tensiones entre Wagner y las Fuerzas Armadas de Mozambique son notorias. Así describía Jasmine Opperman la operatividad de Wagner en Mozambique: “Los rusos no entienden la cultura local, no confían en los soldados y tienen que luchar en condiciones horribles contra un enemigo que gana cada vez más ímpetu. Están por encima de sus cabezas”.
¿Y cuánto ha gastado Mozambique en seguridad? No podemos saberlo con exactitud, pero según las palabras del representante del secretario general de la ONU en Mozambique, Mirko Manzoni, las cifras son muy elevadas: “Cuando pides ayuda y nadie mueve un dedo, eso es lo que pasa. Mozambique gasta sus fortunas en mercenarios”. Además de Wagner, el año pasado el medio Anna News publicóimágenes de los miembros del PMC Dyck Advisory Group, grupo militar privado sudafricano que ha estado operando en el Norte de Mozambique. En las imágenes se pueden apreciar además los helicópteros SA 341B Gazelle AH1.
Mozambique también ha pedido apoyo militar a Ruanda para operaciones de contrainsurgencia. A mediados del año pasado, Ruanda desplegó 1.000 soldados en Mozambique. Los analistas OSINT notificaron su llegada al aeropuerto de la Palma en la provincia de Cabo Delgado.
Ruanda comienza a desplegar 1000 soldados en Mozambique, para la lucha contrainsurgencia de #CaboDelgado. Recordemos la desastrosa Batalla de Palma:https://t.co/5pIGK5rtin.
— Fran Matías (@FranMatiasBueno) July 9, 2021
Estos ruandeses parecen hechos de otra pasta, no civiles disfrazados de soldados. Veremos a ver... pic.twitter.com/mP64sdkBcu
Y no solo Ruanda, sino que los elementos principales de la fuerza de reserva de la SADC también fueron transferidos para operar en Mozambique. En las imágenes que circulaban en los análisis OSINT, se podía ver un avión de transporte Hércules C-130 de la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica descargando tropas y equipo en el aeropuerto de Pemba.

¿Y cual es la situación de Wagner? Las hipótesis son muchas. Por Jasmine Opperman sabemos que las fricciones entre Wagner y las fuerzas de seguridad de Mozambique eran significativas, llegando incluso a patrullar prácticamente por separado.
Por su parte, tal y como apunta Fran Matías Bueno para su artículoen Revista Ejércitos, los propios rusos reconocieron la complejidad intrínseca de Cabo Delgado, lo que llevo a finales de año a una retirada de prácticamente la mayoría del personal contratista ruso. Sin embargo, parece evidente que Rusia quiere seguir manteniendo su influencia estratégica en Maputo y está explorando las diferentes vías que se encuentran a su alcance.