¿Suenan tambores de guerra en Sudamérica?
Alguna vez sonaron, y seguido, sobre todo en el siglo XIX. Mas adelante, en las décadas posteriores al fin de la segunda guerra mundial, en esta región del mundo fue muy común ver como Estados Unidos intervenía en la política interna de los países de la región. Estas intervenciones, que casi siempre se materializaban en algún golpe de estado (como signo más evidente), siempre tenían por objeto combatir al “fantasma del comunismo”.
Durante la segunda mitad del siglo XX en los países latinoamericanos, y sobre todo en los periodos donde los gobiernos eran de facto, se revitalizaron los conflictos fronterizos y las reivindicaciones territoriales, llegando a su punto máximo con el conflicto de mayor intensidad que la región haya visto (de la era moderna, dado que en el siglo XIX hubo guerras de extensa dimensión y desgaste), el conflicto del Atlántico sur más conocido como la guerra de Malvinas.
En las últimas semanas, debido a la filtración de cinco años de comunicaciones de inteligencia de los ministerios de Defensa y Seguridad chilenos, en algunos medios argentinos se empezó a hablar de la posibilidad de un conflicto, incluso se llegó a decir que existió un despliegue de tropas hacia el sur en repuesta a esas filtraciones (a todo esto, lo único que se movilizo fueron dos IA 63 Pampa III, cosa ya programada hace meses por el estado Argentino, sumada a la incorporación del Radar RPA 170M [INVAP] desde fines de mayo).
¿Por qué algunos medios de comunicación masivos relacionaron estas dos noticias? Posiblemente por la temporalidad de éstas, se dieron prácticamente en simultaneo. Esta situación me lleva a preguntarme con respecto a la región ¿Cómo están las tensiones? ¿las hay? ¿de qué tipo?
De norte a sur
1.- Crisis de la frontera Colombia/Venezuela:
Estos dos países han tenido sus diversos problemas en estos últimos tiempos y de una gravedad institucional mayúscula. Colombia discute aun la eficiencia y alcance de los tratados de paz alcanzados con las FARC. Además se ha llegado a conocer que fracciones disidentes y que no promulgan con el acuerdo se han radicalizado y continuado con actividades ilícitas. La otra gran circunstancia es el deterioro de las fuerzas armadas y de seguridad venezolanas, debido a la profunda y continua crisis que vienen atravesando.
Estas dos situaciones se juntan en una mixtura muy peligrosa. En los últimos meses diversos observatorios de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil han reportado la crítica situación de la frontera colombiana, por ejemplo en los departamentos de Arauca y Vichada.
Las FARC y el ELN convierten Venezuela en escenario de una 'guerra entre guerrillas' https://t.co/NkPBvsgU8E por @ludmilavino
— ABC.es (@abc_es) February 23, 2021
Del lado venezolano el departamento de Apure también se ve tensionado por está dura realidad. Las situaciones que atraviesan estos departamentos van desde enfrentamientos armados con un nutrido arsenal de fusiles de asalto y de combate, hasta contactos entre vehículos de combate (algunos regulares y otros improvisados).
La circunstancia de que estos enfrentamientos se den en la zona de la frontera genera continuamente problemas jurisdiccionales, debido al continuo desplazamiento de estos grupos. La degradación de las capacidades de las fuerzas armadas venezolanas reduce drásticamente su respuesta ante estos grupos.
De la misma manera, la casi nula coordinación entre los estados de Colombia y Venezuela para resolver esta cuestión ha llevado a una situación drástica en lo que respecta a derechos humanos en los departamentos mencionados. Los problemas van desde miles de desplazados (tanto internos como hacia el exterior del país), privaciones ilegitimas de la libertad, torturas y asesinatos en cifras alarmantes.
El Esequivo
Este reclamo venezolano, no es poca cosa. Reclama nada más y nada menos que dos terceras partes de Guayana. El reclamo tiene bases históricas de larga data. Nos debemos retrotraer los tiempos de la disolución de la Gran Colombia. Desde allí, afirma el estado venezolano que el Rio Esequivo es la frontera heredada de la Gran Colombia.

Sin embargo, el por entonces Imperio británico con intereses en la zona mantiene la colonia compuesta por el actual territorio de Guayana a pesar de los reclamos y arbitrajes (que algunos historiadores acusan de fraudulentos o engañosos). Finalizada la segunda Guerra mundial y la posterior creación de Naciones Unidas, se inicia el proceso de descolonización.
