Trump vs Biden
En mitad de un parón en las primarias que realizan los partidos políticos estadounidenses, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán dentro de unos meses, ha saltado una noticia que por no menos esperada no ha sido sorprendente por el momento en el que ha tenido lugar.

Y es que en mitad del caos provocado por la extensión de la pandemia del coronavirus que está causando estragos en diversos estados, es cuando el candidato del ala progresista de los demócratas ha optado por abandonar la carrera por la nominación de su partido.
Esta retirada de Bernie Sanders supone que, de facto y a la espera de ser ratificado en la Convención Nacional Demócrata, Joe Biden es el candidato que se enfrentará en noviembre a Donald Trump para dirigir los destinos de este país en el periodo 2021-2024.
Lo cierto es que pese a empezar fuerte, la campaña de Sanders se fue desinflando con el paso de las semanas debido a errores propios provocados por comentarios demasiado sinceros y el apoyo del aparato del partido y el resto de participantes de las primarias a Biden.
Antes del parón típico entre las primarias de marzo y las de abril, las posibilidades de vencer de Sanders eran limitadas debido a la amplia diferencia de delegados obtenidos por ambos en las primarias ya celebradas y el masivo apoyo que los superdelegados habían demostrado por Biden.

Durante el periodo de 20 días en los que los votantes no estaban convocados a las urnas, Sanders parecía convencido de seguir en campaña hasta que Biden consiguiese sumar la mitad mas uno de los delegados, requisito necesario para obtener la nominación demócrata.
Sin embargo, tras las caóticas primarias de Wisconsin, cuyo gobernador intentó de forma infructuosa parar por todos los medios con el fin de evitar que los votantes de ambos partidos sucumbiesen a la pandemia, es cuando Sanders ha decidido retirarse sin esperar siquiera a conocer los resultados.
Por otra parte, esta decisión del candidato progresista quita presión a un Partido Demócrata que estaba inmerso en una vorágine de aplazamiento de primarias a los meses de mayo y junio, o de transformación de las primarias más inminentes, como la anteriormente citada de Wisconsin o las de Alaska o Wyoming, de presenciales a votaciones por correo.
Frente a él, los republicanos presentaran con toda probabilidad a un Donald Trump que ha barrido en unas primarias sin contrincantes de entidad, con el aparato del partido de su parte y el entusiasmo de unas bases que han llenado las urnas para darle victorias siempre superiores al 88% de los votos con una alta participación.
Si hasta el día de hoy el mantenimiento de las primarias demócratas en mitad de la pandemia que azota los Estados Unidos era imperativo por la existencia de varios candidatos con posibilidades de ganar, el hecho de continuar con las votaciones para elegir al candidato republicano es un absurdo que pone en peligro la salud de los militantes.
Y es que es inconcebible que existiendo un candidato que ha vencido en los 28 estados donde ya se había votado y teniendo en su haber todos los delegados que ya han sido elegidos menos uno, el Partido Republicano de Wisconsin haya torpedeado todos los intentos legislativos y judiciales del gobernador del estado para que se celebrasen las votaciones el día de ayer.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que previamente las delegaciones republicanas de otros ocho estados han renunciado a realizar primarias aduciendo motivos presupuestarios, tal y como ya se había hecho en otras ocasiones en ambos partidos a lo largo del siglo XXI.
Con la decisión de hoy de Sanders y a falta de ser ratificados en las Convenciones Nacionales de ambos partidos, Biden se enfrentará a Trump en las elecciones presidenciales que se celebrarán la primera semana del mes de noviembre, siempre y cuando éstas no tengan que ser aplazadas por la salud de los electores.
Así pues, nuevamente los votantes tendrán que decidir entre apoyar a un candidato blanco, de edad avanzada y multimillonario u otro blanco, de edad avanzada y multimillonario con unos planteamientos ideológicos bastante similares a los del primero en los temas esenciales que afecta a los ciudadanos.