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En Túnez la convulsión política se está trasladando paulatinamente al plano económico. El presidente tunecino Kaïs Saied anunció su decisión de prolongar indefinidamente las medidas tomadas en julio, que fueron calificadas por el partido Ennahda como un “golpe de estado”; suspensión del parlamento y control presidencial sobre los jueces y el ejecutivo.

Esta decisión se produce en un contexto de estancamiento reformista, donde la falta de consenso está llevando al país a un laberinto sin salida. Mientras la economía tunecina sigue esperando el préstamo de rescate del Fondo Monetario Internacional, la sociedad sólo podrá asimilar la austeridad que lo acompaña a través de una renovación estructural y la implementación de reformas económicas que permitan aliviar y superar la sintomatología de la crisis.

Autor: Nicolas Raymond

Esta situación me ha llevado a profundizar en el análisis y estudiar algunas de las cuestiones clave para entender el contexto económico de Túnez. En este artículo se tratarán dos grandes temas, que se retroalimentan mutuamente, la incidencia de los monopolios y la economía paralela.

¿La propia economía formal se ha vuelto paralela?

La economía informal o sumergida es un concepto que hace referencia a aquellos ingresos o actividades económicas que no están gravados ni supervisados por ninguna forma de gobierno. Pese a su carácter multidimensional, la cabeza visible de la economía paralela ha sido desde siempre el contrabando, mientras que se ha delegado a un segundo plano las evasiones de impuestos practicadas por las empresas y tiendas, los propietarios que arriendan sin contratos oficiales o tener en nómina a trabajadores indocumentados sin cobertura social o sanitaria.

Como veremos a continuación, en los últimos 10 años, las estimaciones sobre la economía paralela en Túnez muestran un constante crecimiento, lo que ha conducido a que en ciertas regiones la frontera entre economía formal e informal sea prácticamente inexistente.

Según cifras oficiales de la Organización Internacional del Trabajo, en 2015, la economía paralela aportaba un 38% al producto interior bruto y proporcionaba empleo a alrededor del 75% de los jóvenes de entre 15 y 29 años, lo que constituye hasta el 54% de la fuerza laboral total en el sector privado. El informe de los investigadores Mansuy y Werquin muestra que el 53,5% de los jóvenes empleados en empresas registradas tienen en su mayoría empleos informales. El 44,5% de los empleados jóvenes en la administración pública, el 59,3% en el sector educativo y el 55,4% en el sector sanitario no parecen beneficiarse de la cobertura en la seguridad social.

Fuente: Mansuy y Werquin. “Labour market entry in Tunisia: The gender gap”. International Labour Office.

Asimismo, un total del 54,2% de los empleados jóvenes reportaron tener un contrato verbal, comparado con el 45,8% de los mismos que reportaron tener un contrato escrito. Estos datos se alinean con el hecho de que el 97% de los jóvenes que informan no tener un contrato escrito también informan no tener derechos a la seguridad social.

Fuente: Mansuy y Werquin. “Labour market entry in Tunisia: The gender gap”. International Labour Office.

Un informe del Ministerio de Hacienda en el año 2016 ofrece datos que apuntan en la misma dirección. Los empleados aportan el 83% a los ingresos tributarios, mientras que su participación en el patrimonio no supera el 26%, es decir, los percentiles de renta más altos pagan una mínima parte de la factura fiscal. En el caso de los trabajadores por cuenta propia los resultados también son sorprendentes. El sitio web “Inkyfada” publicó un análisis de datos que demostró que el 60% de los abogados no declararon sus ingresos en 2015, como tampoco lo hicieron el 48% de los arquitectos y el 25% de los médicos gratuitos.

Con respecto al contrabando, resulta interesante analizar algunos de los resultados que se derivan del comercio informal en los puntos fronterizos del país. Pese a que en los últimos años la prensa tunecina ha puesto el foco en las importaciones ilegales de combustible, muchos otros productos, en particular productos manufacturados, frutas y hortalizas, y productos del Lejano Oriente se importan y exportan ilegalmente.