Proceso que se consolida con la Independencia de la Guayana en 1966 y desde allí la postura del país ha sido la misma, está todo resuelto desde el arbitraje de 1899. Desde aquellos años hasta hoy han existido diferentes niveles de tensiones respecto a este territorio en disputa.
Tal vez el Presidente venezolano Hugo Chávez fue el que más paños fríos le puso al asunto, dado que buscaba consolidar su posición de dominio e influencia en Centroamérica y el Caribe. Su sucesor, Nicolas Maduro, revitalizó el reclamo y busca consolidar los argumentos respecto a esta situación y con particular interés desde que se conoce que los territorios reclamados se encuentra en una zona extremadamente rica en hidrocarburos.
Es una situación mas que cristalina que Venezuela no está en condiciones de afrontar un esfuerzo por este territorio que reclama. Dispone de demasiados problemas y estrés económico para agregar otro, más aun sabiendo la clase de aliados que podrían responder en favor de Guayana.
El acceso al Pacífico
Aun se sienten los coletazos de la Guerra del Pacífico. A finales del siglo XIX Chile, Perú y Bolivia se vieron envueltas en una guerra por el territorio del actual norte chileno. Todo pareciera indicar que Perú y Chile han dado por finalizado el asunto, especialmente Chile después de las resoluciones del 2018 de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, la cual afirma que Chile no tiene obligación de negociar con Bolivia un acceso al mar, aunque en 2019 se afirmó que la CIJ no puede obligar a ningún país a cumplir sus sentencias.

Sin duda existen una serie de matices desde el tratado de paz de 1904 hasta los mencionados fallos del CIJ. El problema pareciera ser que Bolivia no cede a sus reclamos, incluso cuando los gobiernos ideológicamente son opuestos el reclamo permanece. Es ingenuo pensar que Chile en algún momento va a estar dispuesto a siquiera poner en tela de juicio 400 kilómetros de costa y mas 120.000 kilómetros cuadrados que ya están asimilados y consolidados como territorios propios.
Hoy por hoy las únicas tensiones que genera este reclamo boliviano son de carácter diplomático, con posibles concesiones administrativas respecto a los sistemas de aduanas para con Bolivia. En definitiva, la asimetría de poder real impide al estado boliviano hacer nada pero, ¿y si Bolivia tuviese las capacidades necesarias para cambiar la situación? Imposible saberlo, pero un reclamo que trasciende a los partidos políticos y se convierte en una cuestión de estado, no es un asunto para tomar con liviandad.
La triple frontera
Este no es un reclamo territorial, ninguno de los tres países discute nada de lo ya establecido en los siglos pasados mediante sangrientas guerras y crueles disputas. Paraguay, Brasil y Argentina ya disponen de certeza respecto a estas fronteras. Ahora bien, esto no significa que sea un lugar en el que no vuela ni una mosca, todo lo contrario.
Los Estados Unidos, en particular el departamento de estado, considera que dentro de este punto caliente existen fuentes de financiamiento para el terrorismo de medio oriente. La verdad es que el control de esta área siempre ha representado una falencia para los tres países involucrados. Es de publico conocimiento que la zona es particularmente propensa al trafico de todo tipo de bienes, en su mayoría ilícitos e incluso de trata de personas.

Si bien se sabe de esta situación, en los últimos tiempos la zona ha vuelto a estar en el foco de la atención de los expertos de seguridad y de instituciones públicas. Aparentemente el estado paraguayo, en un intento de mejorar las condiciones de la hidrobia que dispone en la zona, contactó y consultó al departamento del estado de EE.UU, siendo asesorado por personal militar del país del norte y con la posibilidad sobre la mesa de instalar instalaciones militares con cierto personal estadounidense en la zona.
Si bien esta situación debería haber alertado a los otros países (Brasil siempre se opuso a esta posibilidad) en estos últimos tiempos, tal vez por el proceso electoral, se vienen dando señales ambiguas. Igualmente, la actividad de la cancillería argentina hoy pareciera estar mas abocada a las elecciones de Brasil, que a los asuntos de seguridad que le podrían comprender o interrelacionar con sus atribuciones.
Chile- Argentina
La memoria pareciera decirnos que en 1984 se termino cualquier posibilidad de conflicto entre estos países. Sin embargo, está claro que para el Estado Chileno no. Hace unos pocos días se filtraron 400.000 documentos de reservado y alto secreto del estado chileno, donde se realizan fuertes afirmaciones sobre la posibilidad de un conflicto con Argentina, al punto tal que se subió el grado de amenaza de bajo a medio.