Los autores sostienen que, aunque el comercio informal representa solo una pequeña proporción del comercio total de Túnez, desempeña un papel importante en el comercio bilateral con Libia y Argelia, ya que representa más de la mitad del comercio del país con Libia y, en el caso de Argelia, dada la extensión de la clandestinidad, la magnitud del impacto resulta más difícil de estimar. No obstante, aproximadamente el 25% del combustible consumido en Túnez es el resultado de importaciones informales procedentes de Argelia.

Fuente: World Bank. “Estimating Informal Trade across Tunisia’s Land Borders”.

Posteriormente, un estudio publicado por el Instituto Tunecino de Estudios Estratégicos en 2017, reveló que el 77,6% de los tunecinos compran mercancías de contrabando y que el 76% de las mercancías importadas de Libia pasan por canales de contrabando. En esta misma línea, el think tank tunecino Josour Center for Public Policies, proporcionó cifras más exactas de la dimensión del comercio de contrabando en Túnez.

El informe revelaba que los ingresos por contrabando ascendían a 2 mil millones de dinares tunecinos al año, distribuidos de la siguiente manera: 750 millones de gasolina, 300 millones de tabaco, 450 millones de aparatos eléctricos, piezas de repuesto, neumáticos de vehículos y productos alimenticios y 500 millones de dispositivos electrónicos, ropa, productos de belleza y perfumes. El contrabando de armas, oro, cobre, alcohol y coches de lujo robados, se extrajeron de la muestra dada la dificultad intrínseca de determinar su verdadera magnitud.

Profundizando en el impacto del contrabando

Para desarrollar esta sección tomaré como referencia las investigaciones que ha realizado Mohamed Rami Abdelmoula, periodista tunecino, que en su artículo “Economía paralela en Túnez: ¿Es realmente paralela”? ofrece una visión integral del fenómeno.

En Túnez son muchos los nombres propios que monopolizan el contrabando del país. Desde Washwashah y sus hermanos, los denominados “reyes del desierto”, que dirigen un imperio familiar de contrabando en el área de Ben Qardan, pasando por ‘Ma’eez’ (Hussein), un traficante de armas, hasta ‘El Jeque’(Ali al-Qariwi), un contrabandista de petróleo y armas en la región occidental fronteriza con Argelia.

El contrabando de gasolina a Libia daña el sur de Túnez, dado que las estaciones de servicio en funcionamiento son cada vez más escasas en el sur de esta región. Fuente: Magharebia

La absoluta impunidad con la que han actuado ha sido el resultado de comportamientos corruptos por parte de los funcionarios de aduanas y la policía de fronteras en aeropuertos, puestos marítimos y de control terrestres. Como apunta Mohamed, los sobornos se realizaban tanto en efectivo como en especie con el objetivo de permitir el contrabando de mercancías en bolsas pequeñas o contenedores grandes, para cambiar información en los documentos oficiales o para reducir los impuestos aduaneros.

En mayo de 2017, el primer ministro tunecino anunció la “guerra contra la corrupción”, con operaciones destinadas a arrestar a los principales contrabandistas del país. No obstante, el escepticismo rápidamente se apoderó de la sociedad civil y muchos fueron los que se preguntaron sobre las verdaderas intenciones del gobierno.

Algunos lo vieron como una lucha entre la burguesía tradicional que controlaba el estado, fundamentalmente situada en la capital y las ciudades costeras, y la nueva ‘burguesía parástica” que había acumulado riqueza en las áreas periféricas. Otros lo vieron como una guerra interna entre diferentes alas dentro del Estado, después de que Shafiq Al-Jaraya, uno de los políticos más influyentes de Túnez, fuese detenido en un operativo policial.

Diseccionando las dinámicas de contrabando

El contrabando en Túnez se caracteriza por su carácter complejo y multidimensional. La vasta mayoría de contrabandistas en el país utilizan cruces terrestres no regulados para eludir el pago de sobornos a guardias fronterizos y patrullas aduaneras. No obstante, los principales contrabandistas dependen de la articulación de redes de conexión con funcionarios corruptos para mover sus mercancías.

Lo único que separa a Túnez de Libia y Argelia es un amplio desierto que hoy en día es fácil de cruzar con los vehículos apropiados. Fuente: Magham21

Otros prefieren un contrabando de ‘bajo coste’, en el marco de lo que comúnmente se denomina “comercio de maletas”. Durante las temporadas de ventas compran en Turquía y en menor medida en los países del Golfo y Europa, y regresan con bolsas de ropa, accesorios y perfumes caros.

Un tipo interesante de contrabando y que suele mantenerse en segundo plano, es el que Mohamed denomina como ‘contrabando estacional’. Este fenómeno se produce cuando los inmigrantes tunecinos, especialmente los de Europa, vienen de visita para las vacaciones de verano. Viajan de Marsella y Génova por mar al puerto de Halq Al-Wadi llevando automóviles y camiones llenos de importaciones ilegales que posteriormente se venderán en el mercado tunecino.

¿Y qué pasa si intentamos presentar una categorización demográfica de la economía paralela en Túnez? Una aproximación detallada distingue entre las regiones interiores y costeras. Las zonas del interior se caracterizan por un cierto nivel de subdesarrollo y la carencia de servicios e instalaciones públicas. En lo que respecta a las zonas interiores que limitan con Argelia y Libia, el contrabando en ambas direcciones es la actividad más común. Por ejemplo, en la región sudoriental, que alberga las provincias de Mednine y Tatawine, cerca de la frontera libia, el comercio interregional tanto legal como no regulado representa la principal actividad económica.

Por su parte, la región occidental fronteriza con Argelia, que abarca las gobernaciones de Al-Kaf y Jendouba, Al-Kasrine y Qafsa y Tozer, se considera la puerta de entrada de contrabando de cigarrillos, drogas blandas, combustible, piezas de automóviles o aparatos electrónicos. Dado que estas provincias son consideradas como las más pobres del país, el desarrollo de las actividades de contrabando ha comenzado a cambiar las propias estructuras económicas tradicionales y se está produciendo una transferencia de capital humano desde la agricultura y la artesanía a las actividades de contrabando locales.

Trabajadores de la construcción. Créditos: pittigliani2005

En lo que respecta a las zonas costeras, la proliferación de la economía paralela es mucho más predominante. Entre la amplia gama de actividades destacan el trabajo estacional en el turismo, especialmente en las provincias de la costa como Sousa o Monastir, así como las de Nabel y Túnez, donde los trabajadores operan durante semanas o meses sin ningún tipo de contrato y sin impuestos sobre la renta.

Por otra parte, el trabajo no regulado en la construcción, donde la mayoría de los trabajadores no tiene ninguna forma contractual documentada de cobertura sanitaria o de seguridad social. A esta lista se suman la venta de contrabando, la evasión fiscal, las pequeñas empresas no registradas o el arrendamiento de espacios residenciales no autorizados.

Monopolios

La economía del alquiler en Túnez es el reflejo de la sintomatología de desigualdad que vive el país. Un grupo reducido de personas aprovecha una plataforma legislativa establecida hace décadas para explotar un sistema cerrado que limita la riqueza a las capas altas de renta, interrumpiendo el desarrollo de la economía. En este sentido, Abdessalam Al-Hershi, periodista especializado en asuntos económicos y financieros ofrece una panorámica detallada de esta realidad.

Una de las primeras barreras de entrada reside en la obtención de licencias. La profundidad de la burocracia en Túnez y la complejidad de los procedimientos administrativos suponen un auténtico lastre para el desarrollo de las actividades económicas. Esta situación se ejemplifica con el sufrimiento de miles de jóvenes tunecinos que se encuentran con la situación de que la tierra que poseen no está inscrita en el Registro de la Propiedad, lo que implica que el banco rechace directamente la financiación para emprender sus propios proyectos.

En el año 2012, el economista Hernando de Soto estudió el fenómeno de la economía paralela en Túnez tomando como referencia una panadería, a modo de ejemplo de inversión. Los resultados que obtuvo son realmente reveladores. Para abrir una panadería en la ciudad de Ariana, se requerían docenas de documentos administrativos y destacó que de las 616.000 empresas tunecinas, al menos 524.000 se encontraban activas en la economía paralela.