¿Sobre qué podrían disputar estos dos países? Eso es lo particular de la relación entre ambos, tienen demasiadas cosas por las cuales sentarse a negociar y no lo hacen, y cuando el dialogo está ausente los peores fantasmas tienen semblante de realidad. En materia territorial el reclamo Antártico de ambos países se superpone y, si bien Argentina tiene una destacada y permanente presencia en el continente blanco, no ha impedido que las ultimas declaraciones del estado chileno afiancen su posición.

Además, en el pasaje de Drake existe una basta superficie que también es fuente de discusión, a lo que se suma la posibilidad de que algún déspota reviva viejos reclamos o discusiones que parecieran estar saldadas.
En materia de seguridad ambos países sufren el denominado “asunto Mapuche”. Argentina y Chile parecen haber olvidado los elementos que componen un estado, permitiendo el crecimiento de organizaciones bajo una bandera que podría debatirse si es legítima. Y es que bajo esa bandera algunos grupos han tomado una actitud agresiva y violenta, que podría hasta catalogarse como una conducta de secesión.
Sin liderazgos políticos claros que traigan soluciones y con ambos países teniendo una mirada antropológica similar, se ha dejado a múltiples ciudadanos vulnerables ante las actividades de estos grupos.
Por otro lado, desde hace tiempo la perspectiva del estado chileno ha sido observar la actividad de las fuerzas armadas argentinas, entendiendo que el presidente argentino se mete en problemas internos de otros países (lo cual es cierto, dicho sea de paso, pues la cabeza del estado argentino se refiere asiduamente a los problemas de otros países cuando tienen posturas ideológicas diferentes).
Cinco aeronaves procedentes de Chile con rumbo a Malvinas violaron el espacio aéreo argentino en las últimas horas https://t.co/70nsiljKtc pic.twitter.com/KcZ8PlJNV5
— infobae (@infobae) August 2, 2022
Continuando con lo anterior, los analistas chilenos consideran que el peronismo es un movimiento expansionista, que la instalación de un radar representa una amenaza y que el FONDEF es una preocupación para el estado chileno.
La verdad es que ninguno de los dos países está en condiciones de amenazar al otro. Ambas carteras o inventarios, a pesar del esfuerzo que puedan hacer las fuerzas armadas, están infladas con material que no se puede usar o que está al borde de lo obsoleto.
En este contexto, en el que parece que ninguno de los dos tiene resto económico, social o político para tomar una acción contra el otro, está claro que en el plano de inventario y tecnología Chile dispone de algunas ventajas. Pero me repito, no pareciera ser una situación lógica o realista ver un conflicto entre estos dos países, al menos de momento, siendo evidente que debe iniciarse un proceso de dialogo serio entre ambos estados para resolver estas cuestiones sin incurrir en agravios ni alteraciones de la convivencia en la región.
Malvinas y las Islas del Atlántico Sur
Este reclamo por parte del estado Argentino también es una demanda de larga data cuyo relato se remonta a los siglos XV/XVI. Parte de esa recopilación histórica la podrán encontrar en “Héroes del Valle”, una serie documental que rescata historias de veteranos de la Guerra de Malvinas, disponible en YouTube y realizada por Laureado Producciones.
Ahora bien, este reclamo que terminó con un cese al fuego, pero no una rendición o un efectivo tratado de paz, sigue siendo una causa nacional para el estado argentino. Sin embargo, no pareciera hacer esfuerzos que vayan más allá de tímidas consultas a los primeros ministros británicos.
En materia militar, Argentina simplemente no tiene las capacidades para recuperar ni sostener las Islas, además de que no hay que hacer un análisis demasiado profundo para observar la creciente degradación del material de las FF.AA. En cuanto a los intentos diplomáticos, no han existido acercamientos serios y específicos acerca de la situación de las Islas, lo que lleva simplemente al estado británico a que cada vez que se mencione el tema la respuesta sea absolutamente negativa.
Conclusiones
Está claro que existen tensiones diplomáticas y disputas relacionadas con la seguridad de la región. Sin embargo, en ningún escenario parece que vaya a producirse un conflicto bélico o armado de alta intensidad, pero la advertencia más cruel y dura que tiene la historia es que las cosas permanecen igual hasta que el poder que no se ejerce alguien lo toma como propio y lo usa.