En julio de 2019, el ex embajador de la UE en Túnez, Patrice Bergamini, dijo que el lobby familiar controla la economía tunecina. En una entrevista para el periódico francés Le Monde, declaraba: “Están tratando de evitar todos los intentos de establecer la transparencia y la gobernanza en la esfera económica, como fue el caso durante la era otomana”.  Y es que, como apunta Abdessalam, el control de los bancos es la batalla más importante librada por las familias que controlan la economía tunecina.

Estos bancos permiten a las familias obtener préstamos para financiar sus proyectos y controlar la competencia que podría aumentar su riqueza. En este sentido podemos observar la presencia de la familia Harshani en el Banco Árabe de Túnez, el Banco Aman, el Banco de la Vivienda y otras empresas financieras, así como la presencia de la familia Mazabi en el Banco Comercial y en la Federación Internacional de Bancos. Ya por último, también destaca la presencia de la familia Al-Tamarzi en el Banco Árabe de Túnez y la Unión Bancaria de Industria y Comercio.

Con respecto a la expansión de la riqueza en Túnez, las familias de alquiler tienden a extenderse horizontalmente invirtiendo en múltiples áreas. Según el investigador Hamza al-Muadab, Carp Ben Yeder y Al-Harshani se encuentran entre los grupos más dispersos horizontalmente. Por ejemplo, el Grupo Aman de la familia Ben Yader invirtió en más de 9 polos económicos, entre los que destacan el polo bancario, turístico, sanitario o alimenticio.

La frontera con Libia también ha sido foco de constantes migraciones desde la Primavera Árabe de 2011. Fuente

Esta expansión horizontal inherente a la revolución permitió a ciertos grupos obtener préstamos para financiar sus proyectos a tasas de interés más bajos, con el consecuente debilitamiento de la competitividad. La concentración de inversión en unas pocas manos en los mismos sectores les permite fijar los precios.

En conclusión, ésta es la contextualización económica que Túnez debe cambiar si quiere potenciar su desarrollo. La convulsión política que está viviendo el país debe dar paso a un consenso entre las partes y a las reformas estructurales necesarias para revitalizar una sociedad en constante declive.

Referencias bibliográficas

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“Can Tunisia’s economy be saved?”. Can Tunisia’s economy be saved? - Al-Monitor: The Pulse of the Middle East

“Después de la crisis política, Kais Saied tiene que hacer frente a los problemas económicos”. Después de la crisis política, Kais Saied tiene que abordar los problemas económicos | Tarek Amara | AW (thearabweekly.com)

“Fondos por valor de 15.000 millones de dinares en el mercado paralelo, según el gobernador del Banco Central”. Fondos por valor de 15.000 millones de dinares en el mercado paralelo, según el gobernador del Banco Central (kapitalis.com)

Al-Hershi, Abdessalam. “La economía del alquiler de Túnez: riqueza para algunas familias y pobreza para el público en general”. La economía de alquiler de Túnez: riqueza para algunas familias, pobreza para el público en general | Alqatiba - Batallón

Elkamel, Ghrissi. “Causes of the parallel economy in Tunisia: The integration of a composite variable / quality of institutions”. December, 2020.

Informal economy presents Tunisia with thorny issue. Informal economy presents Tunisia with thorny issue | Stephen Quillen | AW (thearabweekly.com)

Mansuy y Werquin. “Labour market entry in Tunisia: The gender gap”. International Labour Office.

Parallel Trade and Smuggling at the Tunisian-Libyan Border Space (1988-2012): Status Quo and Prospects within a concealed Globalization by Kamel Laroussi. Book published in Arabic by: Arab Center for Research and Policy Studies, Beirut, Lebanon, August 2018.

Rami Abdelmoula, Mohamed. “Economía paralela en Túnez: ¿Es realmente "paralela"?”. Economía paralela en Túnez: ¿Es realmente "paralela"? | محمد رامي عبد المولى | السفير العربي (assafirarabi.com)

World Bank. “Estimating Informal Trade across Tunisia’s Land Borders”.

World Bank. “The unfinished revolution: Bringing opportunity, good Jobs and greater wealth to all tunisians”. May 2014.

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